¡Atrás de la raya carnalitos!
Resulta pues que no hay mal que por bien no venga ni perro que los aguante o, ¿Cómo era?
La cosa es que uno anda por la vida del tingo al tango sin tener ideas absurdas o abyectas dictadas por el perro destino, como morir sin despedirse o en el mero día del cumpleaños de uno.
La vida es y la muerte más.
Háganle como quieran.
Un buen día tienes cita con el neurólogo y te dice que ha llegado la hora de ir con el neuropsiquiatra porque lo que he hecho sin darme cuenta es peligroso. Dicho en otras palabras puedo llegar a dañarme por mi propia mano. ¿Dañarme a mi misma? ¿Por mi propia mano? Ni modo que con otra.
Nunca lo he hecho ni lo volveré a hacer. Jamásmente.
´tonces le prometí que haría ejercicios diarios y que controlaría mi ansiedad y que no tendré olvidos infantiles ni... No quiso. Dijo que nel, me dio pase directo con la neuropsiquiatra o sea la mera mera de los amansalocos.
la Lic. la Emilia me acompañó porque el Barry no puede caminar, porque no tiene, porque le falta, mariguana que fumar.o
Se me salieron las de San Pedro, vulgo lágrimas arrabaleras. Bueno, no se me salieron, la mera verdá se asomaron, pero agarráronse de ms pestañas y pus no hice el ridículo llorando como pinche vieja loca débil y sin tapujos.
Se me salieron las de San Pedro, vulgo lágrimas arrabaleras. Bueno, no se me salieron, la mera verdá se asomaron, pero agarráronse de ms pestañas y pus no hice el ridículo llorando como pinche vieja loca débil y sin tapujos.
Volteé a ver a la Emilia, sonreí y seguí escuchando al médico que dicho sea de paso me dijo que su mamá se llama igual que yo. Ya habemos tres Flor de María en el mundo, suficientes para esta era.
Le hizo mil preguntas a la Emilia, quien contestó correctamente aún cuando yo con la mirada le decía ¨no, eso no lo digas¨, como el capítulo de ansiedad que tuve en la mañana y que prometí no contarle a nadie pero dada la presión de mi cerebro lo hice. Eso será capítulo aparte.
La mención de neuropsiquiatría me hizo temblar como las gelatinas de Chóchil, pero bueno sabía que esto llegaría. La enfermedad sigue avanzando y por mucho que se quiera no se detiene el letal desafío. Güerever, estoy en el umbral de la locura o al menos así lo siento.
Como toda buena enferma diagnosticada con una aberración desconocida busqué en el interné toda la información que se pueda. Okey no. Eso lo hice cuando el pp. Esta vez sólo atiné a preguntar: ¿Dónde se atienden las enfermedades neuropsiquiátricas?
¿JUAT? ¿AR YU KIDIN MI?
No sé a ustedes pero a mí, la MaLquEridA, MANICOMIO me suena como a patada en los eggs. Y eso que no tengo.
Y ya, is ol.
Te debo dos EVA, eres lo más.
El hospital neuropsiquiátrico como dispositivo de atención a la salud mental. Los hospitales neuropsiquiatricos o manicomios nacen como necesidad de la instauración de un nuevo sistema social,
Muajajajajajaja
¡TOING!