Cuatro días sin antidepresivos y tres noches sin cápsulas para dormir hicieron ver que no estoy lista para dejarlos. ¡Tres días y yo muero sin ellos!
Ando irritable. Exploto por cualquier cosa. Por más que lo quiera no hay manera. Me declaro incompetente para soportar la realidad sin sentirme alterada. Cualquier precaución es poca. Como en película trillada, el enemigo acecha.
La inseguridad de la cual no me entero por vivir casi enclaustrada me dejó con los nervios de punta.
Hoy en la escuelita hubo ceremonia. Todos vestidos de blanco como palomas. Niños, profesores y padres de familia unidos para tomar medidas y contar experiencias sobre lo que está ocurriendo, aquí, en el estado, en el país entero.
Enterarnos el porqué de la renuncia de una miss a la que no vemos desde hace una semana. Su hija estaba amenazada de secuestro. La miss renunció para irse a cuidar a su retoño. La miss, la que enseñaba a los niños a bailar y disfrutar la música se ha ido de la escuela. Tiene miedo ¿y quién no?
Hubo testimonios de gente cercana sobre intentos de robo a vecinos y el secuestro de una niña de doce años. Las casas están siendo abiertas para robar a plena luz del día, con personas dentro. El vecino asesino con su cuerpo grande y rollizo amedrentando a un joven y yo pasando por ahí. Muero de miedo cuando veo a dos hombres pelear. Estoy anonadada. Los delincuentes no tienen miedo ni siquiera a morir.
Y yo creyendo vivir en un paraíso si no en calma por lo menos un poco más seguro. Hace tiempo no se oía de nada malo que ocurriera en este pequeñito lado del mundo. Cruel realidad, no hay nada de eso.
Me pongo de nervios. No he dormido. Dejé los antidepresivos porque se me dio la gana. De vez en cuando me gusta sentirme dios.
Llego a mi casa, explico a Barry lo que está pasando. Natalia enferma llora un poco de atención. Los perros ladran desaforados.
Barry tiene que irse. La niña llorando pide acurrucarse en mis brazos. Los perros se van a reposar la comida. Me quedo analizando lo que está ocurriendo. Mi poderosa mente no funciona sin pastillas de color verde.
No tengo ganas de llorar ni de patear o golpear a nadie. La realidad me supera. Estoy enojada.
En la escuelita, La Bella fue la encargada de hablar sobre la no-violencia y la convivencia armónica. Ella como promotora de la paz conmina a todos a no pelear, no gritar, no ofender. Debemos grabarlo en nuestra cabeza de chorlito para aplicarlo en casa, en la calle, do quiera que vayamos. Todo para tratar de contener la violencia que se ha empeñado en atrapar a los jóvenes y niños.
Los niños son el presente no el futuro.
Luego en el salón nos pasan a los padres de familia un video en el que explican lo que hemos dejado de hacer. Muchas de las causas del porqué el mundo está hundiéndose en la violencia, drogas y corrupción.
Son imágenes crudas donde se ve gente peleando entre sí. Otros en vez de separar a tipos o mujeres incluso niños, se dedican a grabar.
Dos cortos casi me arrancan lágrimas de tristeza e impotencia. En uno, una madre golpea a su hijo con una vara. El niño llora. La mujer le golpea la cabeza, las piernas, las manos. Todo su cuerpecito es azotado con furia. El niño cae al suelo, ahí la madre lo patea. El chiquito ya no tiene fuerzas para llorar. La mujer le grita y se va. Inmediatamente regresa para volverlo a patear. El niño ya de pie, no llora. Alguien desde arriba está grabando. Nadie acudió al llanto que no sé describir, del bebé. No tenía más de tres años. ¿Qué clase de madre puede golpear así a su propio hijo?
El otro es sobre dos mujeres jóvenes peleando. Una tira al pavimento a la otra. Esta se golpea la cabeza al caer mientras la primera toma la cabeza de su rival y la estrella contra el suelo. A la mujer tirada le da un ataque supongo debido al golpe. La otra sigue agrediéndola. Unos gritos le avisan que ya la deje. Se aleja no sin antes volver a patearla en el suelo. Alguien seguía grabando. Nadie las separó. La gente prefiere grabar que ayudar, es más divertido y más seguro
Seguimos mirando sin poder apartar los ojos del aparato que nos muestra en crudo la vida real. Tanta violencia existe, nos la mostraron hoy y yo no resistí. Me alteré. No reaccioné como debía, fue mucho para mi.
Seguimos mirando sin poder apartar los ojos del aparato que nos muestra en crudo la vida real. Tanta violencia existe, nos la mostraron hoy y yo no resistí. Me alteré. No reaccioné como debía, fue mucho para mi.
La realidad me sobrepasa. No estoy preparada para afrontarla. Soy cobarde, prefiero seguir con mis pastillas. Es demasiado. Dirán y no me importa, que nadie está preparado para nada pero es mi manera de describir algo que no se puede hacer.
En la escuelita nos recomendaron regresar rápido a nuestra casa. No dejar a los niños solos. Irnos en grupo. Cerrar todo muy bien. Cuidarnos unos a otros.
Pensar que este mundo es el que les estamos dejando a los niños y ellos lo están viviendo sin antidepresivos ni pastillas para dormir.
Hoy ni siquiera tengo ganas de decir click, ni de hablar ni de nada.
Complicado vivir así , sin tener que acudir a muletas !!!
ResponderEliminarUn abrazo enorme y ojalá las cosas vayan cambiando y los ahora niños no tengan que acudir a la farmacia de turno
Pues anda, que si hubieras tenido ganas de hablar¡¡
ResponderEliminarBesos,
Es normal que tes así, la verdad es que te entiedo, un abrazo que traspase fronteras.
Yo creo que pronto vamos a andar con un revólver al cinto, como en las pelis del Oeste para poder tener un chance de defender nuestras vidas y las de los nuestros... :(
ResponderEliminarBesos y salud
y encima con internet las sociedades están copiando la violencia que existe en otras partes del mundo. terrible. es algo que debería detenerse.
ResponderEliminarbesos.
Carajo, qué jodida situación...te juro que así como veo al país, me felicito por mi decisión de no tener hijos.
ResponderEliminarSaludos Enfermos.
Espantosa realidad...mucha impotencia y tristeza ¡abrazo grande! Te quiero mi Flor.
ResponderEliminarLes dejamos un mundo podrido, violento, miserable y contaminado.
ResponderEliminarQue pena....
Besos.
Además presumimos de muy civilizados, porque las leyes son comprensivas con unos delincuentes que salen enseguida a la calle para volver a delinquir. En España unas niñas maltrataron física y psicológicamente a una compañera de colegio, hasta el punto que no pudo aguantar y se mató tirándose por un precipicio. No le pudieron hacer fotos con el móvil, porque nadie le acompañaba en esos crudos momentos que le llevaron a tomar semejante decisión. El juez ha puesto a las asesinas cuarenta días de trabajos sociales. Y el mundo sigue. Sigue para los que no son la niña muerta. Ni para sus seres queridos.
ResponderEliminarBesos.
Siempre tendremos la esperanza de que sean las nuevas generaciones las que arreglen lo que nosotros hemos estropeado. Un besote.
ResponderEliminarGolpea la realidad brutal...por calles en todas partes...pero ella brota desde los hogares violentados ...que viven atados al poder de una mano más fuerte que anula al otro o de una boca virulenta...por no ser capaces de decir basta a tiempo!
ResponderEliminarde eso vivimos a cada rato y ha sido la tónica del mundo que no hemos mejorado nosotros , ni se como se podría mejorar, no es que sienta que se haya perdido la batalla , lo que sucede que parece que estamos cada vez mas desquiciados...al menos antes parecía eso un horror , pero hemos olvidado quizás ver al otro como un ser humano por tantas frivolidades que invaden los espíritus por todas partes...donde se pone de moda divertirse con el dolor ajeno, ¡qué cosa más enferma es eso! ...o sea , el deterioro es superior ...
y mas encima le damos la responsabilidad a los que vendrán de mejorar esto...que cosa es eso? ...si apenas somos capaces de hacer en nuestra vida el milagro de sobrevivir...
aunque igual me aferro a una luz de esperanza, pero eso irá por mi propio carril supongo ...por mis propias prioridades que al resto le vale nada ...la empatia se cultiva , no se adquiere en un almacén...
saludos , espero te sientas mejor!
lo jodido que seguimos peor Malque, seguimos sumidos en una sociedad donde se pretende vivir de forma individual y no en una sociedad como tal, muchas veces el cuerpo necesita una ayudadita pero no hay mejor ayuda que uno sentirse libre y sin ataduras.
ResponderEliminarUn abrazo enorme y aunque los niños son el futuro, nosotros los adultos somos responsables de su formación.
La tele es la madre de todo lo malo que nos sucede y por eso digo que muera la telesa.
ResponderEliminarY ahora qué hago con mi promesa de escribir al amor y la santa poesía con los humildes en el corazón... Beso.
ResponderEliminarSalud.
Y ahora qué hago con mi promesa de escribir al amor y la santa poesía con los humildes en el corazón... Beso.
ResponderEliminarSalud.
Y así en todas partes,amiga aquí es más de lo mismo,desgraciadamente,el nuevo mundo cambia para mal,abrazos.
ResponderEliminarqué será de nuestro México... por cierto, y eso que no tenías ganas de hacer ni click jajjajaja
ResponderEliminarte mando un gran abrazo y animo
Besos
carlos
La violencia que no cesa y los niños por medio, ¡qué triste me deja esa dura realidad en la que están involucrados los niños y los padres indefensos!
ResponderEliminarUn abrazote Malque.
Horror, mi Malque. EL horror.
ResponderEliminarBesos!
No sé qué hicimos mal, este mundo está corrupto, insensibilizado, da pavor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es triste ver como la violencia ha ido aumentando , a veces cosas como las que cuentas parecian lejanas , como si nos hablaran de otro pais o de otro planeta! por desgracia cada vez esta más cerca , le pasa al vecino , al de la tienda de la esquina , a un familiar o inclusive a uno mismo! no se con exactitud a donde vamos a parar ...
ResponderEliminarUn abrazo malque!
Cuando escuché la noticia de la guardería que saltó con lo del gas, y las muertes, nos quedamos en el sitio.
ResponderEliminarEn uno de mis viajes a México, desayunando en La Blanca ( me encanta ese lugar, y es como mi cantina en el DF) oimos una explosión que llegaba del Sanborns de Insurgentes, y por las mismitas razones: el pinche gas!!
Pero México no es solo eso. Lo recorrí con un muchachito de 7 años y sola en camiones y caminando... durante dos meses.
Bueno, algo de violencia hubo pero hay que pelearla y salir de la guarida mija.
De seguro que Ud conoce a unas cuantas cuates mías por allá... estoy convencida.
La saludo.
Hola Flor María, uffffffffffffff, escalofriante lo que escribes. Una pena que no ayudemos cuando alguien está en peligro. Una pena también que esto lo tengan que mamar las criaturas. Con el tiempo lo verán algo normal y serán personas agresivas que mataran sin que les tiemble en pulso. Horrible que no se le ponga freno a tanta agresividad. Una gran pena lo que van a heredar las distintas generaciones, un mundo consumido por el odio, la apatía y la agresividad.
ResponderEliminarUn escrito que duele.
Saludos y abrazos