Siendo Barry un ferviente católico, me regaña (es un decir, a mi no me regaña nadie... está bien, está bien sólo él me regaña) cuando le digo que si Dios creó al género humano -entre ellos a los ricos- entonces si a ellos les dio dinero, a los pobres les hubiera dado un superpoder para no enfermarse. Una cosa por otra digo yo.
Para los 53.3 millones de pobres en este país (incluyan a la MaLquErida) es frustrante enfermarse porque no hay acceso a los servicios de salud.
El Seguro Popular es una farsa y si por desgracia uno se tiene que atender en las instituciones que existen patrocinadas por el gobierno, mejor morir.
En un estudio socioecónomico al que tuve que someterme para que no me den de baja en el hospital al que asisto desde hace 200 años, resulta que según la señorita trabajadora social estoy en estado de pobreza.
Tengo lo mínimo para vivir y mis muebles que creía estilo rústico, están en estado paupérrimo (Un pañuelo por favor). Y yo pensando que con lo que tengo era suficiente.
Ese fue el resultado de su informe: la MaLquEridA se encuentra en estado de pobreza punto antes de llegar a paupérrimo.
Todo esto según la apreciación de la señorita secretaria que se encontraba muy mona sentada detrás del escritorio quien momentos antes dijo que no podían hacer el estudio porque no hay trabajadora social, que esta llegará hasta el lunes.
-¿Qué?- gritó MaLquEridA con esa voz fuerte que usa cuando algo se le empieza a salir de las manos.
-Es que la trabajadora llega hasta el lunes- repitió la señorita que se encontraba muy mona detrás del bla bla bla
-¡Imposible- para el lunes debo presentar el documento o me dan de baja en el hospital y obvio no me voy a atender en el IMSS o sea...
-Lo siento, no puedo hacer nada- dijo la tipita.
-¡Dime con quién puedo hablar para que solucione mi problema- preguntó la MaLquEridA
-No hay nadie
-¡¡¡Dime con quien puedo hablar para que solucione mi problema!!!
-La única que puede es la trabajadora social y llega hasta el lunes.
-¡¡¡Dime con quien puedo hablar para que solucione mi problema ya que tu no puedes!!!
-En la dirección, está arriba- dijo la muchacha con ojos temerosos.
Barry me miraba sorprendido porque no podía creer que estuviera levantando la voz a alguien extraño.
Así que subimos a la Dirección donde detrás del cristal, una señorita muy mona nos dijo que no que el señor director está en junta pero si queríamos esperásemos a la señorita secretaria del señor director que bajó abajo (sic) que ella podría ayudarnos.
Esperamos un momento, cuando la señorita secretaria del señor director que está en junta escuchó nuestro problema, dijo -Un momento- y se fue.
-Todo listo, les harán su estudio en Trabajo Social sin problema.
-Gracias- dijimos porque eso si somos muy educados. Pobres pero educados.
Después de unas muchas preguntas y otras más la señorita dijo que si, que somos pobres. Me sentí perro sin patas porque si bien es cierto que la crisis nos ha zarandeado estos últimos dos años, nunca nos ha faltado de comer ni nada de eso que los verdaderamente pobres no tienen.
He visto reportajes sobre pobreza extrema, Barry me ha dicho que reflexione sobre lo que haría si estuviera en tal situación pero ¡que caray! se me olvida. ¡Ay Barry! eres mi consciencia en hombre.
Y ya, voy a encerar los muebles para subirles el autoestima. Cambiaré cortinas, pintaré la reja, cortaré el pasto y pondré música muy alegre para olvidar que la señorita muy mona detrás del bla bla bla dijo lo que dijo.
-Barry, ¿de verdad somos pobres?
-¡No! y ya deja de decir eso porque no lo eres y me vas a hacer enojar.
-¿Barry?
-¿Qué?
-¿Me invitas a desayunar? al fin que no somos pobres.
-¡Ay dios! Que te compre quien no te conoce.
Y nos fuimos abrazados, ¡lalara la rá!
Y nos fuimos abrazados, ¡lalara la rá!