Hoy toca hablar del alma. Sea pues, hablemos del sentir. De mostrar ante el mundo lo que se lleva dentro sin que nos de el mínimo de pudor. Los artesanos exorcizan sus demonios con el arte. Lo logran de tal manera que sin saberlo ayudan a los demás a asomarse a los sentimientos. Los propios, los que uno lleva dentro.
Pocos son los que lo logran. No todos tenemos la sensibilidad para ver el mundo al interior nuestro con los ojos de otro. Decimos ¨qué bonito¨ pero por dentro pensamos: ¨su madre sabe qué quiso decir¨.
Pocos son los que lo logran. No todos tenemos la sensibilidad para ver el mundo al interior nuestro con los ojos de otro. Decimos ¨qué bonito¨ pero por dentro pensamos: ¨su madre sabe qué quiso decir¨.
Así las cosas. Los artesanos manejan con maestría el arte incomprensible del vivir plasmándolo en su trabajo. Lo muestran y poco les importa si a quienes como yo no vemos más que ¨unos pajaritos¨, una dama de cabeza extraña. Una pintura barroca, el grito desmesurado de un ser raro.
Ahhh qué bonito.
El arte está vedado al entendimiento de la gente ¨normal¨, los entendidos, cultos seres de finura exquisita. Quizá la vida o los demonios que cargamos nublan la vista del alma. Alma negada a la existencia cuando es ella quien les muestra lo invisible a los ojos.
La poesía se sume en lo negro del entendimiento donde la razón no conoce salida fácil. Para ti, para mi, para quién sino somos unos cuantos los que del amor sabemos nada
Torpe de entendederas caigo en el común de la gente que no de la gente común. Hay días como hoy en que amanezco de aquella manera que ni yo me entiendo,
Algunos somos una mala copia de sí mismos o de otros que se dieron el lujo de embellecer el mundo.
Torpe de entendederas caigo en el común de la gente que no de la gente común. Hay días como hoy en que amanezco de aquella manera que ni yo me entiendo,
Algunos somos una mala copia de sí mismos o de otros que se dieron el lujo de embellecer el mundo.
Algunos somos las hojas que el viento riega por los pastos verdes del otoño inconcluso. Ya no es el sitio en que se esperaba a quién antes se amó. Es un desierto lleno de nadas flotando en el ambiente donde las parejas buscan su otra mitad cuando esta siempre estuvo pegada a él.
Tú y yo no existimos, acaso somos letras prestadas de textos manoseados. A lo más que aspiramos es a algún día ser leídos por otros ojos invisibles en nuestro entorno.
Mercenarios escribidores robamos letras haciéndolas versos para regalar a algún imaginario tal como somos tú y yo.
Gracias. Y gracias por escribir. Beso.
ResponderEliminarSalud.
No existimos pero latimos.
ResponderEliminarSi eso no es poesía, qué lo será?
Besos mercenarios.
sacar lo íntimo de uno mismo y mostrarlo a los demás sin el mínimo pudor nos puede hacer muy vulnerable en algunos casos.
ResponderEliminareste pirata no corre esos riesgos.
besos filibusteros.
El arte es esa fuente salida, esa válvula de escape, creo. Muy reflexivo y jocoso tu post.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Yo creo que el arte es muy subjetivo y cada cual lo ve según su razón le hace entender.
ResponderEliminarTú tienes mucho arte escribiendo ;-)
Abrazossssssss
Gracias a todo ello vivimos, el mundo sin el arte es aburrido y en una pandemia eso se aprecia aún más.
ResponderEliminarBesos.
Los seres humanos somos pensamientos latientes, unos se expresan con arte, otros sin ella
ResponderEliminarEl alma, quizás se esconda, pero latir, late.
Gracias Malquerida.
Saludos
No, si algo no somos, es mercenarios... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Mis ojos invisibles te leen.
ResponderEliminarUn beso.
Me has hecho reír con ese, "su madre sabrá que quiso decir".
ResponderEliminarSe puede no entender del todo pero sí sentir.
Besos
Desde luego es un tema controvertido para mi, me explico. Siempre nos han intentado vender y explicar las obras desde el punto de vista de los críticos y los entendidos, pero a mi desde muy temprana edad me ha gustado analizar y dar mi veredicto con lo que ha mi me había trasmitido. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que nos han creado una cultura de ver el arte, para colonizar el espíritu. Y cuando el espíritu se niega a esa formas de ver, prefiere no ver, porque no encajan en un sentimiento o emoción que es más un iversal, que la espec´+ifica de los expertos comercializadores del arte, no de los in térpretes. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarSeres imaginarios hablando de cosas imaginarias para otros seres imaginarios.
ResponderEliminarAl menos la imaginación no ha muerto.
Saludos,
J.
Cada quien vemos y entendemos el arte a nuestro libre albedrío.
ResponderEliminarUn abrazo.
El alma: esa quintaesencia sin nombre cuyos dueños aspiran a hacerla inmune....
ResponderEliminar¡Ay!
😘😘😘😘😘😘😘
Algunos los exorcizan, en efecto. Lo hacen de forma eficaz. Otros, para mala fortuna, no.
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