Los viejitos intransigentes en escala del diez al cero los soporto menos tres. Hay que joderse. Sobornando a la muerte dan dos pasos para adelante, uno para atrás. El empeño caduco termina por embelesarme. Hace mucho mucho tiempo en un reino junto al mar. Me gusta abrazar la vida, pero más retar a la muerte suicidándome desde lo alto de mi cama cada domingo de Pascua.
Vivo en el cuarto piso, donde hay una virgen hecha de imaginación con foquitos de colores y una arpía enfrente regando con cloro las escaleras por si acaso los malos espíritus rondan su balcón. Redactando palabras cortas y textos abrumadores... Me siento... Me siento... Me paro y me vuelvo a sentar. Libre albedrío. Humanizo a las mascotas poniéndoles nombres de personas. A los mastines encadenados los torturo cantándoles el Himno Nacional. Las plantas de mi patio están abonadas con peces de colores, ratones desnudos, colibríes aterrados, y cadáveres de la Orquesta Internacional de Grillos Divorciados. Tienen un dejo exquisito al toque del violín.
En las tardes pululo entre exquisitos olores a pan recién horneado. Por las noches soy mas de dormir. Vivo en un mundo de amistades raras y sonrisas aparentes. Escribo, pero no me leo, no quiero quedar loca. Siendo masoquista por convicción, el futuro no me daría escozor en la lengua. Mi cabeza es un lío. No tengo norte, ni dioses, ni desvelos. Escatimo palabras. Compongo poemas que nadie entiende. Regalo lunas a los hacedores de versos, pero ellos me tratan con indiferencia. Sueño con ser rica y sofisticada, pero siempre despierto siendo yo. No busque nada nuevo en mí, soy la misma de ayer, Cinderella Star con botas y falda corta, muy cortita.
Si quiere tener tratos conmigo, búsqueme los viernes, esos días soy sorda. Suelo no estar para nadie. Con un toque de mezcal, sorbito de tequila, pasa la vida sin dramas. Solicito alguien experto en fumar marihuana. Me quedan dos porros para aprender. Las caracolas de mi pelo se pierden en el quejido de las campanas de las seis. Enrique- Fan from hell sexagenaria. Si lo que quiero es que no me olvide nomás. Qué tanto es tantito. Epítome de un epitafio venido a menos.
no te preocupes de los poemas; no son para entenderlos, sino para sentirlos.
ResponderEliminartú sólo escribe.
besos.
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ResponderEliminarNo dejes de escribir. Has usado tantas imágenes oníricas y poéticas que me entran ganas de escribir con tus imágines. Con versos de colores que amenicen las veladas de grillos divorciados.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Malque
A vuelapluma me gustas más. Te quiero. Berso.
ResponderEliminarSalud.
Uy, qué bueno salió: "berso". "Berso a berso", Machado me pasaría por la guillotina, disculpa.
ResponderEliminar«¡Ay! si me quisieras, lo mismo, que yo, pero somos marionetas bailando sin fin en la cuerda del amor» cantaba Sandie Sandie Shaw en Marionetas en la cuerda.
ResponderEliminarComo se entere tu Torito que dices que los poetas te tratan con indiferencia, igual se mosquea. Claro, que te refieres a los «hacedores de versos», que no son lo mismo que los poetas.
Nadie busca nada nuevo en ti. Mucho menos sofisticación. Quédate como estás. Así te haces querer.
No te leas si no quieres enloquecer. Ya lo hacemos nosotros por ti. Cada día escribes mejor y tienes más chispa.
Besos.
Yo ya hice tarde.
ResponderEliminarQuedé loco y bueno.... viendo como se comportan los cuerdos... estoy muy contento.
Besos.
Hacia tiempo no andaba por aquí vaya que me estaba perdiendo cosas buenas,abrazotes.
ResponderEliminarPues me ha encantado encontrarte por estos lares y tu escrito mucho más. volveré, seguro.
ResponderEliminarTus palabras van calando, como esa lluvia fina que acaba traspasando, de esa forma nos enternece el corazón.
ResponderEliminarBesos, Malque.
Con mezcal y tequila todo pasa más rápido.
ResponderEliminarSuerte,
J.
Eso de los viernes sorda me ha llegado al alma, Malque.
ResponderEliminarQué lucidez por Dios :-). Un abrazo grande
Me consta y doy fe que olvidarte es imposible – perdón por no comentarte esta entrada, te juro que creí que lo había hecho, porque siempre que te veo aparecer te leo- pero no sé.. sea como sea, aquí estoy porque además para mi es un placer…Sin embargo esta vez no sé que decirte -a lo mejor por eso no te comenté la otra vez que te leí- solo conozco a un viejito adorable cercano a ti pero ni es caduco, ni da pasos hacia atrás, si acaso ese es el problema, que tiene un paso tan firme y sus convicciones son tan profundas, claras y rotundas, que impresiona. Está claro que eres difícil de impresionar, por eso nos tienes impresionados a todos y solo tu sabes por qué motivo prefieres el mezcal y un porro a volar en brazos de los hacedores de versos que sienten por ti cualquier cosa menos indiferencia pero como yo si quiero tratos contigo te buscaré cualquier día menos los viernes, eso sí, intentaré dejar de decir cosas raras –bastante más que tú- para que no me huyas jajaja Beso enoorme y subo al piso de arriba MuuaksS!
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