(Texto para leer en un tresporocho o en un dosporcinco, lo que se les haga más barato).
Hace poco creía que no podía ser más feliz de lo que estaba siendo. Igual que las pesadillas, en el momento más dramático un balde de agua fría me hace reaccionar. Mi grito me despierta. Los ojos están llorosos. ¿Desde qué momento comencé a llorar la pesadilla? Mi mano en el aire se agarra de algo imaginario. No hay nada. No hay nadie. Sola y la desesperanza apabullan mi cerebro.
Pedrito me dejó sola. No voy a sobrevivir. Recuerdo el nuevo entretenimiento. Escuchar jazz. Soy nueva en ello, voy descubriendo lo que me gusta. Desechando lo que no. Tengo el alma engarrotada de sentires piadosos. Todo se conjuga para hacer mi madrugada de silencio esclavizante un infierno dantesco.
Sueño que entran a mi casa Babo Alejandro se asusta. Perro que ladra no muerde. Babo es como yo, bravucón pero a la hora de los chingadazos se achica. Babo me "pide" subirlo a la cama. Su mirada de perrito se clava en mi. Lo subo tan rápido como puedo, los ruidos abajo se escuchan más fuertes. La agonía suprema del miedo hace que ponga los pies en el suelo. Camino -si es que a lo que hago puede llamarse caminar- enciendo la luz de las escaleras, como película de terror el grito es ahogado por mi mano. Regreso a la cama. ¿Dónde está Tiki? me pregunto.
El chihuahua viejo no está. Bajo de nuevo de la cama. En las sombras mi mano toca a Tiki que está parado sin moverse. Lo levanto. No se mueve. ¡No se mueve! ¡Tiki despierta! El perro está muerto. El dolor es indescriptible. Los gritos se convierten en aullidos despertándome en mitad de la noche. ¡Hermano! Grito en el instante que despierto de esta agónica pesadilla. Me he quedado sola. Sin el perro soy nada. El velo de la razón cae sobre mis ojos. Toco algo. Siento el pelito suave de mi Tiki. Respira tranquilo. Fue un sueño, una maldita pesadilla. ¡Tiki está vivo! Al sentir la mano me gruñe. Mi Alter Ego perro como yo no acepta mimos. Ámonos a la chingada deja de acariciarme! Respiro.
Limpios mis mocos. Los ojos están secos para entonces. ¿Quién inventó las putas pesadillas? Escucho aullar a un perro en la calle. Calixto bajando por la protección de la ventana regresa de sus correrías nocturnas. Son 4 am. hora del diablo le llamo. El terror ha desaparecido. No puedo volver a dormir. La pesadilla terminó con mi poca cordura. Los pies son trapos colgando sin estilo. Me la paso dando vueltas. Dicen que cuando está más oscuro es porque va a amanecer. Si. Lo he comprobado muchas veces.
El colibrí no llegó a mi ventana. Sé que volverá cuando él quiera. Espacia sus visitas cuando vio que me estaba acostumbrando a él. Así la vida es. Cuando se cree que la felicidad es completa, la realidad sacude todo mi ser para que deje de soñar en el amor fraternal. Un pájaro y una flor. Juntos pero libres cada uno por su lado. De esa manera imagino el colibrí en mi ventana.
Güerever, no hay felicidad eterna, son momentos que se disfrutan sin plena conciencia por eso uno se arroja a sus brazos sin pensar en que todo antes tiene su después. Mi después llegó quedito, sin oír sus pisadas vino a despertarme, felicidad efímera.
Ayer llegó a mi casa una vecina. Con carita triste pregunto por Barry. Dadas las explicaciones correctas dijo que volvería luego, era la segunda vez en el día que venía a casa. Sus ojos tristes me miraban. Pregunté qué se le ofrecía, Barry no estaba pero yo podía atenderla. Con un hilito de voz preguntó muy apenada que si yo necesitaba un bastón o una andadera. Extrañada balbucee "un bastón". Contestó que estaba usado pero en buenas condiciones. "No se preocupe" dije quedito.
Se fue a traer el bastón, volvía con él en el momento que entraba Barry.
Le dijo que su madre había recién fallecido y quería donar sus cosas para que no se quedaran guardadas en el desván del olvido. Barry y El Jefe le dieron sus condolencias. Natalia le dio un abrazo al ver que los hombres de la casa abrazaban a la vecina. Muy curiosa la reacción de Natalia.
Agradecimos el gesto. Explicó lo que pasó con su madre enferma, luego se fue. Nadie tocó el bastón. Se quedó en medio de la sala. Yo a decir verdad lo tomé con cierto miedo. Le tengo aversión a los objetos pertenecientes a alguien que ya no está. Creo que su ¨ alma¨ está aferrada a sus objetos personales. Divago ideas. Maquino historias. Escribo embrujos. Alquilo sueños.
El domingo está amaneciendo. La pesadilla se fue, el colibrí no vino y el bastón espera en medio de la sala como diciendo ¿Y ahora yo qué hago aquí? Por eso niños les digo como la Madame Mim que soy, bruja agorera de los infortunios "nunca digan nunca" porque la puta vida se los restregará en la cara cuando ustedes y sus huesos mal formados les recuerden las palabras dichas en el momento en que no se piensa en que la felicidad tal como el dinero son efímeras.
Me voy.
Los que me leyeron hasta el final muchas gracias. Tengo una severa inundación mentalñ de palabras aí ustedes sabrán disculpar. Y si no pues no. Chaíto. Voy a planear cómo usar ese bastón sin recordar a quién perteneció. Mi después está en él. Sin olvidar, obvio, que alguien se acordó de mi. Es menester no olvidar ser agradecida. Que nadie se ofenda. Las palabras sin tanta parafernalia nadan mejor en las aguas del entendimiento.
Gracias.
Hace poco creía que no podía ser más feliz de lo que estaba siendo. Igual que las pesadillas, en el momento más dramático un balde de agua fría me hace reaccionar. Mi grito me despierta. Los ojos están llorosos. ¿Desde qué momento comencé a llorar la pesadilla? Mi mano en el aire se agarra de algo imaginario. No hay nada. No hay nadie. Sola y la desesperanza apabullan mi cerebro.
Pedrito me dejó sola. No voy a sobrevivir. Recuerdo el nuevo entretenimiento. Escuchar jazz. Soy nueva en ello, voy descubriendo lo que me gusta. Desechando lo que no. Tengo el alma engarrotada de sentires piadosos. Todo se conjuga para hacer mi madrugada de silencio esclavizante un infierno dantesco.
Sueño que entran a mi casa Babo Alejandro se asusta. Perro que ladra no muerde. Babo es como yo, bravucón pero a la hora de los chingadazos se achica. Babo me "pide" subirlo a la cama. Su mirada de perrito se clava en mi. Lo subo tan rápido como puedo, los ruidos abajo se escuchan más fuertes. La agonía suprema del miedo hace que ponga los pies en el suelo. Camino -si es que a lo que hago puede llamarse caminar- enciendo la luz de las escaleras, como película de terror el grito es ahogado por mi mano. Regreso a la cama. ¿Dónde está Tiki? me pregunto.
El chihuahua viejo no está. Bajo de nuevo de la cama. En las sombras mi mano toca a Tiki que está parado sin moverse. Lo levanto. No se mueve. ¡No se mueve! ¡Tiki despierta! El perro está muerto. El dolor es indescriptible. Los gritos se convierten en aullidos despertándome en mitad de la noche. ¡Hermano! Grito en el instante que despierto de esta agónica pesadilla. Me he quedado sola. Sin el perro soy nada. El velo de la razón cae sobre mis ojos. Toco algo. Siento el pelito suave de mi Tiki. Respira tranquilo. Fue un sueño, una maldita pesadilla. ¡Tiki está vivo! Al sentir la mano me gruñe. Mi Alter Ego perro como yo no acepta mimos. Ámonos a la chingada deja de acariciarme! Respiro.
Limpios mis mocos. Los ojos están secos para entonces. ¿Quién inventó las putas pesadillas? Escucho aullar a un perro en la calle. Calixto bajando por la protección de la ventana regresa de sus correrías nocturnas. Son 4 am. hora del diablo le llamo. El terror ha desaparecido. No puedo volver a dormir. La pesadilla terminó con mi poca cordura. Los pies son trapos colgando sin estilo. Me la paso dando vueltas. Dicen que cuando está más oscuro es porque va a amanecer. Si. Lo he comprobado muchas veces.
El colibrí no llegó a mi ventana. Sé que volverá cuando él quiera. Espacia sus visitas cuando vio que me estaba acostumbrando a él. Así la vida es. Cuando se cree que la felicidad es completa, la realidad sacude todo mi ser para que deje de soñar en el amor fraternal. Un pájaro y una flor. Juntos pero libres cada uno por su lado. De esa manera imagino el colibrí en mi ventana.
Güerever, no hay felicidad eterna, son momentos que se disfrutan sin plena conciencia por eso uno se arroja a sus brazos sin pensar en que todo antes tiene su después. Mi después llegó quedito, sin oír sus pisadas vino a despertarme, felicidad efímera.
Ayer llegó a mi casa una vecina. Con carita triste pregunto por Barry. Dadas las explicaciones correctas dijo que volvería luego, era la segunda vez en el día que venía a casa. Sus ojos tristes me miraban. Pregunté qué se le ofrecía, Barry no estaba pero yo podía atenderla. Con un hilito de voz preguntó muy apenada que si yo necesitaba un bastón o una andadera. Extrañada balbucee "un bastón". Contestó que estaba usado pero en buenas condiciones. "No se preocupe" dije quedito.
Se fue a traer el bastón, volvía con él en el momento que entraba Barry.
Le dijo que su madre había recién fallecido y quería donar sus cosas para que no se quedaran guardadas en el desván del olvido. Barry y El Jefe le dieron sus condolencias. Natalia le dio un abrazo al ver que los hombres de la casa abrazaban a la vecina. Muy curiosa la reacción de Natalia.
Agradecimos el gesto. Explicó lo que pasó con su madre enferma, luego se fue. Nadie tocó el bastón. Se quedó en medio de la sala. Yo a decir verdad lo tomé con cierto miedo. Le tengo aversión a los objetos pertenecientes a alguien que ya no está. Creo que su ¨ alma¨ está aferrada a sus objetos personales. Divago ideas. Maquino historias. Escribo embrujos. Alquilo sueños.
El domingo está amaneciendo. La pesadilla se fue, el colibrí no vino y el bastón espera en medio de la sala como diciendo ¿Y ahora yo qué hago aquí? Por eso niños les digo como la Madame Mim que soy, bruja agorera de los infortunios "nunca digan nunca" porque la puta vida se los restregará en la cara cuando ustedes y sus huesos mal formados les recuerden las palabras dichas en el momento en que no se piensa en que la felicidad tal como el dinero son efímeras.
Me voy.
Los que me leyeron hasta el final muchas gracias. Tengo una severa inundación mentalñ de palabras aí ustedes sabrán disculpar. Y si no pues no. Chaíto. Voy a planear cómo usar ese bastón sin recordar a quién perteneció. Mi después está en él. Sin olvidar, obvio, que alguien se acordó de mi. Es menester no olvidar ser agradecida. Que nadie se ofenda. Las palabras sin tanta parafernalia nadan mejor en las aguas del entendimiento.
Gracias.
Un bastón!!!
ResponderEliminarQué buena suerte, ahora al primero que no te trate como mereces le arreas un bastonazo en las costillas y ya verás como aprende a tratarte bien.
Que se preparen los vecinos, los médicos y cualquiera que no te trate como la Reina que eres.
Deberías dormir con el bastón debajo de la almohada, nunca se sabe.
Besos y jazz.
Eso eso que reparta esparto para todos kiski y sí no jarabe de palo que para las anginas y la tos va muy bien.
EliminarBesos de flor .
Pd , Hola malquerida , hace mucho que no pasas a verme a mi blog , es que echo algo mal o te he dicho algo que te haya ofendido , sí es así lo siento mucho ya que no era mi intención , te echo mucho de menos me gustaría que volvieses , sí tú quieres claro besos de flor .
Mi querida Amiga , te doy las gracias por todo ahora , yo comprendí y lo lamento por que no sabía por lo que estas pasando , te doy todo mi apoyo para que te cures y mejores pronto , que dios te bendiga , te deseo una feliz tarde besos de esta flor que te quiere y te admira , besos de flor.
EliminarA veces nos tenemos que conformar con que las alegrías sean los despertares de las pesadillas. El caso es que Tiki vive y tú tienes un bastón. Al colibrí que le den alpiste allá donde quiera ir.
ResponderEliminarBesos.
A veces cuando te leo me recorre un destello que no sabría explicarte.
ResponderEliminarMe gusta leerte.
Un abrazo sin bastón.
es impresionante lo maravilloso que escribes Flor! una cascada de palabras unidas mágicamente por tu exaltada vida interior. Eres lo máximo!
ResponderEliminarComo buena bruja que eres,mi Madam Mim, hazle un conjuro de exorcismo al bastón, ponle en la empuñadura,unas flores, fórralo con cinta roja y lazos.. al más puro estilo Frida, y a aceptar su apoyo...
ResponderEliminarMil besos bonita.
cuando alguien tiene la pesadilla de que se le muere la mascota es porque teme profundamente quedarse sola. te lo digo para que tomes consciencia de eso y de lo alejado que está de la realidad y que pesadillas como esas nunca más vuelvan.
ResponderEliminaren cuanto al bastón, me apena la vecina, yo le daría las gracias de todo corazón, pero el bastoncito me lo llevo al río y que se lo lleve la corriente. tienes razón, ese artefacto está muy ligado espiritualmente hablando con su dueña y puede terminar penando en tu casa.
palabra de brujo.
esteee... quise decir, de pirata ronero, je.
besos.
Es verdad...a veces los “nunca” nos los hemos de comer...
ResponderEliminarMe gusta leerte,en compás de tres por cuatro.
Un beso.
Ah...el colibrí volverá.
; )
Te leí hasta el final. Bien por mí!! Qué pesadillas tan feas... Espero que sean pasajeras y no se queden por ahí molestando.
ResponderEliminarA mí también me ha dado siempre "cosita" eso de reutilizar algo de un difunto pero te lo regalaron con buena intención, así que tal vez haya que darle una oportunidad. Besotes!!!
No me gustan las pesadillas y más cuando una está solita en la cama... pero sabes qué? Son sólo pesadillas... Saludos a Tiki y a Calixto que tanto lo extrañaba, del bastón, yo que tu, hacía lo que arriba dicen, hazle un exorcismo y úsalo, sino, déjalo en el río y que se vaya... que repelus me da que pertenezca a alguien que ya no está :|
ResponderEliminarEs bueno que alguién piense en ti, con ese bastón puedes imponer tu criterio con más contundencia.
ResponderEliminarBesos.
Hola hermosa, ya ves al final allí estaba el perrito. A mi también se me hace que las cosas conservan algo de sus dueños. Pero tu le darás una nueva y buena vibra, como lo haces con todo porque eres mágica. Besos
ResponderEliminar"los que me leyeron hasta el final muchas gracias" sos desopilante.
ResponderEliminarescribís como la vida.
A mí me da miedo la felicidad porque es efímera, así que cuando la tengo no la disfruto.
Saludos desde Mundo Aquilante!
A veces te leo ya que sos divertida y justa saludos cuidate
ResponderEliminarMenos mal que las pesadillas desaparecen cuando amanece.
ResponderEliminarEl bastón tiene mucha utilidad. Mi padre lo usa para caminar, pata arrascarse la espalda. Para acercar los zapatos. Para llevar la bolsa de la basura al hombro.
Seguro que le vas a dar utilidad.
Abrazotesss
Volverá a besarte como besa a las flores, eres una ... no lo olvides ; )
ResponderEliminarMmuaaaksS! inmeenso y graaaacias, mil gracias por tus letras ... tú tb besas con ellas.
Que tu noche sea cortita y q tu día te reserve muuchos abrazos de Natalia porque estás viva! ... y más cosas bonitas que mereces ..
Ve pensando cuales, como cuando piensas un deseo antes de soplar las velas : )
Qué linda, Natalia :)
ResponderEliminarYo también creo que se queda algo de la gente en sus cosas, pero eso hace que me gusten más esas cosas.
Esa pobre vecina estaba buscando una palabra de consuelo, sin dudas. En la era de la comunicación estamos cada día más aislados los unos de los otros...
ResponderEliminarSaludos y Suerte,
J.
ResponderEliminarTiki, tus seres queridos que te acompañan en lo bueno y en lo menos bueno... son tu sostén.
Ese bastón es un símbolo... un apoyo.
Los bastones, especialmente los artesanales, los hechos de buena madera... me gustan.
"Un pájaro y una flor. Juntos pero libres cada uno por su lado."
Otro beso y otro cálido achuchón.
:)
PD: ·Cómo escuchar Jazz." (Ted Giogia).
Es cierto, no se puede decir nunca ...
ResponderEliminar"Dicen que cuando está más oscuro es porque va a amanecer", me encanta, es un dicho que siempre tengo en cuenta.
Gracias a ti, mi querida Malque.
Otro beso.