No, no estudió en la Universidad pero si estudió en la mejor escuela que es la calle. Sabe en quien puede confíar y en quién no. Odia sobremanera al muchacho de la tintorería, cuando lo ve se le ponen los pelos de punta, (Al muchacho).
También odia al policía (yo también lo odio pero poquito) y al señor del agua a domicilio. El Porro Perro, se esconde detrás de la ventana deja que se acerque el tipo con el garrafón, cuando lo tiene en la mira le ladra tan fuerte que el hombre no sabe qué hacer.
Yo lo agarro por el lomo (al perro no al tipo) dejando que le ladre casi en la cara y cuando lo veo ya muy asustado regaño a mi perrito.
El Porro Perro, es muy tragón. Siempre de los siempres tiene hambre. En ocasiones si nos descuidamos nos roba la comida o nos salta alrededor ladrando para que le demos de nuestro plato.
No le gustan las croquetas, cuando no tiene más remedio se las come pero eso pasa sólo en las noches cuando ve que no hay más, aún así come pocas y si no le gusta la deja en el suelo.
Usa un jersey de los pumas de la UNAM, también tiene una madre que se pone en el cuello y que también es de los pumas, bueno no es de los pumas es de él.
El Porro Perro ve a cualquier can en la calle y le ladra buscándole pleito pero cuando ve que le responden se queda callado. Con él aplica el dicho de ¨Perro que ladra no muerde¨.
Orina como niña o mejor dicho como perra. No levanta la patita sino que se agacha, al momento que le va saliendo el chorro se nos queda viendo como diciendo: -¿Qué me ven pendejos?- Nosotros le decimos: -Orina como perro- pero nunca nos hace caso. Yo pienso que es un mutante porque tiene chichitas y los perros no tienen chichitas ¿o si?
Yo creo en su otra vida fue perra y se le quedó la costumbre de orinar como niña y las chichitas.
Cuando quiere ir al baño nos mira, corre a la puerta de la cocina y empieza a saltar como si quisiera abrir la puerta pero no alcanza.
El Porro Perro es un Don Juan, corteja a toda perra, perro, pierna, muslo o lo que encuentre. Empieza a olfatear y si huele a perro ¡Papas! abraza la pierna y se entretiene si es que al dueño de la pierna no le dice nada.
Cuando anda muy horny se quiere echar a Benito Tiki, el Poninas dijo Popochas pero este no se deja y le ladra.
Porro Perro es muy vomitón si le damos huesos. Como ya se acostumbró a ser nice, los huesos le hacen daño. Eso si no les hace el feo pero de que vomita, seguro.
Come gelatina, helado, chocolate, mango, manzana, arroz, pollo, carne, frijoles, eso si no come tortilla porque le recuerdan sus tiempos de perro pobre.
Es muy amigo de Benito Tiki (ahora se llama Poninas dijo Popochas).
Benito Tiki ya está viejo, ha empezado a no controlar esfínteres o lo que es lo mismo se hace de la popis por cualquier cosa.
Que si está contento, ¡Mocos! se le sale la popó. Que si llega Kiku, se le sale la popó. Que si está triste, se le sale la popó. Que si tocan la puerta, se le sale la popó y así por los siglos de los siglos amén.
Por eso lo bauticé como Poninas dijo Popochas pero me da una poca de penita pena lo que está sucediendo con él porque Barry lo regaña pero si no puede controlarse qué se puede hacer.
Y es que ustedes no están para saberlo pero yo si para contarlo porque soy muy chismosa. Fíjense que se fue a dormir Barry y no se dio cuenta cuando Tiki se subió a la cama, entonces ¡Moles! que se hace de la popó (Tiki no vayan a pensar que Barry) no quiero decirles pero imaginen que tuve que lavar todo con cloro y guantes porque ese día El Poninas estaba enfermo de la panza.
Barry se despertó, pisó la popis y se enojó, lo regañó porque se ensució su pie descalzo y su pants. Yo lloré porque mi perrito está ancianito y no puede evitar hacerse de la popis.
Me puse a limpiar todo, después fui de chismosa a contar en twitter lo que había pasado con Tiki porque me preguntaba qué se hace cuando a un perrito que ya está viejito se le sale la popis y todo eso. @PincheVieja, @Heroína Trágica y @Chilangopoztli me consolaron a las tres de la mañana o algo así.
Decidí que no importa lo que pase voy a cuidar a mi perrito hasta el fin de los tiempos míos o de él. El que cuelgue los tenis primero esperará al otro, hicimos ese pacto, sí.
FIN.