Retomar viejos vicios que me mantienen a flote, a la baja en salud pero alta en sensaciones me ha traído problemas en la cabeza. Si estoy loca es por propia convicción. No hay naa mejor que ser demente de motu proprio.
Tengo placeres nocivos que provocan en mí el querer seguir viviendo aún a costa de mi misma, haciendo lo posible por vivir con excesos en modo sano. Contradicción, mi sello inconfundible.
Retomar las tazas de café en las mañanas -prohibido por el médico- viendo en la televisión, escenas de un país que se cae a pedazos, como el tiempo que se va.
Café tibio -detesto el café caliente- acompañado de un poco de recuerdo me hace comenzar el día de buena gana. Al ser este prohibido lo hace más atrayente. La vocesita interior diciendo que no debo beberlo la acallo subiéndole volúmen a la tele para distraerla y me deje de fastidiar. El café altera mi sistema nervioso dejándome inmune a la claridad con la que debo caminar.
Me dan ganas en ocasiones de ser la abuela para que me den todo lo que quiera al cabo el final está cerca y no hay nada mejor que morir sin contemplaciones, para irme contenta al viaje del jamás.
Beber coca-cola sin medida, sin que nadie me vea. Ocultándome de la vista de todos pero no de la mía, sabiendo que es malo pero aún así beberlo porque me calma la euforia que traigo dentro.
El refresco oscuro, negro, dañino, acicalado de tantas calorías que mi cuerpo está pasando factura -de nuevo- convertido en placer culposo con tres hielos -sólo tres nomás- sentada leyendo un libro por tercera ocasión -Memoria de mis putas tristes- saboreando cada sorbo mientras leo sin leer, el por eso de ¨por tercera ocasión¨. Tengo la costumbre de leer sin prestar atención. Remontarme a escenas prohibidas mientras leo algo que no leo. Leer sin sentir, sin saber que dice el libro de palabras sin sentido que vuelan alrededor de mí pidiendo que ponga atención ahora si. El reto de leer ¨Mil libros al año¨ yo lo habría perdido desde siempre.
Leer... leer... leer, fastidiándome de un libro en blanco ante mi mente que requiere otra cosa para calmar esta ansiedad que devora las ansías que no puedo decribir.
El refresco oscuro, negro, dañino, acicalado de tantas calorías que mi cuerpo está pasando factura -de nuevo- convertido en placer culposo con tres hielos -sólo tres nomás- sentada leyendo un libro por tercera ocasión -Memoria de mis putas tristes- saboreando cada sorbo mientras leo sin leer, el por eso de ¨por tercera ocasión¨. Tengo la costumbre de leer sin prestar atención. Remontarme a escenas prohibidas mientras leo algo que no leo. Leer sin sentir, sin saber que dice el libro de palabras sin sentido que vuelan alrededor de mí pidiendo que ponga atención ahora si. El reto de leer ¨Mil libros al año¨ yo lo habría perdido desde siempre.
Leer... leer... leer, fastidiándome de un libro en blanco ante mi mente que requiere otra cosa para calmar esta ansiedad que devora las ansías que no puedo decribir.
¿De verdad alguien puede leer tanto y que se le queden enseñanzas¨, yo no, no sirvo para devorar libros. Mi mente juega en mundos no escritos. Y yo que soy criticada cuando digo que algunos libros son malos. ¨No hay libros malos lo que hay son malos lectores¨, con razón nunca he podido leer a Nietzsche ni a Sabines ni al estúpido libro que no quiero decir su nombre porque corro el riesgo de ser excomulgada aún ofreciendo joyas en vez de espejitos. Libros para mí malos dado que no entiendo una chingada. No puedo dármela de leída ni escribida cuando apenas sé redactar tres líneas sin faltas de ortografía eso si pero soy tan ignorante como no creo serlo. Soy tan mucho de ella y tan poco como yo.
Regresé a hacer berrinches por nada. Porque sí y porque no, el motivo que más da. Lograr llamar la atención de todos, inquisitivos, mirándose entre sí preguntándose, el por qué de la rabieta si todo estaba bien.
El vicio de ser el centro de atención, el eje en el que todos se mueven a mi rededor. Ser el centro de mi mundo reducido a caprichos sin sentido.
¿Motivo para hacer berrinche? Cualquiera. Si llueve, si hace sol, si es de noche, si es de día. ¨Estás muy consentida¨ me han dicho el sábado. No importa porque estoy pagando con creces tanta atención, si no fuera así no habría un ¨¿Por qué a mi? ¨
He vuelto a pensar, a sentir, amar, extrañar. Decir tantos ¨Te amos¨ como si de pagar cuotas se tratara. Sacar los vicios de una vida un tanto disipada que visto en mí es poco creíble. Quien si no yo conoce mis alcances y lo insensata que puedo llegar a ser o quizás debo decir, soy..
Caminar a la deriva -otra y mil veces más- sintiéndome culpable de ser yo. De actuar como debiera.
Estoy aquí. desde la semana pasada, desde el miércoles, desde el jueves no importa el día si de nuevo me siento yo, como antes.
Tan extraña, tan rara, tan diferente, tan yo sin ser yo.
Escribir de mañana cuando el sol aún duerme altera mis sentidos. Tecleo despacito para no hacer ruido y no despertar las buenas consciencias de mi mundo interior. El que me dice y que me grita que los milagros existen, que todo aquello que creí perdido estaba al alcance de mi mano pero que no había visto gracias al vicio de ceguera que tomo en dosis altas.
Vuelvo a tomar la vida sana porque aquellos a quienes amo me piden que me cuide. Cuidarme depende de mi pero yo soy mi propio verdugo.
Vuelvo a tomar la vida sana porque aquellos a quienes amo me piden que me cuide. Cuidarme depende de mi pero yo soy mi propio verdugo.
Mis escritos dicen tanto de mí cuando no digo nada, como hoy en que he retomado el vicio más peligroso para mi mente: Volver a soñar.
Regresar al viejo vicio de sentir a través de mis ojos y que trae de advertencia escrito en las pupilas: Tómese bajo su propio riesgo sin acusaciones a terceros.
hola!!!!!
ResponderEliminarbueno, que le vamos a hacer... Si te hacen sentir bien al menos un rato tal vez valga la pena el precio a pagar, no?
saludos!!!!
Pues si te sientes bien,adelante.
ResponderEliminarYo que te puedo decir de los berrinches si yo soy un coraje con patas y la verdad es que no me gusta quedarme con el berrinche entripado.
Amo el café igualq ue tú pero el café muy caliente,tibio no me sabe a nada.
Besos y saludos Malque ñ_ñ
Te invito un cafecito :)
Yo soy berrinchuda por naturaleza, por eso te entiendo. Y lo de los libros, por Dios que has hablado un tema que tengo metido en la cabeza hace mucho. Quiero comerme los libros, devorarmelos con la mirada y entenderlo todo. Leer a Platón, a Nietzche, a todos sin necesidad de leer y releer el mismo párrafo más de 2 veces...
ResponderEliminarEn fin, si vuelves al vicio, es porque dentro de ese vicio, tu mundo es un poquito mejor. Ya llegará el momento de volverlo a dejar.
Un beso!
Que tanto es tantito, pero luego vuelve al redil oki ?, saludos yo tabien leeo por leer porque no lo concibo de otra manero, lo prefiero a ver television, un abrazo.
ResponderEliminar"Mis escritos dicen tanto de mí cuando no digo nada, como hoy en que he retomado el vicio más peligros para mi mente: Volver a soñar." Las contradicciones nos afirman, las negaciones también. Cuánta angustia en estas cogitaciones, tan bien escritas. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarOjalá pudiéramos hacer siempre lo que nos da la gana...
ResponderEliminarPensándolo bien, yo lo hago en un porcentaje alto, pero no todo lo que me gustaría...jajaja
Besos y salud
¿Te puedo pedir un favor?
ResponderEliminar¿Si?
Dile al pato ese que se cruza millones de veces delante de mis narices que lo odio y pienso que es un HDLGPS!
Nota:
La S es por sifilitica...jajajaja
Es broma, me gusta el pato cabrón ese...jasjaja
Besos y salud
Escribe y lee si quieres, lo que te haga feliz
ResponderEliminarPues si te hace daño la coquita, tomatela poco a pokito, pa que no sea en exceso, si quieres soñar adelante mi malque, e ya quisiera poder yo hacerlo, si eres berrinches, pos yo creo que ya era hora de que alguien lo fuera y que bueno que fuiste tu, jejejje!
ResponderEliminarMalque eres la dueña, haz de la fiesta lo que te pegue en gana. Me invitas?
jejje
=P
exactamente en el centro puntual de la maraña, así como lo escribes, tan lindo que es, tan sufriente y angustioso. Me encanta lo escrito, me apena si sufres, pero bien vale la pólvora gastada.
ResponderEliminargracias
nada, que estamos lunes, el peor día de la semana y todos queremos salir de la rutina, incluso saltándonos prohibiciones y viviendo como se nos da la gana, un beso.
ResponderEliminarLee lo que te de ganas, escribe lo que quieras, yo te leo
ResponderEliminarUn abrazo
No sé, soñar es un vicio, pero al menos te da una mejor calidad de vida...
ResponderEliminarSueña y escribe tus sueños. Nos encantan.
ResponderEliminardices que estas loca.....pero nadamas de la cabeza, es lo bueno....imaginate que estuvieras loca de la panza.....
ResponderEliminarsaludos
Vivir, es un acto independiente, autonomo, propio.
ResponderEliminarEspecialmente cuando uno reune esos tres preceptivos. En cambio, cuando, libre y personalmente decidimos fisurar esos componentes, nuestra libertad captura parcelas de responsabilidad que no podemos y no debemos eludir.
Si siembras trigo, recoges trigo.
Si refunfuñas continuamente, agotaras el pozo de la comprension.
Tomas cafe sabiendo que te perjudica... ¿Como puedes esperar comprension y respeto, si no los aplicas sobre ti?
Reflexiona; ayudate y ayuda a los demas.
Recuerda: solo vivimos esta vez, reparte alegria y esperanza. Empieza por ti y se un ejemplo para aquellos que tanto amas.
¿Como querras ser recordada por La Bella? Mirate en su espejo, como ella mira el tuyo.
Bss
Namasté.
Ojalá pudiera volver a soñar.
ResponderEliminarPara mí no sería un vicio, sería un premio.
En cuanto al Pato opino como Genín, me dan ganas de dispararle cada vez que molesta mientras te leo.
Besos.
Yo antes me presionaba mucho, asi de puta tengo que terminar tal libro esta semana, ahora lo hago solo esporadicamente, siento que me hace falta, pero luego mi cabeza tiene muchas cosas y me da por leer por leer, a veces tambien sirve.
ResponderEliminarY de la coca!! es que es taan buena.. jaja un poquito de vez en cuando pa´consentirte esta bien.
Besotes
Primeramente, Malque te voy a regañar.
ResponderEliminarYo sé que entre más sea prohibido más se antoja.
Pero si sabes que te hace daño el café y la cochina Coca-Cola, ¿Para qué tomas?
Leer, uno de los placeres de mi vida.
Saludotes inmensos.
Soñar no da ni quita. No sirve de mucho.
ResponderEliminarA mí solo me sirve para encontrarme con quienes ya no están a mi aldo.