Empezar porque sí...

... y acabar no sé cuando.

Al principio de este lapsus idiotus que estoy pasando creí que mi habilidad de escribidora se había acabado. No sé hacer más nada que medio enlazar palabras que digan algo.

Ha pasado poco más de un mes que dejé la escribidera. Al principio me enfoqué en otras cosas. Dejé de lleno los blogs. Si no podía escribir no me importaba nada.

A veces encendía la computadora pero terminaba por apagarla sin escribir. Mi agobio diario en la lucha contra mi cuerpo era extenuante, cuando quería decir algo tenía tan entumido el ánimo que di por terminada mi aventura en la MaLquEridA. No olvidaba las andanzas por los blogs amigos sólo que no entraba a leer. Les dije adiós sin decirlo.

Hace poco quise escribir un texto, aunque mi cabeza estaba vacía sabía que algo saldría pero mi cuerpo no me permitió hacer más que patear lo que estaba a mi paso. Tiraba libros, objetos sin poder controlarme hasta que me cansé. ¿Cómo voy a escribir así? me pregunté. Nunca lloré. Escribir es necesario pero puedo vivir sin ello. No me permito sufrir por no hacerlo porque entonces ya no me agradaría. Para sufrir ya tengo bastante.

El caso es que después de dejar en paz las ganas de escribir me quedé pensando sin darme cuenta que mi cuerpo no temblaba. Había pasado un buen rato que me quedé muy quieta, entonces se produjo un pequeño milagro. Me di cuenta que no pensaba en el movimiento, tanto me distraje que olvidé por completo en mi tembloroso destino.

Guardé todo y me fui a dormir, no feliz pero tampoco desgraciada. Igual no volví a tocar la computadora hasta el día de ayer en que otro milagro ocurrió.

Pensé escribir anoche pero de nuevo no pude hacerlo. Me fui a dormir muy enojada, no puede ser, sigo igual.

Tomé el celular, buscando alguna lectura para dejar de pensar. Se me ocurrió revisar los borradores que tengo ahí. 

Busqué el indicador para comenzar a escribir, sabía que menos podría hacerlo porque además del movimiento estoy medio ciega. Comencé a darle duro a las teclas hasta terminar un texto grande, largos como es mi costumbre. ¿Se imaginan escribiendo en el celular un texto sin temblar? ¿Cómo lo hice? npi, pero ahí está en borrador para no olvidar lo grande que puedo ser si me lo propongo.

Ahora mismo estoy escribiendo en la computadora. Saliéndome de las instrucciones del médico que me ha indicado dormir por lo menos seis horas seguidas para poder efectuar el estudio sobre el insomnio que padezco desde hace ya mucho tiempo.

Me internaré una noche en el hospital para que estudien lo que tengan que estudiar de esta cabeza rara y desatinada.

He comenzado a usar la silla de ruedas dado que me cuesta trabajo caminar. Para colmo tuve una muy fuerte caída el sábado saliendo lastimado el coxis. Que dolor tan tremendo. Mi familia se asusta tanto pro los gritos que doy pero es indecible el dolor.

Lo que más me gustó de la caída aunque suene extraño es que después de que Laura y Barry me regañaran por no quedarme quieta, Barry me dio un abrazo tan tierno como nunca en la vida nadie me lo ha dado. Qué bonito saberse protegida por el amor de tu vida.

Se va a cumplir una semana del madrazo  sufrido y Barry me sigue consintiendo. Cierto que últimamente me regaña como si fuera su hija pero supongo que es porque me quiere mucho.

No puedo estar mucho tiempo sentada por el golpe, así que dentro de lo posible pasaré  a visitarlos. Se siente muy bonito que a pesar de los pesares, desacuerdos y enojos, los amigos bloggeros no me olvidan.  

Gracias eternas

(Día 1, en camino a la extinción)