Camino al cielo.

Las doce de la noche del 5 de enero, siempre era el mismo ritual.

Los niños escribían su cartita a los reyes magos, comprábamos dos globos de gas, amarrábamos la cartita y salíamos a la cancha de basquet-ball a que ellos soltaran su globo... que se iba camino al cielo.

La oscuridad de la noche solo era iluminada por la luz tenue de la luna, que tiritaba de frío y se cobijaba tras la sombra de un árbol. Las estrellas se asomaban alegres a ver a los niños que emocionados soltaban sus más caros deseos acordonados a un globo color rosa o azul.
Ellas prendían y apagaban sus luces mostrándoles el camino a los globos despistados que no sabían para dónde ir.

Mis hijos veían como sus deseos se elevaban, hasta que lo negro de la noche no dejaba ver más.
Se perdían en el oscuro camino a la gloria, sorteando árboles, cables de luz, nubes perdidas en la inmensidad de la fantasía, se perdían en las pupilas de mis niños.

Era entonces que empezaba lo más fácil de la historia... hacerlos dormir.
Solo era decirles: ¨si no te duermes los reyes no vendrán nunca más¨ y se íban a dormir de inmediato.

Me gustaba verles sus caritas sonrientes yéndose a dormir, platicando entre ellos lo que esperaban que les trajeran... ellos... los reyes, nunca fallaban, a veces hasta a mi me traían algo, cortesía de un rey fantástico y bonachón.
Mi Muny y mi Kiku, mis hijitos pequeñitos... tan tiernos, ellos si eran los verdaderos reyes.

Es verdad que muchas veces no les trajeron lo que pidieron, había entonces poco trabajo y casi nada de dinero, y era cuando entraba yo en acción.

Comprábamos lo que podíamos, con lo que Barry muchas veces juntaba nos íbamos al tianguis o a Tepito a buscarles lo que querían, aunque a veces costaban muy caros sus juguetes, y nos era imposible adquirirlos.
Comprábamos jugutes bonitos y yo les decía a los niños: ¿por qué no pides esto?, ó ¿por qué no pides lo otro?, así les hacía pedir lo que habíamos podido comprar y ellos no se sentirían defraudados, porque los reyes no traerían lo que pedían.

Así fué siempre, hasta que Barry de alguna forma conseguía lo que mis niños querían, aunque costara muy caro.

Hace casi un año, entré a este mundo del blog, alguien me ayudó a allanar el camino para que me fuera más fácil entrar y pude hacerlo con su ayuda y con su guía.

Ella se fué hace un tiempo del blog por razones que solo a ella le pertenecen... ahora ha regresado con más ímpetus, con más energía... más humana.

Ahora me toca a mi allanarle el camino por ella conocido.

Ahora quiero pedirle a los reyes que la ayuden a que sus lectores regresen con ella y que vengan más a visitarla y que ella haga que se queden... que no se vayan nunca... habrá que atraparlos con sus letras, cosa que ella sabe hacer.

¨Queridos reyes magos, hoy quiero pedirles por favor que mi Kiku tenga tantos lectores que no tenga tiempo para contestar sus comentarios y que se quede hasta la noche escribiendo, quiero pedirles que la quieran tanto ó más de lo que me quieren a mi mis lectores... hoy solo quiero pedirles que mi Kiku sea feliz, en esta su nueva dirección: retornalacoacalquense.blogspot.com
La Cállate Tu¨.

Que se queden con ella no va a ser imposible... para ella no hay imposibles. Si es capaz de conseguir boletos agotados para ver a Enrique Bunbury, conseguir su autógrafo para que su mamá sea muy feliz, si puede conseguir boletos para ir a ver a las chivas.
No... para ella no hay imposibles, si puede conseguir boletos agotados para ver a Sabina en abril, entonces no hay imposibles... no para ella.

Muchas gracias queridos Reyes Magos, porque ustedes siempre me han escuchado.

Los quiero, prometo portarme bien, aunque me sea muy difícil... lo prometo.
Prometo ser sencilla, ufff! eso si que costará trabajo, pero lo prometo.

Los quiero de nuevo y por siempre.
Muchas gracias.