Una súbita sacudida nos acomodó las ideas en un viernes por la mañana. Las lámparas se movían sin parar haciendo que hipnotizados no dejásemos de mirarlas. El crujir de ventanas -la primera vez que truenan desde que llegamos a esta casa- me hacían imaginar que eran ojos queriendo salirse de sus órbitas. El país temblando y yo no dejo de imaginar. Dejara de ser quien soy. Y luego, las mariposas que anuncian vendavales, colgadas en la ventana se tocaban entre si movidas por un viento inexistente.
Tomados por sorpresa salimos con mascotas en mano y pijamas arrugados a la calle donde otros vecinos igual de azorados que nosotros buscaban la calle como salvación de un temblor en viernes santo.
Pelos parados, sueños interrumpidos y la mirada inocente de una Bella era nuestra imagen. Estampa familiar de vidas asustadas por la naturaleza. Si mi muerte llega en ese instante, me hubiese ido feliz de la mano de toda mi familia menos de Laura quien encerrada en su edificio de huesos viejos lloraba rezando para que este no se derrumbara de lo antiguo que está. Huérfana de todos, Laura seguiría su camino sola con su soledad como dice la canción.
No le hubiésemos dicho adiós. ¿Y qué se puede hacer? Hay adioses verdaderos como los que digo yo cuando ya no hay para qué volver... o ya no se puede volver. Este adiós sería uno interrumpido entre su Te amo mami y su Te veo el domingo. Vellos erizados de pensar. Sacude la cabeza, espanta las ideas funestas de ti y mira que sigues viva, lo demás vendrá por añadidura y yo sólo quiero abrazarte.
Tiembla todo incluso Babo Alejandro -el chihuahua joven- quien asustado se había olvidado de ladrar como es su costumbre a todo lo que se mueva. Con los ojos saltados veía a todos lados sin comprender qué carajos hacemos todos en la calle y sin peinar.
Un chasquido nos hizo voltear al cielo. Los cables del alumbrado eléctrico amenazaban azotarnos como los fariseos a Jesús quien en ese instante -según la televisión- empezaba su viacrucis.
Entramos a la casa, era más segura que estar parados en la calle con riesgo a morir electrocutados. Foquitos humanos de un christmas adelantado.
-¿Cuánto lleva?- preguntó alguien
-Cerca de dos minutos- contestó otra voz.
Después supimos que el sismo duró cincuenta segundos eternos como tu amor de hombre maduro.
Volvimos a la calma.
Ningún daño visible.
Todo tranquilo en una ciudad sacudida en sus entrañas para ver si así despertamos del marasmo en que nos encontramos,
pero nada nos hace reaccionar.
Volvamos pues a lo cotidiano que los temblores son inherentes a nuestra realidad.
Pensé en ti cuando vi las noticias! Me alegro que todo bien entonces!
ResponderEliminarUn beso y calma ante todo!
Menos mal que no os pasó nada grave.
ResponderEliminarQue miedo...
Que no se repita.
Besos.
Alguna ventaja teníamos que tener los que no tenemos pelo que peinar. Que no se nos ve descompuestos en los terremotos. A lo sumo con un poco menos de brillo.
ResponderEliminarMe alegro de que todo se quedara en el susto.
Besos.
Uff, se tiene que pasar muy mal. Menos mal que todo se haya quedado en un susto. Un abrazo.
ResponderEliminarYo que pasé uno de 8,5 se lo que se siente, menos mal que no les pasó nada :)
ResponderEliminarBesos y salud
Qué bueno que puedas expresarlo con un toque de humor.
ResponderEliminarUn beso grande y que no vuelva a suceder.
HD
si estuvo grueso... aqui en cuerna se sintió cañon...
ResponderEliminarpero lo bueno es que solo quedó en susto
abrazos
carlos
Me alegra saber que estás-estáis bien.
ResponderEliminar¡Vaya susto!
Besos, buen finde, amiga
si, me acordé de vos. Por suerte nada. Sólo el aviso de que somos pelusas sobre la faz del mundo
ResponderEliminarDeseo que no haya pasado de susto. Hasta hoy me he enterado... Huí de las noticias después de lo de GGM.
ResponderEliminarAbrazo, mi mana.
Los temblores no me sacan tan rápido de casa cómo lo hace el camión de la basura, que toca su campana justo cuando pasa por mi casa.
ResponderEliminarDios que terror! me alegro que no haya pasado de un susto. Te dejo un beso Malque.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNunca he tenido la experiencia de sentir un temblor. Pero he visto las noticias de sus consecuencias. Me alegro que te encuentres bien con los tuyos.
ResponderEliminarSaludos
Me alegro, que no haya pasado a más...
ResponderEliminarSe lo que es eso de esas sacudidas...ufff.
Debe ser que tu tierra tembló, de dolor por la perdida del maestro García Márquez...
Besos
méxico está asentado en ¡cinco placas tectónicas! que se superponen y que cuando deciden "acomodarse" generan de vez en cuando el despelote colectivo. a estar siempre alertas y cumplir fielmente todas las respectivas medidas de seguridad.
ResponderEliminarbesos.
Es un susto tremendo, pero con prevención se puede lograr mucho. Un abrazo
ResponderEliminarSi lo cuentas y lo haces por lo menos con buen humor, es que todo quedó en un temblor mas. Que miedo mas grande.
ResponderEliminarun beso
Me alegra saber que estas bien.
ResponderEliminarBesos
Hay adioses verdaderos como los que digo yo cuando ya no hay para qué volver... o ya no se puede volver. Este adiós sería uno interrumpido entre su Te amo mami y su Te veo el domingo.
ResponderEliminarVale la pena venir por aquí por fragmentos como este.
Y la realidad tiembla al leerte, un abrazo.
ResponderEliminarDe vez en cuando la naturaleza nos recuerda que ella tiene la llave en la mano.
ResponderEliminarMe alegra que estés bien.
MaLquE, contigo no hay terremoto que pueda, ni te despeine.
ResponderEliminarEn mi blog te dedico una entrada.
Besitos, mexicanita linda
Vivo en un decimosegundo (no doceavo) y me despertó. Hay que vivirlo!
ResponderEliminar¡Gracias a Dios que todo quedó en poco!
ResponderEliminarViví dos de los grandes en mi pueblo y es....es....hay que vivirlo.
Besazo
Me encanta la alusiòn respecto del tenebroso sismo que padeciò Mèxico, para que la gente tome conciencia de la realidad, que se puede asumir en todos los factores que crean para tu paìs, una situaciòn de caos y crisis. Bello lerte, porque atyrpas con tu manejo del lenguaje entre narrativo y poètico jocundo. Un beso, desde Colombia donde el verano nos tuesta, y los polìticos nops joden. Carlos
ResponderEliminarMenos mal que no fue la cosa a mayores.
ResponderEliminarEl chihuahua temblaría.
Saludetes Malque.
Tienen que ser unos momentos terribles, de mucho temor...
ResponderEliminarMe alegra que no haya pasado nada, que estés bien.
Muchos besos.
Que bueno q acá no se sintió :p
ResponderEliminarComadre celebro que esten bien. En ese momento de angustia quien se peina? Espero hoy todos sigan bien y ya peinados. Un abrazo
ResponderEliminarEn fin si todo quedó en un susto, que no se vuelva a repetir.
ResponderEliminarBesos Malque.
Bellisimos, te felicito, te sigo!
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