Pocas veces me he sentido ruin, por lo general me muevo en un mundo más o menos probo donde las malas acciones no tienen cabida pero como en todo siempre hay algo que mueve a ser malo, para eso no se necesitan excusas, lo eres y ya. Aceptarlo forma parte de tu redención.
Un día amanece tu sino volteado. Todo se junta. La cabeza te revienta salpicando de ignominia tu alrededor. Por un instante respiras profundo e intentas controlarte pero es en vano, tu alma esta en quiebra. Ya no eres dueña de ti. Miras el entorno que te rodea. La casa es un caos, Bella llora a grito pelado, suena el teléfono, tocan el timbre de la casa, el chihuahua joven ladra por todo y a nada. Y tu chihuahua viejo, ¡Ah tu chihuahua viejo! Levanta la pata por aquí, levanta la pata por allá dejando su rastro amarillo por doquiera que pasa manchando el caos de un día aciago.
Olvidas que ya está grande y que su vida se reduce a buscarse la comodidad donde se encuentre incluso sus necesidades más básicas.
Olvidas que ya está grande y que su vida se reduce a buscarse la comodidad donde se encuentre incluso sus necesidades más básicas.
El clímax de tu mala obra llega, estallas recibiendo el perro el peso de tu furia. Sin pensar dejas caer la mano sobre su frágil lomo. No una ni dos sino tres veces. Te conviertes en el ser abyecto que tanto odias. Humanos maltratando perros, ¿Recuerdas? Tu que tanto odias los golpes. Sus ojitos te miran sin comprender que sucede. No entiende seas tú -precisamente tú- la que tanto lo defiende y quiere, estés convertida en un verdugo fiero.
Se vuelve contra ti mostrando los colmillos para que te asustes pero estas poseída, le gritas y lo corres de la habitación.
Se vuelve contra ti mostrando los colmillos para que te asustes pero estas poseída, le gritas y lo corres de la habitación.
Todo sucede en segundos.
Tomando en brazos a La Bella, ignoras el teléfono insolente. Babo huye, conoce el tono de tu voz y prefiere desaparecer.
Bajas las escaleras con pasos vacilantes mientras el chihuahua viejo se lame la tristeza a la orilla de la cama. El timbre ha dejado de sonar. Natalia ya no llora, abrazada a tu cuello te mira a la cara. Recobras la calma. Ves a tu perro, lo acaricias, le pides perdón por haberte rebajado a la categoría de ser despreciable. Nada te duele más que haberle pegado y encima que tu nieta haya visto todo.
-¿Le pego buelita?- pregunta con inocencia ese pequeño ser que está absorbiendo lo bueno y malo de ti. Te das cuenta que el daño no solo se lo hiciste a tu mascota sino que mostraste a los ojos de la niña tu lado más cruel. Te arrepientes de ello. Le explicas que no, a los perros no se les pega, ni a nadie. Estabas muy enojada, no sabias lo que hacías. Te abraza mientras acaricia al chihuahua.
¿Tu penitencia? Contarles avergonzada a tu familia lo que hiciste, recibir con la cabeza gacha lo que bien te mereces. No te preocupes por tu perro, lo ha olvidado, lo sabes porque te lame moviendo el rabito contento de ver que vuelves a ser tu, la misma que siempre lo protege y defiende de todo. Sabes que te quiere sin condición, a pesar de todo.
-¿Le pego buelita?- pregunta con inocencia ese pequeño ser que está absorbiendo lo bueno y malo de ti. Te das cuenta que el daño no solo se lo hiciste a tu mascota sino que mostraste a los ojos de la niña tu lado más cruel. Te arrepientes de ello. Le explicas que no, a los perros no se les pega, ni a nadie. Estabas muy enojada, no sabias lo que hacías. Te abraza mientras acaricia al chihuahua.
¿Tu penitencia? Contarles avergonzada a tu familia lo que hiciste, recibir con la cabeza gacha lo que bien te mereces. No te preocupes por tu perro, lo ha olvidado, lo sabes porque te lame moviendo el rabito contento de ver que vuelves a ser tu, la misma que siempre lo protege y defiende de todo. Sabes que te quiere sin condición, a pesar de todo.
No llores, mejor antes de levantar la mano asegúrate que no sea para lastimar a alguien. Ten presente siempre su mirada y las palabras de Natalia para que no vuelvas a cometer tal ignominia. Tu perro fiel siempre estará contigo, te lo dice su mirada dulce. Castigo suficiente para tu redención.
Sí que hay excusas. Cómo que no. No es que está bien, simplemente sucede. A veces perdemos el quicio. Lo que está mal, tal vez, es la culpa, la sensación de querer enmendar, lo que hace todo golpeador con su mujer. Mala suerte, pobre perro, es un lenguaje también. Acaso tenés que limpiar sus pises calladita, con los problemas que ya tenés. Fue un estallido. No sos mala. Al menos todo el tiempo. Tampoco buena. Sos. Y listo. Los que te conocen como ese otro que huyó, sabrán ponerse a resguardo en el momento preciso, no es que vos andes buscando gente para descerrajar la bronca. Cuando la tormenta pase vendrán a libarte lo bueno que lo malo que nos sucede también podemos esquivarlo. Hay que dejarlo ir, ya pasó.
ResponderEliminarNecesitaba descargar mi alma, esto pasó hace días y no podía dejar de pensar en ello. Tuve que escribirlo.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, ahora estoy mejor.
Un abrazo y un beso a Garriguita.
Estimada
Eliminarsiempre he creído que al escribir ...sobretodo un vivencia
que a uno le deja marca...es la forma más adecuada
de sanar...o es la demostración que estamos lista para avanzar
porque desalojamos esa situación que nos deja tomada y que
algunos demoran mucho en dejar atrás...
hecho el proceso humano de esa enmienda intima
podemos seguir siendo lo que somos seres mas llevados a la luz que a su sombra...
ánimo!
De toda esta historia la que peor lo ha pasado con diferencia eres tú, precisamente porque eres buena. Los demás ni se acuerdan ya. Si los perros no son rencorosos con los amos que los maltratan, ¿qué poso de amargura va a quedar en el tuyo, que no ha recibido toda su vida más que tu cariño? Sabe que nadie le quiere como tú y la suerte que ha tenido de caer en tu casa.
ResponderEliminar¿Te has fijado que has recorrido los cinco pasos que nos decían en el catecismo eran necesarios para ser perdonados?
1. Examen de conciencia.
2. Dolor de los pecados.
3. Propósito de la enmienda.
4. Confesar los pecados.
5. Cumplir la penitencia.
Ego te absolvo in nomime Patris...
No te aflijas, ese comportamiento solo demuestra que "eres muy humana" :)
ResponderEliminarBesos y salud
Sí, todo esto a veces pasa, supongo que a todos (a mí también ; )
ResponderEliminarPero no sabría jamás expresarlo tan acertadamente... sublime.
Ya pasó.
ResponderEliminarSeguro que no volverá a pasar.
Besos.
la culpa... como nos atormenta
ResponderEliminarSolo son pequeños flashazos supongo para aprender.
animo
Es que las miradas hablan, Un abrazo,. Feliz semana.
ResponderEliminarBuenas, ando un poco desconectado estos días pero no me olvido de vosotros.
ResponderEliminarSe acerca San Valentín, todo bonito ese día y después, broncas mil.
Un saludo.
Siempre he dicho que me encantas tus letras Malque, pero esta vez, me resultaron impecables...
ResponderEliminarMe alegra que estés mejor y que haya pasado, a veces, es mejor soltar las cosas, desahogándonos, a través de la escritura.
ResponderEliminarUn beso.
Qué lindo, para pensar antes de dejarse llevar por ciertos impulsos. Un abrazo.
ResponderEliminarpor ahí no se en que etapa de mi vida no se donde ni cuando no se si lo leí o lo escuche pero tengo algo bien presente "el puño que lucha luego tiende la mano" saludos malque...
ResponderEliminarno te preocupes, a veces todo lo exasperante se junta en un momento en justo tenemos un día muy malo.
ResponderEliminarbesos.
Nadie está libre de cometer un error. Lo que te hace grande no es no equivocarte nunca, sino reconocerlo e intentar enmendarlo. Un besote!!!
ResponderEliminarMe siento...tan identificada...tanto...tanto
ResponderEliminarEs verdad...debo abrir los ojos y ver...siempre atenta a todo lo que pueda suceder
Gracias y besos
no está nada mal que la Bella sepa que su abuela no es una mujer perfecta, esa justamente sería una abuela "inhumana"...!!
ResponderEliminaryo más bien creo que tuvo una lección de amor y de perdón... Cariño grande!
ah! te cuento que cambié un poco la entrada de hoy... por tu comentario me di cuenta que no se entendería de qué se trataba... Gracias por leer me! besos
ResponderEliminarLa cólera nos deja sin razón y con la vergüenza en el corazón, que mayor castigo que su mirada fiel para quien sabe lo que hizo y no se excusa, al contrario lo confiesa y espera su sentencia.
ResponderEliminarBuen relato, muy bueno es necesario reflexionar y que alguien nos recuerde cual es la autentica actitud.
Besos inmensos ♥♥
Sí, hay veces que se pierde el control, que los nervios se apoderan...
ResponderEliminarNo somos perfectos, es imposible serlo.
Muchos besos.
Me has hecho saltar las lágrimas,pero pasa por ser humano,abrazo fuerte.
ResponderEliminarQué enorme lección. Pero uno es humano, y traiciona en ocasiones, su pensamiento...cuya arrepentimiento duele más: una espina enconada en el corazón. UN abrazo. carlos
ResponderEliminarQué hermoso... nadie en este mundo es perfecto, el que levante la mano, miente.
ResponderEliminarUn beso para ti, abuela hermosa!
Malque, esas cosas suceden, dicen que en el pecado esta la penitencia. Besos.
ResponderEliminarSiempre tenemos momentos chungos, pero hay que superarlos. Y de vez en cuando es bueno compartirlos porque desahoga uno.
ResponderEliminarBesos Malque.
Tienes razón, nunca hay que lastimar a nadie, lindo texto de reflexión, saludos.
ResponderEliminarLo bueno que recapacitaste a tiempo =)
ResponderEliminarYo soy de las personas que estan en contra del maltrato animal, pero en algunas oportunidades sentía un impulso salvaje de matar a golpes a la mascota de mi hermana U_U, cuando hacen pis en mi habitación vivimos en un casa de tres niveles y a la mascota se le ocurre hacerlo en mi habitación, es como si me andará buscando. Pero veo su cara de temor, y me detengo.
ResponderEliminarUn abrazo y tranquila como la mayoría dice es una reacción normal. Por eso amo a los gatos xD