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sábado, 16 de diciembre de 2023

Las estrellas no tienen dueño

Todo era más sencillo cuando mis dedos escribían solos y mi mente no intervenía en el fino arte de la escribidera pensada.

Como cuando elegiste la estrella más brillante del cielo para ti -la que está juntito a la luna- le pusiste su nombre y dijiste que sería tuya para siempre jamás. ¡Que nadie la toque esa estrella es mía! gritaste en mitad de la noche sin más nadie que tu sombra como compañera.


Un día cuando mi único y mayor placer sea escribir, me dedicaré a inventar cuentos, haré muchos libros como quien hace panes de madrugada y seré muy famosa. Me dedicaré a viajar por todo el mundo. Visitaré España, Marruecos, Colombia, Inglaterra, Monterrey, Cuetzalan, Xochimilco y Francia, en ese orden.

Compraré muchos pares de botas de todos los tonos café de gamuza y me vestiré como Cinderella Star en sus mejores tiempos. Con mi bolso de flecos hippies vagaré por la vida como cuando vivía una realidad ficticia en la preparatoria donde todo acabó.
Tendré un Volkswagen amarillo -tiene que ser de ese color- lo pintaré de rosa y me iré manejando por la carretera a Toluca como cuando soñé que iba por el carril de alta velocidad rumbo al DF. Llegué sin un rasguño y te reíste conmigo porque yo no sé manejar ni mi vida.

Tendré tiempo para tanto después de firmar miles y miles de autógrafos, entonces compraré una casa con jardín donde Natalia y yo andemos descalzas sin temor a enfermarnos. Haré que coloquen un columpio a la sombra del árbol que planté cuando nació la niña y jugaré con ella a tocar las nubes y ver a las palomas hacer el amor. 
Mi casa tendrá una recámara enorme donde quepa una cama tan grande que Barry y yo tengamos que usar el celular para darnos las buenas noches porque para entonces ya habremos dicho todo y nos enviemos besos con emoticones cariñosos antes de cerrar los ojos.

También compraré dos mecedoras, una para Natalia y otra para mi. Cuando regrese de las giras le leeré cuentos a media tarde como cuando no era famosa y tenía tiempo de bañarla y peinarla como le gustaba.

Le pondré el negocio que tanto ha soñado a Barry, con un montón de ayudantes para que se dedique a descansar sus doloridas piernas y a escuchar la música que tanto le gusta. Tendrá su bicicleta de montaña para que salga a pasear por esos lugares inhóspitos como los del camino al volcán al que subimos a lomo de cuaco y en el que nuestra lengua de fuera fue el hazmerreir de los lugareños.
También les compraré una casa a mis hijos en el lugar que más les guste. A Pogh le pondré su negocio de motocicletas y a Pache un bufete jurídico. 

Mi casa estará junto al mar, tendrá un faro que guíe a los perdidos sin imaginación a un mundo disparatado en el que habito en las noches de insomnio pertinaz.

Mis perros tendrán una cama nueva cada uno igual que Calixto. Cabito tendrá una pecera enorme con corales y comida por montones y ya no se lastimará la columna por nadar en una pecera redonda y pequeñita.

Cuando sea rica y famosa vendiendo mis libros de a tres por diez o de a dos por cinco o según se les haga más barato,  seré muy feliz como cuando era pobre y no tenia más que mi imaginación. 








sábado, 9 de diciembre de 2023

La existencia del no ser

Me gusta saber que existo. Encontrarme en otros sitios inimaginables. Leerme con asombro. Lo bonito y sentido que escribía mi otra yo. La  otredad,  la que escribe raro no existía. Mi mente no estaba contaminada por tanta palabra. Lenguaje sencillo -odiaba esa palabra- hacía entenderme sin tanta faramalla. Me gustaba cuando gente de lugares lejanos me escribía. 
Yo muy oronda presumía a mi familia, ¨mira ella es de España¨. Para nadie era secreto que yo quería ser de otro país, de Europa obvio. Era un poco imbécil. No por querer ser de otro país sino porque no me gustaba ser mexicana. 
¨Mira él es de Argentina¨: Me sentía muy feliz por tener amigos de otro lugares.

No me gustaba mi rostro con rasgos indígenas. Mestiza según soy. Raza blanca-raza india. En México es un insulto cuando alguien nos llama indios, ´tonces yo no quería ser india pero con mi cara no podía ser más mexicana que el pulque. Una ¨amiga¨ dijo que tenía yo cara de chango. Pero bueno, las ¨amigas¨ son las que más me han insultado. Digo, pobres changos compararlos conmigo, pero hay niveles digo yo. 
Otra tipa habló de lo interesada que soy al escoger mis amistades pues según ella sólo me acerco a personas a las que puedo sacarles algo. A ellas, a las que me ofenden las entierro en el cementerio de los desprecios y del olvido. Si me preguntan ya lo olvidé. Orita nomás porque recordé lugares feos que alguna vez visité.
Puede ser que suene mal, pero no me gusta omitir desaires ni abyectos abandonos. Insaciables rencores que sin lugar a dudas no están muy arraigados en mí. Nada más los tengo en el saco de mis desprecios a tres mujeres que me ofendieron muy pero que muy feo.

Olvidemos eso.

Nunca he hablado del tema del mestizaje en el blog. Es algo de lo que no estoy orgullosa pero, si vemos no hay mucho de qué estar orgullosa en mi vida, mucho menos en el blog. 

Decía que me gusta encontrarme en otros sitios. He estado en lugares preponderantes de algunos blogs seguidores. Parezco pavorreal. 
Al principio tenía amigos muy cultos. Uno de ellos me leyó, después pasó la voz con sus amigos que luego, lueguito se hicieron seguidores. Así fue creciendo mi ¨fama¨. 

Dedicaba mucho tiempo a escribir. Contestaba comentarios, visitaba blogs, me hacía seguidora. Todo lo que un buen bloggero hace, Y es que pensaba que si no comentaba se iban los seguidores, eso no me podía permitir. Me acostaba muy tarde, me levantaba muy temprano. Todo giraba en torno a la MaLquEridA incluso conocí a varios seguidores en persona. Eso si, muy pocos son mis amigos reales.  Siempre he dicho que quien me conoce no le quedan ganas de volver a verme. Nomás Eva Marie pero ella es otra historia que un día contaré. Estoy segura que se fue con mi imagen grabada en sus pupilas como quien me quiere de veras. Los aquellos que han pronunciado mi nombre en voz alta. Es como ser sin existir.

Durante un tiempo participé en otros blogs, un colectivo que a decir verdad no me gustó ser parte de un equipo. Tanta es mi aversión a formar parte de algo que por esa causa dejé los estudios para convertirme en un ser solitario. Me separaron de mis amigos, quedé tan solitaria que mi aprendizaje se fue yendo de a poquito al carajo para dejar de existir.

La cosa es que me gusta encontrarme en blogs amigos. Casi todos desde que comenzamos este camino de viandantes imaginarios cruzándonos casi todos los días en los caminos donde no hay semáforos ni pasos de cebra, ni señales que detengan nuestros pasos táctiles. Menudos sentidos los que usamos sólo con los dedos.

Que cosas tan bonitas escribí. 

Una gran sorpresa es que en esos encuentros con blogs añejos hallé textos míos que creía perdidos. Dios mío muero al leerme. 
He cambiado mucho de computadora, de celulares por tal motivo perdí mucha información, así que voy a rescatarlos aunque me tarde mucho tiempo al fin que tiempo es lo que sobra.

Un placer amigos existentes al otro lado de mi imaginación.

Los quiero.










 

lunes, 27 de noviembre de 2023

Batiburrillo


Dos sucesos me traen la cabeza vuelta loca. Dos hechos que me han metido en un mundo de perplejidad inusitada.
Trata de dos hechos en tiempo real, los cuales emergen de mi cabeza casi todos los días debido a que no encuentro explicación sensata.
Juzguen ustedes

Una mañana leí en twitter una noticia sobre la muerte del titular de un noticiero vespertino. Me llamó la atención por la edad del conductor, un año menor que yo. Cuando alguien de mi edad o cercano a ella muere pienso que los de mi generación están llegando al final de sus tiempos. Eso me pone a temblar como gelatina mal cuajada.

La cosa es que unos días después de enterarme de la muerte de ese hombre, lo vi en la televisión todo mono anunciando su programa y dando las últimas noticias. ¿Cómo? ¿Pos no se había muerto? ¿Cómo es que está dando las noticias tan campechano? 
Busqué la fecha del fallecimiento. Era verdad había fallecido, ¿entonces? ¡qué alguien me explique!

Lo comenté a mi familia pero la comunicación entre ellos y yo se ha ido deteriorando porque el volumen de mi voz ha bajado. Hablo muy quedito, muy rápido. Nadie me entiende. Tengo que gritar para que me escuchen. Ellos me gritan porque yo grito, ´tonces ni hablar mujer trais puñal. Las conversaciones están out.

El segundo hecho fue que de nuevo en twitter leí que una cantante de medio pelo, actriz venida a menos y política a las de sin susto, había insultado a la candidata a la presidencia de la república.
Inmediatamente quise saber qué le había dicho y la razón de su exabrupto. 
Esa vez no encontré más información aunque me quedé con la duda.

Como en el caso anterior, el tiempo me puso de nuevo en la noticia. Estuve a punto de hacer un hoyo en el techo del brinco que pegué. ¡No puede ser! la cantante había fallecido en marzo de este año. ¿Entonces cuándo fue que insultó a la candidata y por qué la noticia era actual?

No encontré más información. Parecía que los muertos muertos y los vivos muertos me estaban enredando los hilos de la sesera. 'Por vida de dios y la santa virgen de los menesterosos!
¿Por qué vi las noticias en tiempo real si una ya era vieja y la otra actual pero con fallos? No tengo ni puta idea de lo que pasó.

Me pongo a pensar que quizás tanto amansa locos está destruyendo los finos cables que me conectan al mundo real de tal manera que no sepa si pasó o no, ni cuando, ni dónde ni nada.
Mi cita con el neuroloco será dentro de dos meses, espero que no sea demasiado tarde. Que los amansalocos me tengan al borde del abismo negro de la locura, me tienen con el estómago y la cabeza hecha un desgarriate.

Estoy cierta que la entrada a la Casa de la Risa está más cerca de lo que pensé. Se vienen malos tiempos. Los aires de la confusión están haciendo brisa leve en nuestro entorno. 
Sufriré, ahora si deveritas, lo jurito por el nombre del niñito Jesús. Mi familia está más lejana que nunca. Ya no tengo a nadie a quien decirle que no dejen que me lleven al emporio de los orates. Nadie a quien aferrarme como al suéter de mi hermano de cuando era chica y no quería quedarme en la casa rica. ¿A quién me aferro? No se puede abrazar al silencio.
¿De quién me voy a agarrar con todas mis fuerzas para que no me lleven los loqueros?

Ahora si tengo miedo. Mezclar la realidad con la inexistencia es otro asunto al que nunca le había dado un poco de mi pensamiento.
¿Cómo puedo explicar esto que pasó? 
Mi cabeza es un dilema. Hay mucho cable suelto. No hay técnico que como a las lavadoras u otros aparatejos, encuentre la pieza que falla en mi cerebro. El disco duro se me ha dañado. Mi cabeza de gran volumen no tiene reparación. Modelo descontinuado. 

Queden mis escritos como muestra de que siendo una musa normal pasé a ser una señora muy aseñorada con muchos remiendos y ni una puntada.
Como diría Manos de Topo: es feo.

Auf wiedersehen




















jueves, 23 de noviembre de 2023

Si tú me quisieras como yo te quiero...

Los viejitos intransigentes en escala del diez al cero los soporto menos tres. Hay que joderse. Sobornando a la muerte dan dos pasos para adelante, uno para atrás. El empeño caduco termina por embelesarme. Hace mucho mucho tiempo en un reino junto al mar. Me gusta abrazar la vida, pero más retar a la muerte suicidándome desde lo alto de mi cama cada domingo de Pascua. 

Vivo en el cuarto piso, donde hay una virgen hecha de imaginación con foquitos de colores y una arpía enfrente regando con cloro las escaleras por si acaso los malos espíritus rondan su balcón. Redactando palabras cortas y textos abrumadores... Me siento... Me siento... Me paro y me vuelvo a sentar.  Libre albedrío. Humanizo a las mascotas poniéndoles nombres de personas. A los mastines encadenados los torturo cantándoles el Himno Nacional.  Las plantas de mi patio están abonadas con peces de colores, ratones desnudos, colibríes aterrados, y cadáveres de la Orquesta Internacional de Grillos Divorciados. Tienen un dejo exquisito al toque del violín.  

En las tardes pululo entre exquisitos olores a pan recién horneado. Por las noches soy mas de dormir. Vivo en un mundo de amistades raras y sonrisas aparentes. Escribo, pero no me leo, no quiero quedar loca. Siendo masoquista por convicción, el futuro no me daría escozor en la lengua. Mi cabeza es un lío. No tengo norte, ni dioses, ni desvelos. Escatimo palabras. Compongo poemas que nadie entiende. Regalo lunas a los hacedores de versos, pero ellos me tratan con indiferencia. Sueño con ser rica y sofisticada, pero siempre despierto siendo yo. No busque nada nuevo en mí, soy la misma de ayer, Cinderella Star con botas y falda corta, muy cortita. 

Si quiere tener tratos conmigo, búsqueme los viernes, esos días soy sorda. Suelo no estar para nadie. Con un toque de mezcal, sorbito de tequila, pasa la vida sin dramas. Solicito alguien experto en fumar marihuana. Me quedan dos porros para aprender. Las caracolas de mi pelo se pierden en el quejido de las campanas de las seis. Enrique- Fan from hell sexagenaria. Si lo que quiero es que no me olvide nomás. Qué tanto es tantito. Epítome de un epitafio venido a menos.



















lunes, 20 de noviembre de 2023

Desde lo alto

Algunas veces la luna me ocasiona pesadillas Desde su trono de reina posa la mirada fría sobre la ventana. Se mete subrepticiamente por los dibujos floridos, nacarados de la cortina. Sombra lunar se hace eco en mi mirada. Entonces con sus hilos plateados, manos catatónicas realiza sobre el espacio etéreo los personajes que ha de introducir con dotes maquiavélicas a los actores de mis pesadillas. 

Cierro los ojos fuertemente para impedirles el paso. Acto tardío, embelesada como estaba al verla bajar de su nicho, posó sobre mis párpados el halo celeste que impide mis ojos se cierren.

Mi psique queda atolondrada. Ha quedado sin fuerza. En el interior mental, al sonido de un vals correoso,  un gran telón rojo insolente se abre paso bajo el chirrido de las pasadas cortinas que la sostienen. para presentar a los artífices de mis desvaríos nocturnos. 
Hoy toca una enorme explosión en un hospital cuya ubicación desconozco. Todos corren hacía ningún lado, chocando entre sí. El fuego se expande rápidamente por todo el piso blanco, tan blanco.

Afuera, dentro de un enorme  coliseo, la gente es asesinada por un francotirador al que no veo la cara. Con un rifle de alto poder, va acabando con los personajes sin rostro. Está vez yo no participo en la pesadilla. En esta ocasión soy una viajera astral. 
Cuando mi amigo me conminaba  efectuar uno, me daba miedo. Quién iba a decir que sin proponérmelo podría viajar a través de mis pesadillas.

Desde un lugar muy alto observo todo sin poder hacer nada. 
La gente corre, llora, grita. Me asustan. Quiero escapar pero adónde si sólo está el espacio vacío que le correspondía a quien ha huido. Avalancha humana resquebrajándose bajo las pisadas de los más fuertes.
Despierto agitada, nerviosa, gritando. Sudoroso el rostro ubico mi entidad. He regresado a mi recámara. Volteo a la ventana. Con rictus siniestro, la luna se marcha a esconderse tras las nubes ataviadas con vaporosos vestidos gris.
Lo ha hecho de nuevo. Ciclo lunar de horror. Cada que a la luna le da por engordar, vacía su frustración obesa sobre mi débil mente.

Alguien me mueve para que despierte. 

La acción se complica. No puedo abrir los ojos,  si lo hago, caeré en el hoyo negro bajo mis talones.
El cielo solapa nubes de velos negruzcos. Poco a poco al redoble de un tambor curtido de estrellas, dejan caer las primeras lágrimas como lluvia fuerte, azotando el rostro de la multitud. Tam tam taam Redoble oscuro. Siluetas de cartón mojado.

La multitud cae como moscas heridos por las enormes balas del justo tamaño del miedo que corroe sus venas. Corran, sálvense, muéranse sin pena que el dolor será parido por quien todo lo puede.

Con enorme esfuerzo mis ojos logran abrirse paso entre las pestañas. Miro la ventana. La luna se ha marchado calladita. Plateado camino va difuminando en estertores agónicos la masacre que me obligó a mirar.
Estoy asustada.

Palpo mis pies, mis manos, mi vientre frío. No tengo heridas. He logrado bajar de la pesadilla sin daño visible. Tengo el rostro perlado de sudor. Respiración agitada, descanso mi corazón sobre la aterrada bruma fantasmal que me rodea.

Inhalo... uno, dos, tres, cuatro
Exhalo... uno, dos, tres, cuatro
Inhalo... uno, dos, tres, cuatro
Exhalo... uno, dos, tres, cuatro.

Cuatro los tiempos que La Bella me enseñó durante los períodos de pánico y ansiedad que debo contar.
Tranquila abuela no pasa nada. Nada puede hacerte daño. Es tu mente la que sueña por lo tanto no es real. No es real, recuerda. No existe.
Nada te dañan las pesadillas en tu soledad.
Te amo abuelita.





















sábado, 4 de noviembre de 2023

Ojos

Cuando abro los ojos después de una siesta a cualquier hora del día, tus ojos me miran azarosos. ¿Por qué me miras tanto? 
Siento que con tu mirada atraviesas con descaro los dominios de mi alma rota. Cohíbes mis sueños deteniéndose abruptamente ante la persecución de las interrogantes intrínsecas de tu memoria. Abro los míos al sentir el peso de tu mirada.

No me veas digo apenada. No me veas, susurro quitando el oropel de mis sueños sin estilo. Temo que un día te quedes engarzado a ellos para no irte jamás.

 Somos almas libres respetando el pensamiento evocador al que ni tú ni yo pertenecemos. Hicimos una historia con lazos de incertidumbre. No me mires ahora. No soy ni por asomo la de ayer. Con la persistencia de un carácter tejí un hilo delgadísimo con el que me ato firmemente a la soledad que no entiendes.

Marioneta del destino quieto en el que transito por costumbre. Para qué más decir. Todo se fue por el lado oscuro de la mirada ciega.

Amor por vocación, querencia costumbrista. 
Ciego amor que por tus ojos entró.
¿Es amor?











jueves, 26 de octubre de 2023

Para cruzar el río

Babo Alejandro, el perrito que a todos les daba miedo por sus dientes.



Mañana 27 de octubre comienza la celebración del Día de Muertos. Llegan al mediodía las almas de las mascotas que nos acompañaron en nuestro tránsito por la vida.



Benito Tiki, el perrito más educado del mundo.




La ofrenda se coloca con todo aquello que a nuestros animalitos les gustaba. Esto puede parecer un poco cómico y un tanto ridículo para quienes no tienen tanto acercamiento con los animalitos o con aquellos que pueden pensar que darle un lugar en la familia a un perro, un gato, un pájaro, o el animalito que uno haya querido adoptar.
Se tiene la idea de que los perritos que cuidamos durante la vida nos ayudaran a cruzar el río donde se ubica el siguiente nivel del Mictlán.




Sombra, tan grande como un oso y tan fiel como nadie.


También se puede pensar que hay mucha gente con necesidad pero tomando en cuenta que la gente puede hacer algo por sí mismo y los animalitos no, pues ya está. Cada uno que haga lo que le guste y que cada uno ocupe su lugar.

Dicho lo dicho, mi ofrenda será para Babo Alejandro, Benito Tiki (los dos chihuahuas que iluminaron nuestras vidas y que nos dieron un toque de humanidad llegando a ellas).  Sombra, un perro enorme que parado de patas era más alto que yo.




Silvio y Sabina Cuca (Barry y MaLquEridA en modo perico)



También les tocará este año ofrendarles su semilla de girasol, verduritas y las frutas que tanto disfrutaban Los Tres Huastecos. A saber, Panchito que falleció a mitad de este año con cerca de 40 años de vida. Silvio, quien se hizo mi amigo comiendo de mi mano. Aprendió a decir palabritas conmigo. Un gran perico sin duda. Por último Sabina, quien falleció hace pocos meses víctima de un fatal accidente. Sabina Cuca era como yo. Chiquita, peleonera, berrinchuda, caprichosa. Sabina era yo en perico. 
Durante el día dejaba yo salir a Silvio, quien compartía jaula con ella. Por las noches cuando Silvio volvía para dormir, Sabina se colocaba en lo más alto de la jaula, veía entrar a Silvio y como flecha se lanzaba a darle picotazos de bienvenida, haciendo tanta alharaca que asustaba al pobre Silvio a quien no le quedaba más que apechugar los guamazos. Era cuestión de minutos, al rato Sabina se calmaba y se arrimaba a él en el columpio. Comenzaban a mecerse y se dormían. Cuestión de tiempo, poquito nomás.

Panchito me enseñó que se puede hacer un máximo esfuerzo cuando uno lo desea. Él caminó sus últimos días de vida cuando ya sus patitas no le obedecían.




Panchito, un ejemplo enorme de fortaleza y amor por la vida. Es mi perico maestro. Mi sensei Panchito.




 

Así pues, como les digo mañana comienza la celebración de Día de Muertos. Empieza la parte más bonita del año. 

Un gusto compañeros
















 

sábado, 7 de octubre de 2023

Del Mago de Oz a Jesusa Palancares

Dicen que los gatos pueden ver cosas que los seres humanos no. Seres de otro mundo, fantasmas pululando al rededor nuestro. Siento que es así porque cuando aparezco en el campo visual de la Srita  Guantes, su vista comienza a moverse en torno a mí. Dicen que son los fantasmas que me habitan. Seres espirituales a veces buenos a veces malos buscando la manera de hacerse sentir. Dicen que si duermen sobre alguna parte del cuerpo es porque esa parte específicamente se encuentra con mala salud. Entonces ellos absorben lo malo haciendo que uno se sienta mejor. También absorben las malas energías. Esa es la razón por la que duermen tanto  Pueden llegar a dormir hasta dieciséis horas seguidas. Y si, doy fe de ello. Los habitantes gatunos de mi casa, Srita. Guantes, Epigmenio y Calixto mi gato lixto se la pasan dormidos la mayor parte del día. Cuando están despiertos recorren la casa, juguetean con Cucs -el perro de Barry- comen, se bañan, piden mimos y vuelta a dormir. Dicen que los seres humanos hemos hecho de los gatos, seres inútiles. Los hemos domesticado de tal forma que no cazan, no merodean ni maullan en los tejados ni buscan su alimento. Nosotros se los ponemos al alcance de su pata. ¿Quién es el amo aquí?

Siento que no pronto, no sé cuánto pero estoy haciendo fila en el camino al Inframundo. Mi mirada se está apagando como a la abuela poco antes de morir. O como a Tiki con sus ojitos chupados de pescado o como los de mi mami en el fatídico día que salió de casa rumbo al hospital y no volvió. Su última mirada fue para mí cuando al verla en la camilla, asustada susurré má. Su mirada tenía el color frío de la muerte. Un gris intrínseco, anunciando con silencio contrito, el adiós mortal. El no retorno del camino final.
Barry se asusta cuando le digo de mi mirada apagada. A final de cuentas a pesar de querer terminar con el martirio atado a nuestros pies, morir nos hace acongojarnos. El huequito no estipulado para qué sirve, en el fondo del corazón,  deja salir el miedo a lo desconocido.
Puedo o no estar preparada, por eso mi continuo hablar de la muerte. La tengo presente para no temerle cuando se apague la vela de mi vida. 
Si hoy, mañana o no sé cuándo, mucho o poco tiempo, estaré satisfecha de lo hecho con mi vida. Tuve lo que siempre quise y que no luche por ella. Una familia que me dió más de lo que merecía. 
Soy tratada como reina. Me cuidan, me protegen. Hacen de todo por verme feliz. Yo como reina tirana a veces y solo a veces, sonrío. 
No me arrepiento de lo hecho, hecho está y no hay remedio. ¿Ya pa qué?
Todas las noches entro al cuarto de baño. En el espejo, mi reflejo permite estudiar mi mirada. Mis ojos cafés con esa cortina espesa de pestañas de burro, lacias lacias, se ensombrecieron la noche que descubrí, la mirada desconocida.
¡Ah caray, ya me voy a morir! dije para mí. Acerqué la cara al espejo y si. Las luces se están apagando. Ojalá sea una serie de luces navideñas de mil focos para que dure un poco más.
Estoy bien, me siento bien pero de que mi pinche par de ojos están caducando, no hay duda 
Total, ¿Quién dijo miedo? 
Yo no, al final va a resultar que el león cobarde que una vez fuí, en realidad era muy valiente, sólo que no lo sabía. Igualito como sucede en El Mago de Oz, que por cierto no había visto nunca y que me decepcionó. El Mago de Oz, podía morir sin verla. 
Mejor no leeré El Quijote quien quita y termine decepcionándome también como El Principito de ojos vacíos. 
Decía un ex amigo, "somos lo que leemos". Y yo, pos no soy de libros "elevados". Yo más bien soy de "Los hijos de Sánchez" o "Hasta no verte Jesús miío".
Por lo demás que cada quien lea lo que quiera, coma lo que uiera. Cómo dice la canción: "yo me muero dónde quiera".

Abur

la MaLquEridA



jueves, 21 de septiembre de 2023

Desmitificando

Desmitificación o lo que es lo mismo ¡Hijoles!

A veces y solo a veces creo que todo lo malo me pasa a mi nomás. Tomando en cuenta que mi "malo" no es el mislo estándar para todos, el mío es mío y punto.
Lo malo que me ocurrió fue que mi teléfono se descompuso el domingo.  Lo entregaron hasta hoy. Cómo lo malo me pasa, el teléfono no tiene sonido.  Hoy lo regresaré para que lo revisen de nuevo.

Muchas cosas pasaron estos cuatro días. ¿La mejor? Estoy escribiendo desde el teléfono.   Dado que no hay malo sin bueno, encontré textos de cuando escribía con el alma. Hoy escribo con la cabeza por eso soy malísima pero esa es otra historia, tampoco me tiro al suelo.

No hay mal que bla bla bla

¿Han escrito durante un sismo? Seguramente no porque tienen la suerte de no vivir en zona sísmica, eso exactamente es lo que estoy haciendo. Escribir desde el celular sin medicamentos de por medio. 
Con la cabeza fría y el espíritu independiente, sin quejas de por medio -Barry ya las escuchó- escribo con alegría en mi corazón. ¿Yupi?

También puedo poner caritas miren: 😊😊😊

y también fotos.

la MaLquEridA

Ahora con miedo pero seguro es, voy a publicar. 
Crucen los dedos amics 🤞

jueves, 7 de septiembre de 2023

Siempre quise llamarme Betty

Porque Betty era un nombre tan sublime, tan elegante, tan sutil. Yo siempre quise llamarme Betty. Betty se llamaban mis muñecas. Las de papel, las de plástico, las de trapo. La más hermosa, mi muñeca Lili-Ledy. Tomada de su mano caminábamos las dos paso a pasito. Tenía el pelo negro como el mío. Lacio. Le llegaba a la cintura. Su vestido era de terciopelo. Falda roja, blusa blanca con olán del cuello a la cintura. Tenía calcetas blancas y zapatos negros, sin correa. Zapato fino de niña rica. 

Cuando cumplí XV años el vestido fue igual que el de mi muñeca Betty. No tuve fiesta. Mi madre compró pan de dulce y café negro de olla. Colocando el pan en una charola lo puso al centro de la mesa mientras los ojos de mis hermanos ubicaban el que les gustaba. 'Tonces mamá dijo: "toma tu pan, Flor de María". Yo siempre educada y modosa me levanté lentamente estirando el brazo para tomar una deliciosa concha con mucha azúcar, como me gusta hasta hoy el pan dulce. Si no tiene azúcar, nanay palomas, prefiero un bolillo.

No bien me levanté para tomarlo cuando las manos de mis hermanos, disparadas como saetas, hicieron que el pan desapareciera antes de lo que canta un gallo. Al final sólo quedó una hojaldra solitaria al centro de la charola. Una hojaldra sin azúcar. El pan más tan sin chiste me tocó en mi cumple. Ese fue mi regalo de quince años. No hubo fiesta, pero por esa anécdota bien vale la pena no haber bailado vals ni tener pastel. Ese día Los Apellidos Ilustres protagonizaron uno de los mejores momentos de mi vida, aunque me dejaran una pinche hojaldra.

Para ese entonces, Betty mi muñeca Lili-Ledy había pasado a mejor vida. Desapareció sin despedirse. ¿Qué habrá sido de ella?

Cuando jugaba con mis hermanas con las muñecas de papel, siempre de los siempres se llamaron Betty. Las recortábamos con mucho cuidado para luego irlas intercalando entre las páginas de algún libro de los que nunca faltaron en mi casa. Fue una buena temporada la de las muñecas. Todas eran Betty's. Mis muñecas de papel.

"A mí me hubiera gustado llamarme Betty", pensaba en mis adentros cuando trapeaba el piso de mi casa. A veces, platicando con sartenes y cacerolas, decía: "llámame Betty, señora cacerola". Mamá algunas veces me cachó hablando con los trastes. No me decía nada. Mamá sabía de mis rarezas así que normal para ella que yo hablara sola.

En ocasiones practicaba mi firma con el nombre de Betty. Trapeando de un lado a otro hacía pausas para practicar y practicar: Beatriz Sánchez y Ruíz Flores. Mi nombre era bonito. El nombre de la inventada en mi memoria.

Digamos que ese fue el inicio de muchos alias que fueron surgiendo a raíz de la llegada de la virtualidad.
Jennifer Natasha, Almudena Ruipérez, Nena Daconte, Jesusa Palancares, etc.  Paradójicamente nunca me llamé Betty. En mis imaginarios siempre me llamé Betty. Igual nadie me llama por mi nombre.  Soy Chikis, Flora, Florinda, Florencia, Floripondia, Hongo, Champy, etc. Nadie me llama Flor de María. Tan bonito mi nombre. 
Mis amigos los virtuales nunca han pronunciado mi nombre porque no existo en su vida cotidiana. Los poquísimos amigos reales me llaman ¨MaLquE¨, y los imaginarios tal como yo, no existimos. RIP.

En la secundaria, conocí a la primera Betty que se cruzó en mi camino. Iba ella en 1ºA, yo en 1ºD. Nunca fuimos amigas. La observaba. Tenía un lunar grande en la cara. Muy llamativo. Esa Betty no me caía muy bien. Transcurrieron los tres años de secundaria de igual manera. Nos dejamos de ver.

Pasado el tiempo la reconocí siendo novia de la hija de la maestra América. Sí, aquella que me aventó un borrador en la cabeza por algo que no recuerdo que hice. 

Betty fue la primera mujer lesbiana que conocí sin saber ni tener idea siquiera de lo que era el lesbianismo.

Ha pasado el tiempo, ya nadie se llama Betty, ni yo. Tampoco hablo con las sartenes y cacerolas. Mi firma obviamente es con mi nombre real. Ya no tengo una madre preocupada por mis rarezas. Ya no tengo nada de lo que fui. Ya no me llamo Betty.

En la actualidad, trato de llenar mi vida de escritos memoriales, sumariado de mis locuras. Sigo trapeando los pisos, haciendo de este oficio caduco toda una maestría en el arte de pasar las jergas por todos los rincones de la casa. Y escribo de vez en cuando para intentar ser una escribidora de pasquines sin oficio ni beneficio, tal cual mi vida es.

Alguien que sólo vive para vivir,
muriendo de a poquito cuando pasan los días sin escribir.



















jueves, 3 de agosto de 2023

¿Has visto reír a Dios?

Déjenme decirles queridos que si el pp tuviera cura, yo estaría en el umbral de la sanación total. 
Hoy después de una larga y extenuante revisión neurológica los médicos que estuvieron presentes en la evaluación quedaron sorprendidos de lo ágil que conservo la mente. La inteligencia de la que siempre he presumido está casi intacta. 

La mente poderosa no permite que los fármacos me dañen más de lo normal, antes al contrario según mi percepción puedo controlar casi por completo mi cuerpo viejo. 

Mañana por fin después de pasar por la lavandería dejaré el marco del espejo roto para que lo dejen como nuevo. Mañana por fin volveré a ver a la MaLquEridA como era antes. Aunque pensándolo bien eso es imposible dado que en el siguiente instante no somos más los mismos. El tiempo cambia junto con cada uno de nosotros. Por mucho que llevemos una rutina sistemática, algo nos cambia en una mínima percepción.

Si el pp tuviera cura tendría una nueva vida. Habría aprendido de los errores para no repetirlos. 
Mi forma de ver la vida ha cambiado, sin ser una chocante optimista pasé a ser una persona que goza de las cosas buenas aceptando las malas porque la vida es así. Se debate entre el bien y el mal. No hay punto medio, habiéndolo sería uno mediocre. Ni con Dios ni con el diablo.

Estoy en la etapa de la vida en la que estoy tomando las decisiones en cuanto a mi salud que me parecen adecuadas. Al final es mi cuerpo el que estoy cuidando. Al final soy la que decide lo que sigue.

Los exámenes psicológicos si bien no eran una complejidad, eran más que poner atención. Restar al revés, recordar series de números, de palabras, de letras. Responder con seguridad lo que se me preguntaba asombraba a los médicos. No es que sea muy inteligente, es que tantos años de insomnio hicieron que ocupara el tiempo de para dormir en pensar. 
Pensar, pensar, pensar.

Pensar en mi familia, en mi salud, en mis hijos, en lo rápido que se nos vinieron los años encima a Barry y a mí. Los dos casi sin poder caminar hemos estado a punto de las lágrimas al ver que el mayor esfuerzo hecho para echar a andar es nulo. Los dos solos, un domingo soleado, con un calor apabullante, rodeados de gatos y el fiel Cucs nos visibiliza un futuro inmediato. Nuestros pies con miles de esfuerzos reditúan un mínimo de fuerza para sostenernos en pie. Hay que esperar digo a Barry, esto es así.

Hoy me preguntaron que si pienso en el suicidio como antes. Digo no, no lo pienso. En los asuntos resueltos  no hay marcha atrás. Cuando llegue la hora de actuar veremos cuanto es lo que estamos decididos a poner punto final. Los dos. Porque somos dos valientes acobardados por un futuro que no estamos prestos a aguantar. 

Barry cree que no es el hombre de mi vida, igual que yo pienso que no soy la mujer de su vida, sin embargo estamos aquí juntos, sobreviviendo a las luchas continuas que significa moverse con dos rocas atadas a las plantas de los pies. La vida se nos acaba y no. Hablo por mí, quiero seguir viviendo pero si algo le pasa a Barry, no quiero vivir muriendo.

Tanto que me preguntaron, que si me siento triste, que si soy fracasada, que si no me gusta mi aspecto, que si shalalí shalalá. Si me quito la vida Dios me mandará al infierno pero nomás de pensar que ahí está Vicente Fernández achicharrando sus miserias, y digo mejor no. Es mejor vivir. Además Dios y LucyFer se pelearán por mí igualito que mis hijos. Ninguno querrá quedarse conmigo. ´tonces bebo un tanto de valentía todas las mañanas para darle ánimos a Barry. El trato está hecho, seré la primera en marcharme para que él pueda irse en paz sin ningún pendiente, tal como todos debiéramos partir. Con la muerte resuelta. Con trinos de pájaros, un sol tibio y una alegría inmensa porque sabríamos que dimos todo lo mejor. Resarcimos los daños en su justa dimensión aunque... esperen, olviden eso. es imposible.

Hablamos con nuestro respectivo Dios. Diosito no me lleves, mira que no es por egoísmo pero piensa, si me muero ¿quién va a cuidar a Chikis?, piensa en voz alta Barry. La imagino sola.  Eso no puede pasar.
Dios de los castigados llévame a mi primero.  Barry y yo seguimos pensando en que esto es un castigo por algo que no sabemos qué. 

Barry es el amor de mi vida, es mi fe, es mi aire. Barry es mi costumbre. Llévame a mí primero diosito.

Me preguntaron si sigo pensando en que el pp es un castigo divino. Quizás no es divino, quizás no es un castigo. Tal vez tengo los cables cuatrapeados y eso es lo que hace de mi cuerpo un títere greñudo.
Güerever, castigo o no, el pp estará conmigo por el resto de mis días. Tal vez diosito no quiere que me cure porque si eso pasa, una familia se desmoronaría. Y eso no queremos ¿verdad?  ¿verdad? ¿verdad? ¿verdad? ¿verdad? ¿verdad?

Barry y yo somos la costumbre de un amor sin memoria. Sin fecha de caducidad.

Todas las noches en que me acuerdo, le pido a mi propio Dios que no se lleve a Barry. Que lo sane, que disfrute los años que le quedan sin mí. Sigo siendo un dolor de huevos para él y mi familia, justo es que descansen un poco. Que se difumine mi pokerface y que rían, rían mucho. Sin miedo a dejar explotar su alegría, lo merecen. Lo digo yo que he sido la causa de sus muchos malos momentos. Únicamente quiero que sean felices no porque ya no esté sino porque los malos ratos no se repetirán más.

Ahora que estoy decrépita ancianita me he acostumbrado a hablar con Dios, igual que muchos viejitos que conozco. Hablan con Dios porque ya nadie los quiere escuchar.

En vez de compartir toda la sabiduría que adquirieron con el tiempo, se pasan los últimos años dormitando silencios doctos. Los abuelitos en modo mute. Los abuelitos secándose de a poco al rayo del sol.

Y hablan con Dios dentro de su mente agrietada. Sonríen solos, comen solos, están solos. Los abuelos -los que sí y los que no- transitan el último tramo del camino con una maleta cargada de recuerdos. Es lo que les queda nada más, en tanto imagino a Dios con una sonora carcajada recordando todo lo que decíamos no haríamos con el tiempo. 
Si Dios no existe ¿por qué le temo?

Tener nietos.

¨No quiero ser abuela, no pienso cuidar niños latosos. No imagino mi vida sin La Bella. Para mí, La Bella es la fuerza en mis pies.

Cuidar plantas. 

Hace poco mi planta ¨Cuna de Moisés¨ dio once flores. ¡once! cuando en su vida lo más que había floreado fue con dos capullitos.

Alguna vez escribí un post donde hablaba sobre las tres razones por las que no me gustaría envejecer. 
Las tres están presentes en esta cotidianidad.

-¨No quiero ser de esas viejitas que se la pasan rezando en las iglesias. No quiero hablar con un Dios que no sabe que existo.¨ 

Hace mil años no voy a la iglesia. 

Desde mi recámara hablo con diosito, con el mío. El que no se enoja, el que no castiga, el que es como yo. 

El tuyo, el mío, el nuestro. El Dios de todos, el de cada uno. El inventado no, él no sonríe, o no sé, es lo que digo yo.

Crecí bajo la máxima de no reírse mucho porque si no alguien se moría. Mi mente obtusa lo grabó con hierro candente en la memoria de mis días. 

Poco después de la celebración del Día de Muertos en que reíamos tanto, mi madre moriría con el aroma de la mandarina perfumando el viento frío de noviembre.

Qué cosas ¿no? hay tanto que contar y pocos que quieran escuchar.

Bona nit












martes, 18 de julio de 2023

Los perros también miran películas



¡Alegraos amigos!


¡Alegraos conmigo oh hermanos míos!


Han reducido la cantidad de antidepresivos a la mínima cantidad y sigo viva. Quién lo diría ¿no? he pasado una quinta parte de mi vida con amansalocos y sigo aquí. No tengo daño ninguno. Nomás el cerebro encandilado junto con los ojos encarcelados arriba de mis pestañas de burro trasquilado.

Lo mejor fue que yo misma le pedí al neurólogo que los redujera. Después de revisar mi expediente ha aceptado. Pensar que ya me veía en la casa de la risa gracias al enredijo de cables efectuado por el neurólogo que lleva mi expediente. Si en algún lado de la locura encuentras tu memoria vacía, cuidado has llegado a la última capa de tu redención. Ni más ni menos.

No ha cambiado mi carácter, me he acostumbrado al encierro desde que comenzó la pandemia. Salgo poco. No extraño la calle, no extraño a la gente. Mucha de la familia que perdí fue durante la pandemia. No volví a ir a reuniones. No voy a funerales, no visito a mi familia. Soy una parte viva de mi casa. Un adorno surrealista con los pelos parados. Tengo el pelo morado y el espíritu oscilando entre azul y buenas noches.
Se me ha caído un diente gracias a la descalcificación del tiempo. No me da pena reír chimuela, total los que me ven no se ríen de mí. No me llevo bien con las burlas hacía mi persona. No voy a cortarme el pelo a la estética. la Emilia me lo corta. Tampoco voy a restaurantes, al cine o a cualquier lado. Soy una bruja escaldufa, la única bruja que estruja. ¿Conocen a Madame Mim? Soy yo. La bruja como  a mi autoestima le gusta llamarme. Y es que un día platicando con Eva Marie me tomé una foto para regalársela ¡voilá! soy Madame Mim.

Tengo poderes mágicos, una varita mágica y tres bolsas de panditas riquísimos para no llorar cuando me muero por no verte Jesús mío. 

Puedo convertir una cucaracha en cadáver por obra y gracia de mi escoba voladora. También sé estrellar un móvil en la pared con la velocidad más grande que una maldición. Gracias a mis superpoderes pasé a ser un elemento casi imperceptible desde que escuché que mi voz había dejado de ser potente, autoritaria, temeraria, volviéndose voz de pito de borracho con agruras.

Ninguna reina tiene voz de brisa floja, ni de abuela en ciernes. Troglodita por ocasión, santurrona por equivocación. El día que supe que podía volverme invisible fue cuando escuché un ¨te amo¨ que no era para mí. La pijama envolviendo mis huesos -¿qué? que sea rellenita no quiere decir que no tenga esqueleto- ese día desapareció mi dignidad. En vez de volar, me escondí en mi recámara, palacio lleno de sábanas en forma de fantasmas que se convirtieron en mis amigos al paso del tiempo. Mi amante cambió de palacio para refugiarse en un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme.
El espejo rústico que me mostraba todas las mañanas si seguía siendo bella, lo rompió en mil pedazos la importancia de no seguir siendo yo. Algún día el espejo volverá al recinto de los olvidos.Entonces el báculo del amor regresará a la lisonja cumbiambera. Cumbala cumbala cumba cumba ya.

El tiempo te regala cosas extraordinarias como la belleza de una sonrisa mística. Regala momentos, rezos, oraciones para ti remitidas. Tú lo ignoras pero siempre hay alguien que se acuerda de ti aún cuando tu recuerdo en forma de ola esté asentado más allá del jazz for yu. El otro lado del charco queda a un madrazo de piedra. Lanza una, quizás encuentres a Cosimo con Teté contando lamparones o algo así.

Iyeoka colibrí regresó el domingo cuando Laura y yo bañábamos a Cucs, perro mascota de Barry. El colibrí se quedó estático a la altura de mi abismo. Me sacó una sonrisa alejándose rápidamente armando carreras contra el tiempo de domingos en flor. El dique.
Muy bellos son los colibríes compañeros de brujas con aires  del mediterráneo desconocido. Huelen a olas de mar arreboladas las mejillas por el tenue calor de un somnoliento Sol.

Ahorita recordé a las gárgolas buscadoras de hombres que no tiene sentido lo que escribo. El sinsentido nunca ha tenido sentido. ¿Y a quién le importa si lo que escribo no  se entiende? Los que entienden son para los que dan sentido a lo que escribo. 

Cuando como hoy me viene a la mente todo lo que he aprendido durante este tiempo de mi búsqueda por saber qué piensan los que no veo. Mucho he aprendido. De entre todo ello, NADA ES PARA SIEMPRE.

Laura me preguntó cuando le dije que quería un blog como el de la Princesa Coacalquense. Un blog muy famoso en esos tiempos.
-¿Para qué quieres escribir mamá? 
-Quiero saber. Conste que yo sé mucho y si no me creen ¿quién es la que les gana en el maratón con todo y sus trampas?
-Pos yo ¿quién más beibi?
Quiero que me escuchen lo que tengo que decir.

Las brujas saltan como luces de colores de un lado a otro buscando menjurjes para sus hechizos. Las tijeras en forma de cruz son un buen escudo para proteger a los niños y sus cerebros. ¿A quién le chuparon la mollera y quedó así tal cual?
-Ah si, la gárgola en minúsculas.

Es feo que tal como los ejércitos de hormigas con sus comandantes, generales y demás tropa no existan más en mi mete. Las sinfónicas de grillos, las lombrices rockeras, los perros de huéspedes. Todos han desaparecido de mi mundo fantástico con ayuda de los antidepresivos que hoy  me mantienen en vigilia. En su lugar entró al mundo de tinieblas todo el mal que existe.

La violencia sexual dentro de las pesadillas es horrible, muero infinitas veces. Sufro como DiosCristo, Puede suceder que te sientes a medianoche a orillas de tu cama. LuzBell tiene tal cual escenas que la recrean, lo que creen saber los maleantes acechando mi pequeño cuerpo. Los asesinos con pistolas pavorosas se instalaron en  La vida es  Sueño dentro de tus pesadillas. 

¿Cómo escapar de lo inexistente? ¿Cómo escapar de algo que nadie ve? ¿Cómo escapar del ¨¡cállate!¨que nadie escucha? En ocasiones vienen mis hermanos muertos a visitarme aún cuando su presencia me asusta, me sobrecoge el frío mortal. 
El niño suicida llega siempre con una sonrisa dibujada en sus delgados labios, pero está muerto. ¿Cómo sonreír a los muertos?

Me son retirados los antidepresivos, creí que quizás enloquecería a falta de realidades inventadas pero no. Mi vida está en paz. Detesto eso sí el tremor que ayer me impidió escribir y que hoy ha aparecido casi al final de mi pensamiento escrito.

La otredad no vino hoy, quiere decir que a pesar del mimetismo del Barry ¿o mío? sigo pensando. Eso nomás, pensando. Mis letras no pueden transmitir el sufrimiento al teclear cada letra. Mañana amaneceré como si Luc y Fer me hubiesen aplastado como chinche. Nunca he sido chinche pero por el tamaño del dolor imagino que así se siente ser aplastada por los beligerantes brazos o mejor dicho, dedos, del amo del inframundo.

Una vez soñé con Dios. Todo era escombros, derrumbes, tierra. En medio del caos  un abismo, a la orilla de la muerte, un hombre vestido totalmente de blanco extendía su mano para salvarme. Está chido ¿no? que venga a salvarte el mismo Dios es un milagro como ese que por mi falta de fe no hago que suceda.

El día que vuelva a ser yo, sin mimetismos ni pesadillas, ni diablos, violadores, ladrones, ni cosas feas no volveré a ser lo que antes fui, ni lo que solía ser. Seré un cuadro de tristeza arrumbado en la pared.
 
El mundo de los antidepresivos en el que he vivido es apenas un oasis de lo que en realidad es, lo imagino así.  Sentirse como nube encima de tu familia, atravesando el techo, gritando a tu hija para que te ayude. tu hija no está. Y si como no, es Laura no está, como una canción.

... ´tonces, 

ojalá mi carrocería hubiese sido como la de un BMW pero no, soy un carromato arcaico al que por más que le curen o cambien refacciones siempre habrá algo de lo que se descomponga. Y es que soy así. Nací con el santo de espaldas, con las estrellas al revés, con la razón en la locura y la locura en el último gran combo de la vida artificial. Vivo una vida de mentiras para existir sin saberlo.

Bona nit (me pregunto si el catalán que estoy aprendiendo sirva para volver a hablar con el hombre que me enseñó a amar mis raíces. El hombre que imaginaba a Elena Poniatowska como yo. Yo que soy menos que el oropel de un hongo diminuto.)

Les quiero amics,
tengan paciencia conmigo 
siempre hay alguien que espera por ustedes.
¿Yu nou güer a min?

Si no me creen pregunten al poeta que murió con mi nombre tatuado en el alma, ¿o no Enrique?
(He enviado otra carta a Enrique Bunbury, Oj Alá me conteste).










 


martes, 2 de mayo de 2023

Mi chula

Es lo más hermoso que he sentido en estos últimos meses. Tener entre mis manos la superficie con un borde hecho un día que a Laura se le ocurrió dejarla en un lugar que no debía.
Hermosa, preciosa, chula, linda. La abracé, le di muchos besos. 
Todos los días le veo tan lejos y tan cerca de mí. Inconmensurable el amor que le tengo. 
Llevamos casi tres meses separadas pero en casos de urgencia soy la opción con menos pérdidas. Digo, escribir es importante para mi pero si no hay manera, hagamos que sea leve la espera.
Le hermosa, bella y chula computadora ha tenido que ser cedida por un tiempo a mi bella hija para ser usada por completo los días sin nombre.
´tonces hoy terminó temprano de usarla. Y más pronto que inmediato la tomé entre mis manos, la llené de besos y me puse a escribir. Claro que después de permanecer sin usar mi cerebro este se encuentra oxidado. Hay que ponerle aceite a los engranes del recuerdo, cerrar los ojos para atraer más cerca los pensamientos furtivos para escoger lo que sea digno de escribir.

El moho en mis escasas neuronas está muy arraigado, tanto que no pude limpiarlo del todo bien, y pues, no pude recoser los recuerdos con  las fábulas pérdidas, los sentimientos engañosos, las lágrimas de sapa coherente, el ignominioso proceder que me orilló a cometer un hecho bochornoso que si algún día logro quitarle la vergüenza que me da recordarlo, quizás lo escriba en este evento conceptual al que adhiero la conciencia de lo inmediato. Ahora pongan todo eso en una olla de grillos. Aí me dicen lo que resulte.

Ya lo decía el gran señor del conocimiento y la sabiduría, gran andante de los caminos inquietos. Peregrino de la palabra, asesor de mi vida por casi diez años, y después me abandonó pero pus de eso no estaba hablando. Y para colmo olvidé de lo que estaba hablando porque me distraje viendo la maravillosa película -para mí- El Dorado, que Barry y Laura ven para aligerar la noche.

Antes podían pasar muchas cosas a mi alrededor sin inmutarme pero no es lo mismo la MaLquEridA que cien años después. El cerebro no carbura a la primera, agregándole las chorrocientas pastillas ingeridas durante los días demasiado calurosos, y la sabrosísima agua de frutas refrescante que Laura y el Barry me han traído para aminorar el escozor provocado por los miles de piquetes imaginarios del calor hacen que de nuevo las ideas vuelen por todos lados sin que ninguna concuerde.

Lo que es muy cierto es que sentir las teclas en mis dedos bailarines es fabulosa. 

Antes de que desaparezcan los miles de seguidores y de que cante el gallo Claudio tres veces, volveré a escribir aunque eso sí, no prometo congruencia. La otredad ha permanecido dormida durante tres meses, seguramente el silencio le ha gustado más -como a mí- que escribir al ritmo del tum tata tum tata tum tatatum.

Auf wiedersehen freunde








 



domingo, 26 de febrero de 2023

Cinderella Star sin botas ni minifalda

Los bichos corriendo a mi lado no existen, tampoco los fantasmas. Ni los seres habitantes de las nubes. Ni yo. Hablo dormida, despierta soy callada. La gente que sabe de mi y del pp dice que me veo muy bien. Eso me hace sentir un poco mal. Como si hubiese inventado el pp. Mi cuerpo no refleja la enfermedad a menos que el efecto de la medicina pase. Vivo la invención de mi realidad. Me entra la paranoia cuando estoy sola. Me río de la libertad que según yo grito a los cuatro vientos. Si fuese libre sería un angelito del Señor. El mundo que me rodea ve cada vez menos a mis ojos. Los móviles sustituyen emociones. Cuando tomo mi teléfono para perderme en él como mucha gente lo hace no le encuentro ningún sentido. Sin embargo cuando quiero ver algo el aparatejo no funciona. Tengo que hacer gala de serenidad para no estrellarlo contra la pared. De a poco logro que se descomponga. A veces lloro, quisiera hablar con mi familia pero el mundo cambiante los hace más robots. Metidos los ojos en un monitor se olvidan de mirar su entorno. He visto como los renuentes a usar tecnología se vuelven expertos en poco tiempo. Sonríen con algo que ven. Por un tiempo cuando comencé a escribir caí en eso. Pasaba pegada a la computadora la mayor parte del día. Pasada la euforia recobré mi espacio. Ya nada era igual. Si me preguntan de qué color son los ojos de los miembros de mi familia no sabría responder, lo juro. Me he vuelto observadora, los enredijos de letras en mi lengua me hacen inteligible el habla. Sé de Los Tres Huastecos más que de mí misma. Las tres Flor de María del espejo conviven entre sí. La interiorización repercute en mi ánimo. Hoy de nuevo un pajarillo anuncia con sus trinos la proximidad del amanecer. Cannabis oil. Me río de mi "libertad" recién adquirida. Me río de la risa que me da reírme tanto. Se acaba el puente largo otra vez. Me gusta estar de vacaciones, quizás porque lo mío mío es parlotear todo el tiempo. Barry ¿qué haces? Estoy haciéndome pendejo. ¿Te ayudo? Las palabras hacen un rictus de aburrimiento. Nomás es un decir. Vuelve Enrique. Me da gusto pero no me dio tiempo de extrañarlo. En cambio a mi yo del espejo la extraño cabrón. Ni siquiera se ha dado cuenta que recobré los kilos perdidos. ¡Maldición! Conozco a uno que se alegra por él. Regreso a la "normalidad". Barry dice bien, vivo instalada en el miedo. Miedo a salir, a que pase algo. A quedarme sola. A morir en el intento. Mi libertad consiste en reconocer los miedos que mi mente abstracta se crea. Y después cuando Los hijos de Suchi me abrazan. Y el después de ser esposos somos amigos. Hace mucho para vencer el insomnio jugaba al hoyo negro. En este tiempo utilizo la música como herramienta para inducir al descanso. Esta semana dos veces hablé dormida. Abro los ojos buscando a Laura. Intercepto las ideas para no sucumbir a hacer un viaje astral, segura estoy de no querer regresar.  Convertida la vorágine en hecatombe nuclear. Lo logro y no. Escribí un texto muy fuerte sobre el niño suicida. Pasó a la carpeta cada vez más gruesa de textos no publicados. Repasando mi todo, lo que más me asombra es haber sido juguete de compañía de niña rica y amiga del amor de mi vida. Siento que me voy haciendo invisible al paso del tiempo. Conseguí una pequeña secretaria, muy eficiente pero la escuela es más importante que los textos sin mensaje de una viejita malhumorada con una vida barata y vacía. Luego conseguí otra ayudante que al primer día dijo no cuando recibió por tarea responder comentarios del blog. Mi obnubilación permanente no coordina las ideas ni se hace obedecer los dedos, estos bailan dubitativos al son del tum tum tum del corazón. La juvenil y muy hermosa mente de Cinderella Star se está perdiendo  en los aires medicinales nocturnos de un sin fin de pastillas. Costumbre en la sangre de escribir sus memorias se va perdiendo en lo irreal de la abrupta realidad. La Flor de María del espejo debe volver antes que el colibrí traspase el límite del pensamiento cuerdo.
Pongo fin antes de que el fin se agregue lerdo al principio. 

Conseguir una secretaria en estos tiempos es más difícil que llegar a la meta sin haber corrido un solo metro.
Voy a escribir a Enrique si es que logro que mis pestañas se dejen de abrazar o mis dedos dejen de bailar y mi mente se entere antes de que el sol vuelva a brillar.


Adeu











miércoles, 1 de febrero de 2023

Dios agoniza

No echo la culpa a Dios de lo que me pasa, yo y nadie más soy responsable de mis actos. Orate o no soy consciente de lo que hago. 
 Cuando estoy ida lo maldigo porque me dio un "castigo" inmerecido. Después, serena le pido disculpas en nombre de la amistad que tuvimos cuando era niña. 

¡Blasfema! dirían las plañideras desconocidas de mi pueblo. ¡Arrepiéntete infeliz! diría el sacerdote francés de la Parroquia de la Concepción donde todos los domingos -hasta que fui inconsciente- íbamos a misa de 7, cuando el gallo equivocaba su canto con un cocorocó amodorrado. Los gallos afinan su canto a la luz del desfalleciente titileo de las estrellas diáfanas del amanecer.

Nos levantaban tempranito para conocer a Dios y los milagros que otorga a todos aquellos creyentes ciegos de su infinito poder. ¨Pídele a Dios con mucha fe, él escucha a los niños¨. Yo creo Dios era sordo en ese entonces o sería que la fe no era algo a lo que yo me arrimara.  ¿Puedo quedarme a dormir otro ratito?
Así te va a decir cuando le pidas ayuda: Espérame un ratito. Dios es inmediato. No espera.

La fila de chamacos somnolientos detrás de mis padres se iba acortando al paso de los años. La cara de Dios se fue perdiendo en el transcurso del tiempo. Todos al paso de los años renunciábamos a seguir creyendo en alguien tan ajeno y tan lejano como la distancia que hay entre el cielo y mi cabeza.

Con él se fueron los rezos, las peticiones absurdas salidas cual cuentas del rosario de mi primera comunión; "cuida a mi esposo diosito y a mis hijos y a mis hermanos y a mis cuñadas y a mis tíos y a mis primos y a mis perros y a los niños de la calle, amén.
 
Un día de súbita claridad, cuando todo marchaba mal y siendo precisamente cuando más me acordaba de él, entendí que Dios no castiga sino que es uno mismo el que se flagela con látigo de cinco puntas. "Algo muy malo debo haber hecho para merecer esto". Busqué, busqué y busqué en mi interior lo terriblemente abyecto que pudo suceder por mi culpa. En mi otra vida quizás porque en esta he sido más bien boba. Los bobos no hacen daño, son sólo bobos y ya.

No ví a Dios pero encontré la mirada eternamente triste de mi madre, a mis hermanos ausentes que no volví a ver jamás. Encontré la sinrazón del alejamiento de todo aquello con el que pudiera tener contacto físico. El abandono -que no fue tal- al que fui sometida por mi misma durante dos años fueron cimiento de lo que ahora soy.  Una mujer casi sin recuerdos. Exenta de rencores no hay más que hablar. El viento se llevó la esencia dejándome un suave perfume de nomeolvides.

Dios comenzó a agonizar desde antes que yo cumpliera ocho años. Hace poco le grité en mis silencios lo mal que me trató hasta antes de llegar Barry. Vociferé, lo insulté, le recriminé todo el dolor por el que pasé. Dios es silencioso.  Yo también. Llegué a este mundo sin hacer ruido.

Consciente de lo pequeña que soy dejé de persignarme, tal vez buscando un enfrentàndome sin miedo a él. Mírame, no he puesto tu escudo protector sobre mi frente. No tengo miedo Dios, dije por lo bajo, no vaya a ser el diablo y ora si me escuche.
 
Pasado un tiempo prudente, vi que no pasaba nada. Con o sin él la vida marchaba. ¿Estás ahí Dios? 

La memoria ha perdido fuerza. Por las mañanas más por costumbre que por convicción, hago un simulacro de señal de la cruz antes de bajar las escaleras. El Cristo negro crucificado no me mira. Disimula viendo para otro lado.  Cualquiera que viera el ademán pensaría que espanto fantasmas. 
 
Sé que cuando yo muera, Emilia se encargará del novenario que en mi honor se rece. Pedirá por esta alma perdida en busca del Señor. Siendo católicos de pura cepa, Los Apellidos Ilustres también orarán por mí sin preguntarse jamás el porqué de mi alejamiento para con ellos. Son nobles. El gran corazón que poseen -herencia de mi madre- les ha permitido acercarse al ser extraño que esto escribe. Mi pelea con Dios está por finalizar. Estoy vieja, enferma, tranquila, mi sabiduría de vieja volátil sabe que el tiempo llega. Nada me grita más que el tiempo se acaba cuando veo mi imagen en el espejo o cuando me toman una fotografía. No hay nada más sincera que una fotografía. Se puede imaginar lo que representa la imagen pero la cara, el rostro grita el tiempo que se escapa entre los dientes, el pelo cano, la simetría de una sonrisa fingida. Pose falsa porque una no está acostumbrada a verse a través de una lente. Sonríe, 
click! 

Dios de imagen no es Dios.  Es un alguien desconocido, igualito que yo en fotografía. La viva imagen de la inexistencia sempiterna de una fe encadenada al miedo a lo desconocido.

Tal como como siempre digo: Dios y yo nos ignoramos. Él hace como que no me ve y yo hago como que no existe.

Queda mí palabra escrita aquí como prueba única de mi insistencia en no existir.



Bona nit***













Musa con cuernos

PARA LA MALQUERIDA

La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Es beso de agua y luz de ciegos en el desierto diario. La leo y me leo. La leo y la siento. La leo y la quiero. Vamos de la mano desconocidos y alejados por los caminos rotos y astillados de la vida cansada y del tiempo huraño. Refunfuñamos por todo y hasta en el infierno tienen miedo de que un día aciago lleguen nuestros pasos. Chocamos con mil horas arañamos las rutinas odiamos la compasión nos dan risa los ángeles y mucha pena los diablos. Nos cansa todo y más que nada el resto de los humanos. A veces herviríamos a los que nos rodean y otras daríamos la vida por hacer reír a un chavo. La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Toro Salvaje

Porque siempre queda espacio para nuevas libertades.

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Ángeles de la fe

Yo traigo la verdad en mi palabra Vengo a decirte de un niño sin abrigo. Vengo a decir que hay inviernos que nos muerden, de la falta de un amigo. Vengo a contarte que hay luces que nos hieren, que existen noches sin whiskys ni placeres. Vengo a decirte que está cerca tu condena. Hoy una madre murió de pena. Déjame cantar, tengo vergüenza de ser humano como tú, en tu presencia. Descubrirme a mí mismo y en tu figura qué poca cosa somos sin ternura.