¿Te gusto? preguntó Hormiguita a Hormiguito que atento tarareaba una canción de léxico arrabalero.
-Que preguntas haces- Contestó Hormiguito- eso ya pasó- remató con tono jocoso, sin fijarse que sin decir nada le había dicho todo. Hormigo era un macho y tenía de sensible lo que el sol tiene de frío. Hablaba con sinceridad apabullante cosa que muchas veces lastimó a su amada como ahora en que ella necesitaba una mentira piadosa.
Acomodándose en el sillón favorito, Hormiga se colocó los audífonos disponiéndose a leer un libro de antologías, cruzando las piernas, señal inequívoca de que estaba molesta.
Una punzada lastimaba su alma. La respuesta de su amado le había traspasado el corazón haciéndole una pequeña herida de donde gota a gota le iban escurriendo hilitos de sangre que en cascada escurrían sobre su pecho formando un lago rosado donde chapoteaban peces con alas transparentes que volaban hacia el cielo formando un algodón de azúcar engulléndolo la luna de tres mordidas.
El líquido cristalino y salado que salía de sus ojos iba a parar a la comisura de los labios haciendo un extraño silbido con el que Hormiguito se dio cuenta que su amada estaba llorando.
Dejó de hacer sus pasos ochenteros, la abrazó, le dio besos de chocolate y caricias de miel pero ella no las aceptó y dejando un halo de vainilla se fue a dormir a su cama hecha de flores de azahar, masticando una hoja de perejil.
Él fue tras ella cantándole ¨Enséñame¨, la canción con la que la había enamorado, pero Hormiguita estaba muy herida, necesitaba oír palabras de aliento después que el espejo le dijera en la mañana que los años habían pasado por ella dejando hondas huellas en su cuerpo. Ya no tenía el pelo negro crespo ni el vientre plano, las piernas fuertes y torneadas se habían perdido en los caminos de una vida dura. Los ojos alegres y vivaces eran un recuerdo de tiempos mejores. Aceptaba el paso del tiempo pero el tiempo era implacable y en ocasiones la hacía llorar.
Hormiguito al fin hombre o mejor dicho hormigo, le había contestado sin cuidar las palabras y ahora pagaba el precio de tal desatino con un desaire de su amada que hecha un ovillo se acurrucaba a su almohada.
Ante tal eventualidad, Hormigo se levantó muy temprano, le preparó el desayuno, la llevó a pasear, le compró dos hermosos regalos que luce deslumbrando a las demás hormigas quienes muertas de envidia la barrían de arriba a abajo haciendo muecas de desprecio. Eso no le importaba a Hormiga, su amado le había dicho entre sueños que era la más bella del mundo y ella le creyó.
Así fue como Hormiguito pagó caro no haberle dicho hermosa a Hormiguita, total no le costaba nada decirle una pequeña mentira. Hormiga sabía lo que el espejo le decía todas las mañanas pero necesitaba que su amado le dijera que era bella aunque la realidad fuera diferente. Una mentira piadosa que no hacía daño a nadie pero que en cambio la haría muy feliz.
¿Por qué los hormigos no saben cuando una hormiga les pregunta una cosa esperando que contesten con música para sus oídos? ¿Es tan difícil eso? ¿Saber cuando hay que decir la verdad y cuando decir una mentirijilla? Hormigos palurdos.
:O
ResponderEliminarque bonita historia y es verdad
no importa que edad tengan los hormigos
todos son iguales
u___u
xDD
Cuidateee
oh yeah!!
ResponderEliminarprimeraaaaa!!
xD
y esto de hormigos nada eh!..jejeje porque somos palurdos, así de facíl..bueno son los hormigos
ResponderEliminarcreo que me equivoque y no soy humano sino hormiga O.o
ResponderEliminarHormigos mala onda!! ¬¬
ResponderEliminarUna mentira piadosa que no hacía daño a nadie pero que en cambio la haría muy feliz.
ResponderEliminar:) :) :) Encantadora historia
Besos Malque
ellos nunca entienden de indirectas ¬¬
ResponderEliminarme gusto mucho :)
Hormigos. hombres,sordos , ciegos.. como quieras llamarlos.. nunca se dan cuenta de las cosas NUNCA.....y mas si estan frente a una computadora....en una lucha de compu vs. bata transparente... gana la compu....
ResponderEliminaresos hormigos son escasos los que entienden las indirectas y abundas los que prefieren hacerse los desentendidos!...
ResponderEliminarHola Malque!!! Lindo tu relato, ya sabes que tienes un don para la palabra!!! BESITOS Y SALUDITOS DESDE ESPAÑA.
ResponderEliminarHola Flor!
ResponderEliminarEstoy convencida que el tema es genético.
Sencillamente "no les da" la sensibilidad para VER situaciones que para nosotras son básicas.
De todas formas, son palurdos pero muy queribles! :D
Excelente texto, amiga bonita!
Besos desde Buenos Aires!
Estoy de acuerdo contigo Flor, los hombres somos unos palurdos cuando no decimos las palabras que nuestras mujeres quieren oír, si es tan sencillo.
ResponderEliminarEsas palabras no deberían faltar nunca.
Saludos.
Siempre me ha dejado maravillado que las hormigas no sepan que los hombres solo tenemos dos bolas, carecemos de esa tercera de cristal que adivina...
ResponderEliminarBesitos y salud
chee hormigo, después de taantas cosas compartidas con hormiga como es posible que con que diga linda, es mas que suficiente para que siga comiendo y durmiendo calientio......
ResponderEliminarLa historia resulta muy cierta, no se por qué la mayoría de los machos de todas las especies están faltos de esa sensibilidad que les debería permitir ser sutiles dulces y amorosos, cosas que nosotras necesitamos.
ResponderEliminarUn beso, amiga
Me siento como Gregorio Samsa... sólo que rojito, con unos dientesotes y tan tontuelo... como siempre.
ResponderEliminar"Pos es que uno es menso de nacimiento"
ResponderEliminarBuena historia :)
Somos sumamente palurdos...
ResponderEliminarPero se hace lo que se puede. Aunque esto también no es muy alentador...
Chale!
Saludos!
PD. Pero podemos mejorar no?
Exacto! Dioooos de verdad es tan difícil?!!!
ResponderEliminar¿Sabes que pasó con paciencia y salivita?
ResponderEliminarUn elefante pudo hacerle el amor a una hormiguita.
Me acordé de eso al leer tu post, aunque creo que no tiene nada que ver.
Pero el asunto es que a veces sí hacen falta unas palabras románticas después del viejo mete-saca. En fin.
Cuídate Malque, luego nos leemos.
jijijijii es que los hormigos oyen pero no escuchan sobre todo si tienen el mando de la televisión y están viendo un partido de fútbol, jjijijijijiji.
ResponderEliminarEsta amiga te desea con cariños feliz fin de semana prrincesa, besinos
Es que los hormigos son así...nada de imaginación...hay que decirles lo que una quiere con todas las letras!
ResponderEliminarBesos!
Sera que los hormigos, se parecen a los hombres o los hombres a los hormigos? No lo se, pero asi somos de tontos, no sabemos distinguir los momentos, ni decir las palabras adecuadas, aunque en el fondo las pensemos y las creamos de verdad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Malque.
Digan lo que digan, es una hormiga hermosa...
En el otro poste te deje dicho que si sabias algo de Mariposa Hermosa y me refiero a Mariposa Errante....
ResponderEliminarUn Beso
La historia que enseñ que la edad es tan sólo un número.
ResponderEliminarmuy bueno, saludos
Palurdos?
ResponderEliminarEs que carecemos de encanto, y quizás somos como don Egoisto, digo yo, hablando en la generalidad, y no desde mi especifidad, que es otro gallo cantar. Un beso grande. Carlos
ResponderEliminarAh, hay mentiras que no dañan...hacen feliz a la mujer...Un abvrazo. Carlos
ResponderEliminarLies are not good...not even small!
ResponderEliminaracostumbrados a ser sinceros en política, fútbol y religión (temas que le acaparan la mayor parte del día), los hormigos se vuelven insensibles cuando no deben y terminan pagando caro. un beso.
ResponderEliminarVaya, ya ha estado Draco hablando de política, fútbol y religión, como si un pirata entendiese de tantos temas y más si tiene al lado una botella de ron...
ResponderEliminarHormigos y piratas deben ser de la familia.
¡Biquiños Linda Flor!
y es que no se puede esperar mucho de ellos malquerida, son hombres y basta, ba! hormigos quise decir!
ResponderEliminar;-)
un abrazo mujer
Genin hablo con sabiduria: Si quieren que les lean la mente contraten un psiquico XD Nosotros, y mas en fin de semana, solo podemos hacer predicciones sobre resultados de futbol.
ResponderEliminarY ni esas atinamos.