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lunes, 24 de noviembre de 2014

Palpitación

¿Cómo hace la gente para vivir con sus demonios? ¿Cómo hacen ustedes los que viven del otro lado del monitor para que no los atormenten? No me digan que no tienen, ni que fueran muy santitos. Ay si yo me porto bien, no tengo demonios. Blah, mis polainas. 

Yo trato de ignorarlos pero no lo consigo. Todo el tiempo llamando mi atención sin dejarme un segundo. Mis demonios son chingaquedito, come cuando hay, cuchillito de palo.. Son otra cosa.

Algo mal hice mal. Lo intuyo, lo siento en el aire.
La consciencia me lo grita.
No ha habido repercusiones, quiere decir entonces que no hice mal.

¿Cómo saber?

Han pasado dos días, todo transcurre normalmente. A estas alturas de la vida ya debería estar recogiendo los trozos de mi dignidad pero no, no ha pasado nada. ¿Y si ya no tengo dignidad? ¡Virgen del Chongo Parado! Mi pecado fue querer limpiar mi orgullo.

Tendré que tomar al toro por los cuernos... preguntar.

Cuando uno comete un acto vergonzoso -lo siento así- no hay paz interior. 
Creo que hice algo malo, tengo esa sensación. Imagino que de pequeña el demonio de la culpa se instaló en mi ser infinito y dijo: De aquí soy. Cayó en blandito. Terreno fértil por los siglos de los siglos. 

En mi descargo diré que me sentí humillada, no tenía la mente clara. Escribí cómo me sentía. Sin ofender, poco irónica, puntillosa. Burdamente sincera. Sin toques de dramatismo. 
Sólo dije como me sentía, ¿entienden? ¿alguien me puede entender? ¿si saben? No, no están en mis zapatos. No pueden entenderme.

Ahora estoy peor, esta incertidumbre insensata mordiéndome la piel. Como si tuviera una bomba en mis manos a punto de estallar. Ni más ni menos. Cohete de propulsión a chorro rumbo al cielo de los justos.

¿Por qué ustedes son tan felices, los que están allá atrás leyendo mis desventuras? Quizás también son infelices pero no lo escriben. 
Sepa la bola.

Hago cosas que en mi forma de ver tienen razón de ser. pero en opinión de los demás no estuvo bien. Es ahí donde mi alma se hace añicos y ya no sé qué hacer. La opinión de los demás en este caso cuenta mucho o no pero no puedo hacerla a un lado.
No es necesario que los demás opinen para saber que estuve mal. Yo lo sé. Si no fuera así no tendría esta piedra encajada en el pecho. Y esa mirada de ojos pardos desnudándome el espíritu.

Con lo poco que me conozco creo que tengo un alma sensible escondida bajo un caparazón de tortuga vieja. 
¨Mi alma sensible¨, muero de risa. 

Al rato o mañana cuando todo pase y tire ese lastre que me estorba, consciencia fiel hacedora de culpas, querré no haber dicho nada.

Hablando se entiende la gente.
No volveré a escribir notas ni siquiera de amor, diré a la cara las cosas. Mato dos pájaros de un tiro. Resuelvo el problema al instante y a volar gaviotas, si te vi ni me acuerdo. A lo que sigue, demasiado tiempo perdido.

Mientras ni sé qué hacer, nomas se me ocurre escribir en el blog.















22 comentarios:

  1. Escribir hace bien, leer lo que otros escriben también lo hace.
    Esos demonios, mándalos al infierno que es dónde deberían estar.
    Besos amiga, un placer leerte

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  2. malque, sos abrazable, vos. Que los demonios existen, es sabido. Avergonzarte es parte de a jugada. La culpa no existe, existen las causas. Todo lo pagamos bien pagadito, que no nos vengan los viste santos con cuentos de cuentas a rendir. La cuenta la pagamos solitos porque vos, yo, y el que está más allá, somos uno solo, junto con el perrito, el árbol y la bacteria de la podrednumbre del durazno. Uno solo. No hay otro. Sólo un uno inmenso. Y al otro lado del monitor los felices que vos decís, no existen. Sólo bits de computadora. Mi maestra escribía el otro dia en facebook, que donde están los escritores torturados, los inconformes, los despiadados, porque en la red todos se muestran felices, con una vida sin problemas. La felicidad está también en calmar a los demonios. Chau malque

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  3. Desde antiguo, la mejor manera de exorcizar a los demonios es llamándolos por su nombre y decretándoles la expulsión, mientras se sopla fuerte o se escupe. Al menos como ejercicio de psicomagia puede funcionar. Todos los que nos hemos educado en el catolicismo tenemos muy desarrollado el sentido de la culpa, pero si las cosas se hacen con buena intención no tienen por qué atormentarnos. Eres muy inteligente, Flor, y seguro que encontrarás la manera de enterarte sutilmente de todo. Usa la estrategia, eso que nunca nos enseñaron por miedo al pecado. Besos, Flor, y que todo se arregle pronto.

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  4. La vida para todos es como una sierra, con esos dientes, unas veces vamos para arriba y otras para abajo, según pasa el tiempo, yo en esos bichos que dices no creo, en los blanquitos con alas, tampoco, ni siquiera en su jefe creo...jajaja
    Besos y salud

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  5. Feliz?

    Jajajjaaa
    Ni en mis mejores sueños...

    Además nadie es feliz de forma constante.
    De vez en cuando hay algún chispazo de felicidad y la verdad es que no suelen durar mucho.

    Además la gente no suele ser sincera. Les horroriza a la mayoría que los demás sepan que se sienten mal anímicamente. Y para eso, mienten.
    Mienten sobre sus sentimientos, sobre su estado de ánimo....

    Malque, a los demonios no les gusta que escribamos sobre ellos. Desaparecen cuando lo hacemos.
    Por eso hay que escribir sobre ellos una y otra vez.

    Besos.

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  6. Los demonios te agarran el estómago y te lo retuercen, los malditos, no te digo más...

    Besos.

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  7. La sensación de culpa es una maldita... Tenemos que tener en cuenta que somos humanos y nunca vamos a actuar a gusto de todos. Un besote!!!

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  8. Todos los tenemos, y unos más que otros nos da coraje sacarlos a la luz, o vergüenza o vetetuasaber..
    La felicidad plena no existe y si es así que me digan donde está el mundo de Yupi... pero sacar lastre, sacar demonios duele, como sacar astillas del alma, duele en el momento justo en el que se hace, luego como esa espina que sacas se pasa prontito, salvo que releeas lo que escribes y digas
    vaya!
    me he expuesto desnuda de alma delante de mil que me leen
    y?
    mejor ser auténtica que ir con la falsa coraza de la felicidad eterna, quien no ha sufrido no sabe de amor, quien no ha peleado con uñas y dientes no sabe lo que es el éxito de un logro
    Cada uno Malque espanta los demonios a su manera ... malo es que no los saque .. porque al final acabarán saliendo todos de farra a la vez y eso debe de ser terrible

    bueno

    divagué
    siempre lo hago y más en tu casa

    un beso y un abrazo

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  9. No hay nadie completamente feliz Malque y menos en los tiempos que corren; la felicidad es muy relativa y dura muy poco. En cuanto a los demonios todos los tenemos, pero ocurre como con los males, que se aprende a convivir con ellos, o son ellos lo que en cuatro días acaban contigo. Todos tenemos miedos a veces hasta infundados, pero esos demonios siempre andan tocando los cojones.

    Besos.

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  10. Lo que no nos dejar ser felices del todo es eso, la culpa y el temor, la incertidumbre. Es difícil omitir esos detalles, están ahí, como martillos golpeando adentro de nuestras cabecitas. Un abrazo.

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  11. Yo a mis demonios los mataba escribiendo y dibujando y dejando de comer. Hasta que me agoté y me dieron lexapro y xanax. Tardaron bastante en callarse, Pero se callaron. Claro que ya no escribo como antes y tampoco dibujo ni pinto.
    Nada es gratis.

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  12. Yo tampoco lo sé, malquerida, ¿puede ser que simplemente sean invadidos por estos demonios sin permiso?

    No encuentro más explicación. Un beso.

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  13. mis demonios son mios, quizas por eso no me atormentan hemos trabajado en equipo tantas veces que bueee no hay queja de ninguno de ambos... te mando un gran saludo y espero que no dejes de seguir escribiendo Malque... por cierto, me quedo con esta parte del texto.


    "¿Por qué ustedes son tan felices, los que están allá atrás leyendo mis desventuras? Quizás también son infelices pero no lo escriben."

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  14. Si algo mal hiciste mal será que lo hiciste bien. Ego te absolvo. Pelillos a la mar.
    Besos

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  15. Bienque... un buen amigo filosofo dice... Que hacemos siempre lo correcto, porque hacemos lo que podemos con lo que tenemos justo en ese momento de tomar una desición.

    Demonios todos tenemos, pero... hay 2 opciones torturarte eternamente queriendo negar o cambiar el pasado resistiendote o entregarte a ellos aceptarlos y decier, pues si, lo hice, la cague y que.

    Cada día es un nuevo comienzó, el pasado pasado es.

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  16. Hola Flor María. A lo hecho pecho. Unos dice, uno cuenta y lo hace con todas las consecuencias. No hay que darle tanta importancia. Lo más pedir disculpas si ofendimos a alguien con lo que dijimos.
    A los demonios hay que ignorarlos. Tomando pensamientos positivos.
    Relájate y disfruta de la vida.
    Saludos y abrazos

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  17. Cada quien persigue la felicidad a su manera: unos cuando la tienen en algún momento la tesoran y tratan de extenderla lo más que pueden a través de la memoria, la invocación. Tal vez los que nunca la consiguen son aquellos que tratan de asirla fingiéndola. No se me ocurre cómo más justificar el comportamiento. Tal vez es gente que duerme durante toda la vida, quién sabe.

    Los demonios (miedo, penas, ira, etcétera) están a flor de piel y la noche es su hábitat natural. Escribir tal vez no los espante del todo, pero a lo mejor les arroja un poco de luz y los hace menos estremecedores.

    No sé cuál es tu situación; todo lo que te puedo ofrecer es la idea de un abrazo :)

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  18. este pirata no tiene demonios, sino un gran cansancio. agotamiento al máximo.
    me despierto, voy al trabajo, leo, estoy frente al pc y jamás tomo siestas.
    20 horas diarias despierto y cuatro horas de sueño profundo.
    como para espantar a todos los demonios.

    besos.

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  19. El Marqués de Sade domaba a sus demonios escribiendo, tú podrías hacer lo mismo.

    Saludos.

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  20. Todo el mundo vive con sus demonios, Malque, yo al menos, tengo muchísimos siempre alrededor, los del pasado y los del presente, espero que cada vez sean menos en el futuro. Toro tiene razón, no somos todo lo sinceros que deberíamos ser por miedo al rechazo y eso que muchos empezamos con los blogs tan sólo por desahogar nuestras conciencias y nuestros hombros de pesadas cargas....
    Tú eres la valiente que reconoces lo que te pesa y consigues escribir sobre ello. También yo lo he hecho muchas veces y te puedo asegurar que me he sentido mejor.

    Muchos besos, amiga.

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  21. te cuento
    mezclás los demonios con las ganas
    te miras en el espejo
    y te das cuenta
    que estas viva.
    No pierdas el tiempo
    Y tirá al universo cosas buenas
    veras como se te cumple
    Mil besos

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  22. No hay nada tan malo como para que te sientas así, hazle el quite a esos demonios y mándalos al " demonio " TQM !

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La titular de este blog, dama exquisita, dueña de su mente pero no de su cuerpo agradece la visita a este refugio de chilanga triste.

la MaLquEridA

Musa con cuernos

PARA LA MALQUERIDA

La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Es beso de agua y luz de ciegos en el desierto diario. La leo y me leo. La leo y la siento. La leo y la quiero. Vamos de la mano desconocidos y alejados por los caminos rotos y astillados de la vida cansada y del tiempo huraño. Refunfuñamos por todo y hasta en el infierno tienen miedo de que un día aciago lleguen nuestros pasos. Chocamos con mil horas arañamos las rutinas odiamos la compasión nos dan risa los ángeles y mucha pena los diablos. Nos cansa todo y más que nada el resto de los humanos. A veces herviríamos a los que nos rodean y otras daríamos la vida por hacer reír a un chavo. La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Toro Salvaje

Porque siempre queda espacio para nuevas libertades.

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Ángeles de la fe

Yo traigo la verdad en mi palabra Vengo a decirte de un niño sin abrigo. Vengo a decir que hay inviernos que nos muerden, de la falta de un amigo. Vengo a contarte que hay luces que nos hieren, que existen noches sin whiskys ni placeres. Vengo a decirte que está cerca tu condena. Hoy una madre murió de pena. Déjame cantar, tengo vergüenza de ser humano como tú, en tu presencia. Descubrirme a mí mismo y en tu figura qué poca cosa somos sin ternura.