yacen
muy dentrito de
la memoria.
No son los despojos con los que se nutren los árboles de verde follaje
los que guardan las querencias,
es en el corazón donde reposan indelebles al tiempo
No es el valor lo que me mantiene erguida.
Es el temor el que impide las caídas
abrazadas a los troncos gruesos de sauces llorones
es en el corazón donde reposan indelebles al tiempo
No es el valor lo que me mantiene erguida.
Es el temor el que impide las caídas
abrazadas a los troncos gruesos de sauces llorones
se yerguen gloriosas ante el ímpetu de los despojos nutriendo vida.
Gracias por escribir. Beso.
ResponderEliminarSalud.
tienes mucha razón.
ResponderEliminarbesos.
Pues tiene razón, al final buscamos donde ya no vive lo que dejamos ahí.
ResponderEliminarUn abrazo y por un martes estupendo, sin halos de muerte alguna.
A veces hasta el corazón los olvida.
ResponderEliminarYo tampoco busco a mis muertos en los cementerios. Los encuentro mejor en los lugares donde se sentían bien, y yo con ellos.
ResponderEliminarBesos.
Me gustó el poema.
ResponderEliminarBesos.
Agarrados a nuestros abandonados árboles, mantenemos erguida nuestra falsa seguridad.
ResponderEliminarBesos.
Bellos versos a pesar de que son tristes porque nos dice que olvidamos a los muertos que un día formaron parte de nuestras vidas.
ResponderEliminarRealmetne son en nuestros corazones donde debemos de guardar su recuerdo y no en los cementerios.
Sigue sosteniéndote de pie y bien erguida porque con ello nos da a nosotros vida a través de tus escritos.
Abrazos. Cuídate mucho
Si, sobre todo el corazón, amiga... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Hola hermosa, que bellas letras que siempre nos regalas. Te mando un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarQué hermoso texto...muy necesario para estos días extraños. Un abrazo.
ResponderEliminarWowowowowowowowo... me has dejado sin palabras. Si tuviese que elegir no sé con cuáles versos me quedaría; como no tengo que hacerlo, me quedo con todos. De encuadrar.
ResponderEliminarUn beso.
¡Qué belleza de poema! Siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermosísimos versos y llenos de verdad y sabiduría. Un beso.
ResponderEliminarExcelente declaración de principios.
ResponderEliminarSaludos,
J.
No es amor lo que nos embriaga el corazón después de la primera noche, es el humo de la resaca de un beso y un revolcón. Un abrazo.
ResponderEliminarEs el marchitar, y el mantenerse frente en alto ante éste...
ResponderEliminarbravo un aplauso
ResponderEliminarCuando la capa única nos cubra a todos por igual mediremos el valor
ResponderEliminarhecho de quereres
Por entonces la Poesía aún tendrá quien la cante!!!!
Besico, querida Malque