Debut y despedida de modista de calaveras.
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Sigo en la búsqueda de mi verdadera razón de existir. No nací para trabajar, menos para ser líder. Muchísimo menos para escritora. Con trabajo soy una mediana escribidora de cuentos fantasma y textos sin beneficio alguno.
No nací para ser una buena madre más bien soy una tirana incomprendida. Lo quiero aquí y ahora. Tampoco soy buena esposa. Pésima amante. ¿Cómo dices que se llama? Soñadora abortada. ¿Suena fuerte? ¡Por dios, son palabras! La realidad es cruel. Letras claras sin dosis de dulzura. Háblame claro. No me endulces el oído. La verdad duele pero aprendes a vivir con ella. El cinismo no cabe cuando el sentimiento late. Si no sirves más que para llanamente existir, dedícate a ello con todo el ímpetu que tu pequeño ser pueda. Mírate al espejo. Sostén la mirada. No bajes los ojos, eso que ves ahí eres tú. ¿Qué eres? Una mujer gruñona, peleada con la vida. Desconoces los motivos y sin embargo sigues aquí a pesar de todo. Eres hermosa pero tu ceguera nata te impide ver lo bella que eres.
El abismo al borde de tus pies. Siempre caminando por la orilla para poner al límite tu capacidad de sobrevivir. Admítelo, eres una miedosa pero azuzas al temor al límite de la cordura. ¿Qué más puede pasar que no haya pasado ya? Los miedos van más allá de tus fuerzas. Logras vencerlos con el carácter férreo pero siempre sobrevive alguno. Asustas al diablo. Cuando una mujer está enojada, el diablo corre por agua bendita.
¿Qué rumbo vas a tomar? No quieres leer, escribir ya no te apasiona. El ejercicio que marcó tu cuerpo ha huido de ti como huyen los que no se dan la oportunidad de conocerte guiándose por tu cara de pocos amigos. Además no sabes conservarlos.
¿Amigos dices?
Me asombra la cantidad de amigos que no tengo pero me asombra más la cantidad de amigos que aún tengo. Soy un cuerpo cansado. No lo digo yo, lo dice la que me mira todas las mañanas al levantarse. Hilos rotos. Ideas sin destino escritas en un libro imaginario. ¿Te gustaría escribir en una revista virtual? Obvio no. Si no escribo para mi menos lo hago para otros. Déjame reír un poco. Esto de la escribidera es un hobby en vías de extinción. Tranquila todo pasa. He descubierto que me gusta más hablar con Los tres huastecos que intentar escribir versos sin rima, métrica ni estilo. Textos sin alma ni calidad de escritos. En eso no soy criticable.
Les enseñé a decir "hola" a mis pericos adoptados -todo en mi ha sido antes de otros-. Todavía no logro que digan mi nombre. MaLquEridA es muy largo, quizás Chiqui lo aprendan más rápido. En eso estoy. En esas ando. De vez en cuando echo un vistazo a lo que fui. No expreso con palabras lo que nunca dejé de ser. No existe significado de aprendiz de escribidora. Y si existe tengo flojera de indagar cuál es. He llegado al punto más plano de mi existencia. Todo se ve claro. Tan claro que no veo nada. Quizás es mejor así. Vivir sin dar batalla, de todos modos no voy a salir viva de esta. Cuando muera tendrá tiempo que habré dejado de existir y nadie absolutamente se habrá dado cuenta de ello. Ni yo que al igual que en la vida seré la última en enterarse.