Hoy es buen momento para escribir. Tengo claras las ideas. La neurona sobreviviente labora de forma normal.
He estado reflexionando sobre el hecho que me conflictúa. Aunque no lo quiera porque así lo veo tiendo a pensar en la forma de no ser un lastre para mi familia. Y no, no no no no me estoy haciendo la víctima. Me doy cuenta que le robo mucho tiempo a Laura en los días de terapia. Ella es casi casi mi mano derecha por tanto con la que paso más tiempo.
Siempre estamos en contacto. Me cuida, provee las medicinas, me escucha cuando lo necesito. Peleo, discuto, nos dejamos de hablar. Luego nos reconciliamos. Más que hija es una confidente. Sabe casi todo de mi, sé casi todo de ella. El casi nos lo guardamos como salvoconducto para el yo perfecto que como madre e hija deseamos ser pero como humanas no lo somos. Por eso no quiero que sea de las que dedican su vida a la madre enferma y cuando ésta muere se quedan solas. No quiero eso para ella.
Desde aquí le digo ¡suéltame Laura! voy a estar bien. Quizá los que dicen que sus papás o sea nosotros la enfermamos estén en lo cierto. Nuestra cercanía no la deja avanzar. No nos quejamos de lo que nos duele o deja de doler. ¿Cómo podríamos entonces nosotros tanto que la amamos, hacerle daño? Tal vez no entiendo la connotación de esa frase que se me quedó grabada en el primer instante.
Barry la ama más que a nada en el mundo. Yo la amo tanto que fui capaz de hacer un gran sacrificio anoche por ella. Ojalá todos fueran como esos.
Fuimos muy felices.
Sin embargo no encuentro la forma de que se desatienda un poco de mi. Que no piense tanto en nosotros tampoco.
¿Cómo puedo hacerlo? Me gusta estar con ella.
Desde que voy a terapia nos hemos acercado más. Tiene mi mismo carácter, chocamos mucho pero hemos aprendido a tolerarnos. Somos amigas para siempre come dice La Bella. Tú y yo abuela somos amigas para siempre.
Si me pongo a ver quién puede cuidar de mi para que Laura descanse, me quedan Bruno y Barry pero son hombres.
Dios sabe que me muerdo el puño para no pedir a Bruno que cuide un poco de mi. No sabría qué hacer conmigo.
Quizá pondría la televisión, veríamos los programas que le hacen tanto reír -Bruno es un niñote despreocupado- compraría comida chatarra y dejaría que el tiempo caminara sin prisa. Necesito a veces un poco más que eso y él no me lo puede dar.
Luego está el buen Mister Barry.
Sin él yo habría muerto. Sé de lo que hablo. A pesar de todos sus defectos es un buen hombre pero tengo que concientizarlo. Hacerle ver lo que viene -es innegable dejarlo de lado- y a lo que se va a enfrentar junto conmigo. Lo veo cansado, necesita distraerse aunque su distractor me ponga de nervios junto con la imaginación haciendo el resto.
¿Qué voy a hacer? Tengo que buscar que la enfermedad no interfiera en la vida de mis hijos. Quisiera que él no fuera el elegido pero si no es él sería otro. Barry es mi tabla de salvación y me aferro a él porque en el mar donde navego no hay nadie más. No hay un faro que me guíe. Y ni siquiera sé nadar.
Tal vez necesite cortarme el pelo y todo se vea diferente.
He estado reflexionando sobre el hecho que me conflictúa. Aunque no lo quiera porque así lo veo tiendo a pensar en la forma de no ser un lastre para mi familia. Y no, no no no no me estoy haciendo la víctima. Me doy cuenta que le robo mucho tiempo a Laura en los días de terapia. Ella es casi casi mi mano derecha por tanto con la que paso más tiempo.
Siempre estamos en contacto. Me cuida, provee las medicinas, me escucha cuando lo necesito. Peleo, discuto, nos dejamos de hablar. Luego nos reconciliamos. Más que hija es una confidente. Sabe casi todo de mi, sé casi todo de ella. El casi nos lo guardamos como salvoconducto para el yo perfecto que como madre e hija deseamos ser pero como humanas no lo somos. Por eso no quiero que sea de las que dedican su vida a la madre enferma y cuando ésta muere se quedan solas. No quiero eso para ella.
Desde aquí le digo ¡suéltame Laura! voy a estar bien. Quizá los que dicen que sus papás o sea nosotros la enfermamos estén en lo cierto. Nuestra cercanía no la deja avanzar. No nos quejamos de lo que nos duele o deja de doler. ¿Cómo podríamos entonces nosotros tanto que la amamos, hacerle daño? Tal vez no entiendo la connotación de esa frase que se me quedó grabada en el primer instante.
Barry la ama más que a nada en el mundo. Yo la amo tanto que fui capaz de hacer un gran sacrificio anoche por ella. Ojalá todos fueran como esos.
Fuimos muy felices.
Sin embargo no encuentro la forma de que se desatienda un poco de mi. Que no piense tanto en nosotros tampoco.
¿Cómo puedo hacerlo? Me gusta estar con ella.
Desde que voy a terapia nos hemos acercado más. Tiene mi mismo carácter, chocamos mucho pero hemos aprendido a tolerarnos. Somos amigas para siempre come dice La Bella. Tú y yo abuela somos amigas para siempre.
Si me pongo a ver quién puede cuidar de mi para que Laura descanse, me quedan Bruno y Barry pero son hombres.
Dios sabe que me muerdo el puño para no pedir a Bruno que cuide un poco de mi. No sabría qué hacer conmigo.
Quizá pondría la televisión, veríamos los programas que le hacen tanto reír -Bruno es un niñote despreocupado- compraría comida chatarra y dejaría que el tiempo caminara sin prisa. Necesito a veces un poco más que eso y él no me lo puede dar.
Luego está el buen Mister Barry.
Sin él yo habría muerto. Sé de lo que hablo. A pesar de todos sus defectos es un buen hombre pero tengo que concientizarlo. Hacerle ver lo que viene -es innegable dejarlo de lado- y a lo que se va a enfrentar junto conmigo. Lo veo cansado, necesita distraerse aunque su distractor me ponga de nervios junto con la imaginación haciendo el resto.
¿Qué voy a hacer? Tengo que buscar que la enfermedad no interfiera en la vida de mis hijos. Quisiera que él no fuera el elegido pero si no es él sería otro. Barry es mi tabla de salvación y me aferro a él porque en el mar donde navego no hay nadie más. No hay un faro que me guíe. Y ni siquiera sé nadar.
Tal vez necesite cortarme el pelo y todo se vea diferente.
andar y desandar cualquier camino aferrados a una sola mano. Esa, con la que trabar el YO PERFECTO, Malque.
ResponderEliminarAhí, y la (im)perfección humana... ¡qué sinceridad la tuya!
Abrazo enorme
Gracias Pilar, un abrazo.
EliminarQuisiera contarte algo, aunque fuera una mentira bienintencionada, que te alegrara la vida Malque.
ResponderEliminarPero eres demasiado inteligente para que yo pueda engañarte.
Tu lucidez es extraordinaria también.
No sé... me siento tan inútil ahora.
Leo el poema de Benedetti que te regalé, ese que tienes justo al lado de la casilla de comentarios y pienso que quizás en el mundo de tus recuerdos puedas refugiarte de vez en cuando... aunque me temo que no sea una buena solución. Siempre que viajo a mi pasado vuelvo herido por todo aquello que fue y de lo que ya no queda nada.
Espero que al menos compartir lo que sientes con los que te leemos y después leer nuestros comentarios te haga sentir mejor, o como mínimo acompañada desde la distancia.
Todos nos vamos quedando solos Malque, al principio es de forma imperceptible, no nos damos cuenta pero llega un día en que uno mira a su alrededor y comprueba estupefacto, como el niño del poema de Benedettí, que está absolutamente solo, incluso aunque tenga gente a su alrededor.
Y cuando uno se da cuenta de eso es como si se le agrietara el corazón.
Bueno, yo sólo puede ofrecerte mi compañía virtual hasta que se nos acabe el tiempo.
Esa la tendrás siempre.
Palabra de honor.
Querido Xavi, tu comentario en sí, es toda una declaración de amistad, cariño y buenos sentimientos.
EliminarMe has emocionado, es lo más bonito que he leído en mucho tiempo y sé que Malque y cualquiera de nosotros, está orgulloso de sentirse amigo tuyo también.
Besos a los dos.
No tengo el placer de conocerle, pero me quito el sombrero ante usted. Eso es la amistad en mayúsculas. Le saludo humildemente.
EliminarFinita
Gracias a las dos.
EliminarDespués de leerte Toro me quedé sin palabras. Aún ahora no tengo idea de qué decir.
EliminarNo me sorprende porque conozco tu calidad humana pero tener este detalle para conmigo, me desarma. Me deja lela. Sin palabras.
Sólo se me ocurrió decir lo que ya te dije en tu blog.
Nunca me habían dado una palabra de honor y me ha dejado muda.
Yo también estaré hasta el final mi Toro, esperemos que ninguno de los dos se raje.
Un abrazo y gracias por tanto cariño y amistad y por estas palabras que lo mismo que el poema que me regalaste tendrán un lugar especial en mi corazón.
Muchas gracias.
Hola Flor María. Ayyyyyyyyyyy, no sé que decirte.
ResponderEliminarNadie sabemos lo que vamos a necesitar, así, que no sufras y no adelantes acontecimientos. Quien sabe si en unos meses sale una medicina y bummmmmmm, mejoras de las dolencias. La familia y los amigos están para cuando uno los necesita. No temas pedir ayuda ni pensar quien te echará una mano, que según van sucediendo las cosas se van solucionando.
Yo digo como Torito guapo, sólo puedo ayudar desde la distancia. Te ofrezco mi mano y mi hombro para cuando desees.
Todos en algún momento seremos dependientes de otras personas. Y hay que llevarlo con dignidad.
Saludos y abrazos enormesssssssssssss
Hola Isa.
EliminarNo me adelanto, el futuro lo estoy viviendo y no es nada halagüeño. Ayer tuve una muestra de ello y hoy otra más. De las dos salí llorando. Fue muy duro.
Gracias mil por el apoyo.
Un beso
llevo siete años dedicados al cuidado de mi padre
ResponderEliminarabrazos
Espero que estos siete años no hayan sido tan duros como el si te pones a ver todo lo que han pasado.
EliminarMi admiración para ti.
Besos
Digo como TORO, nos tienes a todos nosotros que te queremos, querida amiga Malque. Besos.
ResponderEliminarGracias Loli.
EliminarBesos de tu amiga búfala.
Si fuese fácil la respuesta, tú no te harías la pregunta, así que me ahorraré una respuesta que solo te aporte el cariño.
ResponderEliminarOjalá encuentres el camino, mientras sabes que aquí nos tienes.
Un abrazo
Muchas gracias Pilar, es bueno saber que uno es querida y estimada.
EliminarBesos
Después del comentario de tu Toro lo que yo pueda decir va a quedarse chico.
ResponderEliminarTe haces querer, chamaca.
Un fuerte abrazo.
Gracias Chema.
EliminarUn abrazote
La vida es dura, pongámosle buena cara mientras podamos.
ResponderEliminarLo mejor para ti.
Besos
Si Vero.
EliminarUn abrazo
Lo siento, Malque, no puedo decir nada , me he quedado sin palabras y todo lo que venia a decirte, ha quedado dicho en el comentario de Toro.
ResponderEliminarÉl ha dicho todo lo que sentimos contigo y por ti. Su comentario es lo mejor que podías leer para darte cuenta de que no estás sola, de que estaremos contigo.
Muchos apretaos, amiga.
No estar sola también es algo que tengo muy presente.
EliminarUn abrazo.
Muchas gracias.
Malque, también yo estoy enferma. y absolutamente sola. Sabes lo que hago? no pienso en el futuro. En absoluto. Cuando lleguen los momentos -si es que llegan- veré que hacer. Por ahora la máxima es "en el camino se arregla la carga". No pienses, no sufras, Dios dice "lo demás se os dará por añadidura" ¿no te parece que nos conviene creerle?
ResponderEliminarUn fuerte y solidario abrazo!!
Y yo quejándome porque se preocupan y ocupan por mi. Tengo mucho que seguir aprendiendo.
EliminarBeso
¡Hola amiga! dicen que el tiempo lo cura todo pero, pasa el tiempo y la vida del cuidador va decayendo porque nos dedican parte de su vida que es de ellos y, nos duele infinitamente esa carga que representamos. Lo has explicado muy bien, te entiendo, porque yo intento sacar fuerzas de flaqueza para que sigan pensando que mamá sigue siendo el robot que todo lo puede... No quiero que mientras me vaya sintiendo útil, mi costilla deje sus actividades deportivas y es más, necesito mis ratos a solas porque son una oportunidad para llorar y desahogar la frustración que la dependencia, yo de ellos y ellos de mi genera la enfermedad.
ResponderEliminarSigue escribiendo, a mi me cuesta hablar así de claro de lo que siento y te admiro.
Mis cuidadores requieren relevos pero no hay nadie a la vista.
EliminarGracias por tu compañía.
Un beso
Toda mi admiración, no me salen más palabras, hoy solo puedo mandarte un fuerte abrazo y pedirte que no dejes de contar tus cosas.
ResponderEliminarTenlo por seguro.
EliminarUn abrazo Musa
Querida Malque, hace mucho que mis reflexiones sobre el tema que escribes hoy me llevaron a ver con claridad, que lo mejor que uno puede hacer -y yo si que estoy solo- es vivir el presente y olvidarse de un futuro que puede que nunca llegue, algo así como el proverbio chino, "Si tienes un problema y lo puedes solucionar ¿Para que te preocupas? y si no lo puedes solucionar ¿Para que te preocupas?
ResponderEliminarYo soy otro que te dice lo mismo que el Torito, aquí me tendrás siempre... :)
Besos y salud
Conste ¿eh? a ver quién es el primero que se raja.
EliminarGracias Genín.
Un beso
hay sólo puro amor en lo que has escrito.
ResponderEliminarbesos.
¿Te parece DRACO? me encanta saber lo que ves a través de mis letras.
EliminarBesos
Hay amiga,hoy me has llevado a las lágrimas,tu y el comentario de Toro,realmente no se que escribir,abrazos miles,te haces querer de verdad.beso
ResponderEliminarGracias Fiaris por tu compañía desinteresada.
EliminarBeso
Hoy he entrado en este rinconcito para conocerte y lo primero que he leído ha sido esta entrada, suele ser lo último publicado lo primero que leemos - pero yo solo veo comienzos. El comienzo de volver para leerte y si a ti te parece bien, me quedo por aquí para acompañarte virtualmente. Mucha fuerza, un abrazo grande. Gema.
ResponderEliminarClaro. Como decimos en México: Esta es tú casa, vuelve cuando quieras.
EliminarUN beso tronado
Gracias. Así lo haré, descuida.
EliminarBajo el burlón
mirar de las estrellas
que con indiferencia
hoy me ven volver.
BESOS!!
Ellos lo hacen porque te quieren. Y algo bueno tienes que haber hecho para que te quieran así que no te culpes por ello. Tú también has estado ahí por tus seres queridos cuando te han necesitado. Un besote!!!!
ResponderEliminarLo que quiero es que no se preocupen por mi, voy a estar bien.
EliminarUn beso
Quizá la enfermedad sea la misma inspiración, el ardor de la sangre, aunque nunca se sabe, hablar desde la no enfermedad es fácil... UN abrazote
ResponderEliminarPor eso me cae muy bien Joven Cuervo, es usted muy acertado.
EliminarBesos
Me conmovio tu post! Pero ella te ama, y tu la amas, si eres tan sincera con ella hablale de tus preocupaciones, seguro encontraran la manera. Pero no creo que sea alejarse, esta bien que este pegadita a ti, solo animala a seguir avanzando, sin dejarte de lado. El amor de una hija hacia su madre es inmenso!
ResponderEliminarNunca sabré cuanto me quiere mi hija. Yo si sé cuanto. La quiero hasta que su sufrimiento me deje de doler.
EliminarUn beso Mariela.
Un beso
TE envidio, yo estoy regular con las ideas nada claras, Un beso, y feliz semana¡
ResponderEliminarHoy no sé si ando "tontona"
ResponderEliminarte leí y pensé en una persona muy próxima a mi, y en la que se que mi madre piensa como tu y por ello me dan ganas de abrazarte porque es complicado, es ... lo sé es hermoso y mejor sacudirse la melena ( sea corta o larga) y dejar que llegue el tiempo de preocuparse, bueno no se si es evadirse de lo que va a venir pero romperse los chichos antes de tiempo no se ... no se, ella te ama y si lo hace es por eso mismo .. tu la cuidaste como madre de chica y en el alma un hijo cuida a una madre a un padre
Y después de lo que te ha comentado Xavi . que más se puede decir no sé , me voy pensando y no se si reír o llorar , todos llegaremos ( si es con suerte) a pensar como tú .. y suerte [ que se gana]que tienes de quien te ama
un abrazo
menudo problema... como hija te puedo decir que nunca te va a dejar, esta en su naturaleza cuidar ahora de ti... tal vez lo que pudieran hacer es buscar la manera de que no ocupe todo su tiempo en ayudarte, no se tal vez buscar a una enfermera... aun asi no ahuyentes a tu familia porque es nuestro unico salvavidas cuando las aguas estan tan turbias.
ResponderEliminarbesos chocolatoosos.
Bienque adorada, que socorrida en comentarios.
ResponderEliminarYo creo que es compleja esa relación de padres e hijos unidas por el amor y por la enfermedad, que te sea leve y deben ambas darse sus espacios, tener sus tiempos libres para si mismas. Un beso.
No serviría de mucho ofrecer respuestas a algo que no las tiene, no especificas, cuando menos, sólo planteate en la situación de ella, de ser tú... ¿te desatenderías de la persona que amas? ella no lo hará, y hay que respetarle eso.
ResponderEliminarUn abrazote, GRAN Malque :)
Hola hermosa y bienquerida.
ResponderEliminarMe siento impotente en estos momentos, te comprendo y sé que nada que aquí te deje en letras te será de gran ayuda, para empezar ni te visito muy seguido debido a mi tiempo limitado ya que en vez de Bella, tengo dos pequeños bellos, que me roban el alma y el tiempo, además, que no siempre veo lo que publicas.
La enfermedad siempre es causa de desconsuelo y cuando se es consciente de ello, no sé si eso ayuda o añade un grado de dolor, sigue sacando ese sentimiento consciente al menos compartimos contigo esa carga y si nuestra compañía te aporta un poco de alivio, te aseguro que la mía la tienes, pido que la fuerza, entereza y buen humor, estén siempre contigo, en mi pensamiento estás siempre.
Un gran abrazo lleno de energía positiva.