La mano peluda bajo mi cama o los fantasmas arrastrándose por las paredes. Los panteones por las noches y los hombres enojados. El coco o las arañas patonas acechándome en las esquinas. Los hospitales y los mendigos de la calle que siento me jalan cuando paso junto a ellos. El señor del costal o el ropavejero llevándome en su carro con ollas desfundadas y zapatos sin dueño. La luz del sol y el universo más allá de las estrellas donde se encuentran las respuestas a todos mis enigmas. Los labios resecos y las uñas enterradas, también de dolor se canta cuando llorar no se puede. La comida hirviendo o la cartera vacía como mi panza en domingo por las mañanas. El camino a mi casa y el abrir la ventana que da a la calle. Que me salgan pelos en la mano o dormir desnuda, bueno eso si me da miedo porque me puedo aplastar mis pechitos, el tiempo se ha colgado de ellos, ¿a quién podría engañar? Estar sin ti y no morir contigo, severo castigo al desamor que no puede existir entre tú y yo. Hablar con Adriana y mi tartamudez aberrante. A tus ojos gris o mirarme en el espejo a las tres de la mañana. A tus brazos cruzados y a los míos al costado. A caer en el hoyo negro o tirarme en paracaídas. A las mariposas en el estómago sin pasar por ser orugas.
Puedo hacer una gran lista de todos mis temores pero lo que de verdad me pone los pelos de punta son los gusanos con sus decenas de patitas caminando sobre mi piel.
Si un miedo hay en este mundo que nunca voy a vencer no son los anteriores ni muchos más con escaso valor, es mi miedo a los gusanos. No me voy a enfrentar a ninguno para acabar con esta fobia que me pone a sudar ¿para qué? ellos pueden vivir sin mi y yo vivo muy bien sin ellos.
Entonces...
¿Cómo voy a hacer para acabar con el intruso que ha llegado a sentar sus reales en el malvón? Sólo pensar que hay uno deambulando por ahí se me enchina la piel. No tengo valor para enfrentármele y acabarlo pero tampoco quiero que se reproduzca. No podría -como hago con las arañas- echarlo de casa con la mayor de las cortesías.
Gusano mojigato con cara de beata en iglesia abandonada cuidando mis pesares bajo la sombra de un malvón. ¿Sonreirá de mi?
Muero de temor de no poder enfrentar el temor a mis temores centrados en la cara de un gusano de plantas de patio trasero. Pena penita pena tener miedo a un ser una y mil veces más pequeño que yo, vulnerando el existir con sus ojos fijos en mi esperando que voltee y yo mirarlo no quiero porque al mirarlo muero.
Ok suena bien ya lista para un libro tipo Pedro paramo 10
ResponderEliminarcreo que jamas entendiste a Juan Rufo, un viaje a Cómala no te caería mal, o a Zapotlan, visitar la cuesta de las comadres, que la cultura no solo es leer, ahí que moverse, te lo recomiendo, y de pasada te tomas unos ponches a mi salud, un saludo
EliminarMe gusta tu jardin
ResponderEliminarBella, a mi me causan pavor las arañas, quizás porque desde pequeño, me generaron miedo a estas peludos insectos. Por los lados de Barichara, mucha araña pollera, o tarántula...pero dicen que la más temible es la viuda negra, con cuerpo de mujer. Un abrazo
ResponderEliminarEl temor de los temores, creo que no se que es peor el temor a algo o el temor que le tenemos a nuestros temores... nadie escapa de ellos lo disyuntivo infinito, intangible... el dilema valdrá la pena ? Excelente tu relato mueve también mis temores TE QUIERO
ResponderEliminarde niño tenía un miedo más que nada imaginario a los roedores, pero con el pasar del tiempo me terminaron siendo indiferentes.
ResponderEliminarlo que sí, aunque he descargado muchas películas de terror y capítulos de la serie "historias de ultratumba" de san youtube, no podría verlas a solas de noche en mi dormitorio.
besos.
Todos tenemos fobias y miedos.
ResponderEliminarNo te sientas rara.
Cuando pienses en ellos piensa que ellos te temen más.
Besos.
hazte amiga del miedo, será la unica manera de espantar los temores..
ResponderEliminarcreo que en ese gusano.. hay una gran metáfora aunque prefiero guardarme lo que pienso .. porque muchas veces me equivoco.. no es temor es prudencia
Un beso y te mando un fungicida si lo necesitas para esos bichos molestos..
(bueno supongo que vale o si no un aerosol del tipo que sea necesario :P)
La verdad, Malquerida, yo he mirado la foto de tu patio con tus bellas plantas y no veo ningún gusano¡¡
ResponderEliminarUn beso.
¿ dánde está?
¿Que? Claro que no, si estuviera en la foto, si estuviera me había muerto de la impresión. Ahí vive, lo se porque mis hojas tienen hoyos grandes y puntitos negros. Señal inequívoca de que hay gusanos, brrrr.
EliminarLos miedos son algo inexplicable y, como tales, hay que respetarlos siempre aunque no los entendamos. Besotes!!!
ResponderEliminarQuien es mas grande tu o el gusano? Dale un bastonazo y se acabó!
ResponderEliminarbeso
Los miedos se espantan a base de garrotazos. Mientras tengamos miedos es que seguimos coleando.
ResponderEliminarBesos Malque.
¿Miedo al gusanito?
ResponderEliminarTú, la que no le temes a nada ni a nadie.
Le temo al gusano a lo demas no... creo.
ResponderEliminarMal, pues es hora de llamar a los encargados de enviar a esos visitantes al otro barrio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pobre gusano! con lo mucho que él te teme a ti y todavía le cargas el peso de tu miedo a su espalda, ¡bonita vida la que le has colgado! que injusta carga!!! jajaja. Eres increíble.... Lo disfrutarás mucho cuando realice su metamorfosis.
ResponderEliminarBesos.
Todo lo que escribes sea sobre lo que sea, hasta de un gusano al que le temes, sabe a poesía.
ResponderEliminarUn beso!
hay cosas peores, pero hay que reconocer que cada uno es cada uno
ResponderEliminary el temor a veces es un aliado
saludos
Tiene razón Marite.
ResponderEliminarBeso.
Seguro que él te teme más, ay si los gusanos hablasen.
ResponderEliminarBesos
Tod@s tenemos miedos amiga,el que dice que no miente cobardemente,abrazote.
ResponderEliminarY esos gusanitos son los culpables de esta muy buena y humorística entrada. Sabes que me hiciste reflexionar que menos mal (pienso y ojala sea así) que ya estando muertos no vallamos a sentir estos animalitos devorando cada pulgadita de nuestros restos. =)
ResponderEliminarQue tengas un lindo fin de semana.
Me gusta cómo transformás lo común en algo extraordinario. Miedos tenemos todos, pero si hacemos un miedo una historia tan linda como ésta, ése ya es un buen camino. Saludos a la oruga de mi parte cuando la veas. A mi me simpatizan bastante ;)
ResponderEliminarES que no es necesario que lo veas, si sabes de su existencia igual se siente el mismo temor. Saludos malque
ResponderEliminar¡Acabáramos! Pásame la voz: le abrimos la puerta y lo largamos juntas...luego nos vamos corriendo, por si acaso.
ResponderEliminarY si el gusano solo quiere ser tu amigo ? Ponle distancia y cuéntale que le has escrito un bello cuento ! tqm
ResponderEliminarSeguramente los miedos son inexplicables, pero... nos atenazan y pueden con nosotros.
ResponderEliminarMe ha encantado tu escrito, profundo en ese repaso por la vida.
Muchos besos