Tranquila, teniendo la calma que puede tener una madre con tantos hijos, jalándole uno la falda para pedir una poca de atención o atender la queja de un hermano menor que ha sido castigado con un zape por el hermano mayor, o hacer la trenza que se ha deshecho con el juego del viento entre los cabellos, metida en el bullicio de una algarabía que no tiene fin, la madre llena una olla grande con agua poniéndola en el fogón a calentar, va a la cocina espantándose a los hijos que la siguen como moscas a la miel, deshoja una lechuga orejona, la pone bajo el chorro de la llave para que quede bien limpia depositándola en el agua con la que bañará al bebé recién nacido que dios tuvo a bien mandar.
Prepara la tina encima de una mesa, teniendo mucho cuidado de que ningún hijo se le atraviese y pudiera quemarlo, llega con la olla vaciándola en la tina dejando que las hojas de lechuga caigan también.
Desnuda al bebé en la cama, lo cubre con una manta de cielo bordada con punto de cruz en las largas noches de espera, toma entre sus brazos al bebé, con el dedo índice toca el agua para saber si está templada, dibuja en la mollera del niño una cruz imaginaria encomendándole a dios que el bebé esté bien.
Lava primero la cabeza con una franela blanca y un poco de jabón sin perfume cuidando que no le entre a los ojos que verán todas las maravillas que la vida le tiene preparada, le seca bien el poco pelo, quitándole la manta para meterlo a la tina, el bebé se ha quedado dormido al arrullo de la voz de la madre, siendo despertado cuando toca el agua tibia. Se deja querer sin emitir un solo llanto, le gusta estar en los brazos de su madre, sabe que está a salvo entre ellos, chapotea un poco siendo calmado por ella con un susurro.
La madre canta quedito redondeles que transportan a un mundo de sueños al bebé que poco a poco entre el agua va quedándose dormido.
Termina de bañarlo, lo seca con una toalla suave, lo viste sin dejar de cantar quedito. Camisetas, chambritas, calcetines, pañales de franela bordados en la orilla, fajero y un gorro de color combinado con los zapatos tejidos forman el atuendo del niño que se resiste a despertar a cada movimiento de la madre quien sentada ya saca uno de sus pechos para alimentar con el líquido subliminal que transportara al bebé a la nave de los sueños.
Duerme succionando poco a poco la vida que ella le transmite junto con la paz de unos brazos tibios, cierra los ojos al fin sonriendo a veces haciendo que la madre con ojos de diosa agradezca tener un lindo bebé.
Duerme, la lechuga ha hecho efecto, dormirá toda la noche para que mamá tenga fuerzas suficientes al otro día para atender a los hijos que también requieren su atención.
Madre al fin conoce los extraños secretos que puede tener una lechuga para darle al bebé un plácido sueño, secretos que han sido transmitidos de generación en generación y que aprenden con mucha atención esas niñas que están viendo como se es una linda madre.
* El hermoso bebé de la foto es el nieto del ciber-amigo que nació el sábado.
Niñaaaaaaaaaaa!!!! Como no tengo niños y ya a mi edad no los espero... no podré poner en práctica lo que cuentas pero lo de la lechuga te aseguro que es verdad, lo he probado y es cierto, pero que muy cierto.BESITOS Y SALUDITOS ESPAÑOLES.
ResponderEliminarQué curioso... habrá que apuntárselo, porque el llanto continuo de un bebé es desesperante y te hace sentir tan impotente, sin saber qué le pasa.
ResponderEliminarQué entrada tan tierna... Gracias!
Mi Querida MALQUERIDA Me has hecho recordar mucho... no tengo hijos pero tuve la oportunidad de estar en el nacimiento de mis sobrinos cuidarlos y hasta ahora seguir haciendolo.
ResponderEliminarBañarlos me encantaba y aún todavía....
saludos mi Malque n_n
Ahyyy cosaaaaa, recordi cuando mi niña era bebe, no sabia el truco de la lechuga, pero siempre fue muy dormilona me encanto tu relato.
ResponderEliminarYo quiero ser una mama linda!!! ^^
ResponderEliminarY bueno cuando llegue su tiempo poner en practica la tecnica de la lechuga orejona :D para que se quede dormidito y cantarle canciones que mi mamá cantaba :D que bonito!!!!!!!!!! me ha gustado mucho mucho
!!!!! Saludos y un abrazo doble desde aquí besos TQM!
Yo por supuesto no soy mamá, pero eso sí, si he visto bañar a más de uno, eso de la lechuga tendrias que patentarlo...no tenía ni idea...un besote
ResponderEliminarsssss mucho lio ;O
ResponderEliminarAh(suspiro), que seria de nosotros sin nuestras madres?
ResponderEliminarDark Angel
ay que cosas mas bonitas escribes tu!
ResponderEliminarprovoca hasta llorar de belleza...
Ahi son tan bellos cuando estan asi pequeñitos y todavia les cuesta abrir los ojos!
ResponderEliminarAun aplico la lechuga cuando llegan los insomnios.
Besos
Por eso del refrán “Dormir fresco como una lechuga”………En la casa eso hacían con los bebes y aparte aprovechaban para hacer varios remedios a la vez.......mira
ResponderEliminarLa lechuga orejona se lava y se mete a hervir así como tu dices, ya hervida el agua se retira una porción de agua para hace un te que sirve de relajante pero no para el niño sino para los adultos.
-Se retira la lechuga ya cocida y una parte se licua con avena, miel de abeja y aceite de oliva…..se usa como mascarilla, es buenísimo para el cutis.
Con la otra parte se da de comer a los Canarios y a los Conejos.
-Con el agua hervida se baña al niño y le ayuda mucho a que duerma tranquilo.
-Con el agua hervida después de usarla en el niño, se puede utilizar como baño de asiento, es muy buena para hemorroides. También se aprovechaba para hacerse un Pedicure, relaja los pies, ayuda en Callos, Juanetes, Ojos de pescado y compone los talones de polvoron.
;o tendré en cuenta como padre. Y de todas formas, es un bello rito.
ResponderEliminarDidn't imagine how much labor it's bathing.
ResponderEliminarasí bañaron a mi madre, así me baño mi madre a mi, así bañe yo a mi bebé cuando me convertí en madre.
ResponderEliminargracias por regalarme esa sensación tan cálida y dulce. sentí el agua correr entre mis manos....
abrazos Malque.
Justamente dentro de una semana dejaré de bañar a mi hijo así, en una tina, para bañarlo conmigo en la ducha, porque dentro de una semana cumple su primer año de vida... me encantó la forma en que describiste un momento tan lindo, como es el baño de un bebé... es una de las actividades que más disfruto cada día.
ResponderEliminarSaludos amiga.
Bienque me fascino esta entrada, es adorable y muy muy bonita solo difiero...
ResponderEliminarNo son los hijos que Dios manda es la calentura de uno y el otro que ya en estos tiempos hay que cuidar la familia.
Besos.
Malque:
ResponderEliminarMe hiciste acordar cuando mis hijos eran pequeños.
Ser mamá es una tarea ardua, ¡pero tan hermosa!
Besos
Pasando a saludar, cariños que tengas una buena semana!
ResponderEliminarque tierna entrada malque , por aca ando reportandome ahorita que llegue a la casa y me di un chance... es grato encontrarme con estas geniales entradas besazos linda!!!
ResponderEliminarNunca tuve ni tendré hijos, asi que no sabré jamás lo que es bañar un bebé. Gracias por tu post, ahora creo entender lo que se siente.
ResponderEliminarEs tu nieto???????????? =)