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jueves, 26 de noviembre de 2015

Apatía vertiginosa

Sin saber cómo ni cuándo sembré en mi corazón la semilla del volver a caminar como la gente normal. Bajo esa esperanza está sangrada la certeza de que eso no será posible por mucho que lo quiera pero es un clavo ardiente y de él me aferro. Sin ayuda de bastones ni ruedas paranoicas los pies volverán a llevarme a los lugares en que solía pasear sola. Disfrutar de nuevo el vano privilegio de escoger mis artilugios de mujer. Así mismo sembraré en mi corazón de tierra fértil la idea de volver a disfrutar el escribir. Mientras y sin perder la esperanza vuelvo a dormir. Sin deberle nada a dios ni al diablo, descansaré con la conciencia tranquila. En paz conmigo misma porque nunca como ahora he estado más consciente de lo que digo y pienso. Sin esquivar la mirada puedo verme al espejo con orgullo de ser quién soy. Nunca como hoy he estado consciente de mi realidad. Me hice cargo de ella desde el primer instante. Mi vida está tranquila. Tengo a mi lado a quién quiero y sin obligaciones están conmigo porque así lo desean. Amo escribir sin temor de que mis palabras dañen a alguien. Y también sin flojera, claro. El tedio aún no vence las ganas que de escribir tengo. Leer por educación no me satisface. Lamentarlo menos. Tal vez algún día regrese a ser la bloggera que era. Algo que lamento mucho de mi vida virtual es haber dejado de lado el disfrute de leer. ¿Suena a excusa? Nah, suena a "tengo mucho sueño ". Quizá un día, cuando el sueño intermitente se convierta en reparador vuelva a disfrutar el arte de entender lo que leo sin comentar estupideces. Quizá algún día cuando todo haya desaparecido, la MaLquEridA no sea el Alter Ego de Flor de María sino que las dos sean la misma y no un complemento de la otra. Entonces señores habré vencido a la apatía vertiginosa. Ya no busco mi recuerdo imborrable. Tampoco busco permanecer. Lo que busco verdaderamente ahora es descansar. Dormir dormir dormir y cuando despierte volver a dormir. Aunque me pierda el unplugged de Enrique. Dormir es lo que quiero y escribir luego. Y sí, el diablo de vez en cuando necesita un abrazo. No es que yo sea el diablo ni esté necesitada de abrazos. Se me ocurrió y ya.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Monólogos en diálogos aparentes

Después de casi cuatro meses de idilio con las nubes, hoy retomo la vida desde el momento justo en que la dejé. Nomás que no recuerdo dónde quedó (hablo de mi vida, obvio). Estoy entrando en pánico. Siento algo en mi garganta. Me llega a la panza y ahí se hace bolas. Los pies rígidos están temblando de nervios. Mis rodillas son castañuelas alborotadas por un algo inevitable. El "ánimo" y el "échale ganitas" no funcionan. Me siento niña de diez años cuidando a su hermanita. Necesito valor. ¿Dónde se consigue? ¿Alguien a quién le sobre un poco? ¿Emilio, estás ahí? Creo que lo que siento en mi garganta son lágrimas hechas nudo. A ver Flor de María, déjate de payasadas. Respira hondo. Siéntate a la orilla de la cama como todos los días. ¿Ya? Muy bien. Ahora levántate sin miedo como todos los días. Haz tu ritual pero rapidito que ya va siendo hora. Respira de nuevo. Llena tus pulmones de aire. ¿Ya? Ahora déjalo salir libremente sin prisa. Repítelo tres veces preciosa. ¿Ya? Perfecto. Ahora mi niña, ponte derecha. Da un paso. Tranquila no te caerás. Otro paso. Cuidado, no te caigas. Otro paso reinita. Perfecto, vas bien. Agarra el ritmo. Eso, así es. Muy bien. ¿Ya estás tranquila? Ahora respira otra vez profundo y exhala. ¿Ya? Pues entonces apúrate, deja de escribir pendejadas y empieza el día en el mismo instante en que lo dejaste. (no es el mismo pero es igual). Como dice Él, la suerte es para los mediocres, el éxito es lo que se persigue. Éxito preciosa. Encuentra el camino hoy que será el mismo que recorras todos los días. Así pues mi niña, dibuja una sonrisa -ah que no puedes ya me acordé- como sea. Mira hacia adelante. El objetivo está ahí. ¿Lo ves? Ve por él hoy. Mañana querida, hablamos. Click. Hasta luego. ¡Córrele o lo que sea! ¡El reloj está llegando a las ocho!

sábado, 21 de noviembre de 2015

Sólo para conocedores

Vestido completamente de negro viajaba en el mismo autobús en el que íbamos Barry y yo. Atrás unos tres jóvenes -mero adorno- hablando entre ellos. Sonreían tranquilos. No les llamó la atención el hombre de negro de uñas pintadas de igual color. Anillos excéntricos adornaban sus delgados dedos. Pulseras varias en ambas muñecas. Los demás asientos estaban vacíos.

Cuando subimos al transporte me senté casi frente a él. Lo reconocí de inmediato. ¿Cómo era posible que un tipo como él viajara en camión como cualquier mortal?

Tocándole el hombro señalé a Barry quién estaba ahí. Volteó. Lo miró. Volvió a lo suyo sin contestarme. El tipo me miró. Sonriendo hizo un ademán con la mano a modo de saludo. Las mejillas se me pusieron muy calientes por rubor que asomó en ellas.

Entablé entonces una plática con el hombre delgado que no flaqueará jamás. Pregunté a dónde iba. Atravesaría la ciudad para beber un buen café en algún lugar que no recuerdo cómo se llama. Lo miraba extasiada.

Barry dejó de lado su silencio indicándole cómo llegar por el camino más corto que era casualmente el mismo que habíamos tomado.

Silencio... sonrisas... lalaralará.

Después de eso seguí muy mona la plática. Él reía, bromeaba conmigo. Yo simplemente no temblaba. Era tan lindo. Desde mi asiento llenaba las pupilas con su presencia. Qué bonito sería estar cerquita de él aunque sea en transporte público. Perderme en el mar de sus ojos. Beber de su aliento. Mmm mejor eso no. Uno nunca sabe qué amores bebieron de su boca antes que yo. Ya sabes soy celosa incluso de tus amigas o amiguetas -como le digo a Barry que son esas pájaras nalgonas que rezumban a su alrededor con alharaca estrepitosa-  o fulanas tales por cuáles.

Todo desapareció.

Los jóvenes sonrientes, Barry, el mundo, la luna, el sol; pero como nada es para siempre -ni siquiera los sueños- siendo el horario habitual -cerca de las tres de la mañana- desperté.
Sí damas y caballeros, niñas y niños, señoras y señoritos, adivinaron, soñé con Enrique del alma mía. Cosa rara porque hace mucho tiempo que no escucho su música. Tampoco estoy enterada de lo que ha hecho.
Lo último que supe fue cuando Laura comentó que el abuelo español de Nati -La Bella cree de veritas que es su abuelo- había dado el viejazo. Vulgo, está ruco. Barry reafirmaría lo dicho por Laura días después.

Si mal no recuerdo el 25 de noviembre será presentado el unplugged al que no quise asistir. Tantas oportunidades para verlo y siempre digo que no. Antes muerta que verme envuelta en su mirada.
En fin, si no se me olvida lo veré por cable. Si por un acaso la desmemoria acusa mi existir, tendré ocasión de verlo después. No pasa nada. Tengo la tecnología a mi servicio vía mi magnánima familia.

Así pues, este sábado 21 de noviembre -cumpleaños por cierto de Tiki, mi Alter Ego perro- pasará a mi historia personal la noche que por primera vez -no me fío de mis recuerdos- soñé a Enrique.
Fiel a mi costumbre no echaré las campanas al vuelo -aún cuando la ocasión lo amerite- ni proclamaré mi felicidad en todo el reino. Ni siquiera divulgaré en panfletos feisbuqueros la felicidad que me proporcionó un sueño. Edictos gloriosos sin divulgación populachera.

Para que no lo olvide se lo voy a contar a Laura y a Bruno y a Barry y a Natalia y a Cridty y lo escribiré en mi blog. Nomás eso.
Hoy unto mi cuerpo de aceite para que todo se me resbale -incluso tus fuertes palabras ante mi indiferencia que no es tal- las sonrisas maliciosas y el no dejarme sola aunque no quieras ni oír mi nombre.

¿Qué? Los viejos también soñamos adolescencias inverosímiles. Soñé con Enrique. Lo demás será siempre lo de menos hasta que mis pies vuelvan a tocar el suelo.











miércoles, 18 de noviembre de 2015

De putas arrepentidas y un exorcismo malogrado

Apelo al dios de Barry para que esto termine. Que tome en cuenta que de niña finqué mis esperanzas en él. Lágrimas de yeso. Si tan sólo fueras de carne y hueso. Desde mi cama pido clemencia, no puedo seguir asustando a mi familia. Quiero ahorrarles un poco el infierno que vivo.
Lucidez pragmática.
Soy una puta arrepentida de lo que no hizo. Condena perpetua, quiero ser gato. Justo he pagado con creces, quédese con el cambio. Los hilos de la noche me han convertido en fantasma.
Amor conyugal. No pienses en mí, ya lo hago por los dos. Textos que de amor se mueren.
No voy a ir al hospital, déjenme escoger la gloria eterna acostada en mi camita.
Nadie puede ser pobre teniendo casa, comida caliente, un padre, una madre, una hermosa tía y un par de abuelos pequeña.
Nunca unos despojos merecerán tantas oraciones. Santa María. Ruega por ella. Once mil vírgenes, rueguen por ella. No admito tanta piedad. Vale un cirio, azahares como olvido y un rebozo de bolita. No estoy triste ¿no ves que me morí desde hace rato? Soy una vieja bruja cuyos poderes no alcanzaron para salvar a un colibrí.
El sol y la niebla son placeres secundarios. Torcazas encerradas en su burbuja de cristal. Qué bonito se ve el mundo desde aquí. Mirada simplista, cabezas de maní. Acércome a alguien que de mí se aferre. Da fuerza a mis piernas, no me dejes caer. No me temas. No se me metió el diablo, sólo fue un ataque del hacedor de miedos mi niño.
¿Alguien quiere mi vida? Puede hacer con ella un papalote y echarlo a volar. ¡El cielo existe! No cualquiera tiene el honor de llamarte mana. Advierto soy muy sentimentalista.
Al único miedo que tengo querida es al ridículo por eso me alejo de los niños. Menos de Natalia y de Tadeo. Abuela, ¿somos libres o pobres? Tipi tipi tom tipi tom.
No le avises a nadie Laura. Nacimos para ser nuestros propios héroes. Crisis Segunda de apellido. No permitas en mi nombre me absuelvan por los pecados cometidos, es mi tesoro. Baúl de madera guarda los secretos con los que he de morir.
No lamento más que el no haberte amado como lo mereces. Por siempre tuya y tuya y tuya y tuya.
Estoy cansada de luchar. Mi familia no merece este infierno. ¿Por qué no me vuelves loca o árbol? Velo de novia tan largo como la quimera del te amaré más allá de la muerte.
¿Cuàl es el límite del infierno?








lunes, 16 de noviembre de 2015

Calla conciencia






Me hicieron otro regalo. ¿Merezco lo que me dan? A lo mejor algo en mí es bueno. La última vez sin saber qué decir, Barry habló por mi. ¿Cómo es que me conoces tanto?

En mi interior hace bullicio el por qué.

Después de una crisis un tanto violenta asomo la cabeza. Salir de ella con la frente en alto se vuelve obligado. Estoy avergonzada. Presumo cordura, lejos estaba de tenerla la noche anterior. 

¿Alguien?

Mi cara se iba poniendo roja. Furia contenida. Destrucción. Hipaba sin control. Tenía mucho sentimiento. Lancé un grito de ayuda. Buscapiés trémulo. Bruno. Ecuánime ante la eventual locura de su madre, trata de tranquilizarme. Van surtiendo efecto las palabras pero no es suficiente. Cerrar los ojos no es recomendable.
Le hablo a Laura. No puede contestar. La dejo, bastante ha lidiado conmigo. 

¿Dónde estás?

¿Un amigo quizá? ¿Estás ahí? Las dagas atraviesan el corazón. Sobrevivir no es la mejor opción. Sus palabras de siempre sabias, no tuvieron efecto. Debo irme. Gracias.  Te quiero.

¿Qué pensará ella de ti?

Las noches deben tener menos horas para un insomne. Dioses del tiempo manejando a su antojo la sutil realidad. 
Las horas dando traspiés se marchan lento. Una cosa es cierta, las depresivas crónicas no pueden quedarse solas. 

¡Sácame de aquí!

Amanece el dolor de cabeza afianzado a mi pelo vislumbra un rosita por extrañas circunstancias. Se hace visible lo imposible. ¡Oh dios apiádate de quién en ti no cree!
La familia me saca a flote. Sin preguntas, sin miradas inquisidoras, sin reclamos vanos. Me abrazan, dándome besos curan las heridas invisibles de la batalla nocturna.

No me quedo sola, acompañan mi domingo. Bruno y su familia me hacen un regalo inesperado. Sin ser míos Sabina y Silvio me pertenecen. Sabina me dejó ver su ritual diario. Silvio me ofrendó un espectáculo único. Perdida un tiempo disfruto ver como se adaptan a sus circunstancias. Sus plumas se han vuelto brillantes. Me responden a los sonidos raros que les hago. Lenguaje cotorro.

A solas platico a Barry lo sucedido. Habla fuerte y claro. Adaptar el departamento antiguo para sobrellevar la crisis sin asustar a nadie. Estoy de acuerdo. Una inquietud solamente, ¿y si me hago daño?

Morbosa curiosidad.

No puedo dormir, el movimiento me lo impide. Se acabaron los somníferos. La cabeza me va a estallar en mil colores. Expropiada el alma admito sentirme con menos carga. La cabeza carente de ideas se vuelve un trasto manejable. 

Amanecí un poco desnuda de sentimientos. La estatura pequeña que poseo se hizo más chiquita. Estoy expuesta. Moviendo la cabeza reviso el suelo para saber si ha caído un poco de lucidez. 

Copas de árboles como cielo.

Hice un pequeño cuento a Danya para darle ánimos en fin de semestre en la universidad. Relaté un paseo imaginario. Lo hizo realidad. Cámara en mano recorrió el camino en el monte al que quiero regresar. Árboles con copas altas tapando el cielo. Recrear paseos infantiles. Caperucita y El Lobo tras de mi. Mejor no.

¡Lo encontró! Hongo a la vista. Halló el hongo de mi historia. Hizo dos vídeos. Falta la última parte, encontrarnos para pasear juntas en ese paraíso donde habita. Con razón a su corta edad es tan sabia. Y no sólo vive en él sino que está estudiando para preservarlo.

Mi cuerpo ausente de medicamento por más de doce horas sigue sin obedecer. Hace falta una dosis de realidad para saber dónde estamos parados.

Desnuda estoy, queda poco por cubrir. La vista es más clara desde aquí.


Y ya, es todo. 


















martes, 10 de noviembre de 2015

Para conmigo

(Un martes sin prisas ¿entiendes?)

-Una de las primeras cosas que perdí en el vil asalto a mi cuerpo por el pp, fue la independencia. 
-Perfecto. Muy bien, ya lo sabemos, bla bla bla. ¡Next! 

 -Después querida, perdí la capacidad de sentir para conmigo. 
-¿Me lastimas?
-¡No!- (nótense los signos de admiración). 
-¿Me duele?- Si, mi piececito. 
-¿Tu autoestima?
- No, está blindada
-¿Tu dignidad? 
-La guardo para ocasiones especiales. El amor y la dignidad no hacen pareja, algo sé de eso.

-Luego cariño mío, amor de mi vida, luz de mis ojos te fuiste sin irte de mi. 
-Ta güeno, lo acepto
-No pongas a prueba mi inteligencia. 
-¿Qué más perdiste?
-Algo tan sin embargo -aquelarre de prostitutas- como la memoria.
-No te asustes no pasa nada, puedo reinventarme o no. Sepa la bola, no he pensado en eso señorita plañidera de letras. ¡Hey, qué buena definición me acabo de hacer! Desde hoy me autonombro por la gracia de dios y aprobación del diablo, Señorita Plañidera de letras. 

-Pierdo el norte, no encuentro la razón por la que hablaba de cierto tema. Tiene que ver con algo cognitivo dicen. Acabo de olvidar la frase.
-¿Tendrá eso que ver con que no recuerdes la mayor parte de tu vida?
- Npi- pero si me ves de hoy en adelante con un cuadernito, una pluma y apuntando cosas no te preocupes, estoy juntando los trozos de mi vida. No busco saber quién soy. Necesito saber quién fui.
-Te estás poniendo densa.
-Me vale madre tu opinión

-Oye, hace rato me entró pánico querida. Me levanté al baño y no podía caminar. 
-Pinche madre ¿y ora?
-Pues nada, caminé como pude y ¡albricias! Llegué sana y seca. 
-¡Loor a ti!
-Si.

-¿A qué no sabes?
-¿Qué? 
-Vi un bicho en mi camino
-¡Madre del dios sordo! ¿qué hiciste? 
-Agarré la chancleta de La Bella y ¡mocos! que lo aplasto. Primero creí que era una alucinación, ya sabes, bichos que no existen, etc etc etc.  Para saber que no lo imaginé busqué los restos debajo de la chanclita rosa y ¿qué crees?
-¡Qué? 
-Si'staba
-¡Fiuuu! punto bueno para la realidad.

-¿Para qué me despertaste? ¿Para contarme tus historias? 
-No te creas tan importante, ni que fueras la señorita médica. ¡Dios tuyo, no puedo apartar de la memoria sus ojos cafés! Nomás de pensar lo que hizo esta vez por mi y por Laura, podría llegar incluso a creer en dios. 
-¿Y luego?
- ¡Ah si! (¿Sigues notando los signos de admiración? aprendí a gritar en letras, así grito ¡!). 
-El caso es que hoy voy por la silla de ruedas. Barry cree que me hará más dependiente, no lo creo. Es como dijo Laura, ¨una herramienta que usarás para no lastimar tu piececito¨.(me disgustan las comillas, le quitan seriedad al asunto).
-Si.

Alo y mamá de Alo las quiero desde antes.

-Cuando hablaron para decir que hoy me la entregarían, -hola bonita- dijo una voz muy tierna al otro lado del auricular- -¡Dios, alguien me dijo bonita!- casi me da el supiritaco. No me sentí triste. Estaba contenta. 
-¿Por qué si una silla de ruedas no es cosa alegre? 
-No tengo ni siquiera la más puta idea pero no estaba triste. Quizá más allá de ver que es un instrumento que grite mi ausencia de libertad, se asoma el gesto solidario de dos personas que me brindan su ayuda así nomás. 
-Porque les sale del corazón ayudar a tu hija y por consiguiente a ti.
-Si.

-¿Sabes?- ayer Nati dijo algo que me puso a pensar
-¿Tú pensando? ¡No mames! 
-Bueno si pero esto fue genial o algo así.
-Abuela ¿por qué en esta casa somos muy pobres?
-No mijita- contesté -no somos pobres nomás no tenemos dinero ahorita pero no te preocupes. Tú tranquila. Me maldije -nocierto, yo nunca me maldigo- nomás dije ¡Chingao! debo cuidar lo que digo delante de mi preciosa. 
-Con sonrisa de domingo, es tiempo de vacas flacas, -contesté- saldremos adelante. Tú abuelo lo conseguirá, como siempre. ¿Qué sería de mi sin ti?

A veces creo que el más afectado por el pp es Barry. Me apena cuando ya no puede más como cuando le dije: vete haciendo a la idea para cuando ya no pueda caminar. El futuro se adelantó mi amor. (No le he dicho a nadie pero llevo varios días en que me quedo inmóvil algunos minutos).

Tendré que poner mis pies muy duros para no caer, Barry necesita ver a su Chiki fuerte y animosa. ¡Lalaralará! ¡Tengo nervios! Dios de los atolondrados ¿no ves que te estoy mirando?

-¿Sabes?- por eso vomito en letras lo que no puedo tragar. No quiero ahogarme con mi propio vacío existencial. ¿De verdad todo lo que me rodea es triste?

-Muy bien, perfecto, ya soltaste todo tu desasosiego. Ve a dormir que ende que amanezca el sol tienes que arreglar tu mejor sonrisa para recibir esa silla. Piensa que no por cualquiera los ángeles bajan del cielo. 
-Eso se oyó bonito ¿No? 
-Si, hasta parece que te la robaste de Facebook o de Coelho. 
-Vete a dormir
-Hasta'l rato. Hoy amanecí un poco así muy quién sabe cómo. Sin el brazo de Barry no sé caminar.












viernes, 6 de noviembre de 2015

De extremos colores y el primero en partir

(No leas esto)

Hoy parten rumbo al otro extremo del país cuatro miembros de Los Apellidos Ilustres. El reino de la Niebla. Hábitat disímbolo. El primero de los hermanos en partir al mundo del nunca jamás.
Heraldos del pésame.
Hermana-mamá  La primera y la última de las Marías del brazo del último de los José. El viaje de regreso.

-¡Yo voy!- dijeron prestos para despedir a uno de los gemelos. Leo whatsapp ultimando detalles. ¿Quién viene? ¿A qué hora llegan? ¿Quieres ir? (¿No ves que tengo un maldito puto miedo? No me preguntes sandeces).
Pon porfavorcito en su ataúd una rosa blanca en mi nombre. (Las flores son para los muertos). Será la forma mía de despedirme de él.
No acato símbolismos ni enciendo veladoras (no le compramos una-ninguna a mamá.). Ea pues, digamos adiós. El adiós de a deveras. El definitivo (Hasta no verte Jesús mío, diría Chucha Palancares). Las mamás no necesitan alumbrar su camino, su luz las guía. No hay madre sin luz propia. Yo tengo una lucecita en el dedo. Mira.

¿Quisieras ir? decían las letras en mi celular. ¿Eh? ¿Yo? Errrr... este... no puedo. La tierra de los cementerios pegadas a la suela de los zapatos. Mi suéter impregnado de almas. Requiero de alguien que cuide de mí. Ironía en forma de inseguridad. Alguien que me lleve al baño. Alguien que me acerque el agua. 

-Está bien- respondió la hermana-mamá. De pretextos vive el mundo o ¿eres tú la que busca excusas para ser invisible? Y las coincidencias se suscitan. El temblor mengua mis manos. El celular resbala. Lo detengo en su desmadrante caída con mis piernas.
¿Tú me llamaste?- 
-No- 
-¿Entonces quién me marcó?- 

La voz del primer sobrino-hijo que cuidé se escuchaba temblorosa. Su padre partió al mundo oscuro. (¿Habrá de verdad una luz al final del camino?) Yo lloro, no puedo acurrucarlo en mis brazos como cuando era niño. 
Coincidencias absolutas. No amedrentes la paz de mis desvelos tú a quién he pretendido olvidar. 
Se siente raro que te den el pésame ¿No? Me siento un poco hipócrita vertiendo unas lágrimas espontáneas. Mi hermano. El hermano. Lloro por él. (No quiero que llores por mi, ¿entendiste?). 
Preñada mi alma de lágrimas, apuesto por los momentos felices con The Beatles de fondo musical. 

La mitad de la primera rama de un árbol que comienza a secarse ha caído ya. El sinsentido hizo presa de él. en camino a su salvación. 
Hojas amarillo-marrón. El viento otoñal lo está dejando desnudo. Las ramas restantes, quietas, silenciosas miran de lejos la partida. Los Apellidos Ilustres de linaje triste en la mirada. Hermanos solitarios reunidos por la oración. Hermanos nunca jamás tan bien portados. El eco hizo ruido con las voces lejanas de un adiós que no se dijo. Él, Tú, Yo, ¿Nosotros?

 -¿Me quieres?- 
 -No sé, nunca me lo he preguntado. 
 -Eras su consentida- 
-¿Yo, Flor de María-niña?-
la MaLquEridA por mal nombre me dicen. Tristes tus ojos de desvelo, no menosprecies lo que tienes entre tus manos. Los después no existen.

-Te quiero- 
 -¿A mi?-

Nada existe en un después, el canto de los pájaros aboga por mi.












martes, 3 de noviembre de 2015

Desde otra perspectiva




Flor corazón de María





Cada vez que encuentro una dificultad para seguir asistiendo a terapia, la señorita médica encuentra una alternativa para que no lo haga.


Eso es tener fe.




























domingo, 1 de noviembre de 2015

Las niñas de mis ojos

Las niñas de mis ojos suelen llorar sin motivo. Voy por la vida libre y de pronto ¡zaz! las lágrimas fluyen como si se escapasen de un verdugo cruel.
Me da pena -todo me da pena- ir por la calle con las lágrimas corriendo a refugiarse en mis labios.. La gente que se topa con mi vista esconde su desconcierto en un mirar de soslayo. 

Hace algún tiempo me dio por buscar fantasmas en la casa paterna -otrora cuna de Los Apellidos Ilustres- no tuve éxito. Los habitantes invisibles no tenían interés alguno en comunicarse conmigo. Son fantasmas buenos, a nadie dañan. Están y ya. Como quién pasa de quedito por la vida. Sacudes la cabeza y se van sin siquiera enmarañar tu pelo.

En ese tiempo aproveché para decir adiós a los muertos dueños de mi memoria. Me despedí de los restos de mi madre -lo que en la tumba había no eran más que huesos que no me dijeron nada pero me provocaron una profunda tristeza-. No había flores en su tumba. Adelante de su cruz otras cruces.

Mi madre ataviada con el vestido azul con el que viene a mi mente siempre que la recuerdo decía adiós a una Flor de María lejana, confundida, paralizada por tener que dejarla ahí.. La melancolía de sus ojos se despidió para siempre de una hija que a pesar de lo que todos digan, nunca se sintió querida.
Una cosa es mi sentir y otra es la realidad. Mi familia me quiso, me quiere. Debo ser yo y mi manía de creer lo contrario. Ah funesta realidad que ante mi te aclaras. Déjame ser yo el motivo de tus sonrisas matutinas. Déjame quererte como nunca nadie te quiso.
Es hora de marcharse.

Visité la tumba de los abuelos -¿existieron?- albergando ahora nuevos muertos desconocidos para mi. Las tumbas también se heredan. Les cedo mi parte, gracias. Quiero y pido como última voluntad ser viento libre. Viajera del mundo convertida en minúsculas partículas traspasando fronteras. Tal vez tenga suerte y llegue a tu paraíso. Tal vez no y al final sea sacudida con un manojo de plumas de pájaros que corrieron la misma suerte que yo. Ser arrancados de su cuerpo. Mi alma persiste en la búsqueda. Algún día sabré la verdad. 

Dije adiós al pilar de la familia. Le di las gracias y me fui. Suelo hablar pococasinada con él. Lo poco que nos une no es para vanaglorias. Los apellidos pesan.

Lo que más me dolió de esas despedidas de ausencias fue el no poder sonreír a mi madre. 

Dentro de unos días se cumplirá un año más en que se fue. No lamento no haberla hecho feliz porque nada puedo hacer ya. No reclamo ese destierro al que fui sometida a pocos años de tener verdadera conciencia de mi existir. ¿Quién soy yo para hacerlo? Me duele es obvio no soy de palo, claro que me duele pero intento dejarlo atrás. Pasa que cuando uno se va haciendo viejo las preguntas se suceden con más frecuencia. 
Quizá busco otra respuesta porque la que conozco me produce horror. Quiero que alguien me diga una mentira. Quiero... yo siempre quiero lo que de mi no logran. Sensatez amigos, sensatez en los momentos bajos. 

Cuéntenme un cuento compañeros, háganme olvidar mi dolor por un instante. Díganme que la vida no es fea.
Hoy desde El diván de la marmota espero que los pájaros comiencen a cantar. Es domingo. Los domingos por el hecho de serlo deben ser felices.

Mi madre señores, está muerta. La sigo extrañando. Mi madre fue todo para mi. 
Costó 
trabajo 
aprender 
vivir 
sin 
ella. 

Ser fría ayuda, duelen menos las ausencias. 
Desnuda estoy. 
Busco la pureza de mi alma.dejando al descubierto un espíritu insensiblemnte sensible. Quizá por eso las niñas de mis ojos lloran inexplicablemente cuando llega noviembre. 

















Musa con cuernos

PARA LA MALQUERIDA

La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Es beso de agua y luz de ciegos en el desierto diario. La leo y me leo. La leo y la siento. La leo y la quiero. Vamos de la mano desconocidos y alejados por los caminos rotos y astillados de la vida cansada y del tiempo huraño. Refunfuñamos por todo y hasta en el infierno tienen miedo de que un día aciago lleguen nuestros pasos. Chocamos con mil horas arañamos las rutinas odiamos la compasión nos dan risa los ángeles y mucha pena los diablos. Nos cansa todo y más que nada el resto de los humanos. A veces herviríamos a los que nos rodean y otras daríamos la vida por hacer reír a un chavo. La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Toro Salvaje

Porque siempre queda espacio para nuevas libertades.

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Ángeles de la fe

Yo traigo la verdad en mi palabra Vengo a decirte de un niño sin abrigo. Vengo a decir que hay inviernos que nos muerden, de la falta de un amigo. Vengo a contarte que hay luces que nos hieren, que existen noches sin whiskys ni placeres. Vengo a decirte que está cerca tu condena. Hoy una madre murió de pena. Déjame cantar, tengo vergüenza de ser humano como tú, en tu presencia. Descubrirme a mí mismo y en tu figura qué poca cosa somos sin ternura.