(Un martes sin prisas ¿entiendes?)
-Una de las primeras cosas que perdí en el vil asalto a mi cuerpo por el pp, fue la independencia.
-Perfecto. Muy bien, ya lo sabemos, bla bla bla. ¡Next!
-Después querida, perdí la capacidad de sentir para conmigo.
-¿Me lastimas?
-¡No!- (nótense los signos de admiración).
-¿Me duele?- Si, mi piececito.
-¿Tu autoestima?
- No, está blindada
-¿Tu dignidad?
-La guardo para ocasiones especiales. El amor y la dignidad no hacen pareja, algo sé de eso.
-Luego cariño mío, amor de mi vida, luz de mis ojos te fuiste sin irte de mi.
-Ta güeno, lo acepto
-No pongas a prueba mi inteligencia.
-¿Qué más perdiste?
-Algo tan sin embargo -aquelarre de prostitutas- como la memoria.
-No te asustes no pasa nada, puedo reinventarme o no. Sepa la bola, no he pensado en eso señorita plañidera de letras. ¡Hey, qué buena definición me acabo de hacer! Desde hoy me autonombro por la gracia de dios y aprobación del diablo, Señorita Plañidera de letras.
-Pierdo el norte, no encuentro la razón por la que hablaba de cierto tema. Tiene que ver con algo cognitivo dicen. Acabo de olvidar la frase.
-¿Tendrá eso que ver con que no recuerdes la mayor parte de tu vida?
- Npi- pero si me ves de hoy en adelante con un cuadernito, una pluma y apuntando cosas no te preocupes, estoy juntando los trozos de mi vida. No busco saber quién soy. Necesito saber quién fui.
-Te estás poniendo densa.
-Me vale madre tu opinión
-Oye, hace rato me entró pánico querida. Me levanté al baño y no podía caminar.
-Pinche madre ¿y ora?
-Pues nada, caminé como pude y ¡albricias! Llegué sana y seca.
-¡Loor a ti!
-Si.
-¿A qué no sabes?
-¿Qué?
-Vi un bicho en mi camino
-¡Madre del dios sordo! ¿qué hiciste?
-Agarré la chancleta de La Bella y ¡mocos! que lo aplasto. Primero creí que era una alucinación, ya sabes, bichos que no existen, etc etc etc. Para saber que no lo imaginé busqué los restos debajo de la chanclita rosa y ¿qué crees?
-¡Qué?
-Si'staba
-¡Fiuuu! punto bueno para la realidad.
-¿Para qué me despertaste? ¿Para contarme tus historias?
-No te creas tan importante, ni que fueras la señorita médica. ¡Dios tuyo, no puedo apartar de la memoria sus ojos cafés! Nomás de pensar lo que hizo esta vez por mi y por Laura, podría llegar incluso a creer en dios.
-¿Y luego?
- ¡Ah si! (¿Sigues notando los signos de admiración? aprendí a gritar en letras, así grito ¡!).
-El caso es que hoy voy por la silla de ruedas. Barry cree que me hará más dependiente, no lo creo. Es como dijo Laura, ¨una herramienta que usarás para no lastimar tu piececito¨.(me disgustan las comillas, le quitan seriedad al asunto).
-Si.
Alo y mamá de Alo las quiero desde antes.
-Cuando hablaron para decir que hoy me la entregarían, -hola bonita- dijo una voz muy tierna al otro lado del auricular- -¡Dios, alguien me dijo bonita!- casi me da el supiritaco. No me sentí triste. Estaba contenta.
-¿Por qué si una silla de ruedas no es cosa alegre?
-No tengo ni siquiera la más puta idea pero no estaba triste.
Quizá más allá de ver que es un instrumento que grite mi ausencia de libertad, se asoma el gesto solidario de dos personas que me brindan su ayuda así nomás.
-Porque les sale del corazón ayudar a tu hija y por consiguiente a ti.
-Si.
-¿Sabes?- ayer Nati dijo algo que me puso a pensar
-¿Tú pensando? ¡No mames!
-Bueno si pero esto fue genial o algo así.
-Abuela ¿por qué en esta casa somos muy pobres?
-No mijita- contesté -no somos pobres nomás no tenemos dinero ahorita pero no te preocupes. Tú tranquila. Me maldije -nocierto, yo nunca me maldigo- nomás dije ¡Chingao! debo cuidar lo que digo delante de mi preciosa.
-Con sonrisa de domingo, es tiempo de vacas flacas, -contesté- saldremos adelante. Tú abuelo lo conseguirá, como siempre. ¿Qué sería de mi sin ti?
A veces creo que el más afectado por el pp es Barry. Me apena cuando ya no puede más como cuando le dije: vete haciendo a la idea para cuando ya no pueda caminar. El futuro se adelantó mi amor. (No le he dicho a nadie pero llevo varios días en que me quedo inmóvil algunos minutos).
Tendré que poner mis pies muy duros para no caer, Barry necesita ver a su Chiki fuerte y animosa. ¡Lalaralará! ¡Tengo nervios! Dios de los atolondrados ¿no ves que te estoy mirando?
-¿Sabes?- por eso vomito en letras lo que no puedo tragar. No quiero ahogarme con mi propio vacío existencial. ¿De verdad todo lo que me rodea es triste?
-Muy bien, perfecto, ya soltaste todo tu desasosiego. Ve a dormir que ende que amanezca el sol tienes que arreglar tu mejor sonrisa para recibir esa silla. Piensa que no por cualquiera los ángeles bajan del cielo.
-Eso se oyó bonito ¿No?
-Si, hasta parece que te la robaste de Facebook o de Coelho.
-Vete a dormir
-Hasta'l rato. Hoy amanecí un poco así muy quién sabe cómo. Sin el brazo de Barry no sé caminar.