La mano dura y fría de mi padre cayó sobre el rostro de mamá que descansaba tranquila a su lado. Ella se movió y lo empujó para decirle que la había lastimado, pero papá solo emitió un quejido que terminó por despertar a mi madre. Inmediatamente encendió la luz. Mi padre dejaba salir un ruido extraño de su boca y no se movía.
Mamá gritó lo más fuerte que pudo y nos despertó. Corrimos a su cuarto y entonces vimos a mi padre que se encontraba inconsciente, con la cabeza de lado.
Le hablé ( lo mismo que hice con mi madre cuando murió), pero no contestó ( lo mismo que mi madre cuando murió) y mi hermano me dijo que no le hablara ( lo mismo cuando mi madre murió). Yo tenía 4 meses de embarazo.
Los que pudieron reaccionaron rápido y llamaron a una ambulancia y al médico, el que llegara primero.
Fué la ambulancia.
Lo revisaron los paramédicos y dijeron que no podían hacer nada, habría que trasladarlo a especialidades de La Raza y así fué.
Mi hermano Marco no quiso acompañarlo, él siempre ha sido muy miedoso y piensa que no va a reaccionar coherentemente y prefirió quedarse. Fué mi hermano Miguel (menor que yo), el que se fué en la ambulancia con mi padre.
Mi tío ( hermano de papá), mi mamita y yo, nos fuímos en el coche detrás de la ambulancia. Era la madrugada del tres de enero.
A las 3 de la mañana, el médico nos dió un calmante a mamá y a mi... mi padre había muerto. Una arteria que se reventó en el cerebro fué la que ahogo su destino.
Pasamos el año nuevo en la casa paterna después de la reconciliación de mi padre con Barry. Después de un duro golpe recibido a su orgullo, mi padre nos quiso abrazar a Barry y a mi con el ánimo lastimado.
La pasamos bien.
Barry fué al día siguiente a su casa y yo me quedé con mis padres y hermanos solteros.
La noche anterior a su muerte, mi padre me llamó, pero le dije que en un momento iría... no fuí, me quedé dormida.
Nunca supe que quería decirme, nunca lo sabré.
Todo pasó antes de que él se fuera a dormir para ya no despertar. Tres horas duró su agonía.
Cuando el médico nos dió el calmante a mamita y a mi, ella lloró pero con un llanto tranquilo, quedito. Yo lloré porque así me lo dictaba el corazón. Lágrimas de descanso.
Mi padre tenía 50 años de edad.
Era el segundo muerto que se velaba en casa.
El lugar donde viví hasta casarme, es un lugar de tradiciones arraigadas. Los muertos se velan en sus propios hogares.
Los familiares del muerto ofrecen pan y café a los que van llegando y le daban un cirio a mi madre, en este caso. Los que querían, pedían les dejaran rezar un rosario por el muerto, hubo rezos toda la noche. Mi padre era muy querido.
Todos llegaban con cirios en la mano.
Cirios que mucho tiempo nos duraron, mi padre era muy conocido, así que fué mucha gente y por lo tanto llegaron muchos, muchas veladoras, muchas flores.
Tiempo después, los cirios eran cortados por mi madre al tamaño de una vela, y así nos alumbraron las noches en que la energía eléctrica llegaba a fallar. Fueron tantos que aún alcanzaron a prenderse algunos, cuando mamá falleció a los cuatro años de mi padre. Mi madre tenía 53 años.
Ese era mi temor... llegar a la edad en la que mis padres murieron.
Morir cuando empezaban a vivir.
El día del entierro, mis hermanos menores íban delante del ataúd con dos coronas pequeñas. Aún se estila que el ataúd salga cargado por los familiares y amigos del muerto. Así fué con mi padre.
Lo cargaron mis hermanos, mis tíos, sus amigos, todos los que quisieron.
El panteón está cerca, así que había que caminar la avenida principal y llegar hasta el panteón que se encuentra en la parte alta de la colonia donde vivía. Al ver el ataúd mucha gente se persigna, los señores se retiran el sombrero o gorra y algunas mujeres se tapaban con su rebozo la boca.
Los niños veían curiosos.
Llevaron a mi padre hasta la iglesia principal, ofrecieron la misa de cuerpo presente y después salimos rumbo al panteón.
Fué cuando le dije adiós a mi padre.
Fué un tres de enero cuando mi padre emprendió el camino al cielo...
Fué un tres de enero cuando empezó a sanar mi herida.
al menos las heridas empezaron a sanar, supongo que el temor de toda persona es morir cuando apenas empieza a vivir...
ResponderEliminarespero que estés bien, cuidate.
Tu vida apenas empieza mamita...
ResponderEliminarDeja de pensar que tu hora llegó porque faltan muchas cosas por hacer.
Y ya.
Que fuerte texto, Malque!
ResponderEliminarNo imagino lo que te habra costado escribirlo...
Es bueno que haya heridas, porque nos hacen crecer, y que sanen, porque eso habla de que hemos aprendido la leccion que vinieron a enseñarnos.
Un beso!
Ese tipo de recuerdos suelen mucho.
ResponderEliminarQue bueno que hubo reconciliacion antes de irse él.
Lo siento, MaLquE.
la recnciliación antes de la despedida, es una bendición.
ResponderEliminarun motivo mas para hacer de enero un mes dicifil.
te dejo un beso
estoy bien, gracias
Uno de mis principales miedos es que alguno de mis padres me falte...
ResponderEliminarHasta ahora sólo una abuela se me ha ido...
Besos mi Malque.. me gusta la forma en que empezaste a ver la vida a partir de eso...
Lo siento mucho,malque,lo unico bueno de esto fue que hicieron las pases antes de que el partiera,DESCANSE EN PAZ.
ResponderEliminarSentí mucha tristeza, lo bueno que hubo tiempo. Para una reconciliación, o al menos una conversación profunda.
ResponderEliminarSabes sin ser pesada, creo que tu padre tuvo una muerte rápida. Eso de soportar el dolor, pasando meses en hospitales. Que vas viendo como se van desvaneciendo cada día, lo hace ser mas doloroso aún. Tanto que anhelas que llegue el momento final, para que logre descansar.
Un abrazo.
PD: No ando triste, sólo que pasó por momentos de introspección...Ja;jaJa!
Como siempre me atrapas con tu forma de expresar un momento tan importante en tu vida, comadre el equipaje se vuelve mas ligero cuando vas soltando todo y lo dejas ir. :D Saludos y un fuerte abrazo, abrigate que hace frío :D
ResponderEliminarDe todo el texto, me quedo con la última frase. Porque también dice que ha pasado el tiempo y la herida sigue sanando.
ResponderEliminarUn abrazo.
Habrá que llenar esa duda con las palabras que deseas y necesitas, alimentar la duda con la paz necesaria.
ResponderEliminarLo siento.
Me conmovió mucho tu relato. Recordé el fallecimiento de la abuelita de mi ex-esposa, fue muy triste todo el proceso, y también de acuerdo con las tradiciones de su pueblo. Qué bueno qué tu padre se fue después de haberse reconciliado, qué descanso para él.
ResponderEliminarEs difícil asimilarlo pero siempre hay que estar preparados para momentos así pues nadie es eterno.
ResponderEliminarSin embargo es bueno saber que después de la herida, viene la sanación, así como lo has demostrado.
Saludos...
Como algunos otros, también me conmoví por tu relato.
ResponderEliminarCero que no debes pensar en el concepto de "duda", sobre aquello que faltó en un momento tan crucial.
Podría haber pasado en un hecho trivial e inadvertido.
No pienses en ello.
Guarda el mejor recuerdo, y si quieres imaginar alguna palabra, que sea la mejor frase, las más dulce, la más cariñosa.
Si las heridas ya sanaron... ¿Para qué abrirlas con miedos?
ResponderEliminarLa vida inicia hoy... el hoy es el ayer del mañana, por eso hay que vivirlo.
Saludos desde el maldito frío...
Majestad, usted tiene esa fuerza para apretarme el nudo, ese que ya sabe, que se encuentra en la garganta...
ResponderEliminar"La vida es el último suspiro de esta muerte interminable"
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=LJxBmC7xWhM
A los que se fueron ya los voolveremos a ver... y ti te falta mucho mujer.
Un abrazo
Descanse en paz, gracias por compartir, me recordaste mucho cuando murio mi mamá ella tenía 41 años, si muy joven.
ResponderEliminarDescansen en paz
hola malqe..sii un poco de los dos, apenas regreso de viaje y pss tmbn tenia abandonado mi blog, comienzo a creer qe no soee buena pa sto de escribir y menos pa tener blog =/..
ResponderEliminarsaludos
que fuerte!!!
ResponderEliminarreallmente te admiro por compartir esto con nosotros, pero almenos tus papis ya estan en un lugar mejor y cuidandolos :D
saludos
Uy... caso difícil.
ResponderEliminarA mi me han tocado muertes también muy cerca.
Y siempre los recuerdos son dolorosos, eso no lo dudo.
Un abrazo, cuidate!
Por que hasta enotnces tus heridas cerraro? saluditos mi querida bienquerida :D
ResponderEliminarReina me recordaste cuando mi papa fallecio tmbm a las 52 años, justo el 6 de febrero hace 8 años, y fue tan rapido que en un mes se lo acabo al enfermedad, te mando un abrazo!
ResponderEliminarUn saludo, Malque:
ResponderEliminar...Y piensa que lo importante no es cómo o cuándo nos vamos, sino el modo en que vivimos. Si vuestro padre tuvo el impulso de la reconciliación, eso debe bastar para sentirte tranquila. Conviviste al final con él. Es un privilegio que no todos podemos tener.
En cuanto al temor... te entiendo. Pero evalúalo así: ¿tu papi tenía hipertensión, obesidad, colesterol alto, diabetes SIN controlar, etc.? NO siempre l@s hij@s "heredan" los mismos padecimientos o características de los padres. Y si así fuera, mejor que mejor! Porque entonces puedes cuidarte aún más de ESOS padecimientos y tener una vida no solo más larga, sino con menos problemas. Hay que verlo como un último presente de nuestros ancestros.
Cuídese mucho. No tema tanto (a veces, ESO sólo, por sí mismo, ENFERMA). Viva más y mejor. Que cuando nos llegue el momento de pasar a seguir aprendiendo allá, en la Universidad Del Espíritu, sorprendamos a nuestros semejantes con la entereza de una sonrisa de satisfacción... "...¡Por Haber Vivido Bien, y con Pasión!"
Con saludos solidarios (ya conoce ud. algo de mi propia historia familiar, ¿verdad?), se despide,
el perseverante Unicornio...
siempre nos marcara la vida cuando vemos a un ser muy querido marcharse hacia la eternidad, a mi me sucedio con mi abuela y jamas lo ovidare.
ResponderEliminarsaludos amiguita.
inevitablemente me transladé al momento en que mi padre murió... el merio día de su santo...
ResponderEliminares lamentable ver partir a las personas que se ama... pero más lo será, olvidarlas.
te mando un gran abrazo
Yo no le tengo miedo, antes pus ahuveo que si, pero como que uno piensa un poco...Es aterrador pero pues las cosas son así y uno no puede hacer nada en su contra, lo unico que si es querer a nuestros papis y dedicarles todo el tiempo que podamos...Saludos y espero tus heridas no hayn florecido por este post.
ResponderEliminarSaludos!!!
Así suele pasar, que sanan las heridas cuando alguien fallece.
ResponderEliminarAfortunadamente la muerte no me a tocado de muy cerca mis abuelos y una abuela ademas de un primo hermano múy querido se nos adelnatarón.
Un relato estremecedor el tuyop Malquerida, me alegro que esas herdidas hayan cerrado.
Un abrazo
Astartea: Están sanando de a poco, pero están sanando que es lo importante.
ResponderEliminarY empezar a vivir, creo que deberíamos hacerlo todos los días, antes de que llegue el día.
Saludos.
CállateTú: Y ya, se acabó.
Besos muchos, abrazos más.
Pelusin: Me costó un poco por el daño que puedan causar los recuerdos,pero afortunadamente pasó.
Saludos.
Arañita: Muchas gracias, besos.
Ann: De entrada enero es un mes difícil y más cuando alguien fallece.
Saludos.
Min: Mi actitud ante la vida ha cambiado a partir de muchos sucesos, lo mejor de todo es que ha ido para mejorar.
Saludos.
Ojos: Así es, la paces antes de morir para que se fuera tranquilo como sucedió.
Grato verte.
Saqy: Sé de lo que hablas, mi madre estuvo en agonía una semana y fué muy duro te lo aseguro.
Abrazo.
Ángel: Hace poco que mi equipaje ya no pesa Ángel, es muy reconfortante andar así por la vida.
Besos.
Ivanius: Gracias.
Implicada: La herida ya está casi cerrada... casi.
ResponderEliminarGracias por pasar.
elbibis: ¿Ex-esposa? vaya.
estoy segura que mi padre se fué tranquilo, lo sé, algo me lo dice.
Besos.
Cesar: La médula no, el alma es lo que duele.
Besitos.
Amorphis: Asimilar. Uno se pasa la vida asimilando y no termina de hacerlo.
Asimilar la muerte de los padres es una de las cosas que mas me ha costado trabajo asimilar, aún no lo digiero de bien a bien... no me acostumbro a que ellos no estén... solo vivo.
Abrazo.
DAN: Trataré de recordar cual era la frase más tierna de mi padre.
Gracias por pasar, un beso .
Víctor: Hay algunas heridas que tardan más en sanar que otras y a veces se infectan y habrá que empezar de nuevo a curarlas.
Besos desde el maldito frío je.
Poeta: Perdón, perdón.
Un abrazo.
Quetzal: No tengo ides de cuanto me falta, solo quiero dejar de pensar en ello.
Abrazo.
Iván: Demasiado joven falleció tu madre, igual que mis padres, muy jóvenes.
De que desansan en paz, eso es seguro.
Abrazo.
Casi nada: Así lo pienso de mi y sin embargo sigo escribiendo, puedes hacerlo solo para ti, lo demás llega solo.
Pero solo que tu lo quieras.
Abrazo.
sonrisa: Están descansando que es lo mejor al fin y al cabo.
ResponderEliminarBesos.
Karnicero:Un abrazo muy fuerte también para ti.
Besos.
Rous: El que estés aquí me hace muy feliz, lo demás es una historia muy larga, que algún día volveré a contar... tal vez.
Besos.
ely: Es una pena muy grande que no se puede superar pero que tenemos que dejar de lado para seguir avanzando.
Besos.
Caballito con cuerno: No sabes cuanto extraño tus palabras, siempre son un aliciente para seguir.
Te quiero y agrazdeco que estés.
Besos.
Ángello: Nos marcan de tal manera que después de eso, ya nada es igual.
Saludos.
Alma: Gracias, un abrazo también para ti.
Besos.
Jennifer: ¡A huevo, cómo no!, ja, tan linda.
Espero que quieras mucho a tus padres y disfrutarlos que es lo más importante.
Cuídate mucho, besos.
Ricardo: Estremecedor,real y aún así tenemos que sacar nuestra mejor cara para seguir.
besos.