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jueves, 29 de diciembre de 2016

No-apología de los abrazos

Tres cosas hay en la vida a las que les huyo:
1.- Ir a fiestas.
Más de cinco personas a mi alrededor son un gentío. Incluso cuando estoy con mi familia si estoy enojada soy un perro rabioso escondida en el más oscuro rincón de su casita.

2.- Ir a fiestas. (Si si otra vez).
Las multitudes me agobian. La música a todo volumen. Comida en abundancia. Si hay mole con arroz aguanto pero otra cosa no mucho. Ahora que viéndolo bien depende quién cocine puedo sin culpa repetir el guiso. Bien mirado para eso es. Da igual me lo coma yo u otro. Podría guardarlo para un indigente pero soy una persona normal y por mi casa no hay o no he visto ninguno. Sepa la bola. Ah si, ya recordé hay uno pero me da mucho miedo porque está muy grandote.

3.- Dar abrazos.
¿Han visto en las películas de poseídos cuando les arrojan agua bendita y esta les hace surcos en la piel?
Juro que así siento. No me gusta el contacto físico. Usha ya vete, no me aprietes tanto. Nomás es un abracito y ya. (Supongo que mi trauma adolescente con el tamaño de mi pecho persiste).
A los hombres los abrazo de lejitos por favor. A las mujeres ya ni modo. No prestan atención a eso. ¡Rápido, rápido el que sigue!

-Hola si, muchas felicidades, si, yo también te quiero, si, si.

Creía en mi habitual inocencia que había librado la cena de fin de año pero no. No puedo zafarme de ella. Si no fuera por Barry.
Pesa mucho todo lo que hace por mi. Se levanta a prepararme algo de comer en la madrugada. Me lleva al baño. Se queda conmigo cuando sabe que estaré sola.  Calla ante mis mensajes malhumorados. Hace lo más por mi. La vida de Barry es muy dura señores, muy dura. Aguantarme. Échense ese trompo a la uña.
Merece que haga algo por él. No como pago  sino como un pequeña muestra de que tengo sentimientos.

La mera verdá -aquí entre nos- prefiero subirme a la montaña rusa que dar abrazo a una fila eterna de familiares que tienen en común conmigo nada. No puedo poner cara de circunstancia para decir ¨felicidades¨.

¿Qué hacer?
¿Esconderme a la hora de los abrazos? ¿Dónde?

Quisiera saber quién inventó la cena de fin de año.  Todo fuera como abrazar a Natalia o  mi familia.
¿Qué voy a hacer?
¿Qué voy a hacer?
¿Qué voy a hacer? No quiero dar abrazos ¿por qué es tan difícil de entender? Si fuesen virtuales otro gallo cantaría.

¿Y si me hago la dormida?

¿Qué le voy a hacer? Siguen sin gustarme los abrazos


Salebai.

















domingo, 25 de diciembre de 2016

La flor


Los milagros se suceden. Pequeños instantes para no perder la fe. Momentos saboreados lo suficientemente fuertes para seguir. La vida es un instante. Un milagro saberse bendecido. Calzo los tenis viejos. Piso firme. La mano de Barry espera por mi del otro lado de la cama. El lastre en que me estoy convirtiendo en su vida toma fuerzas del algo desconocido que me habita.

Uno, dos tres, camino. Algo me falta los pies me lo dicen. La mano sigue extendida aguardando la mía. ¿Cuatro? ¿Cinco? ¿Cuántos llevo sin asirme de ti?

Barry me mira asombrado. Mis pasos llegan al baño.
-¿Y si ya me curé!
-Shhh calla, no digas nada.

Parados en mitad de la madrugada Barry y yo.
Yo y Barry
Otra vez él y yo como en los inicios de los tiempos.
¿Seguimos siendo tú y yo?
A plena madrugada imaginamos caminar uno al lado del otro sueltos de la mano pero juntos. ¿Siempre juntos?

Vuelvo sobre mis pasos. Llego de nuevo a mi cama. Aprendo de nuevo a caminar. Dichoso aquel que se sabe dueño de sus pasos.

Me acuesto. Luz apagada. Penumbras concretas. Halos interrogantes cruzan de uno al otro lado de la habitación.

-¿Te das cuenta de algo?
-Si, no estás temblando.
-¿Sabes qué haría si volvieras a caminar sola?
-Shhh calla.

Trasformada en otra me pregunto si al fin desperté de la pesadilla.  La mano de Barry aprieta la mía. Quisiera que el dios iracundo lo tomara en cuenta para que sufriera lo menos que se pueda. En un mundo desordenado nadie es culpable. La culpa debiera dejar de existir como todo aquello que nos daña. Eso sería un milagro.

Imagino la vida. Imagino mi vida. Imagino las risas con Natalia. Imagino una vida sin dolor. Ir con la sonrisa en los labios solazándose por el puro hecho de estar vivo sin conflictos existenciales. A veces creo que el saber me hace ser infeliz.

La vida son instantes gloriosos. Hay que vivirlos al máximo. Saborearlos con delicadeza como el chocolate que Crisdty me regaló. Gracias a la vida que me obsequió a alguien como ella. La quiero tanto como si hubiera nacido de mi.
Vaya.
El trabajo que me cuesta querer a alguien extraño. Quiero a Crisdty y lo mejor de todo ella me quiere. Ese es otro milagro. Me quiere como soy.

La vida son instantes breves.
En lo profundo de la madrugada mi mano empieza a recordar lo que echaba en falta. Un ligero temblor me  recorre  hasta llegar al dedo índice. Ese mismo que señala lo bueno y lo malo recuerda que la vida es eso. Un instante feliz.

Un pequeño milagro nos unió de nuevo a Barry y a mi. La Flor de pasos firmes y mirada desafiante se asomó por breves instantes a la Flor de hoy y se fue.

Después todo volvió a la normalidad.


¡Salú!













martes, 20 de diciembre de 2016

Muy en el fondo del corazón

Antes que otra cosa pase.
Antes que el espíritu navideño haga mella en mi.
Antes que de lágrimas de cocodrilo inunde el blog.
Antes de que todo pase.
Antes de que nada llegue quiero decir, poner de manifiesto que como virtual vecina chismosa, que los amigos del blog son esa especie de regalo inesperado.
Agradezco desde lo más hondo de mi alma oscura sus palabras escuetas o no (pero sinceras sin duda).

Son como en las películas de pobres en navidad que están pasando a como Dios les da entender una noche por muchos bendecida. Este blog de habitual tristeza se ilumina con su presencia amigos lectores. Es como si llegaran a mi mesa con las mejores viandas, los más exquisitos vinos, los más grandes regalos. Y entonces me atiborro de comida, lleno mi mente de todo lo bueno que me dejan al final de los finales exhausta pero feliz para aguantar esta vida virtual un poco menos dura que la real.

Antes de que comience a echar bendiciones y desearles todo lo que de verdad quiero -no no no no, hoy no los mando de paseo- quiero agradecer de corazón las felicitaciones por un pinche año más de vida. Gracias por estar aguantando mi mal carácter. Gracias. Nunca conocí a alguien tan estoico como ustedes (ah si a mi familia).

Antes de que deje de ser la reina de este país sui generis. Gracias de todo corazón.
Nos vemos (por lo menos en la virtualidad, disfruten o lo que quieran, si lo quieren).


Un placer compañeros -me hicieron .me hacen- feliz.
(Se les quiere en el fondo, pero muy en el fondo del corazón).
Para no variar les comparto una frase de La Bella Natalia: Abuela, vive tu vida y déjame vivir mi vida eterna.



Chaíto 















sábado, 17 de diciembre de 2016

58 burbujas en el aire

El segundo deseo lo regalé.
El tercero ya no tiene razón de ser.

Tengo tengo tengo,
tú no tienes nada...
tengo cincuenta y ocho deseos ahorrados para matar el tiempo.
Por las noches en la solitaria oscuridad de mi recámara descarto el no cumplido. Es fascinante ir al revés. Camino a la inversa para no errar.
Desechado el primero, el último y el todo. Los deseos son parodias mal escritas para los incrédulos.

Corazón corazón ¿tienes algo para mi?

Los deseos son la parte insana de mi no creyente. La fe absoluta de que no se va a cumplir lo que pido. Imposibles pa´no fallar. No sería lo mismo si lo que quiero se cumple. Ya tuve una vida repleta de eso. Tus deseos son órdenes doñita.

Y luego vengo y...
¿ora qué pido?

Tanto luchar por la soledad y mira tú ahora que la tengo quisiera hervirla en mi caldero para formar cientos de monitas igualitas a mi. ¿Quién más puede convivir conmigo sin miedo a salir corriendo que yo misma? Mis yo infinitos. Alguienes con quienes platicar sin que me atiborren de quédijiste y notentiendo cansinos. ¿Eh?

La casita de mis sueños

Mi casa seguirá siendo hasta el fin de los tiempos el lugar de castigo para los niños desobedientes que no quieran aprender. El lugar idóneo para aborrecer el estudio a fuerza de machacar en que ¨es lo que te pondrá al frente.  No ser el borrego detrás del pastor. ¿Qué prefieres? ¿Ver en la orilla el paso de los triunfadores o ser uno de ellos?
Tanto duro y dale con el estudio para ser aprendiz de nada.
Mi casita tan llena de luz, de silencios, de hongos no le gusta a nadie por lo que representa.

Dice Sabina: Tanto trabajo me ha costado cometer mis pecados para malbaratarlos en arrepentimientos vanos. Y si.
Llevé la vida por el camino correcto. Es mi creencia, de eso no me equivoco.

A los amigos de siempre que permanecen aquí por el simple hecho de estar habituados a leer este blog de oídos sordos.

Recuerdo una frase que alguien me dijo en el inicio de estos años: Tus amigos te quieren porque no viven contigo.

¡Suertudos!

Me voy compañeros. Mi vecino el asesino y su chamana esposa han preparado el aquelarre de fin de año. Han empezado a sonar los tambores. Ritmos que se antojan africanos están llenando el ambiente de este frío sábado decembrino previo al día de mañana.
Antes de que las cabezas comiencen a dar vueltas como en El Exorcista, hago mutis. La mera verdá la magia que practica mi vecino el asesino si, everitas que si me da miedo de aquellos.
Me voy no vaya a ser que un diablo expulsado encuentre sitio en mi pequeña alma decidiendo que es un buen lugar para seguir haciendo travesuras.
Lárgome, ya me entraron ganas de mover los hombros al ritmo del tam tam tam ¡aye! ¡aye!
No se rían de mi ¿Eh? Acuérdense que vivo en un lugar inhóspito del tercer mundo. Si se ríen los convertiré en ranas.
No se fijen mucho si hay errores aí mañana lo reviso.

¡ämonos que aquí espantan!



Adiós.














jueves, 15 de diciembre de 2016

1er deseo

No hay imposibles.
Todo se puede si uno lo quiere.
Bajo el amparo de esa frase pido un deseo:
Volver a ser un ser humano y no una gelatina.
Si lo pido con muchas ganas se cumple.
Ya está.
Cerrados mis ojitos espero el milagro.
Avísenme cuando los pueda abrir.
No culpen a nadie de sus tristezas, la vida es bella.
Me vuelvo a dormir.
Si les toca ser gelatina pueden escoger el sabor.
Quiero ser una de zarzamora con chispitas de ilusión.
¿Quién me va a decir que no?
¡Tarán!



¿Ya?





sábado, 10 de diciembre de 2016

Fulanita de tal


Vuelvo como si nunca me hubiese ido de ti. En tu memoria permanece intacta la figura perfecta que construiste para mi. Arrastrando los pies con el poncho deshilachado. El humo de cigarrillo me hace llorar. Te digo que no son lágrimas de amor. No mientas. Un traguito de tequila saboreando los buenos tiempos de aquel día en que nos conocimos. Sellado el pacto sin palabras ni miradas de soslayo. Si dices adiós pero que sea de a deveritas no nomás me dores la píldora.

Zutana, mengana, da igual doña Fulana de Tal, con mayúsculas rimbombantes pa´no pasar de oquis por la vida. Que sepan de tu alta alcurnia sembrada de pañales de manta y tortillas al comal. Leñita del monte calienta mi orgullo en este frío matinal de mi diciembre querido. Neblinas ciegas clávandote el filo luminoso de su existencia.

Envalentonada de aguardiente y pellizquitos de mezcal vámonos haciendo menos. Tú y yo nomás pa´que no haiga mucha gente. Fulanita de Tal de sendero anquilosado en azules alcanfor. Hazme la gracia de conocer tu  nombre inmune al olvido. Poseedora de incertidumbres y éxitos divididos, hazte presente en el atajo por nadie conocido..

El mundo se hizo chico.
En el habitante paraíso de desconocidos rostros pixelados. Millones de moléculas formando un rostro habitual desconocido. ¿Tienes barba? dime ¿de qué color tus ojos son? Céfiros azules. Mañanitas por doquier. ¿Eres blanco? Yo soy morena así de color mexicano. Dorada por el sol. Mejillas seniles color jitomate. Ah si entonces me hubieses visto, el mundo giraría al revés. Que no se diga que le temo al extranjero de piel falta de sol. Modosito y educado destila tu sabiduría sobre mi piel de hojas vírgenes de amores imposibles.
Bajo la vista, pecho erguido. rizos color noche silente esgrimo el orgullo.
Nadie escribe poemas al amparo de su locura. Nadie completamente cuerdo escudriña imposibles aventuras.

Celebremos pot todo lo alto lo mejor de la vida. Un tú y yo desconocido. Una historia jamás empezada. Un relato que no se contó con la fulanita aquella de poncho raído, risa cantarina. Pies de marmota, caminito de olvido.

Brindemos Poeta por este mundo en el que no nos conocimos pero si nos sentimos. Canta cuando puedas a tu musa mientras ella brinda por ti todas las mañanas.

Siempre he sido así, con un halo de tristeza en la mirada. Sonrisa tatuada de payaso triste, riéndose para sus adentros de los chistes bobos que a sí misma se cuenta para reírme de todos con los labios al revés.

¡Venga!






jueves, 24 de noviembre de 2016

Los unicornios no se suicidan

Comencé por las mañanas a hablarle a Natalia sobre mi niñez. No pensé que le interesaría de tal manera que se ha vuelto cotidiano narrarle mis aventuras. Cuéntame cuando eras pobre abuelita.

Presta mucha atención cuando platico lo que costaba separarme de mi madre. De cuando no tenía juguetes ni podía escoger qué zapatos ponerme hoy o desdeñar la comida que amorosamente mi madre servía después de haber hecho milagros para darnos de comer a todos.  Era te lo comes o te lo comes. Nada de que ¿te preparo otra cosita mi reina?

La ropa era heredada por mi hermana mayor. Luego con pequeños arreglos hechos por las manos mágicas de mi madre quedaba lista para usar después de mi por mi hermana menor.
¿Hermanos dices? Tengo para dar y regalar. Escoge el que más te guste. Hay enojones, querendones, gruñones, amables, risueños, amorosos. Una cosa si te digo pequeña, no te abrazarán a menos que seas la que se los pidas. Mis hermanos como yo no tuvimos tiempo para aprender a abrazar. No tuvimos tiempo. Había cosas más importantes como jugar a hacer pasteles de lodo y carritos con cajas de cartón. ¿La querencia? ¿Eso qué?

Cuidábamos los zapatos como tesoros invaluables. Duraban miles de años y cuando se gastaban o los hoyos eran demasiado visibles los mandaban al zapatero. ¡Listo! zapatos nuevos para otro año más.
No usábamos tenis. Los calcetines -un par- los lavaba por las tardes después de llegar de la escuela para usarlos al día siguiente. No lo sufro, lo agradezco. Sirvió -aún sin parecerlo- para valorar lo  que tengo ahora. Después claro de saber que la riqueza no es para siempre. No por tener hoyos en el zapato signifique ser pobre. Significa que son muy cómodos aunque primero hay que convencerse uno mismo que la pobreza se lleva en el alma.

A La Bella le es difícil comprender como es que yo no tenía cajón de calcetines ni de zapatos. Le parece increíble que en casa no hubiese televisor ni cuarto de juguetes.
-Entonces ¿qué hacías abuela cuando ya no querías hacer nada?

Hablo y hablo como perico mientras sin hacer berrinches ni lágrimas vanas voy logrando vestirla sin que Barry acuda a socorrerme.
Es que esa niña cuando dice no es no verdadero y háganle como quieran. Ay dios si no tuviera el tiempo encima. Niña mira la hora que es. Anda hijita déjate peinar muñequita ¿si?

-Si dices las palabras mágicas me dejo peinar, abuela.

¿Saben ustedes lo que es echarse un clavado a la caja de objetos perdidos -vulgo cerebro- y buscar las dichosas palabritas cuando el tiempo me come la entendedera?

-.¡Auxilio Barry!- ¿cuáles son las pinches palabras mágicas?
-¿Eh?

Lueguito de descubrirlas -las de hoy fueron ¨viejo panzón¨- La Bella se torna dúctil masa en mis manos.

-Abuela, yo lo que quiero es cambiar mi destino.














martes, 22 de noviembre de 2016

Tan así de aquella manera

He despertado tan sintiëndome rara que he hecho algo tan tonto como enviarme un correo a mi misma.
El día está comenzando. Tengo la mente limpia. No he lanzado ninguna maldición -todavía, no lancen campanas al vuelo-  he pensado mucho para ser tan temprano. No se los recomiendo si tienen la panza vacía. El pensar da más hambre que cuando se está a dieta.
Estoy rara, como si tuviera sentimientos enredados en la piel. Siento todo de una manera que lastima dulcemente. Dolorcillo tolerable.

He "hablado" con dos personas de mente elevada. Sin demeritar a quienes me rodean. Me refiero a pensamiento intelectual. No digo más. Me hago mucho lío terminando por ofender dada la parlotería acostumbrada. Es curiosa la vida. Yo una flor rara cambiando sentires con personas que en la vida real no serían ni siquiera conocidos.
Esto de la virtualidad es magia pura. Tan màgico es que permite uno enviarse un mail a sí mismo y encima saltar de alegría porque en la bandeja de entrada hay un correo.

¡Virgen del amor hermoso alguien me escribió! .. me digo en mi intrínseca estupidez- veamos quién es.
Ah soy yo. Me contesté solita. No cambié la dirección de respuesta. ¨stúpida¨.

¿No les digo? Para pendejo no se estudia. Se nace y uno mismo se perfecciona en el trayecto. Y todavía vengo y lo cuento.

Ay de mi y de mi empeño por esperar un mail que nunca -cuando digo nunca es nunca- ha de llegar porque para esa persona no existo.
Lo mejor es que para muchos .sobretodo para mi familia- soy alguien incluso -y a pesar de todo el empeño por boicotearme- existo para mi.

Eso es chido ¿no? Y luego van diciendo por ahí que no me quiero.
Lo que hay que ver.




Hoy es martes con cara de lunes, estoy respirando calma.



lunes, 21 de noviembre de 2016

¡Ropa usada que vendan!


¿Cómo explicar a todos con los que convivo que mi capacidad de reacción ha sido mermada? Entiendo muy bien lo que  preguntan pero el cerebro tiene una velocidad diez veces menor que la normal.  Échele seño. Taim is mony ¿yu nou?
.
Cuando mi cabecita empieza a procesar la información tiran a bocajarro la siguiente pregunta. Luego la otra y la otra y la otra. Apenas atrapo una palabra de la primera respuesta cuando ¨¡mocos! llega otra pregunta. Me quedo lela sin articular palabra. ¿Cuál respondo? ¿La primera o la última? ¿o la que recuerde?

¿Cómo decirles que el hablar quedito no significa que esté sorda y que el no contestar rápido no significa nada más que lo que es?
La voz grave de los hombres lacera mi corazón. La de las mujeres insulta mi inteligencia.
La mía es un rumor fantasmal aplicable al amor.
Buuu.

¨Perdí la inteligencia sepasumadre dónde. Ha de haber partido junto con la imaginación al valle perdido de los asuntos otoñales. Resquebrajos inmortales. Palpita tan de al tiro muy zonzo. Súbele tres rayitas al volumen.

-¿Por qué no hablas?  ¿Por qué no me respondes? ¿Te comieron la lengua los ratones? ¿Estás enojada? Dime qué te pasa.  ¿Eres sorda?

¡Stop! ¡Tiempo! ¡Guai a momen plis!

Bip bip bip soy un robot. Los cables se dañaron. No hay refacciones. Los modelos antiguos sucumbieron al encanto de los chatarreros. El switch se averió. El disco duro está blando. La memoria llena. No se recibe cascajo.
¡Fierro viejo que vendan!
Lárgome a esconder a mi casita de adobe. Por allá lejos, muy lejotes, Por donde da vuelta el viento, tres cuadras a la derecha cerquita del infierno donde casi nadie quiere ir quesque porque está muy feo.
¡Achis!
¿Cómo saben si nunca han ido?
Cosa es ponerle flores y una sonrisa de soslayo. El infierno también puede ser bonito. Nomás que el miedo a las palabras hace temer a lo imaginable inexistente.
¿Por qué hablas tan feo?
¿No querías que hablara? pos aí tá. stoy hablando ¿qué no?

Después de todo el infierno o el paraíso lo construimos en nuestras cabezas.

Hoy como todos los días pongo cualquier pie sobre la tierra. Si el derecho o el izquierdo, elijo el izquierdo nomás porque sí.
De cómo me vaya se lo dejo al destino.
Me urge la mirada de sus ojos sobre los míos o seguiré en plan de diva sin suerte. La extraño señorita.
Temo volver loco a quién en mi confía.




festotago.









sábado, 19 de noviembre de 2016

Como un perro meramente así

Si yo fuera un perro no tendría que preocuparme por demostrar mi amor a este o aquel. Mi amor perruno no tendría parámetros. Querría a mis amos por igual. No tendría que preguntar ¿Cuánto me quieres? para hacerlos felices. Tampoco saldría con esas absurdidades de ¨te quiero de aquí a la luna tres vueltas y de regreso sin traje de astronauta¨. Mi amor es ilimitado. Quiero a todos por igual lo que cambia es mi forma de expresarlo. Pero qué te digo si no entiendes nada.

Si yo fuera perro no celaría al macho de mi manada. Un poco sí pero no tanto como enseñar los colmillos. Si el jefe de la manada quiere irse ni peleando a muerte con la hembra más buena lo detendría. Amor perro. Caderas bailarinas tras un bien común.

Si fuera perro me echaría en la camita todo el día esperando llegue mi dueño para llenarlo de babas, menearle la cola y dormirme plácidamente en su regazo del que sería dueño absoluto. No querría más en la perra vida. Vida perra. Perrito psss psss.

Si fuera perro no tendría remordimientos. Haría las cosas por instinto tal como sin pensar lo hice anoche y ahora debo enfrentarme a las consecuencias. ¿Guau?

Si fuera perro no me preocuparía de si mi hijo viajó en moto decenas de kilómetros en carretera. Ni siquiera tendría que esperarlo. Las madres perro están acostumbradas a vivir lejos de ellos a menos que los humanos no los separen. Así es. Así ha sido y así siempre será. Los perros no viajan en moto. Hablando de eso, pedí al novel escritor pasear en su moto el día de mi cumple. Ojalá se me haga. Runnn runnnn.

Si fuera perro nadie podría callarme como lo hacemos con Babo cuando ladra porque pasó la mosca. Mi libertad de expresión no sería coartada más que por el miedo a recibir un maltrato. Los perros también tienen miedo.

Si fuera perro no estaría escribiendo tonteras rogándole al dios perro que mi amo no se despierte porque hay que empezar a dar explicaciones y eso señores y señoras es para mi inadmisible porque no soy perro. Soy un ser humano que hace -para muchos- idioteces pero para mi es la forma en que mantengo a raya los fantasmas que me habitan.

¿Qué voy a hacer?

Afrontar las consecuencias con mi mejor cara. Beata compungida con un toque de atolondramiento en sus venas.

El dios de Barry se apiade de mi. Ya amaneció. No hay  quién me salve. ¡Gulp! ¡Emilio, ven a por mi!

¿Saben rezar? Recen por mi pero rápido, rápido. Oigo pasos en las escaleras. Muerta soy.
Todo sería más fácil si estuvieras aquí pero no estás y es así fuera de broma.

Click!














jueves, 17 de noviembre de 2016

Las nuevas (si son buenas mejor)

Clamo su nombre para que venga en mi ayuda -cuando Laura no está- si de comenzar se trata. Murmuro su nombre -Barry no dice nada- en las mañanas cuando al tic-tac monótono le importa nada mi premura.
Grito su nombre -¿Por qué pides ayuda a Dios si está muerto abuela?- en el momento justo de atravesar la calle de la mano del futuro feliz.
Imploro al Dios de Emilio -ando necesitando una ayudadita- para que en sus domingos de oír misa y arrepentirse de todo lo malo hecho en la semana se acuerde de mi.

Enrique canta -con voz de plañidera- "o todo el mundo está loco o Dios es sordo". El diablo mayor sustrae las almas buenas para sus huestes en la batalla final.

Lapsus estupidus.

Por cierto soñé a Enrique. Estábamos en algún sitio, no me animaba a hablarle. Al ver mi indecisión me jala de la mano -¡Virgen del Chongo Parado, Enrique me tocó!- toma el celular que tenía en mi mano para tomarnos una selfie -estos anglicismos metiches en mi escaso vocabulario- y se le ocurre darme un beso ¡Mátame a besos amor! pero llama a Barry para que vea que no es mentira que me besó
Me daba un ataque de risa y ¡Tarán! desperté con el sonido de mi propia risa. Al abrir los ojos podía ver la sonrisa en mis labios ¡Dios existe!
Fue un sueño me dije a mi misma. Por la mañana al desayunar le platiqué a Barry el sueño. No entiendo porqué se sigue riendo.

Sigo sin tener nada claro.

Tantas veces nombro a Dios -la fuerza de la costumbre- para que me ayude porque lo juro de verdad me siento tan infinitamente desprotegida. Me aferro al Dios de mi niñez porque no conozco otro. Ni modo que le rece a Batman o al aburrido de Superman.

Reconciliada con la vida me absuelvo de todos mis pecados. Los absurdos traumas son peces atrapados en una red prontos a dejar de existir.
Hay dos que se resisten:: el sentirme inferior y el otro del que me es vedado hablar. Dos lapas pegadas a mi yo interior negándose a morir.
Como veo doy.

Les digo amiguitos no hay poder humano que permita que se vayan de mi. ¿Existirá alguien tangible capaz de limpiar mi mente para que pueda descansar en paz? Y no, no hablo de morir. Hablo de ir por la vida sin ataduras ni convencionalismos que me permitan ser una Flor normal como la que nunca he sido.

Karma, karma, calma.

Estoy hecha un nudo ciego. Las interrogantes pueblan mi mente obtusa. El karma vuelve a darme una lección. "No quiero ser una viejita normal con perritos de compañía, cuidando plantas y metida en la iglesia. No quiero eso ser".

Tengo perros a los que les hablo, un "jardín" medio descuidado porque me da miedo encontrarme gusanos o lombrices por eso nomás riego mis plantitas. Y..
falta  estar metida en la iglesia, cosa que dudo mucho debido a mi creciente desprecio por los curas que nos bendicen con sendos anillos de oro en sus bofas manos,

Si algún día ocurre estar metida en la iglesia seré como lo que siempre odié: una puta arrepentida. Eso señoras y señores será lo último que verán de mi ¡Vade retro!  (Mejor ya ni digo nada, el puto karma está al acecho).

Abur

















martes, 8 de noviembre de 2016

Por amores es que existo





Autorretrato con niña en colores escolares de puntas descarapeladas

Tal como la imaginación huye de mi cuando siente que la voy a poner a trabajar, así salió surcando los aires mi celular. Un arrebato de furia lo arrojó a tres metros de donde me encontraba -recuerden que soy chiquita con cabeza que cambia constantemente de color, mi alcance es diminuto- estrellándose en el piso de la recámara.

Nadie vio nada, nadie oyó nada. Nadie dijo nada. Cuando los ataques de furia arremeten contra mi,  todos ponen pies en polvorosa. Patas para qué os quiero.

Adiós Apellidos Ilustres, adiós contactos queridos. Adiós para siempre adiós. Ningún celular resiste semejante madrazo. El mío de manufactura antiquísima menos. Obsoleto casi al mismo tiempo en que fue echado al mercado. Ha resistido tantos golpes como desengaños mi vida.

Pasada la tormenta. La casa encerrada en un silencio hermético dio cuenta de los pasos de Barry subir las escaleras.

-¿Qué le pasó a tu celular?- preguntó recogiendo las partes en que mi dignidad digo el móvil había quedado.

Mirada fulminante. Silencio nocivo. Se acabaron las preguntas, dio media vuelta y se fue dejándome frente al espejo tratando de reconocer a esa mujer con el rostro pálido y tintes verdosos de origen desconocido en el mismo. (Según yo fue una especie de envenenamiento debido a la aspiración de algunos productos de limpieza con los que estuve trabajando más la bilis derramada y el arsenal de medicamentos circulando por mi sangre). Eso mi queridos masoquistas que me leen, es lo menos importante si es que en este arrebato hay algo de importancia que no sea más que la pérdida de un celular.
Puedo vivir sin él. Nunca sin mi iPad.


Cerciorándome que no hubiera nadie cerca me arrodillé -jamás ante nadie, lo lamento- y busqué lo que faltaba para armarlo de nuevo. Para mi mala suerte el móvil funcionaba de maravilla. Igualito que mi dignidad absurda a la que por más que busco eliminar sigue atada con lazos de acero inoxidable.

Hecha un feto, la almohada se tragaba mis lágrimas. Antes de cerrar los ojos lancé una botella al mar recibiéndola un novel escritor que de buenas a primeras apareció entre mis contactos -no encuentro aún la razón del porqué está ahí- escondiéndome en su isla particular de la que salí con -de nuevo- con la dignidad restañada. Sin daños exteriores. De interiores hablamos después.

Sigamos pues desnudando el alma ante quién sin ver a los ojos me envuelven en su mirada afable.


El placer es suyo como siempre. (y mío obvio).

Explicar la razón por la que el celular salió volando es lo mismo que explicar el chiste bobo de mi autorretrato.












viernes, 4 de noviembre de 2016

Atavismos sustanciales, un ángel y tres diablos menores

1.- Hagamos de cuenta que dormimos juntos. No pasa nada. La amistad desde mi particular punto de vista encierra grandes silencios

2.- No te preocupes abuela, puedes decirme como quieras pero nunca me llames MaLquEridA.

3.- Coincido en que los dos somos ejemplo de lo que no debemos ser.

4.- Los niños solitarios buscan redondeles en los juegos olvidados de sus padres pero no encuentran más que botones utópicos.
La sociedad se desangra por sus venas más delgadas.
Plus:
En el amor como en el juego, ya nada se vale.
Ire señito, usté, si usté la que está echada en el sillón de la marmota ideando estilos para dormir.
Usté escribidora de irrealidades, invéntese una manera de no quedarse rumiando el rencor en los amores de ocasión.
Los celos no son buenos compañeros.
A su edad no queda colgarse de quereres perpetuos, esos no existen ni en el panteón.
No crea en promesas no pronunciadas discurridas en su mente con el súbito afán de creer que el amor sigue latiendo.
Suenan campanas de perdón mil veces dicho.
En viernes los amantes no hacen el amor,
hacen el ridículo.
Cierra los ojos.
El para siempre te pertenece
como el pensamiento de quien no te ama.
Deshaz el nudo atado a tu muñeca.
Convéncete,
las celdas no fueron hechas para ti.
Aforismos inocuos revolotean sobre tu cabeza
sin razón de ser.
Los complejos van.
El adiós no.







viernes, 28 de octubre de 2016

Plana



Debut y despedida de modista de calaveras.

Sigo en la búsqueda de mi verdadera razón de existir. No nací para trabajar, menos para ser líder. Muchísimo menos para escritora. Con trabajo soy una mediana escribidora de cuentos fantasma y textos sin beneficio alguno.
No nací para ser una buena madre más bien soy una tirana incomprendida. Lo quiero aquí y ahora. Tampoco soy buena esposa. Pésima amante. ¿Cómo dices que se llama? Soñadora abortada. ¿Suena fuerte? ¡Por dios, son palabras! La realidad es cruel. Letras claras sin dosis de dulzura. Háblame claro. No me endulces el oído. La verdad duele pero aprendes a vivir con ella. El cinismo no cabe cuando el sentimiento late. Si no sirves más que para llanamente existir, dedícate a ello con todo el ímpetu que tu pequeño ser pueda. Mírate al espejo. Sostén la mirada. No bajes los ojos, eso que ves ahí eres tú. ¿Qué eres? Una mujer gruñona, peleada con la vida. Desconoces los motivos y sin embargo sigues aquí a pesar de todo. Eres hermosa pero tu ceguera nata te impide ver lo bella que eres.

El abismo al borde de tus pies. Siempre caminando por la orilla para poner al límite tu capacidad de sobrevivir. Admítelo, eres una miedosa pero azuzas al temor al límite de la cordura. ¿Qué más puede pasar que no haya pasado ya? Los miedos van más allá de tus fuerzas. Logras vencerlos con el carácter férreo pero siempre sobrevive alguno. Asustas al diablo. Cuando una mujer está enojada, el diablo corre por agua bendita.

¿Qué rumbo vas a tomar? No quieres leer, escribir ya no te apasiona. El ejercicio que marcó tu cuerpo ha huido de ti como huyen los que no se dan la oportunidad de conocerte guiándose por tu cara de pocos amigos. Además no sabes conservarlos.

¿Amigos dices?
Me asombra la cantidad de amigos que no tengo pero me asombra más la cantidad de amigos que aún tengo. Soy un cuerpo cansado. No lo digo yo, lo dice la que me mira todas las mañanas al levantarse. Hilos rotos. Ideas sin destino escritas en un libro imaginario. ¿Te gustaría escribir en una revista virtual? Obvio no. Si no escribo para mi menos lo hago para otros. Déjame reír un poco. Esto de la escribidera es un hobby en vías de extinción. Tranquila todo pasa. He descubierto que me gusta más hablar con Los tres huastecos que intentar escribir versos sin rima, métrica ni estilo. Textos sin alma ni calidad de escritos. En eso no soy criticable.

Les enseñé a decir "hola" a mis pericos adoptados -todo en mi ha sido antes de otros-. Todavía no logro que digan mi nombre. MaLquEridA es muy largo, quizás Chiqui lo aprendan más rápido. En eso estoy. En esas ando. De vez en cuando echo un vistazo a lo que fui. No expreso con palabras lo que nunca dejé de ser. No existe significado de aprendiz de escribidora. Y si existe tengo flojera de indagar cuál es. He llegado al punto más plano de mi existencia. Todo se ve claro. Tan claro que no veo nada. Quizás es mejor así. Vivir sin dar batalla, de todos modos no voy a salir viva de esta. Cuando muera tendrá tiempo que habré dejado de existir y nadie absolutamente se habrá dado cuenta de ello. Ni yo que al igual que en la vida seré la última en enterarse.












domingo, 23 de octubre de 2016

Huesitos cantores




Sr. Calavera



A propósito de la proximidad del Día de Muertos, el Sr. Calavera ha bajado del sitio donde aguarda todo el año a que llegue la fecha en que  pasará a adornar la ventana de la entrada de la casa.

Sus huesos están un poco ajados por el tiempo que pasa a la intemperie. El barro ha perdido color. Unos pequeños rasguños pero nada que lamentar. El sol le ha comido el color en traguitos de vida.

Es la primera vez que las cuencas vacías me hicieron estremecer. Hipnotizada por breves instantes con la mirada vacía de muerto viejo, me sentí atraída hacía un abismo.
Los vellos erizados por la extraña sensación no sentida jamás quedaron parados por un imán imaginario.
Hoy no será.
Hoy no.
No señor.

Es la primera vez que el Sr. Calavera y yo tenemos una comunicación un tanto rara.
Venciendo el temor lo tomé del mentón haciendo que no me viera más. Una cosa es que adorne la casa y otra que me asuste. Así yo no juego.

El Sr. Calavera me mareó con la vista de calaca viviente. Sus huesos chocan entre sí al mover del viento. Campanas al vuelo tocando a muerto. Tilín talán, tilín talán.

Para vencer el temor lo miro fijamente.

Mirada muerta,
boca desnuda
barrito de sol
huesos musicales
cogidos con alambre suave.
Saetas al viento
ojos negros
dime quién te quiere más.
Solitario amor.

















martes, 18 de octubre de 2016

Esa especie de suerte llamada memoria

Los recuerdos se hacen menos en esta mi memoria olvidada. Algunas personas muertas en la realidad vuelven a fallecer en sueños sin razón aparente. Estrecha de memoria los dejo pasar. La hora de soltar lastres pasó mucho tiempo ha. Mi barquito ha tomado rumbo. Despierta y dormida mi alma -si es que existe- descansa.

Desecho temores. Guardo un poco de complejos. Sin ellos pierdo mi esencia. Flagelo de tres puntas para azotar las carnes cuando la soberbia lo amerite. No es ser mi propia víctima. Es para recordar que por ellos existo según mis convicciones. Nada he de preguntar lo que nadie puede contestar. Los que se fueron no han de regresar a despejar dudas vanas. Los errores corregidos son verdades borrosas.

La cabeza semivacía no da pauta para albergar sinrazones. No pesan los pecados no cometidos ni el blondo pelo caído a mis pies.  El daño es sin reparación. Mi memoria es libre de equívocos ajenos. Cargo lo mío en el bolso de mano. Ni tanto que fuera que en él no quepa. Los enojos con la vida están en agonía. Soy feliz dentro de la propia infelicidad. (Ríete anda, hazlo por mí).
 Dalila cortó mi alborotada melena. Barrió con la escoba de bruja el sello característico. Mi sello personal fue a dar al bote de la basura. Pequeño Goliat dime a qué le temes. De quién te escondes. Alza la cara, de mi no te espantes. Soy incapaz de hacer daño a nadie.

Los limones de suyo amargo sirven también para preparar un agua refrescante. Digamos que soy un limón sin vanaglorias ni exquisitas presunciones. Sin herir el ego a veces creo conocer la razón de estar en este mundo.
¿Por qué no hablas así en la vida real?
Confórmate con que hable. No le pidas peras al olmo.

Pasajera de la vida. Tren de la discordia. Me subo en el tercer vagón. El mío es de la suerte. Quimeras llevándome por caminos desconocidos. Labios delgados partió en el tren del ayer. Legado de vida que no me corresponde heredar a nadie. Desahuciada de la alegría me cobijo bajo el manto de risas ajenas.

Escribo lo que de mí entiendo. Compleja la suerte de ser yo. Y sin embargo tres puntos suspensivos lo ameritan. Desafiando el inexpugnable cerebro todo ha cambiado.
Sorbos de aire me mantienen viva. Imberbe otoño hace cavilar la vida que va volando en las nubes de algodón profano. De vez en cuando trágate el orgullo y come un poco de humildad. Te sentará bien.

El tiempo me ha dejado en el sillón de la marmota para descansar el vuelo. Tocando tierra firme deseo que mañana sea como ayer. Porque ya lo conocí quiero vivirlo de tal forma que mis pies conozcan el camino sin ostentar heridas.
Del futuro que alguien se encargue. El destino juega a la par del que se deje. Alegoría de lágrimas sin fin.

(Cada día te entiendo menos,
yo cada día me conozco más)


Aquí me bajo.



¡Pu puuuu!
Chucu chucu chucu chucu chuchuchu.
















jueves, 13 de octubre de 2016

Pensares

El mundo se yergue sobre sus cimientos de ignominia,
veo el amanecer tapizado de muertos.
Muertos de guerra, de hambre,
de amor.

¿Alguna vez me quisiste?

El alba nos confunde con un sol esplendoroso,
Duarte se exonera a sí mismo con las manos manchadas de sangre.
La cicuta no es castigo para los traidores.
Testaferros del poder merecen morir mil veces.
Los pájaros del exterminio revolotean sobre nuestras cabezas,
han llegado las huestes del infierno a la raíz de nuestra bondad.

¿Dónde están los niños?

El diablo existe en las mentes de los poderosos,
Dios no se deja ver, no sabe qué hacer.
Mujeres claman venganza contra los golpeadores de cuerpos enfermos,
-lo maté con gotitas de amor y tres cucharadas de cianuro- 
la victoria según lo mire el cada cual.

¿Dónde  consigo un trocito de tiempo?

Abuela
quisiera ser gato para ser libre y no ir a la escuela.
Las cadenas de un sistema educacional
grilletes del martirio,
sueños de libertad.
La vida es ahora.
Saber para que no te vean la cara de tonta mijita.
¿Por qué no puedo ser libre?

Curriculum vitae de una señorita

Un poeta busca musa que haga sufrir a su personaje principal.
Me puse en contacto, estoy desempleada,
a mi poeta ya no le inspiro ni siquiera un versito fresco cortado por la mañana.
Curricula en mano me presenté muy oronda,
soy la mejor villana, bruja de mercadotecnia,
lágrima fácil,
dolor y quebrantos son mi bandera.
Sentadita de pierna cruzada espero el ring ring de mi teléfono.
Ya no queda nada.

Infortunios menguados.

El mundo sufre el paso implacable de la humanidad,
y yo
con el perdón de sus mercedes,
me desgajo la vida inquiriendo
a la impertérrita figura del espejo,
cómo hago para cumplir las ordenanzas de quién tiene mi vida en sus manos...

Otórgame la gracia de saber escribir mi epitafio
en la serena quietud del viento.
La soledad ya no existe ni en los cementerios. En la madrugada nadie espera ya por mi.

















domingo, 9 de octubre de 2016

Nunca voy a negar todo lo que de mi existe

Me frustra no entender a la gente. Me pone loca cómo es que lo que dicen no concuerda con sus acciones. Callar es mejor. Se evitan los yerros que luego como lozas caerán sobre las espaldas.

Cuando un ser querido o no muere se sensibiliza el corazón... y la lengua. Se dicen cosas que en el momento suenan fáciles. Compromisos que no se han de cumplir. La palabra queda.

Pasa el tiempo, las cosas siguen igual, volvemos a ser los mismos seres imperfectos que ante la muerte de alguien olvidamos tras las lágrimas derramadas.
Esto es lo que me frustra. Siendo espectadora no concibo el actuar de unas personas. Mi lengua viperina se afila. Quiero gritar, recordarles lo que dijeron entonces pero la maldita prudencia que trae consigo la edad me dice que debo callar. (Hablo del plano real porque lo que es el virtual hablo más que Los 3 Huastecos).

¡Ay no!

Quiero que alguien me escuche.

¿Quién? ¿Quién puede ser? Alguien que esté al tanto, que comprenda mi frustración. Para algunos será veneno lo que diga, para otros es la verdad sin adornos. (Escríbelo Flor de María).

Agggh mátenme o algo.

Encuentro a Laura. Le digo lo que me sucede. Lo platico también con Barry. Ellos dos entienden. Son el saco de mis frustraciones. Los admiro por seguir conmigo esta lucha de tratar de entender quién soy y qué carajos hago aquí.

No me dan la razón por el hecho de ser yo sino porque la tengo. Tengo la mala fortuna sin que suene petulante de tener la razón o sea siempre. Entendiéndose por siempre cuando lo digo que es casi nunca. El ¨te lo dije¨ es odioso la mera verdad.

Me tranquilizo pero aún tengo clavada la espinita de la frustración.

Busco al causante. Decido decir lo que pienso pero cuidando mis palabras. La sinceridad a veces daña. Mis palabras son dañinas por ácidas. No ocultan mis sentimientos ni quiero ocultarlos. Debo tener cuidado.

Flor venenosa. (Cuando digo lo que pienso me siento víbora).

Nos hemos alejado. No veo por lo pronto acercamiento al menos de mi parte. No concibo las formas. Sus reacciones me molestan, No lo hace como quisiera lo hiciera o más bien como sus palabras lo dicen. Además ya aprendí que si no es bueno lo que voy a decir mejor no lo digo. (De ser cierto esto me quedaría muda por toda la eternidad y lo que sigue). Amén.

Por eso creo que es mejor no decir nada, de esa forma las palabras no nos condenarán. Tampoco decepcionaremos a nadie. La decepción es un algo inexplicable. Es morir desangrado gota a gota. Ay.

El silencio hable por mi. Cada uno que lo interprete a su manera. Eso es mejor que corroborar lo que de uno se piensa.

En la búsqueda de la imposible me pregunto ¿por qué buscaste mi sonrisa y cuando la ves lo primero en que te fijas es en mi pelo?

Es apabullante pensar y en domingo eso es sacrilegio.

Si fueras perro ¿qué pensarías de alguien que te cambió por otro?








viernes, 7 de octubre de 2016

Soy amiga de un perro

Yo confieso ante ustedes oh hermanos míos que debido a la intolerancia brutal -ya estarás jabón de olor ni que perjumaras tanto- en la que estoy sumida, regreso con profunda pena y dolor -que sea menos- a los antidepresivos. En este día fueron presos de mi furia, Barry, Natalia y Laura. Soy un cerillo. Me prendo en un dos por tres. No puedo más. Digo, si puedo pero mi familia -sobretodo Natalia- serían los más afectados- y pa' qué martirizarlos con mi genio de los diablos. Ya bastante tiene con vivir conmigo. Que conste ante dios y los universos baratos que no me estoy flagelando. En verdad os digo oh hijos míos -¿qué no eran hermanos?- que duré tres semanas "limpia". Algo es algo dijo un calvo cuando le salió un pelito. Ni hablar, seguiré por este mundo caminando sobre nubes. Habrán de disculpar si he dejado por ahí algún rastro venenoso. Cuando me enojo me esmero. ¿Lo extraordinario de hoy?: conocí al novio de mi hija. Buen tipo. Lo vi a los ojos y no sudé. Platiqué poquito. Hilé varias frases sin titubear ¡Gloria al dios de Barry! No me dormí de regreso a casa ¡Aleluya hermanos! -¿no eran hijos?- le sonreí a una linda y hermosa viejecita de trenzas y delantal que desde lejos se solidarizó conmigo en ese momento. Tan linda ella. Me miraba. ¿Qué pensaría? Si mi madre viviera se parecería a ella con ese par de trenzas negras negras con hilitos de seda gris. Barry una vez más dio muestras de su amor por mi. Y para cerrar con broche de oro me hice amiga de un perro. Un esnauzer o como fregados se escriba.
A lo que sigue. Debo pensar un buen pretexto para la miss de La Bella. En las prisas por salir olvidamos la mochila. No hicimos tarea. Reflexionaré muy bien si mando una nota o dejo que Natalia resuelva ese problema. Al fin que ella como yo salimos siempre airosas de los líos en que nos metemos. Hablando de líos. Natalia ha entrado de lleno a la etapa de las groserías. ¿De dónde las aprende esa niña-esponja? Npi.

miércoles, 5 de octubre de 2016

En la suela de mis zapatos

Pudiera ser que en mi mente tercermundista guarde todavía creencias arcaicas. Resabios de una cultura de dioses de barro y alguno que otro de cerámica. Creencias obsoletas de  dioses y diablos.
Entonces...
Pensar en que los demonios expulsados en los aquelarres efectuados por mi Vecino el Asesino queden pegados en la suela de mis zapatos cuando paso por su casa es cosa de mentes primitivas -asegún yo-.
Nomás no le digo a nadie que los espíritus chocarreros se pegan a mis zapatos, igual que cuando rara vez acudo al cementerio. Las ánimas se quedan pegadas junto con la tierra, teniendo que limpiarlos muy bien antes de entrar a casa. Y no lo digo pa' que se rían. Si lo hacen, vayan a reírse de sus calzones,¡pos estos!
No es para menos que uno ande en estas elucubraciones sin sentido si se tiene como vecino un chamán. Hasta al más plantado se le harían yo-yo los calcetines.
A medianoche -no siempre- se oyen cantos lúgubres, quejidos de mujer, golpes en el piso, tambores con sonidos inquietantes, olor a perfumes raros, azotes quizás.
Entonces uno empieza a ver sombras, caras de Lucy en la ropa doblada, fantasmas convertidas en el día en cortinas. La mente es muy poderosa. Y la mía digamos que da mucho para pensar disparates
Oh....
Estuve a tres de que me diera el supiritaco cuando ayer por la mañana pasé por la casa de mi vecino. ¡Virgen del Chongo Parado, escurría sangre por debajo del zaguán! La gente pasaba sin inmutarse. Nadie decía nada. Nadie se quejó. Supongo que su mente elemental piensa lo mismo que yo: por si las moscas no vaya a ser el diablo y resulte que el señor chamán de verdad tenga superpoderes, alianzas con entes de los que prefiero no pensar en estas horas de locura y termine por convertirnos en menos que nada.
¿Por qué nadie llamó a la policía para que investigara? Npi. No hagan preguntas imposibles de contestar y menos a esta hora.
Razones para evitar pasar por ahí tengo muchas. Es camino obligado para salir de la calle. A fuerza debo pasar, no existe otra manera a no ser que sea volando. Pero pues no tengo alas. Los bultitos que están apareciendo en mi espalda son en realidad la joroba de los años acostados sobre mis pulmones.
Bueno...
Soy fácil de sugestionar por eso evito pensar en lo qué hace mi vecino dentro de su casa cuando hay ceremonias. Conjuros, sacrificio de animales -quiero creer que la sangre no es de personas- rezos y demás. Es preferible no saber. Aquí admito ser lo más ignorante posible. Mi mente subdesarrollada es susceptible en demasía a creer lo que muchos no. Alabado sea el primer mundo.
Entonces...
  Mi Vecino el Asesino y su chamana esposa son muy amables -una cosa no quita la otra- nadie dice lo contrario. Es mejor sonreír y saludar cuando tengo la mala fortuna de cruzarme en la calle con ellos. Los he visto cuando están alterados por alguna circunstancia. Pongo pies en polvorosa. Ojos que te vieron ir... Dios guarde la hora de toparme con ellos. Son el diablo.
Por eso...
cuando me entraron los celos al ver que la chamana mima a mi gato -que no es mío pero si porque vive en mi casa- no dije ni pío. Y a Calixto que como todo macho adora que le hablen bonito para caer en las redes de quién sea pues ya qué. Ni llorar es bueno. Total soy la MaLquEridA por muchos -consta en actas- incluyendo mi gato, mis perros y mis huastecos gritones.
Ai cuando amanezca
y si el dios que sea me lo permite -si es que le quedan ganas- vendré a corregir engaños y suturar frases inconexas. Etiquetar estilos y además redactar como se debe. Fin de la historia. Este cuento se acabó. la MaLquEridA dice
chau.










domingo, 2 de octubre de 2016

¿Quién dijo miedo?

Hablemos de lo poco que nos queda. El amor eterno y su final anunciado. Después de todo los asilos tienen su lado bueno, a los cuidadores los puedes mandar al carajo sin remordimientos. ¿Qué tienen las infieles en su favor que no sea el odio de la sociedad? Desde mi ventana veo brillar el sol. (Mentira, está nublado). Vi a Natalia esconderse en el rellano de las escaleras. No era ella. Fue una sombra. Compré un tratamiento de belleza que promete quitar el rictus de mi cara. Si dios hizo los domingos para descansar ¿por qué no haces caso y te quedas conmigo? Las películas oscuras de Ingmar Bergman ¿Lo escribí bien? Las fotografías no guardan olores. Si cuando nací me hubiesen hablado del karma, habría cuidado mucho mis palabras. Desde entonces todo es tan extraño. ¿Sabes el nombre completo de tus amigas? Yo no. Juanita, Maricruz y... ¡vaya! ni siquiera recuerdo el nombre de mi mejor amiga de la adolescencia.  Estoy creando distancias entre mis amigos de hoy. Mantengo los silencios como mi forma de expresión. Si Emilio y yo existiésemos en la vida real no nos habríamos conocido. Uy, nos hubiésemos perdido de mucho. Las historias de amor no son de mi agrado ni en forma de libro. Esa es la razón por la que no te leí preciosa, (mentira, si te leí). El arcoiris de Natalia tenía los colores desordenados. Hasta en la naturaleza hay un orden a seguir. Y yo color café le dibujé y no existe. Ella y yo nos amamos pero de lejitos. Si fuera escritora nuestra historia sería un trancazo. Encontré un bicho negro en el patio trasero. Le escribí una historia en mi mente. Se llamaba Remigio pero como en mis cuentos no hay finales felices no la pasé a papel. Igual lo maté porque me dio miedo picara a Natalia o a los perros o al gato o a Los Tres Huastecos. ¿Quién de los dos pondrá fin a nuestra loca historia de amor? Bien mirado soy buena persona en letras. De la vida real otro día hablamos. Te he eliminado de mi corazón -me dijo- ya no existes más. Ni que fuera gripe para curarte de mi. Existir sin ser=ser sin existir. Y aí vamos los dos. Tú prometiendo sempiterno amor y yo dejándome querer con restricciones. ¡Viva, estoy adelgazando! Los brazos, las piernas, el derriére. Blah, seré una lombriz panzona. Nada de lo que me digas será usado en tu contra. Pediría la pena capital para los infieles pero el mundo quedaría despoblado. Para seguir amando a Enrique necesito no verlo en la actualidad. Los amores platónicos ne deberían envejecer. Atavismos sustanciales. Rocinante puso cara de angustia al ver quién sería su jinete. Ya ni la televisión nos mantiene unidos. Los ejemplos de pareja y su realidad escondida. Hoy amanecí viva entre tus contactos. Es demasiado tarde para poder parar. Tienes un asiento preferente en el tren de mis quimeras escondidas. Aún espero tu carta. El misticismo de los incautos. Toque de queda. Hoy es 2 de Octubre. Si de verdad te importa lo que pasa ¿por qué no haces algo? Mis textos no son para domingo... ni para lunes ni para martes ni... y entonces no permití me tocara la cabeza. No creí su gesto de ternura. Los amantes y su vivir de sueños irrealizables. ¿Qué más da formar parte de un todo desaparecido?













jueves, 29 de septiembre de 2016

Pétrea

¿Alguien sabe cómo ser feliz sin sentirse culpable? No encuentro una razón de mi perenne ceño fruncido. Mis labios siempre están apretados. Me es más fácil llorar que reír o no. Es tan complicado dejar de ser dragón. Y cuando soy feliz -como al escribir- la culpa me señala diciendo: ese tiempo que estuviste ahí sentada se lo podrías haber dedicado a Barry o a Natalia o a tus hijos, o a... Reacia por costumbre a las fotos, dejo que me tomen algunas para ver si salgo bien. Tienen que agarrarme desprevenida para que la sonrisa no sea fingida. Me veo bonita... a veces. ¿Por qué maldita maldición me cuesta tanto estar contenta si es tan sencillo? Arruguitas. A Nati le gusta besar mis arrugas. Abrazo a todos, los beso con pena porque el nerviosismo me ataca y me hace sudar y pienso que doy asco. La cercanía de los seres que amo. La sinceridad del cariño de Los Apellidos Ilustres tantas veces rechazados por mi. Me gusta verlos, que me abracen, que se interesen por mi salud. A nadie enseñan a ser feliz. Uno lo aprende a madrazos igualito como yo. Disfrutar. Tan sencilla que es la vida cuando uno sonríe. Causé mucho daño a mi familia, a mis amigos con este carácter voluble, voluntarioso. No sirve de nada arrepentirse. Ni siquiera sé que ahora que soy un despojo de mi misma sirva el hacerles la vida un poquito feliz como ellos y como tal vez y en una de esas fortunas inesperadas también lo merezca. Si alguien sabe cómo ser feliz sin sentirse culpable que me lo diga. No hay formulas mágicas -sabido es- pero puede que en una de esas encuentre lo que he menospreciado en la vida: la sonrisa en mis labios. Hoy escribo desde el fondo del corazón con un cargo de conciencia. No puse mucha atención a Barry. Presté el iPad a la muñeca para que me dejara concentrar. Cuando terminé salimos a pasear bajo la lluvia con Natalia sentada en mis piernas y Barry empujando la silla de ruedas. Con que poco fuimos felices. Efímeros momentos que me hacen escribir desde el corazón. Escondido lugar donde sólo Barry ha podido entrar. Dio, kompatu min.
Aí los vidrios nos cortamos.

Ni hablar mujer trais puñal

Han pasado unos cuantos días, la caída no fue grave. Todavía no me río de ello. Conservo el grito que pegué en mis oídos junto con unos cuantos moretones en el brazo derecho y dolor en los dedos todos. Esta vez dolió más que tus palabras dichas sin dejo de misericordia. ¡Ay dolor! Me alegro no estuviera La Bella, se habría llevado un susto tremendo. De vez en cuando conviene aterrizar para ver qué tan firme es el suelo que piso. Dicen que después de una caída hay que levantarse de inmediato, sacudirse el polvo y seguir adelante. No pasó nada. Del dicho al hecho... Me quedé un rato tirada bañada en lágrimas, esperando una mano que me ayudara a ponerme en pie pero no había nadie. Desde abajo pude ver a Babo Alejandro ladrar desaforadamente. Pinche perrito ayúdame, ¿ya ves cómo eres? El chihuahua joven no entendía qué carajos hacía yo en el piso. Como sea, me duele todo. Y ya, nomás escribí para darle un poco de vida a mis letras color moretón. Ay, no digas más. los silencios parlotean más que las inciertas despedidas. Septiembre, neblinas, lluvia constante, melancolía nata. Época ideal de los renegados del clima caluroso. ¡Me caí! Snif. ¡Azotó la res! (me río para mis adentros). ¿Dices que me vas a cuidar más? ¡Ay amor ya no me quieras tanto! Ay amor olvídate de mi. Byecito.









viernes, 23 de septiembre de 2016

Los pasados de moda


Un dispositivo en la cabeza como pequeño casco o diadema emitiendo estímulos cada cierto tiempo a mi cerebro para caminar sin paralizarme. Lentes especiales con rayo láser facilitando la marcha cuando vaya por la calle, -lástima no sea de tu brazo-, Un guante dando estímulos para no temblar. Cuchara con mango especial permitiendo la comida llegue a la boca sin derramar una sola gota. ¡No más manchas en la ropa Florecilla de amor!

Zapatos especiales trabajando los estímulos para evitar la rigidez. Operación del cerebro para volverme a la normalidad en un 80 o 90 por ciento sin quitar el riesgo de quedar "tontita" el resto de la vida. De eso ni hablar, mi cerebro trabaja a marchas forzadas para no vivir en desatino. Con todos esos artilugios y más que olvido me convertiría en una especie de robocop.

Echo una ojeada a la vida ahora que estoy despierta, quiero decir en mis cinco sentidos. Mantengo los silencios con base en un esfuerzo por acallar todo eso que quiero decir pero que pocos están interesados en escuchar. Seamos honestos, la hipocresía es una forma de violencia no manifiesta. ¿A quién le gusta oír lamentos y quejas contra la perra vida -no te sulfures Emilio es pa' darle sabor al texto- que ni siendo tanto tocó vivir?

La cabeza semivacía. Voy ligera de equipaje en el tren de no hay marcha atrás. Vivo los últimos de mis instantes, pocos o muchos igual da. Desecho recuerdos como barata de verano. Administro muy pero muy requetebién lo que quiero guardar en la memoria ocupada casi por Natalia. Con ella al lado el aprendizaje es constante. Tiene un genio de la patada pero cuenta con el plus de su sonrisa y don de gentes.
En la calle la saludan más que a mi. En honor a la verdad no se me acerca ni el perro. Mientras menos visible mejor. Así no me preocupa el rumbo que tome mi pelo ni que nadie descubra la ternura ignota de mi mirada o si traigo el ceño equivocado.
No deja de asombrarme la capacidad que tiene Natalia para sonreír, la misma que tengo yo para no hacerlo. No puedo sonreír a quien no conozco ¿habrase visto tal pesadez?

Y bueno...

Decían los viejos, ancianos, rucos, los pasados de moda de mi pueblo -es un decir porque yo ni de pueblo soy- que los padres pagan con los hijos lo que hacemos a los nuestros pero los expertos nunca dijeron nada de los nietos.

Dios o quién sea me mandó a Natalia para practicar la paciencia. Me mantiene todo el tiempo ocupada. Cuando estoy despierta -la mitad del tiempo- peleamos, discutimos, vociferamos terminando abrazadas diciéndonos palabras de amor eterno. Nadamás no me aprietes porque tienes mucha fuerza.

Siempre estarás en mi corazón abuela.

Cuando logro estar sentada permaneciendo despierta, el mundo puede girar al revés sin que me altere un ápice su mediana redondez. ¿A quién le importa si has dejado de quererme o si mi nombre te dice nada?

pero...

Los científicos deberían de crear un dispositivo para despertar al abuelo o abuela con un pinchazo entre ceja, oreja y media madre antes de que los nietos hagan una travesura como cortarse el pelo que cae sobre la frente y no deja ver nada abue. Amansar a base de caricias una catarina al punto de quedarse quietecita quietecita sin entender porqué ya no vuela o jalarle la cola al gato arisco.

Más que todos los dispositivos para tener una vida mejor me gustaría estar siempre alerta y no perder de vista a Natalia. Enseñarle a disfrutar la vida según yo aunque a veces y sin querer -lo jurito por mi Alter Ego- que no puedo evitar que aprenda lo que no debe.

-¡P*ta madre!

-¿Qué dijiste Natalia?

-Perdón pa' se me salió, no lo quise decir.

-Esas son palabras tuyas Flor

-Gulp-



















miércoles, 14 de septiembre de 2016

Después del trece sigue el catorce

Amanecí de buen humor amando peligrosamente a todo el mundo. Esto no puede ser. Algo me pasa. Debe ser una pesadilla. Los somníferos hacen su efecto. Duermo placenteramente. El mundo no puede ser tan hermoso. Pellízquenme o algo. Despiértenme o así. Esto no puede ser real. Los gruñones no son bienvenidos en ningún lugar.







sábado, 10 de septiembre de 2016

El enigma del ratón desnudo

Algunas veces me dan ganas de salir corriendo de aquí pero luego recuerdo que no tengo adónde ir y me quedo sentada.

Otras veces quisiera no ser la que cargue con la responsabilidad de guiar a La Bella por el camino correcto pero tengo presente el papel que juego en esta familia y asumo el reto por más que en las noches me saque un tache en la evaluación del día. Para Natalia no debe ser muy grato ver a su abuela dormida la mayor parte del tiempo mientras ella quiere jugar y bailar y reír.
La imperfección como un estado natural del ser humano me lleva a aceptar que a pesar de ser lo que hay no soy tan mal ejemplo. Las virtudes como la risa debieran ser contagiosas.

Otras tantas quisiera ser rana y tirarme en la piedra más aguda del río pero soy nomás una señora recostada en el diván de la marmota esperando a que venga una ola grande y me lleve al otro lado nomás para ver que hay más allá. Los ríos no hacen olas ¿o sí? sepa la bola.

Otra vez quisiera agarrar al toro por los cuernos y decir hasta aquí llegué pero recuerdo que no sólo es decisión mía y aunque siga habiendo cornadas no es momento de cortarme la coleta.

Una vez tuve ganas de aprender esperanto pero cuando le eché un vistazo a la primera lección me salí a  hurtadillas. Se acabó el pretexto para conversar contigo.

Hay veces que quiero decirte Te quiero pero los malditos peros forman un nudo en la garganta haciendo que me atragante con tantos que no te he dicho.

Tres veces he escapado de mi casa pero cuando veo lo mal que se lo pasa uno fuera regreso con el rabo entre las patas.

Muchas veces he querido decirte adiós para siempre pero lo tuyo y lo mío va más allá de un adiós solitario.

Alguna vez quise comenzar una vida nueva pero siendo yo la misma protagonista no hay manera. Siempre seré yo.

A veces quisiera que sonara mi teléfono y que llamara alguien inesperado pero me da miedo que del otro lado escuchen la trémula voz que poseo y termino por taparme los oídos. Es más fácil hablar por whatsapp porque mi voz no tiembla.

Una vez quise averiguar la aparición de un ratón desnudo en el patio trasero pero cuando me puse a divagar sobre cómo fue que llegó ahí, me da escalofríos.

Muchas veces quise hablarle a mi psicóloga favorita pero el motivo que no me permitía hacerlo era más fuerte que mis ganas de escucharla. Cuando la vea estoy segura que después de tanto tiempo me dirá que estoy sana. Me dará de alta, me abrazará acariciándome el pelo y me dirá hasta luego Flor. Nos marcharemos Barry, Laura y yo tomados de la mano, contentos y felices de haber superado la prueba más dura que el destino nos ha puesto hasta hoy.

Hubo una vez una reina carente de imaginación que acostumbraba a escribir tonteras después de sus largas noches de insomnio encerrada en el diván de las memorias idas.



Fin
















Musa con cuernos

PARA LA MALQUERIDA

La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Es beso de agua y luz de ciegos en el desierto diario. La leo y me leo. La leo y la siento. La leo y la quiero. Vamos de la mano desconocidos y alejados por los caminos rotos y astillados de la vida cansada y del tiempo huraño. Refunfuñamos por todo y hasta en el infierno tienen miedo de que un día aciago lleguen nuestros pasos. Chocamos con mil horas arañamos las rutinas odiamos la compasión nos dan risa los ángeles y mucha pena los diablos. Nos cansa todo y más que nada el resto de los humanos. A veces herviríamos a los que nos rodean y otras daríamos la vida por hacer reír a un chavo. La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Toro Salvaje

Los Inmortales

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Ángeles de la fe

Yo traigo la verdad en mi palabra Vengo a decirte de un niño sin abrigo. Vengo a decir que hay inviernos que nos muerden, de la falta de un amigo. Vengo a contarte que hay luces que nos hieren, que existen noches sin whiskys ni placeres. Vengo a decirte que está cerca tu condena. Hoy una madre murió de pena. Déjame cantar, tengo vergüenza de ser humano como tú, en tu presencia. Descubrirme a mí mismo y en tu figura qué poca cosa somos sin ternura.