Ser madre tiene sus limites. No puedo ayudar a mis hijos a resolver los problemas verdaderamente importantes a los que se enfrentan porque ya son grandes.
Ser mera espectadora no me gusta pero no puedo intervenir por mas obvia que sea la solución y ellos no la vean.
Mi papel se reduce en este momento a jugar con Natalia, haciéndole pompas de jabón que atrapa y se le desaparecen en sus manecitas como se esta desapareciendo la oportunidad de crecer bajo el manto de una "familia feliz".
Como madre observo, no puedo hacer más.
Quisiera poder hacer uso de mi varita mágica pero esta tan obsoleta como las ideas que se me ocurren. Los poderes se le han ido por los bordes rasgados debido al uso que no le di porque el sentido común estaba de mi lado.
Arrumbada en el rincón de lo viejo, pasó sus mejores años y hoy que la necesito ya no sirve.
Me voy a caminar esperando encontrar la solución a la pregunta del porqué ser madre tiene sus limites por mas que la respuesta ya la sepa. Por algo decía mi añorada madre: Dios no le da alas a los alacranes. Tal vez sea esa la razón por la que mi varita mágica nunca ha funcionado, por el peligro que corre el mundo al tenerla en mis manos.
Puedes aconsejar.
ResponderEliminarAunque a veces no aceptan ni eso.
De hecho casi siempre no lo aceptan.
Besos.
No soy padre y no puedo aconsejarte. Pero soy profesor y a menudo pienso que algunos padres deberian observar menos y actuar en alguna ocasion
ResponderEliminarCierto es que cada uno debe experimentar sus limites, pero aun asi el papel de los padres en ello es fundamental
Besos
Yo intentaría con esa varita... otra vez ...
ResponderEliminarComo bien dijeron arriba, aconsejar, predicar con tu ejemplo.... y esperar lo mejor para ellos. Nada más se puede hacer.
ResponderEliminarUn abrazo!
Soy padre de una hijita de 3 años.
ResponderEliminarMe identifico con este post
Las varitas son mentales. Uno desea lo que realmente quiere.
ResponderEliminarEres una muy buena mamá y abuela, no se necesita varita mágica para darse cuenta de ello.
Beso!
Quizás el problema es que hoy día se les mima demasiado, y se les presta mucha atención. Y muchos hijos no valoran lo que tienen, y prestan muy poca atención a los padres.
ResponderEliminarBesos.
¿Quién paga las consecuencias por inmiscuirse en la vida de un hijo? Eso.
ResponderEliminarLos padres sufrimos por nuestros hijos toda la vida -la nuestra-, incluso cuando se divorcian por no elegir a la persona "idónea", y eso que "ya te lo decía yo...". Los padres no siempre nos damos cuenta que nuestros hijos crecen y que no es tan malo que se equivoquen (como nosotros) para avanzar... Sin embargo, como en el amor, en la constancia está el triunfo. (Nunca aprenderemos). Beso.
Salud
Con el ejemplo que les diste, ellos sabran encontrar el camino y si tienen alguna duda estoy seguro que buscaran tu consejo. Recordemos que a nosotros, no nos gustaba que nuestra madre se meta en nuestras cosas. Respetemos a nuestros hijos.
ResponderEliminarBesos
Peor aún es buscar palabras alentadoras para una madre que sólo puede ver cómo sus hij@s tienen problemas y no encontrarlas. Por eso mejor te regalo mi silencio:
ResponderEliminar...
Pienso que tu con una varita arreglabas el mundo, estoy convencida de eso.
ResponderEliminarY ser madre, cuando son niños es más fácil, al crecer una ya no debe inmiscuirse demasiado, pero si hacerles saber que si nos necesitan ahí vamos a estar.
Besos
Haaa :o no digas eso Malque, yo por eso ya no quiero crecer, mi mama puede resolver mi vida fácilmente o por lo menos yo ya no me preocupo ¿que haré cuando su varita deje de funcionar?
ResponderEliminarMe declaro en contra de las varitas descompuestas!!
se paga un precio muy alto por querer organizarle la vida a gente adulta.
ResponderEliminarla salud está primero.
besos.
No te puedo ayudar, como madre no tengo ninguna experiencia :)
ResponderEliminarBesos y salud
Bueno, debe ser difícil poder ver y no poder intervenir, pero es así como deben ser la cosas, tu sugiere en la medida de tus posibilidades, pero tus hijos deben afrontar y tomar sus propias decisiones. Yo aun recuerdo la conversación que tuve con mi madre cuando le pedí que no se meta en mis relaciones personales, se molesto conmigo, pero fue mejor, siempre acudo a ella para su consejo, pero pongo de mi parte para resolver mis problemas! Un abrazote! Yo creo que la varita en tus manos pudo haber hecho prodigios!
ResponderEliminarNinguno de nosotros es sabio; asi, pues, lo sensato es no dar consejos.
ResponderEliminarEn cambio, si podemos aplicar nuestra experiencia. Especialmente ante aquellos casos o situaciones abrumadas por el desasosiego.
Si bien es verdad que nadie aprende por experiencias ajenas, no es menos cierto que, una palabra de aliento desde una valoracion objetiva emitida desde un humilde "tal vez", puede disipar muchas dudas y despejar no poco sufrimiento.
El silencio no siempre es terapeutico.
Bss.
Sarva mangalam
Namasté.
Es que a veces no queda más que observar porque no piden consejo, seguramente porque no les agradaría escuchar los errores en boca de otros. Es difícil ser familiar o en tu caso ser madre y poner límites a los problemas y dejar que ellos lo solucionen aunque no coincida con la solución que tenías en mente.
ResponderEliminarSer madre no tiene sus límites, simplemente ocurre que hay mil maneras de ser madre, actuando, interactuando, simplemente estando ahí. En cualquiera de esas maneras es esencial el papel de las madres.
ResponderEliminarUn abrazo.
Limítate a seguir haciendo pompas de jabón con tu preciosa niña querida Natalia y no aconsejes ni te entrometas , pues ya son mayores para decidir y hacer lo que ellos piensan puede ser mejor para ellos.
ResponderEliminarTen presente mi tesoro que nadie escarmienta por cabeza ajena. Y cortando c.... se aprende a capar.
Miles de besinos de esta amiga con inmenso cariño.
Besinos... ¿Yes de Mieres, oh?
EliminarEs una pregunta para OZNA-OZNA que la presumo, por su forma de expresarse y sus palabras, de mi tierra natal. Es todo.
ResponderEliminarEs lo que tiene ser madre, incondicional sufridora y paciente espectadora, no mas... Ojalá tu varita funcionara, te la pediría prestada una temporadita.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Flon,
ResponderEliminarTe recuerdo que los limites de toda buena madre son hasta donde alcance la mano hecha puño para darles un pinche coscorron cuando los hij@s la cajetean!, que no?.... jaja
Ahora si te desconozco mosca, no cabe duda que los niet@s lo cambian a uno, sera?
besos de mil colores para vos.