Hace tanto tiempo que llueve. Ya no recuerdo desde cuando la lluvia es la constante en mi vida. Y en la de otros también pero no estoy hablando de otros... como es costumbre hablo de mi.
Habito, vivo, respiro, sueño días lluviosos y melancólicos de mucho calor y actitudes sofocantes.
Habito, vivo, respiro, sueño días lluviosos y melancólicos de mucho calor y actitudes sofocantes.
Ni siquiera ha dejado -la lluvia- que entre octubre con su tiempo frío y neblinas densas por las mañanas. Octubre de fríos ricos, lunas caprichosas y recuerdos necios que no terminan de irse, menos en este mes. Octubre de claroscuros irremediablemente lacrimosos.
Llueve... siempre llueve. Lluvia de día, de noche, de tarde, de mañana. Lluvia de todos los días. El cielo tiene muchas lágrimas por derramar ante la vista de un mundo terriblemente humano.
Siendo una flor quiero echar raíces en algún sitio pero no puede ser, debo moverme la vida lo exige.
Ni reparo en lo rápido que transcurren los días. Cuando me doy cuenta ya tengo que levantarme, empezando un día movidito movidito.
Comienzo por dar de desayunar a La Bella. Diálogos interminables. Peleas frecuentes. Caracteres simbólicos de algunas que se quieren bien entre peleas y te quieros sin aroma.
¡No quiero leche, quiero café! Preciosa, las niñas no toman café. Las niñas no pero yo si. Yo me llamo Natalia y tomo café. Un poquito pofis abuelita un poquito y ya. ¿después te tomas la leche? Si abuelita. Bueno. Después bañarla, vestirla, que esa blusa no, que está muy fea, que no que quiero la de kitty, no mejor quiero la azul blue. Que no, mira mijita que te combina esta con el suéter rojo red. Que no abuela que no ¿entiendes? ¡jamás!
¡No quiero leche, quiero café! Preciosa, las niñas no toman café. Las niñas no pero yo si. Yo me llamo Natalia y tomo café. Un poquito pofis abuelita un poquito y ya. ¿después te tomas la leche? Si abuelita. Bueno. Después bañarla, vestirla, que esa blusa no, que está muy fea, que no que quiero la de kitty, no mejor quiero la azul blue. Que no, mira mijita que te combina esta con el suéter rojo red. Que no abuela que no ¿entiendes? ¡jamás!
Termino de vestirla cuando se distrae viendo al gato por la ventana.
Llega el momento caótico: peinarla. Batallar con su: No me peinaré ¡jamás! ¡nunca! Mira muñeca si no te peinas te saldrán piojos. (¿por qué en los países pobres como el mío las epidemias como esa son frecuentes en las escuelas por muy nice o paupérrimas que sean? No me contesten, conozco la necia respuesta).
No se deja, llamo al abuelo para que me ayude. Que me peine el abuelito. Él no sabe. Sí sabe. Que no sabe, anda muñeca deja peinarte. ¡jamás! ¡Dios de los niños caprichosos ayúdame! Abueito te toca, peínala. ¿estás loca? con trabajo sé peinarme.
Se me ocurre una idea. La pongo a escoger la loción que quiere para ese día. Mientras lo hace comienzo a peinarla. Para una parkinsoniana como yo hacer una raya derecha es muy complicado pero lo logro. Listo, dos coletas, chuecas pero bien peinadas.
¡Vámonos a la escuela!
Así todos los días.
Cuando voy por ella sale como bólido, atropellando a medio mundo. ¡Natalia, olvidaste tu lonchera! ¡Ouch que mal! dice y se regresa.
¡Adiós Matías! ¡Adiós Leo! Hasta mañana Miss. ¡Abuelita! Vámonos Nati. Que mal dice mientras me da la mano.
Empecemos de nuevo.
Natalia ven te quitaré el uniforme. ¡No abuelita! ¡jamás! ¡Dios voltea para acá! No me pongas suéter. Hace frío. Yo tengo calor. Te vas a enfermar. No abuela, no me enfermo, déjame así.
La hora de la comida es igual. Ay
Llega el momento de la siesta. Cúentame uno libro abuelita, me dice con ojos somnolientos. No me gusta leerle cuentos clásicos de La Cenicienta y todos esos. Dudo en contarle uno mío. Creo sinceramente que mis cuentos no son para niños ni para adultos. Mis cuentos son para personas raras como yo y no quisiera que La Bella fuese rara. Se sufre mucho y se está muy solo, sin embargo digo ¡qué caray! es mi nieta y es muy lista, entenderá hasta lo inentendible ¿existe esa palabra? ¿Y qué si no existe?
En un tiempo que aún no se ha inventado... comienzo mi relato.
Silencio. Descanso. Después de hacerme unas cuantas preguntas Natalia empieza a soñar. Duerme mi niña mientras velo tu sueño leyendo blogs.
Mejor me duermo un ratito, estoy agotazzzzz.
¿Quién puede darse cuenta que ha pasado mucho tiempo y yo sigo sin querer volver a lo de antes porque de antemano sé que lo de antes ya no existirá más?
Los piojos no son sólo epidemia de países pobres. Por aquí también los hay a mansalva, hasta en los colegios nice. Descansa, que te lo has ganado. Un besote.
ResponderEliminarLa vida...tus itinerarios...la nieta...el tiempo...el carpediem, para no volver al pasado. Tu dolor tan humano. UN beso desde estos afectos. Carlos
ResponderEliminarTe comprendo tanto. Me acuerdo d esos ritos con mi nene. Ya los extraño.
ResponderEliminarLa vida gota a gota .... a veces agota, pero sin esas gotas de lluvia , ¿que vida tan seca y árida no?
ResponderEliminarya se, ya se... tal vez sería mejor hablar de un crucero por el mar ... pero una no se puede pasar la vida metida en un barco de lujo :P
un beso enorme y paciencia ... la que a mi me falta :)
la lluvia. este pirata vive en un oasis donde apenas si garúa. llover es tan raro como encontrar a veces a una persona sensata.
ResponderEliminarla nieta es todo un caso. una dulce tortura que al final te distrae y te arranca más de una sonrisa.
besos.
Te invito un mes a mi desierto, metafórico y real, para que añores esa lluvia. Veo como esa Bella viene corregida y aumentada, jajaja. Se ven adorables juntas, hacen un dúo adorable.
ResponderEliminarBesos anisados.
Recuerda que no tienes derecho a cabrearte con tu nieta, tu eres su abuela, no su abuelo... jajaja
ResponderEliminarDentro de unos días voy a estar con mis nietos, y lo estoy deseando, pero seguro que me tocará dar un puñetazo encima de la mesa y poner orden, siempre ocurre, es normal, lo malo es si no fuera así, seria muy aburrido :)
Besos y salud
Paciencia, con las niñas solo hay que tener paciencia. Y si la pierdes....cuenta hasta diez, veinte o cien, y vuelve a intentarlo.
ResponderEliminarPues por aquí estamos unos cuantos raros que disfrutamos con tus cuentos.
ResponderEliminarNo sé a quién me recuerda esa niña. Cada día más. Lo tengo en la punta de la lengua.
Besos para las dos.
La lluvia me encanta :)
ResponderEliminarLas mañanas son tremendas, yo dejo todo listo la noche anterior, las dormiría vestidas, sino fuera porque se arrugan la ropa :D
Aquí también hay piojos! Y las mías van a un colegio nice, y ya las contagiaron dos veces. Ahora ya me las sé todas para mantenerlas libres de piojitos :D
Becho :D
Esa niña eres tú otra vez, verdad?
ResponderEliminarBesos.
La bella y sus cositas, y lo bien que nos lo cuenta su abuela
ResponderEliminarBesos a las dos.
Hola Flor, uffffffffffffff, el agua es bueno, pero no a todas horas porque al final saldrán todos ranas.
ResponderEliminarJooooooooo, no tenéis una niña, tenéis un terremoto de niña. En el caso de ser tu vida infantil que las estás reproduciendo de nuevo eras una niña muy viva y activa, y con ello dabas energía a tus padres.
Cuando los niños/as son así, es señal de que están sanos y se mueven más que una peonza :-)
Que sigas peinando a esa niña que os regala juventud y salud. si fuera tú de nuevo pues recordar es bueno porque a veces aclara cosas que tratamos de olvidar.
Un relato muy bonito que podría pensar que es un cuento actual y que ejerces de abuela en estos momentos.
Muy bonito.
Saludos y un abrazo
La tremenda responsabilidad que tenemos es que somos la ventana por la que niños miran el mundo.
ResponderEliminarLos niños de pequeños te los comerías, y de mayores, te arrepientes de no habértelos comido.
ResponderEliminarBesos Malque.
Llueve, siempre llueve... y la vida no hace otra cosa que continuar.
ResponderEliminarSaludos
J.
Qué bonito escribes, a mi sí me gustan los días lluviosos, octubre es chido, el otoño rifa :)
ResponderEliminarSaludos
Lo de antes no exitirá ya para nadie... a no ser que una viva en el pasado.
ResponderEliminarUn beso.
Feliz semana, Malquerida.
Sigue disfrutando del Presente¡
Lo que mas me agrada es escuchar la lluvia.
ResponderEliminarBesos
Que bonito escribes Malquerida. Me emocionan mucho tus relatos pero tambien me fascinan.
ResponderEliminarNo me gusta la lluvia.
Los piojos estan en todos los paises, una pena
Un beso enorme
Isa
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