Érase una vez un ángel sentado en una nube roja viendo en su computadora las diferentes posiciones sexuales que podía practicar con su peor es nada cuando miró hacía la tierra.
Tomando un sorbo a la cerveza que tenìa al lado, entornó los ojos para poder ver bien. Una señora malhumorada -muy guapa ella- caminaba despacito arrastrando su desgracia.
Colocándose los lentes para observar mejor, vio que la mujer iba sin rumbo sollozando y limpiando los mocos los que intentaba no llegaran a su boca, ¡Snif! se oìa.
-¿Pero qué le pasa a tan bella dama?- preguntóse el alado ser, dando un trago grande.
Sin obtener respuesta porque no había nadie, extendió las alas, arreglò una gorrita mamona que traìa puesta y raudo y veloz bajó en picada deteniendo su vuelo frente a la susodicha.
-¿Qué te pasa hermosa?- preguntó al tiempo que le veìa las piernas, ¡mmmmmMMMMM!
-Nada, ¡Déjame en paz! -dijo ella- mientras de reojo miraba al ángel medio calvo que sonreía bonachonamente.
-¡Achis!- -¿Y este de dónde salió!- pregúntose a si misma.
Con las alas extendidas y sonrisa contagiosa, el ángel cubría las partes pudendas con un taparrabo y nada más, mientas sonreía a la mujer.
Usaba lentes (a decir verdad ella nunca había visto un ángel con anteojos pero bueno). Llevaba también chanclas de pata de gallo y el tarro de cerveza en la mano.
-¿Quién eres?- preguntó la señora.
-Soy el ángel encargado de cuidarte y quitarte ese pinche malhumor que te cargas, ¡No friegues!
-¡Achis! Los ángeles no existen y menos uno que me cuide. Un día mi Amigocha quiso que fuera su Ángel de la Guarda pero se me olvidaba cuidarla, sintièndome mal por ello. No sirvo para ser un àngel.
-¡Pues si existo, toca mi pen... -digo- mis alitas y veràs que soy real.
-Mira para no hacer el cuento largo porque ya ves que a algunos seguidores no les gustan los posts largos -a mi tampoco, siquiera ponles monitos- te voy a decir que voy a cuidarte hasta que aprendas a que ¨Nada debe mover tu paz interior¨ porque no chingues, luego luego te pones loca por algo que no te gusta y tienes unos arranques cabrones. Ya ves, la última vez hasta te suicidaste ¡No puedo creerlo!
-Ohhh! Nunca he tenido un Ángel de la Guarda. Tuve un Alma Gemela pero desapareció sin dejar rastro el muy mèndigo. Ni adiòs dijo.
-Yo seré te Ángel- me quedaré contigo todos los días. Las noches no porque también duermo no creas que no -decía al tiempo que le daba un sorbo a su cerveza y le picaba las costillas a la mujer.
-¿Te quedarás conmigo toda la vida? -preguntó ella.
-¡No!- cuando hayas aprendido a ver todo con optimismo me iré a salvar otras almas que no ven lo bueno que tienen en su vida así igualito que tu.
-¿Te gusta el sexo?
-¿Eh?-
-No, nada, olvídalo.
-Bueno, quiero que aprendas a reírte, a que nada sabe mejor si estás de chillona, que la vida es un regalo que se te presenta cada día y hay que aprovecharlo.-¿Entiendes?
-Cuando abras los ojos repite ¨Hoy elijo ser feliz¨ y con ese mantra la vida será más bella.
El Àngel de la Guarda dice que estoy màs salada que un moco porque me suceden muchas cosas pero me lo dice para que le conteste y no me conforme con creer que de verdad estoy màs salada que un camaròn seco.
-¿Entiendes lo que debes hacer?
-Si- contestó la mujer- Quiero que seas mi cuaderno de doble raya. (En Mèxico cuando se dice que quieren que sea su cuaderno de doble raya significa que quieren que sean los mejores amigos).
-Màs bien serè tu Diario Oficial porque asì como eres un cuaderno es muy poco. Oye, pero no quiero que llores cuando me vaya, ¿Lo prometes?
-¡No!-
Bueno ya hablaremos de ello después, mientras te voy a enseñar unas páginas porno -digo- unas páginas con las que te puedes distraer y aprender como hacer feliz al Barry que dicho sea de paso que chinga le pones.
-¿Me enseñarás el Kamasutra?
-¿No te lo sabes?- tan grandota no creo que no lo conozcas.
-¡Juro que no!-
-Bueno, ya veremos después no quiero que dejes de ser inocente
-¿Inocente yo? -dijo la mujer -¡Deja que me ría!
-Mira, si no fueras tan malhumorada tu mundo serìa otra cosa. Rìete de la vida, demuèstrate que de verdad eres todo lo chingona que dices ser y que no son sòlo palabras.
-Bueno pero no te vayas nunca- dijo con un mohìn tierno.
-No pienses en el mañana, disfruta el Hoy que es lo ùnico que existe, ¿Entiendes?
-Si- dijo ella- ¡Hoy elijo ser feliz! aunque un poquito desgraciada para no variar.
-¡`tà güeno!- dijo el Àngel pero poquito nomàs.
Entonces el Àngel extendiò las alas y arropò con ellas a la mujer quien recargando la cabeza en su pecho decidiò que por lo menos Hoy serìa feliz.
Si el pasado ya se fue y el mañana no existe, serìa feliz siempre.
Y así fue como llegó el Ángel de la Guarda a mi vida.
¿Ustedes no tienen uno?
Deberían, siempre están cuando más se necesita sin que importe si su àngel bebe cerveza, ve porno o les mira las piernas.