Después de dormir de jalón casi nueve horas seguidas -esto no me lo va a creer ni la señorita médica porque no he tomado cápsulas para el sueño artificial- desperté de buen humor. ¿Yo de buen humor? para Ripley. Digan lo que quieran. Hoy no importa nada, estoy descansada y lo demás será siempre lo de menos.
El ambiente era el idóneo para pasar al papel imaginario ese relato que tengo escrito en la memoria desde hace mil años pero por una razón u otra no he podido transcribir aquí. Si, si, están muy preocupados por eso, lo sé pero así es y ni modo.
Despierto al cinco para las seis de la mañana. ¿Qué?, me dormí a las 9.30 de la noche y no desperté para nada. ¡Jesús sacramentado! Una de dos, o estoy enferma o el mundo se va a acabar.
Como sea, me levanto, lavo todo lo que me tengo que lavar por las mañanas antes que me vea nadie evitando que se asusten con mi imagen de pelos parados y pies sumisos envueltos en calcetines blancos.
Calladita bajo las escaleras pero estas tienen la mala costumbre de crujir bajo mi peso haciendo que Babo Alejadro y Benito Tiki se despierten y comiencen a gruñir. ¡Shhh perros del mal!
¿Miauuu?
Vuelve el silencio, Barry sigue dormido, ¡salvación por mi y por todos mis amigos!
Saco la computadora, la acomodo en mis piernas, mantengo el iPad cerca, Enrique me está cantando entonces no lo desairo. Lo pongo cerca de mi y sigo. No enciendo la luz, no no no.
Estoy a oscuras, -¿qué? ¿ustedes no escriben a oscuras?- empiezo a teclear las primeras letras. Tres renglones seguidos sin interrupción, lo estoy logrando. ¡Vamos MaLquEridA escribe, escribe, tu puedes!
De pronto...
Babo se sacude, Benito baja corriendo, se escuchan los pasos de Barry, la luz se enciende, Benito se sube a mis piernas aplastando teclas, Babo quiere ir al baño, ¡hey Babo ahí no!, se enciende la televisión, Buenos días Chikis, ¡guau guau!, ¿quieres café?, ¡piiiip piiiip! ¡piiip piiiip!, ¡ya llegó Bruno!, abre mientras contesto el teléfono, estoy ocupada, ¡es Laura!, abre la puerta!, hola mamá! ¡bueos días abuelita!, ¡ay dios! ¡guau guau! ¡guau guau! ¡GUAU GUAU!, ¡Benito estás aplastando mis pies! Mi papá tiró a Ariel, dígale que no lo haga! Lo siento no fue a propósito, ¡argh! Te manda saludar Laura, ¿eh?
Guardo la computadora, ¿ya qué? lo primero es lo primero, lo segundo después.
Ahorita venimos. ¿Puedo ir? No, es cosa de hombres, te quedas con La Bella. ¿Porfa? es viernes ¡No! Al fin que ni quería, pffff!
¿Abuelita puedo abrir tu paraguas? ¿me lees un libro? ¿me das leche? ¿abuelita puedo comer pan? ¿abuelita? ¡mira como camino abuelita! Abuelta Babo no quiere jugar conmigo. Abuelita Benito se comió mi pan, abuelitaaa...¿dónde está mi papá y el abuelo Vincente? ¿abuelita?
¿Abuelita jugamos? Yo soy el Hombre araña y tu eres la abuelita hombre araña. Nel, yo quiero ser Ogrina, el enemigo número uno de la niña hombre araña, que se la come cuando esta no obedece, ¡grrr! No abuelita, yo quiero que te llames abuelita hombre araña. No, yo quiero ser Ogrina, la enemi... ¡buaaaaaaaah! ¡por dios! Está bien, soy la abuelita hombre araña, blah quién me va a temer con ese nombre.
¿Auelita ya vamos a bañarnos? hay que ir a la escuela. (El día que no hay escuela ella pide bañarse, ¡me mato!).No hay escuela hoy mi niña, entonces ¿jugarás todo el día conmigo? ¡Yupiii! ¿muñeca? ¿y si mejor nos dormimos? Ya es de día abuelita.
¡Laura help me plis!
¡Ay!
Qué suerte, el cuento está casi escrito besos a ambas nieta y abuela.
ResponderEliminarEso sí que es cundir la mañana, te ha dado para todo y para más. Además no te quejes que con las horas que has dormido para lo que duermes tú; estarás más contenta que un niño con zapatos nuevos. Ojalá eso de dormir tanto se te vuelva a repetir muchas veces, así podrás bregar bien con la chiquita y hasta serás el Hombre Araña y Batman.
ResponderEliminarBesos Malque y buen fin de semana.
Imposible escribir así.
ResponderEliminarPero bueno, tiene sus compensaciones.
O no?
Besos.
Que bello.
ResponderEliminarabrazos
Una vida cotidiana en muchos hogares y de lo más normal...eso sí, todos los actos muy bien relatados...me ha gustado.
ResponderEliminarUn saludo.
El cuento puede esperar...
ResponderEliminarCómo disfruta la nieta con su abuela :D
Besos
La dura vida de las abuelas... jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
Mare de déu sinyor!! (una expresión que usamos por aquí y que viene a decir que se aha acabado el mundo o algo parecido) Jo, lo difícil que es encontrar espacios de tranquilidad para la creatividad, eh? La vida se empeña en traer críos, perros, gatos cuando un@ lo único que necesita es el bendito silencio.
ResponderEliminarJo.
Un abrazo :)
Creo que lo que escribiste es un lindo homenaje a todas las abuelas. Y que tengas muchas mañanas como estas.
ResponderEliminarMe acabo de enterar que Roberto Gomez Bolaños ya está haciendo reír a los ángeles. El Chavo del 8 y el chapulín colorado era uno de los programas obligatorios que veíamos todos los días.
un beso
Cómo la vida misma, qué mareo, no se cómo lo aguantas.
ResponderEliminarBesos, buen finde amiga
así sucede a veces: uno tiene mentalmente las cosas bien organizadas y luego de repente la realidad lo trastoca todo. es la excepción -que siempre aparece cuando no debería aparecer- que confirma la regla.
ResponderEliminarla bella es una nena con suerte al tenerte de abuela.
besos
:D
ResponderEliminarNo soy abuela, pero el panorama me resulta familiar... ¡y lo que está por venir!
Besos.
Abuelita... ¿sigues descansada?
ResponderEliminarBeso.
Genial que hayas dormido bien para poder aguantar tanto. Admiro a las abuelas que cuidan nietos, yo jamás lo haría, no tengo paciencia, son adorables pero NO. Un abrazo Florecita.
ResponderEliminarA veces hay que sacar paciencia no se sabe de dónde... Jajajaja. Besotes!!!!
ResponderEliminarAbuelita, abuelita
ResponderEliminarNi modo paciencia y buen humor
Besos
Abuelita, yo quiero un cuento.
ResponderEliminarbesos
carlos
En mi caso, cuando más aislado (en silencio y soledad), mejor me siento para escribir. Aunque he terminado escribiendo en largos viajes en tren o en ómnibus, así mismo, nunca es igual, la calidad se resiente.
ResponderEliminarY también sólo comienzo a escribir cuando tengo el título final para la historia que planeo.
Saludos
J.
:-) Hola Flor María, jajajaja, tú no tienes una nieta, tienes un terremoto.
ResponderEliminarEs bueno que sea así porque eso es que está sana. Yo creo que ya tienes el cuento empezado. La propia historia de tu nieta sería un cuento precioso. Seguro otro día de fiesta la continuas :-)
Saludos y abrazos