Hace unos días a La Bella le entró la curiosidad por saber a quién pertenece la fotografía del hombre con pelo largo rizado que se encuentra en mi buró. Nunca nadie me lo había preguntado porque todos -los pocos que tienen acceso a mi mundo muy privado o sease mi recámara- saben que ese hombre tan guapo que vela mis sueños y que me robó el alma y los suspiros desde hace mucho tiempo se llama Enrique y no Barry, como todo se habría de suponer.
A riesgo de parecer ridícula -sobre mi amor inmenso por Enrique me vale madre lo que opinen de si estoy grande para tales menesteres- no había tenido que dar explicaciones hasta que claro a La Bella hermosa se le ocurrió preguntar.
Le expliqué con toda naturalidad y frescura, que es mi novio desde sepa su madre cuando. (Él no sabe que es mi novio ni creo que le moleste enterarse, total, las viejitas también tenemos corazón). De todos modos no es mi problema que lo sepa o no, ni siquiera sabe que existo.
Y bueno, esa es la razón por la que tengo su retrato en mi buró, para dormir feliz y despertar igual.
También le explique a Natalia que siendo mi novio se convertía de facto en su abuelo. El abuelo Enrique -sin comillas, esto es serio- de hoy en adelante muñeca preciosa. Se queda viendo como diciendo: ¿neta?
Luego preguntó por qué ese abuelo -Natalia tiene la fortuna de conocer a sus dos abuelos en vida y no como mero recuerdo- nunca había ido a mi casa. ¡Me desmayo! ¿Se imaginan a Enrique en mi casa? ¡Muero!
-Vive en España mi reina-
-¿Cuándo vamos a España abuela?-
-No pues está cabrón mi vida. España está en el otro lado del mundo- respondí mientras le hacia un mimo.
-Cuando venga mi papá le voy a decir que nos lleve a España abuelita, para conocer al abuelo Enrique -dijo sonriendo con ese mohín tan suyo que al mirarme me mata de amor y ternura.
Satisfecha su curiosidad Natalia siguió en lo suyo. ¿Yo? suspiré como lo hago cada vez que lo miro o escucho sus canciones porque ¿si saben que estoy hablando de Enrique Bunbury verdad? (no se vale por nada reírse porque laceran mi alma y lastiman mi corazón ¿eh?).
Fin.
A riesgo de parecer ridícula -sobre mi amor inmenso por Enrique me vale madre lo que opinen de si estoy grande para tales menesteres- no había tenido que dar explicaciones hasta que claro a La Bella hermosa se le ocurrió preguntar.
Le expliqué con toda naturalidad y frescura, que es mi novio desde sepa su madre cuando. (Él no sabe que es mi novio ni creo que le moleste enterarse, total, las viejitas también tenemos corazón). De todos modos no es mi problema que lo sepa o no, ni siquiera sabe que existo.
Y bueno, esa es la razón por la que tengo su retrato en mi buró, para dormir feliz y despertar igual.
También le explique a Natalia que siendo mi novio se convertía de facto en su abuelo. El abuelo Enrique -sin comillas, esto es serio- de hoy en adelante muñeca preciosa. Se queda viendo como diciendo: ¿neta?
Luego preguntó por qué ese abuelo -Natalia tiene la fortuna de conocer a sus dos abuelos en vida y no como mero recuerdo- nunca había ido a mi casa. ¡Me desmayo! ¿Se imaginan a Enrique en mi casa? ¡Muero!
-Vive en España mi reina-
-¿Cuándo vamos a España abuela?-
-No pues está cabrón mi vida. España está en el otro lado del mundo- respondí mientras le hacia un mimo.
-Cuando venga mi papá le voy a decir que nos lleve a España abuelita, para conocer al abuelo Enrique -dijo sonriendo con ese mohín tan suyo que al mirarme me mata de amor y ternura.
Satisfecha su curiosidad Natalia siguió en lo suyo. ¿Yo? suspiré como lo hago cada vez que lo miro o escucho sus canciones porque ¿si saben que estoy hablando de Enrique Bunbury verdad? (no se vale por nada reírse porque laceran mi alma y lastiman mi corazón ¿eh?).
Fin.
Menos mal que no se trata de Enrique Iglesias.
ResponderEliminarBesos.
Siento que tu alma y tu corazón sean tan sensibles... Me estoy espanzurrando de risa. Con perdón. ¿Qué?. ¡No te oigo, grita más fuerte!. Beso grande.
ResponderEliminarSalud.
Te entiendo perfectamente. Y como soñar es gratis, que siempre Enrique vele tus noches....
ResponderEliminarJajajaja! Me dió mucha risa leer el final... Aunque se que te gusta mucho Bunbury no me la esperaba!
ResponderEliminarEl final apoteósico muy bueno. Igual cualquier día lo tienes de vecino; quien sabe.
ResponderEliminarBesos Malque
Mi niña ¡qué buen rato he pasado leyendo tu entrada!
ResponderEliminarNo he podido por menos que sonreír al llegar al final, no me lo esperaba.
Hoy quisiera enviarte esta canción para ti. EL BARDO.
Cariños en abrazos.
kasioles
¡Qué bonito es soñar!
ResponderEliminarCuanta ternura desprenden los niños con sus curiosidades, aunque no entiendan.
Final de Oscar.
Un beso.
Mire usted, no imaginaba que Enrique ya fuera abuelito. Esa sí que se la tenía bien guardada el héroe silencioso. Un abrazo.
ResponderEliminaray ay ay
ResponderEliminarque casi me quedo sin uñas imaginando y mordiendomelas mentalmente
y no me río pero me sonrío , vale?
gracias por este momento ... volar, reír y soñar es gratis y hermoso!!!
un abrazo grande !!
jajaja loca!
ResponderEliminarnombre pus asi yo tambien quiero un novio asi jajja que al despertar me ponga de buenas y al dormir tambien :3.
ResponderEliminarvamonos a españa!
Tampoco esto queda tan lejos, además, el va a México con frecuencia... :)
ResponderEliminarBesos y salud
—¿Quién es ese que canta que le gusta a la Malquerida?
ResponderEliminar—Enrique Bunbury o algo así.
Yo no presumo de Enrique Bunbury, sino de haber nacido el la misma ciudad que el chico que le gusta a la Malquerida.
Besos.
Es hermoso tener un amor así. Yo estoy enamorada de Julio.
ResponderEliminar(cortázar).
Por siempre jamás.
Que lindo es volver a leerte desde mi nueva - vieja casa.
Besos.
Emilie
Ta lectura tiene el doble placer de a) tener un sueño y b) poder darle a los niños las explicaciones más inverosímiles. La habilidad que tienen para hacer conexiones puede dejar chiquito a cualquier cuentista curtido.
ResponderEliminarBesos.
natalia es una niña lista y cuando a los 80 años se ponga a recordar todas estas cosas le aparecerá una sonrisa que salga del corazón.
ResponderEliminarbesos.
La infidelidad femenina cada vez es mayor.
ResponderEliminarYa sabía que Enrique era antes de desvelarlo... aunque no tiene mérito, no hay más que ser tu seguidor para descubrirlo...
ResponderEliminarMira que si te trae a España a conocer al Abuelo... :-)
Besos.
Natalia es un sol, besos y tú también, feliz semana, Malquerida.
ResponderEliminarHola Flor María, me ha gustado esta historia.
ResponderEliminarTu nieta es muy curiosa y te deja casi casi en evidencia :-)
Todos tenemos un ídolo. Me he permitido buscar ese nombre y es un mozuelo aun jovenzuelo muy majo. Tienes buen gusto. Si es el mismo Enrique que me ha presentado la red, tiene un concierto 08 de diciembre de 2014
Auditorio Miguel Delibes
Valladolid, España
Ummmmmmmmmmmm, aun estas bien viva, jajajaja, te gustan jóvenes y apuestos. No te preocupes que no se está enterando nadie. :-)
Saludos y abrazos