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martes, 24 de octubre de 2017

De blanco vestido

¡Por fin! He leído la noticia anunciando la llegada de la época más bonita del año. Con once grados de temperatura y un grueso abrigo blanco se vistió la mañana. Llega un frío extremoso atacando nuestros huesos, metiéndose por la nariz haciendo que los ojos se cierren al sentir su intensidad. La neblina espesa colorea de rojo manzana nariz, mejillas y manos. Las casitas rústicas casi extintas por el avance de la civilización exhalan humo oloroso a café de olla. Madre asoma por mis recuerdos haciendo tortillas finas de maíz. Exquisita melancolía impregnando mi nariz. ,

Arrejuntaditos dentro las familias calientan historias al compás de la experiencia. Los abuelitos secando sus suspiros cerquita del fogón. Tardará mil años en despertar el sol. Caliente en la cama  despereza los rayos acurrucándose nomás otro ratito. Quizá por aí del mediodía asome los cabellos brillantes sin peinar.  Bebiendo café acompañado con un bolillo.  El sol se ha puesto viejo, las reumas atacan las ganas de levantarse.  Regresa a dormir el día arropado con cobijas antiguas. 
A la distancia la ropa tendida serán cartulinas al viento. Fantasmas de colorida manta. Ellos también estarán congeladas hasta el huesito. 

Hoy por fin ha llegado la primera neblina.  Allá lejos donde el aire huele a cedro, madera enraizada en los recuerdos de niña solitaria.

Me asomo a la ventana aquí en esta casa donde vivo. Aquí no hay sol, no hay neblina. El día con remedo de frío hará que los abrigos estorben a primera hora. Es un mal remedo de conciencia. Al rato el sol saldrá como si nada. La vida de un añorado tiempo existirá sólo en letras. Cuando asome el astro rey, monarca absoluto de los cielos estarán tendidas mis palabras. limpias, relucientes, bien blanquitas que no hagan daño a nadie. 

El lejano lugar donde nací se vistió de blanco anunciando la llegada del frío. La época más bonita del año. Qué sol ni qué ocho cuartos. Qué playa ni que hombros desnudos. Qué cielo de lastimoso azul. El mar en tus ojos. Qué otro año viviendo con sabor a gusto atarantado.

Pingüinos corriendito rumbo a la escuela. Carne de gallina es lo que veo. Narices de rojo infantil. 11 grados de temperatura, bajarán más camino a la nieve del cerro lejano. Delicia pura bebida con sorbitos de tequila calentando el alma. Neblinas infranqueables. 
Hay que manejar con cuidado, la carretera del diablo con sus curvas peligrosas tienden trampas. Extremen precauciones. El terruño de la MaLquEridA tan bello, tan lejos, tan lleno de besos sin dueño ha despertado al invierno disfrazado de otoño y yo aquí sentada en mi sombra arrullando ternuras.







17 comentarios:

  1. Me gusta el frio, los días de niebla y lluvia; me dan vitaminas. Un abrazo

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  2. Me gusta lo que no dices pero escribes, lo que escribes entrelíneas. Me gusta tu manera de escribir, incluso me gusta la MaLquEridA, pero no me gusta el frío. (Hoy no diré que te quiero). Beso.

    Salud.

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  3. Los pingüinos corriendito rumbo a la escuela...
    Me has hecho recordar cuando yo era un torito pingüino... entonces todavía se helaban los charcos en invierno y saltábamos sobre ellos para romperlos.
    Ahora aquí ya no se hielan, siempre hace calor, incluso en invierno...

    Besos.

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  4. A mí no me gusta nada el invierno pero en fin, es lo que toca... Besotes!!

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  5. Muy bonito y poético texto.
    Yo tengo nostalgia de ese tiempo invernal, cada vez es más difícil que haga frío, no digamos ya que nieve, y cuando lo hace tampoco se parece a lo que tú cuentas.

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  6. por aquí seguimos con un sol que derrite todo lo que encuentra. Pero me resultan divertidos esos pingüinos con mochilas pesadas.
    saludos

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  7. Que bien ha quedado mi espíritu despues de leerte, esta es una de "esas" entradas muy tuyas, yo diría mas, solo tuyas, que de vez en vez te salen de adentro, supongo que es cuando el pp te respeta un poquito y te permite disfrutar de calma... :)
    Besos y salud

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  8. Y lo bien que arrullas las ternuras que nos conmueves...

    Un beso.

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  9. Qué hermoso texto, poético, lleno de recuerdos, de imágenes muy logradas, tanto desde lo literario como desde lo emotivo.
    Una joyita, Flor de María.
    Besos.

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  10. Entre otras muchas cosas buenas, tienes alma de poeta.
    Besos.

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  11. ¡Jujuy! Padrísimo texto...
    y comparto contigo ... estos ocho grados que me dieron en la mañana son una chulada
    saludos mi querida Malque

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  12. Qué precioso y entrañable.
    Gracias, querida Malque.
    Me hiciste recordar muchos momentos de nevadas, del colegio ...
    Ahora, nieva muy poco. Una pena.

    "El mar en tus ojos", me encanta.

    Un beso muy grande.

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  13. Sigue así... arrullando ternuras...

    Un beso y un cálido abrazo.

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  14. Mi reina del país de los hongos, esto está digno de su reino: ¡¡¡¡REGIO!!! Felicitación con fanfarrias y todos los honores.
    Besos, Flor.

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  15. Cuánta nostalgia en tu crónica, pero nostalgia que ensalma y alegra, con el frío que avecina el otoño. Un bello cuadro de labores de los abuelos junto al hogar. Y qué bien le das cierre: "aquí sentada en mi sombra arrullando ternuras.". Un abrazo. Carlos

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  16. Y sí MaLquE... ya nos llegó, aunque alterado por el pinche cambio climático.
    Nos están secando hasta la melancolía del otoño y los rescoldos de las chimeneas en invierno.
    Un abrazototote!!!

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La titular de este blog, dama exquisita, dueña de su mente pero no de su cuerpo agradece la visita a este refugio de chilanga triste.

la MaLquEridA

Musa con cuernos

PARA LA MALQUERIDA

La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Es beso de agua y luz de ciegos en el desierto diario. La leo y me leo. La leo y la siento. La leo y la quiero. Vamos de la mano desconocidos y alejados por los caminos rotos y astillados de la vida cansada y del tiempo huraño. Refunfuñamos por todo y hasta en el infierno tienen miedo de que un día aciago lleguen nuestros pasos. Chocamos con mil horas arañamos las rutinas odiamos la compasión nos dan risa los ángeles y mucha pena los diablos. Nos cansa todo y más que nada el resto de los humanos. A veces herviríamos a los que nos rodean y otras daríamos la vida por hacer reír a un chavo. La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Toro Salvaje

Porque siempre queda espacio para nuevas libertades.

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Ángeles de la fe

Yo traigo la verdad en mi palabra Vengo a decirte de un niño sin abrigo. Vengo a decir que hay inviernos que nos muerden, de la falta de un amigo. Vengo a contarte que hay luces que nos hieren, que existen noches sin whiskys ni placeres. Vengo a decirte que está cerca tu condena. Hoy una madre murió de pena. Déjame cantar, tengo vergüenza de ser humano como tú, en tu presencia. Descubrirme a mí mismo y en tu figura qué poca cosa somos sin ternura.