Si se me ocurriera -tal como se me ocurre de vez en diario morir- crear un hombre a la medida de mis circunstancias, crearía un ser inhumano. Con voz bajita -para no temer sus enojos- y así seguir "hablando" con mis querencias sin temores. Colocaría un botón de pánico para que en los momentos off corra en mi ayuda salvándome de cualquier ridículo que de mi provoque. Le inventaría un cerebro brillante, capaz de crear todo lo inimaginable. Ay no, mejor eso no, en mis manos sería un arma letal sujeto a mis estados de humor banal. Dejaré que mi prototipo piense por sí mismo.
En el cuerpo no me afanaría mucho. Sería persona normal. Más alto que yo -la seguridad en forma de estatura- ni gordo ni flaco -tal como Barry es- solícito pero no servil, con el pelo lacio pero bien peinado. Los rizos en el hombre no los tolero, no entiendo como en Barry los acepté. Mi prototipo no tendría barba -después de ver lo que ha provocado externar mi afición por los barbudos prefiero que no la tenga, ay dios-.
Sus brazos y piernas deben ser como los de Bruno -quiero que me lleve de nuevo a la entrada de los infortunios. Ay Muny quiero morir en tus brazos-. Loas a mi hijo bienamado. (No te enojes conmigo mi querida por escribir esto, sabes que mi amor por ti es más grande que todas las olas que forman todísisimos los mares del mundo).
Ojos tendría dos si no llamaría mucho la atención con un tercero que pudiese ver el futuro. De color como los míos. Azules como los tuyos no porque me marearía como cuando tengo el mar bajo los pies. ¿Te he dicho que conozco el mar? ¿Habrá gente que no lo conozca? Npi. En un mundo como el que habito no conocer el mar sería una blasfemia.
Mi prototipo sería un poco cuerdo, un poco poeta, un poco risueño, un poco loco, un poco banal, un poco sensible. Un poco tú. Un poco como yo no lo soy. Que adivinara el momento exacto en que necesite un beso o un abrazo ya de perdida -perdida pero no de las perdidas perdidas ¿eh?- pobres perdidas incomprendidos seres que ni en maldición alguien quisiera ser como ellas. El dios bueno debería ser un poco benévolo por sobre muchas cosas con quienes de amor no viven.
¿A quién hablo yo? Quimera crucificada encima de mi cabeza.
Ya me cansé de escribir y pensar.
Las horas de la locura imposibilitan ver lo que escribo con paulatina "creatividad". Dios salve al mundo de la mezquina cerrazón de mujeres como yo que idean crear seres acordes a sus intereses sin valorar de fijo y sin aspavientos lo que a mano tienen. Y ya. Fin. Omito disculpas por la mala redacción y renglones seguidos, como siempre culpa mía no es. El iPad no ha aprendido a escribir.
¿Levantarme a escribir en la computadora, dices? ¡Calla insensato soez! ¿Sabes lo que tardaría en llegar hasta allá palurdo? Llegaría al escritorio a la hora exacta en que el sol abanique su hermosura. ¿A quién interesa un texto amanecido a mediodía? Además se me iría la "inspiración". Por cierto, descubrimos que el celular de Barry funciona con la voz. Si no fuera quién soy se lo cambiaría por el obsoleto mío pero nah, no lo ocuparía. Mi celular es de los pocos en este mundo con el que su dueña puede vivir sin él.
Abur ora si, el amanecer me atrapará con el alma en desbandada. No busquen cordura en mis textos -si es que alguien le da por tratar de entender mis adentros-. Nada de mi se aprende. Me declaro loca antes que los cuerdos lo hagan por mi. ¡Deja mi Yo escribir lo que quiera que de ti no hablo! ¡Ay inquina relación tengo yo con los lugares comunes! Preciso leer más aunque de ello nada aprenda. Sin saber sigo sin ver. Digan click o lo que quieran. La cosa es entablar un diálogo de sordos. Profundo aprendizaje nutre mi alma de palabras nuevas. Aparta de mi el Yo como prioridad. Escribe, lo demás ya no corre por tu cuenta.¡Espérame, no te vayas sin mi! ¡No me dejes sola en esta vida que no entiendo!
En el cuerpo no me afanaría mucho. Sería persona normal. Más alto que yo -la seguridad en forma de estatura- ni gordo ni flaco -tal como Barry es- solícito pero no servil, con el pelo lacio pero bien peinado. Los rizos en el hombre no los tolero, no entiendo como en Barry los acepté. Mi prototipo no tendría barba -después de ver lo que ha provocado externar mi afición por los barbudos prefiero que no la tenga, ay dios-.
Sus brazos y piernas deben ser como los de Bruno -quiero que me lleve de nuevo a la entrada de los infortunios. Ay Muny quiero morir en tus brazos-. Loas a mi hijo bienamado. (No te enojes conmigo mi querida por escribir esto, sabes que mi amor por ti es más grande que todas las olas que forman todísisimos los mares del mundo).
Ojos tendría dos si no llamaría mucho la atención con un tercero que pudiese ver el futuro. De color como los míos. Azules como los tuyos no porque me marearía como cuando tengo el mar bajo los pies. ¿Te he dicho que conozco el mar? ¿Habrá gente que no lo conozca? Npi. En un mundo como el que habito no conocer el mar sería una blasfemia.
Mi prototipo sería un poco cuerdo, un poco poeta, un poco risueño, un poco loco, un poco banal, un poco sensible. Un poco tú. Un poco como yo no lo soy. Que adivinara el momento exacto en que necesite un beso o un abrazo ya de perdida -perdida pero no de las perdidas perdidas ¿eh?- pobres perdidas incomprendidos seres que ni en maldición alguien quisiera ser como ellas. El dios bueno debería ser un poco benévolo por sobre muchas cosas con quienes de amor no viven.
¿A quién hablo yo? Quimera crucificada encima de mi cabeza.
Ya me cansé de escribir y pensar.
Las horas de la locura imposibilitan ver lo que escribo con paulatina "creatividad". Dios salve al mundo de la mezquina cerrazón de mujeres como yo que idean crear seres acordes a sus intereses sin valorar de fijo y sin aspavientos lo que a mano tienen. Y ya. Fin. Omito disculpas por la mala redacción y renglones seguidos, como siempre culpa mía no es. El iPad no ha aprendido a escribir.
¿Levantarme a escribir en la computadora, dices? ¡Calla insensato soez! ¿Sabes lo que tardaría en llegar hasta allá palurdo? Llegaría al escritorio a la hora exacta en que el sol abanique su hermosura. ¿A quién interesa un texto amanecido a mediodía? Además se me iría la "inspiración". Por cierto, descubrimos que el celular de Barry funciona con la voz. Si no fuera quién soy se lo cambiaría por el obsoleto mío pero nah, no lo ocuparía. Mi celular es de los pocos en este mundo con el que su dueña puede vivir sin él.
Abur ora si, el amanecer me atrapará con el alma en desbandada. No busquen cordura en mis textos -si es que alguien le da por tratar de entender mis adentros-. Nada de mi se aprende. Me declaro loca antes que los cuerdos lo hagan por mi. ¡Deja mi Yo escribir lo que quiera que de ti no hablo! ¡Ay inquina relación tengo yo con los lugares comunes! Preciso leer más aunque de ello nada aprenda. Sin saber sigo sin ver. Digan click o lo que quieran. La cosa es entablar un diálogo de sordos. Profundo aprendizaje nutre mi alma de palabras nuevas. Aparta de mi el Yo como prioridad. Escribe, lo demás ya no corre por tu cuenta.¡Espérame, no te vayas sin mi! ¡No me dejes sola en esta vida que no entiendo!