¡Fuera, so palurdos montoneros!

La Bella más hermosa del mundo

Vaya sorpresa que nos ha traído este 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad, y es que en la guardería de La Bella pidieron llevar un obsequio a un compañerito.

Sergio se llama el niño al que Natalia le dará regalo. Al enterarse de la noticia su padre se puso loco y frenético bombardeando con preguntas a Nueris (mamá de La Bella): 

-¡Hijo de su mal dormir!¿Quién es Sergio? ¿Cuántos meses tiene? ¿Qué intenciones tiene con mi princesa? ¿A qué se dedica? ¿Estudia o trabaja? ¿Qué hace en su tiempo libre? De una vez te advierto que con mi hija no va jugar ¿Qué le ofrece a mi niña? ¿Tiene propiedades o algún negocio con el que sobreviva? ¿Aún toma mamila? ¿Duerme solo o con sus padres? ¿Le da miedo el coco?

Nueris ha pedido calma pero él sigue con la andanada de preguntas. Siendo Natalia una princesa, su padre quiere lo mejor para ella:

-¿Dónde vive? ¿Tiene carreola o todavía lo carga su mamá? Mi princesa está acostumbrada a rebozo de última tecnología, ese que va pegado su corazón al de su madre para que se sienta protegida y pueda tener autoestima muy alta y se adecua a su tamaño y edad.

-¿Es de Apellidos Ilustres? ¿Llega limpio y arreglado? ¿Usa pañal desechable o de tela? ¿Nació por cesárea o parto normal? Hay que saber todos los detalles para ver que clase de moscardón pretende a mi Bella. ¿Lloro de inmediato? ¿Qué mamila usa?

Quiero conocer a su mamá y quiero que esté Sergio presente.
-¿Y a su mamá para qué?- pregunta Nueris
-Le tengo que dar el visto bueno
-¿A su mamá?
-No me cambies la conversación, dime cuántos meses tiene ese pelafustancillo?

-Diez meses -responde Nueris

-¿Diez meses? ¿Pero te das cuenta? le dobla la edad a mi nena, ella apenas cumplirá cinco meses, ¡Por dios!

habráse visto tal desfachatez, es un viejo para la hermosa. ¡No quiero saber más, me niego rotundamente a que Natalia lo siga viendo! ¡Seguramente le dan chupón para dormir!

-Van a la misma guardería, no puedes evitarlo

-¡Claro que puedo! La traeré conmigo, pondré tierra de por medio entre ese rapaz y mi niña.

-Pero si nada más le tocó darle regalo de intercambio

-No importa, así se empieza.

-Pero...

-¿Lo quiere mi hermosa? ¿Ama a ese patán con pañal? Si me dice que si no me interpondré entre mi nena y él. Si la trata bien y la hace feliz no tengo ningún problema.

-Pero nada más le tocó darle regalo.

-Shhh! no quiero saber más, soy un león con mi princesa y la cuidaré de todo mosco y avechucho que se le acerque.

-¡Ay por dios! No quiero saber cuando tu hija crezca cómo serás con ella
-No lo sé, pero sabes, parece tonto pero me sentí raro, es la primera vez que tengo una hija.