Hola. soy Irene Rosa, hacedora de remedios bobitos para amores virtuales, celulares y demás bobadas.
La mala hora en que el amor de mi vida -virtual- desapareció tras el monitor, renuncié a todos mis sueños cayendo en el fuego etéreo del dolor, quemando toda las neuronas que me dejaban sentir.
Un día, en que el sol salió de mi lado, inicié un negocio que me ha dejado un cúmulo de ganancias: La Broken Dreams Co.
Le puse ese nombre porque se me ocurrió.
No quería pasar el tiempo llorando al ingrato que se fue. Me tiré al llanto y dolor varios meses pero después con el alma rota y la mirada lánguida, me puse de pie y comencé a echar a andar la empresa que por el tipo de negocio es novedoso en el mercado.
Una cura para los sueños rotos.
En mi empresa tengo remedio para toda clase de sueños. De los más dolorosos pasando por los heridos en el corazón bendito, hechos añicos por el desprecio de los demás o por la ruptura de amores disolutos frecuentes en el mundo en que me muevo. Amores prohibidos de esos que causan ámpula en las sociedades beatas que se asustan porque se puede amar a dos personas pero no por los asesinatos que a diario suceden. Buena excusa, ¿no?
Si le hirieron el alma palabras vertidas con veneno puro, tengo remedio. Igual para lo que no come y le hace daño también le puedo ayudar.
-Dígame- ¿le duele todo lo que dicen de usted? No se preocupe, tengo un aceite llamado Untatesta que impide que nada le haga daño. Se lo embadurna todas las mañanas al levantarse y usted andará por el mundo como hoja que lleva el viento, sin nada más que el sortilegio de su destino.
Puede leer estados, mails, conversaciones y usted se queda tranquila como gallina a medio palo.
Mire usted, tengo remedio para la cura de amores virtuales. Si su novio o avatar se desaparece sin darle explicaciones, no se asuste puede que al tipo lo hayan cachado en la oficina usando el internet para ligar y se lo hayan suspendido. El remedio es esperar. ¿Cuánto? El que la paciencia u otro correo llegue pidiéndole ser su maestro en cuestiones amorosas.
Si la paciencia no es su fuerte, búsquese otro amor virtual que de esos abundan en las redes cibernéticas. Un avatar saca otro avatar.
Sea fría, recuerde que el corazón virtual no existe y que nadie se muere de amor. Cibernético menos, nadie puede amar a quién no conoce.
Nadie se enamora de una foto con sonrisa imborrable y rictus de eterna alegría. No me diga que usted sí porque tendremos que cambiarle el chip, o de plano usted necesita camisa de fuerza.
Si su problema es que lo atacan familiares furibundos por medio de alguna red chismosa, mándelos a recordar el pasado y que no olviden que se cosecha lo que se siembra.
Ojo, hermosa dama, no la cierre porque eso sería darles gusto. Ahora que mire, si ya la cerró, ni modo, no dé paso atrás.
Ahora, si el problema son los amigos que quieren verla desnuda, entonces ahí hay que andar con sumo cuidado.
Primero si usted es de las que fácil se levantan la blusa para enseñar sus atributos, asegúrese que el tipo que está del otro lado del monitor sea de fiar, si no lo es pues no lo es y ya. Allá usted, juéguesela. El mundo es de los audaces pero shhh! que no lo sepa ni su historial de conversaciones. Eso sí, le recomiendo que si tiene todo en forma y lugar exacto enseñe pero si el tiempo ya hizo su labor no ande dando lástimas.
¿Alguna palomilla inquieta revoloteó por su monitor y le robó la clandestinidad, haciendo que usted anduviera odiando a toda clase de insecto con alas?
No se preocupe, tengo el insecticida Maldemuchos, que acaba en un tris con cualquier insecto alado. Puede ser que más rápido que ya, recupere el nick amado con un sssssss!
Si lo que busca es un amor platónico, es fácil encontrarlo. Póngase a leer cuanto blog encuentre en el camino, sobretodo céntrese en los que el dueño habla con palabras que le tocan el punto g, o que escribe poemas que pueden hacerla ver estrellitas de colores y ¨Te amos¨ cachondos, ése es el bueno. pero ojo, no se lo haga saber porque corre el riesgo de que huya como pirata asustado, adentrándose en los mares impertérritos de olas juguetonas. ¡Todos a bordo! ¡Juímonos, pa´l fin del mundo cibernético. ¡Leven anclas mis valientes!
Ahí el remedio será esperar a que el corsario se canse de navegar por los mares de la sabiduría y se acuerde que en algún océano dejó a una damisela suspirando de amor por su pata de palo.
Le aconsejo se siente a esperar porque es indudable que él no la ama, capaz que le pasa lo que a la Penélope con su bolso de piel marrón y sus zapatitos de tacón y su vestido de domiiinnngooo!
Tan tan con ese amor platónico, ¿entendió?
Mire, si busca alguien con quién platicar porque se siente sola, hay mucha gente igual que usted. Abatidos en una soledad cada vez más frecuente, buscarán hacerla reír con emoticones que la harán soltar lágrimas a carcajadas.
Pero tenga cuidado, esas risas desaparecen sin dar explicaciones dejándola con cara de ¿Qué hice?
No se apure, no se quiebre la cabeza pensando qué le hizo al tipo en cuestión. Lo más seguro es que sintió pasos en la azotea -vulgo se estaba enamorando de usted- y prefirió poner pies en polvorosa o mejor dicho darle cuello a su avatar.
Es la manera más sencilla de desaparecer sin dejar rastro. Click y se acabó. Memoria llena. ¡Next!
¿Qué hace usted ante semejante huida?
Nada, no hay nada qué hacer. No se rompa la cabeza pensando en qué dijo o qué hizo si todo iba bien. No no no, usted no tuvo la culpa, fue el maldito messenger que se cruzó en su camino. ¡Bullshit! No se pegue en la cabeza arrepintiéndose de haber aceptado un correo fraterno. Usted es una reina no lo olvide.
Si es de las que busca sexo virtual, no se apure, eso es cotidiano. Pasa que como en la vida real uno no anda ventilando que se acostó con Room66 o con El camino infantil y sus monsergas, Filiberto DosPuertas, Jennifer Natasha o con cualesquiera que sea el nombre virtual con el que se es conocido. El que busca encuentra y si usted encontró, la felicito ¡Suertuda! Recomiéndeme con un amiguito, mi nombre es Irene Rosa, hacedora de remedios bobitos.
Vea, más pronto de lo que se imagina usted puede tener sexo virtual con quién elija.
Mire, si usted ya cayó, déjeme decirle que fue bastante tontita pero no hay remedio, lo hecho hecho está y no venga a darse golpes de pecho porque bien que lo disfrutó, me imagino.
No hay marcha atrás, para la otra no sea facilona. Aguante que para eso se metió en ese lío. No ande enseñando chichis y luego chille.
El problema es cuando los sentimientos se mezclan. Recuerde: La virtualidad son palabras e imágenes detrás de una pantalla fría, no hay sentimientos. No los mezcle, porque no hay remedio para ese mal, porque yo, Irene Rosa, sexohólica y amante empedernida, no lo he encontrado. Por aí si sabe de algún remedio porfa rolelo porque mi corazón herido está a punto de chupar faros.
Algunos avatares desalmados hirieron mi susceptibilidad. Lastimaron mi espíritu con palabras lascivas. Hicieron hoyos en mi alma que son imposibles de zurcir. Dejaron huecos dónde cabe enterito un alma errante, así que aí le encargo. No olvide mi nombre: Irene Rosa, hacedora de remedios bobitos, ¿o eran milagros?
*Cualquier semejanza con la realidad no es mi problema.