Antes de terminar el año me hice la promesa, sin la mano en el corazón, de que iba a escribir todos los días. Quiero retomar esta rutina de darle madrazos a las teclas todos los benditos días.
Una cosa es pensar y otra hacer.
Llegó enero y pues no pude escribir porque Año Nuevo y bla bla bla. Oquei mañana escribo. Tal como el recalentado nunca se termina, así mis oportunidades para escribir se diluyeron poco a poco como el amor que nos tenemos.
Cualquier día de Enero dije a mi misma: mí misma ora sí ponte a escribir, deja la flojera en el perchero y escribe por el amor de Dios. No se pierde nada si no escribes, pero tu sí le das sentido a tu vida monótona y vacía. Sentada los días eternos pasan las horas sin saber para qué existes. Darle sentido a la vida es escribir. Soy nadie pero si escribo soy alguien.
Terminó Enero, me lleva no dejé huella en el MaLquEridA el primer mes del 2024. De por sí mis días caminan sin huella, sin escribir no voy a saber de mí por si acaso como lo vaticinan los agoreros, te vas a quedar sin memoria, sin poder comer, sin moverte, sin hablar, sin...
Ya párale, no me mates antes con tu perorata oscura.
´tonces llegó Febrero.
Ora si deveritas voy a escribir. Empezaré con el día en que por arte de magia apareció una servilleta de papel quemada por la orilla como pergamino. No una sino dos servilletas. ¿Cómo fue? Npi. Tuve que haber sido yo porque no había nadie más. No había rastros de que yo lo hubiese hecho. Moriré con la duda, nunca lo sabré a menos que Epi el gato hable. Él estaba conmigo. No creo que en estos tiempos los gatos lleguen a hablar y si hablan y Epi me dice lo que pasó moriré antes del meritito susto.
Hoy es 2 de Febrero, Dia de la Candelaria. Hoy en México se acostumbra a comer tamales en honor del muñequito que salió en la rosca el 6 de Enero. Dado que soy muy afortunada, yo que no compré rosca, me salieron dos monitos gracias a la señora Odette. Una señora que quiere mucho a La Bella, que le regala dulces que yo me como ya que a la niña no le gustan.
Pues eso, la señora Odette le dio rosca a Natalia. Natalia me la dio a mí, y yo me saqué la lotería. ¡A comer tamales señoras y señores!
Y ya. Voy a comer palomitas de maíz que Barry hizo para comerlas juntos como dos enamorados en el cine, sólo que él en su sillón y yo en el mío. Nos llegó la vejez y el frío en los huesos.
Me puse a escribir antes de que el pp me deje atolondrada y patidifusa.
Ya digo siempre: Soy escribidora de textos sin beneficio alguno. Allá ustedes si los leen. Que nadie se llame a engaño. No soy responsable de daños en su cerebro.
Aí se lo haigan.
no os preocupéis que las promesas están hechas para no cumplirlas. ¿quién en su sano juicio cumple promesas a fines o a comienzos de año? "pos nadie" -como diría el genial cantinflas. todas esas promesas están ahí apiladas y arrimadas en el más justo olvido cantando "don't you, forget of me".
ResponderEliminaral menos vale el intento que has hecho.
besos corsarios.
Darle sentido a la vida es escribir. Soy nadie pero si escribo soy alguien. Mira pro dónde, con estas frases, sólo dos, creo que resumes por qué uno escribe, algunos unas novelas que son sensacionales y que se venden como churros. Esos acaban siendo "alguien", pero cada uno de estos escritores que no somos nadie, nos sentimos alguien al hacerlo.
ResponderEliminarEscribe, por ti, escribe por sentirte. Escribe y no seas vaga :-). Un fuerte abrazo, Malque.
Cuando escribes el beneficio es tuyo y es mío, porque te quiero. No te lleves a engaño. Beso.
ResponderEliminarGracias.
Carcomido el cerebro por la cantidad de chorradas leídas en las distintas aportaciones a la estupidez humana por los llamados medios de difusión, venir aquí es como santiguarse con agua bendita, no engaña, solo es agua, pero sienta bien.
ResponderEliminarBesos, Malque.
Eres alguien aunque no escribas, pero mejor que lo hagas. Tú te mantienes en forma y nosotros disfrutamos leyéndote. Y, de paso, sabemos que estás bien. Qué digo bien... de puta madre. Por lo menos, de cabeza.
ResponderEliminarUn beso, chamaca.
Ponte a escribir de una vez que nos gusta leerte.
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