El mágico mundo de las pesadillas siendo mi propia protagonista. El neurólogo lo dijo claro: No suspendas el tratamiento de ninguna manera. Las pastillas revolucionan mi mente. Viajes astrales no pedidos. No estoy interesada en conocer el pasado que de mi no se dice. Me revuelvo en la cama. Alguien despiérteme por favor. Agonía vivida en pocos minutos que dura la eternidad de un sueño oscuro, violento, frío.
Falta mucho para ver al neurólogo. No podré resistir. Los gritos de ultratumba aterran a mi familia. Y dicen que uno puede vivir con esto. Agresión a mi paranoia. Es la primera vez que ¨veo¨ a alguien queriéndome hacer daño. Desecho la idea por miedo a incrustarla en el subconsciente. Es demasiado.
Despierta con tremendo dolor de cabeza. ¿Alguien me pegó en la nuca o por qué me duele tanto?
Las sombras paradas en el dintel de la puerta metidas en un cuerpo desconocido. El yo ingrato susurra a quién perteneció. No quiero saber más. Ya no busco respuestas en los huesos de los que fueron. Los muertos no hablan. Este mundo paranoico nocturno no se lo deseo a nadie. Mis peores enemigos -¿tengo?- no deben sufrir tanto. Nadie me hizo tanto daño. O si.
Por suerte mis noches no duran tanto. Las siestas tomadas en el día mitigan el cansancio. Me vuelvo huraña. El frío entró por mis huesos. ¿Nadie duerme aquí?
¡Alguien pare esta barbarie!
Provengo de tierras gloriosas de montes llenos de historias. Con un convento de monjes -¿O eran monjas?- al otro lado del riachuelo. Árboles llorones -todo es drama aquí- pájaros alegrando las brumas. Niños jugando con el lobo feroz. ¿Lobo estás ahí?
¡Siiiii y te voy a comer la panza!
Un cuarteto de violines musicaliza mi noche de terror. ¿Cuánto falta para amanecer el miércoles?
La música clásica interpretada por tres grillos -perdón eran cuatro- violinistas da vida al terror de mis noches. Que alguien implore por mi a los dioses de los sueños. Mi ateísmo disfrazado no me lo permite.
Fuera de todo las pesadillas tienen su lado bueno. Cuando alguien me dice mesándome el cabello: Despierta todo estará bien, tuviste una pesadilla.
Ese puede ser la razón de mi no soñar.
Ojalá siempre tengas a alguien que te mese el cabello y te despierte y te diga que solo ha sido una pesadilla.
ResponderEliminarTus palabras son como disparos en la noche, la desazón y el frío que nos envuelve. Pero a la vez, no sé como decirte, tienes tanta luz.
Un abrazo!
ResponderEliminarTienes razón... tienen un lado bueno: el despertar...
Un beso y un cálido achuchón.
nanai, nanai...son sólo pesadillas. Pon un ramito de romero y un platito con sal bajo la cama antes de acostarte, puede ayudar
ResponderEliminarAbbrazos contenedores
Esa debe ser la razón de tu pesadillar, que despierten con esa dulzura.
ResponderEliminarBesod, mana,
¿Arrancándole el cabello? ya me confundí.
ResponderEliminar¡Que baje la intensidad de las pesadillas pronto! ya mucho se tiene con las horas de vigilia.
Sus visitas alegran mi día. Un abrazo.
Lo bueno de las pesadillas es que siempre nos miman al despertar. Lo malo es todo lo demás. Un besote!!!
ResponderEliminarSoñar despiertos y soñar dormidos es tan necesario.
ResponderEliminarLo primero para el descanso del espírito y lo segundo para la mente.
Me encantaría emcontrar unas pastillas mágicas que me aliviasen de mis pesadillas estando despierta.
Un abrazo.
Es bonito leerte.
La pesadilla es insufrible. El hecho de ponerlo a uno protagonista de eventos tenebrosos y trágicos, y no si no logra despertarse, deja tan mal sabor, que al otro día, en la vigilia, todo sabe mal. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarVaya... ojalá te dejen en paz.
ResponderEliminarSé lo que son.
Es para irse a dormir con una pistola bajo la almohada para dispararle a los monstruos.
Besos.
Deseo que te dejen, que se vayan. Ojalá se vayan.
ResponderEliminarUn beso grande y mi cariño.
Ojalá te dejen en paz y no vuelvan.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Volverán...
ResponderEliminarTú y yo lo sabemos...
Un abrazo.
Al despertar ellas se van...
ResponderEliminarBesos🌷🌷🌷
Ojalá te despiertes enseguida que empiece la pesadilla...
ResponderEliminarBesos y salud
en tu caso las pesadillas son bromas de tu mente alterada que las pastillas ordenan.
ResponderEliminara hacerle caso al neurólogo aunque no guste.
besos.
Imploraremos por ti a los dioses.
ResponderEliminarBesos.
Las pesadillas son muy puñeteras y mu putas. No sé porqué será, pero sueños buenos, se dan muy poco.
ResponderEliminarBesos Malque.
Parecen tan reales que se pasa fatal.
ResponderEliminarDeberíamos poder elegir los sueños, ya que estamos tan limitados en la realidad.
Pero no, tampoco.
Muchos besos, Malque
Un beso, tierna Malque.
ResponderEliminar:)