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jueves, 24 de noviembre de 2016

Los unicornios no se suicidan

Comencé por las mañanas a hablarle a Natalia sobre mi niñez. No pensé que le interesaría de tal manera que se ha vuelto cotidiano narrarle mis aventuras. Cuéntame cuando eras pobre abuelita.

Presta mucha atención cuando platico lo que costaba separarme de mi madre. De cuando no tenía juguetes ni podía escoger qué zapatos ponerme hoy o desdeñar la comida que amorosamente mi madre servía después de haber hecho milagros para darnos de comer a todos.  Era te lo comes o te lo comes. Nada de que ¿te preparo otra cosita mi reina?

La ropa era heredada por mi hermana mayor. Luego con pequeños arreglos hechos por las manos mágicas de mi madre quedaba lista para usar después de mi por mi hermana menor.
¿Hermanos dices? Tengo para dar y regalar. Escoge el que más te guste. Hay enojones, querendones, gruñones, amables, risueños, amorosos. Una cosa si te digo pequeña, no te abrazarán a menos que seas la que se los pidas. Mis hermanos como yo no tuvimos tiempo para aprender a abrazar. No tuvimos tiempo. Había cosas más importantes como jugar a hacer pasteles de lodo y carritos con cajas de cartón. ¿La querencia? ¿Eso qué?

Cuidábamos los zapatos como tesoros invaluables. Duraban miles de años y cuando se gastaban o los hoyos eran demasiado visibles los mandaban al zapatero. ¡Listo! zapatos nuevos para otro año más.
No usábamos tenis. Los calcetines -un par- los lavaba por las tardes después de llegar de la escuela para usarlos al día siguiente. No lo sufro, lo agradezco. Sirvió -aún sin parecerlo- para valorar lo  que tengo ahora. Después claro de saber que la riqueza no es para siempre. No por tener hoyos en el zapato signifique ser pobre. Significa que son muy cómodos aunque primero hay que convencerse uno mismo que la pobreza se lleva en el alma.

A La Bella le es difícil comprender como es que yo no tenía cajón de calcetines ni de zapatos. Le parece increíble que en casa no hubiese televisor ni cuarto de juguetes.
-Entonces ¿qué hacías abuela cuando ya no querías hacer nada?

Hablo y hablo como perico mientras sin hacer berrinches ni lágrimas vanas voy logrando vestirla sin que Barry acuda a socorrerme.
Es que esa niña cuando dice no es no verdadero y háganle como quieran. Ay dios si no tuviera el tiempo encima. Niña mira la hora que es. Anda hijita déjate peinar muñequita ¿si?

-Si dices las palabras mágicas me dejo peinar, abuela.

¿Saben ustedes lo que es echarse un clavado a la caja de objetos perdidos -vulgo cerebro- y buscar las dichosas palabritas cuando el tiempo me come la entendedera?

-.¡Auxilio Barry!- ¿cuáles son las pinches palabras mágicas?
-¿Eh?

Lueguito de descubrirlas -las de hoy fueron ¨viejo panzón¨- La Bella se torna dúctil masa en mis manos.

-Abuela, yo lo que quiero es cambiar mi destino.














martes, 22 de noviembre de 2016

Tan así de aquella manera

He despertado tan sintiëndome rara que he hecho algo tan tonto como enviarme un correo a mi misma.
El día está comenzando. Tengo la mente limpia. No he lanzado ninguna maldición -todavía, no lancen campanas al vuelo-  he pensado mucho para ser tan temprano. No se los recomiendo si tienen la panza vacía. El pensar da más hambre que cuando se está a dieta.
Estoy rara, como si tuviera sentimientos enredados en la piel. Siento todo de una manera que lastima dulcemente. Dolorcillo tolerable.

He "hablado" con dos personas de mente elevada. Sin demeritar a quienes me rodean. Me refiero a pensamiento intelectual. No digo más. Me hago mucho lío terminando por ofender dada la parlotería acostumbrada. Es curiosa la vida. Yo una flor rara cambiando sentires con personas que en la vida real no serían ni siquiera conocidos.
Esto de la virtualidad es magia pura. Tan màgico es que permite uno enviarse un mail a sí mismo y encima saltar de alegría porque en la bandeja de entrada hay un correo.

¡Virgen del amor hermoso alguien me escribió! .. me digo en mi intrínseca estupidez- veamos quién es.
Ah soy yo. Me contesté solita. No cambié la dirección de respuesta. ¨stúpida¨.

¿No les digo? Para pendejo no se estudia. Se nace y uno mismo se perfecciona en el trayecto. Y todavía vengo y lo cuento.

Ay de mi y de mi empeño por esperar un mail que nunca -cuando digo nunca es nunca- ha de llegar porque para esa persona no existo.
Lo mejor es que para muchos .sobretodo para mi familia- soy alguien incluso -y a pesar de todo el empeño por boicotearme- existo para mi.

Eso es chido ¿no? Y luego van diciendo por ahí que no me quiero.
Lo que hay que ver.




Hoy es martes con cara de lunes, estoy respirando calma.



lunes, 21 de noviembre de 2016

¡Ropa usada que vendan!


¿Cómo explicar a todos con los que convivo que mi capacidad de reacción ha sido mermada? Entiendo muy bien lo que  preguntan pero el cerebro tiene una velocidad diez veces menor que la normal.  Échele seño. Taim is mony ¿yu nou?
.
Cuando mi cabecita empieza a procesar la información tiran a bocajarro la siguiente pregunta. Luego la otra y la otra y la otra. Apenas atrapo una palabra de la primera respuesta cuando ¨¡mocos! llega otra pregunta. Me quedo lela sin articular palabra. ¿Cuál respondo? ¿La primera o la última? ¿o la que recuerde?

¿Cómo decirles que el hablar quedito no significa que esté sorda y que el no contestar rápido no significa nada más que lo que es?
La voz grave de los hombres lacera mi corazón. La de las mujeres insulta mi inteligencia.
La mía es un rumor fantasmal aplicable al amor.
Buuu.

¨Perdí la inteligencia sepasumadre dónde. Ha de haber partido junto con la imaginación al valle perdido de los asuntos otoñales. Resquebrajos inmortales. Palpita tan de al tiro muy zonzo. Súbele tres rayitas al volumen.

-¿Por qué no hablas?  ¿Por qué no me respondes? ¿Te comieron la lengua los ratones? ¿Estás enojada? Dime qué te pasa.  ¿Eres sorda?

¡Stop! ¡Tiempo! ¡Guai a momen plis!

Bip bip bip soy un robot. Los cables se dañaron. No hay refacciones. Los modelos antiguos sucumbieron al encanto de los chatarreros. El switch se averió. El disco duro está blando. La memoria llena. No se recibe cascajo.
¡Fierro viejo que vendan!
Lárgome a esconder a mi casita de adobe. Por allá lejos, muy lejotes, Por donde da vuelta el viento, tres cuadras a la derecha cerquita del infierno donde casi nadie quiere ir quesque porque está muy feo.
¡Achis!
¿Cómo saben si nunca han ido?
Cosa es ponerle flores y una sonrisa de soslayo. El infierno también puede ser bonito. Nomás que el miedo a las palabras hace temer a lo imaginable inexistente.
¿Por qué hablas tan feo?
¿No querías que hablara? pos aí tá. stoy hablando ¿qué no?

Después de todo el infierno o el paraíso lo construimos en nuestras cabezas.

Hoy como todos los días pongo cualquier pie sobre la tierra. Si el derecho o el izquierdo, elijo el izquierdo nomás porque sí.
De cómo me vaya se lo dejo al destino.
Me urge la mirada de sus ojos sobre los míos o seguiré en plan de diva sin suerte. La extraño señorita.
Temo volver loco a quién en mi confía.




festotago.









sábado, 19 de noviembre de 2016

Como un perro meramente así

Si yo fuera un perro no tendría que preocuparme por demostrar mi amor a este o aquel. Mi amor perruno no tendría parámetros. Querría a mis amos por igual. No tendría que preguntar ¿Cuánto me quieres? para hacerlos felices. Tampoco saldría con esas absurdidades de ¨te quiero de aquí a la luna tres vueltas y de regreso sin traje de astronauta¨. Mi amor es ilimitado. Quiero a todos por igual lo que cambia es mi forma de expresarlo. Pero qué te digo si no entiendes nada.

Si yo fuera perro no celaría al macho de mi manada. Un poco sí pero no tanto como enseñar los colmillos. Si el jefe de la manada quiere irse ni peleando a muerte con la hembra más buena lo detendría. Amor perro. Caderas bailarinas tras un bien común.

Si fuera perro me echaría en la camita todo el día esperando llegue mi dueño para llenarlo de babas, menearle la cola y dormirme plácidamente en su regazo del que sería dueño absoluto. No querría más en la perra vida. Vida perra. Perrito psss psss.

Si fuera perro no tendría remordimientos. Haría las cosas por instinto tal como sin pensar lo hice anoche y ahora debo enfrentarme a las consecuencias. ¿Guau?

Si fuera perro no me preocuparía de si mi hijo viajó en moto decenas de kilómetros en carretera. Ni siquiera tendría que esperarlo. Las madres perro están acostumbradas a vivir lejos de ellos a menos que los humanos no los separen. Así es. Así ha sido y así siempre será. Los perros no viajan en moto. Hablando de eso, pedí al novel escritor pasear en su moto el día de mi cumple. Ojalá se me haga. Runnn runnnn.

Si fuera perro nadie podría callarme como lo hacemos con Babo cuando ladra porque pasó la mosca. Mi libertad de expresión no sería coartada más que por el miedo a recibir un maltrato. Los perros también tienen miedo.

Si fuera perro no estaría escribiendo tonteras rogándole al dios perro que mi amo no se despierte porque hay que empezar a dar explicaciones y eso señores y señoras es para mi inadmisible porque no soy perro. Soy un ser humano que hace -para muchos- idioteces pero para mi es la forma en que mantengo a raya los fantasmas que me habitan.

¿Qué voy a hacer?

Afrontar las consecuencias con mi mejor cara. Beata compungida con un toque de atolondramiento en sus venas.

El dios de Barry se apiade de mi. Ya amaneció. No hay  quién me salve. ¡Gulp! ¡Emilio, ven a por mi!

¿Saben rezar? Recen por mi pero rápido, rápido. Oigo pasos en las escaleras. Muerta soy.
Todo sería más fácil si estuvieras aquí pero no estás y es así fuera de broma.

Click!














jueves, 17 de noviembre de 2016

Las nuevas (si son buenas mejor)

Clamo su nombre para que venga en mi ayuda -cuando Laura no está- si de comenzar se trata. Murmuro su nombre -Barry no dice nada- en las mañanas cuando al tic-tac monótono le importa nada mi premura.
Grito su nombre -¿Por qué pides ayuda a Dios si está muerto abuela?- en el momento justo de atravesar la calle de la mano del futuro feliz.
Imploro al Dios de Emilio -ando necesitando una ayudadita- para que en sus domingos de oír misa y arrepentirse de todo lo malo hecho en la semana se acuerde de mi.

Enrique canta -con voz de plañidera- "o todo el mundo está loco o Dios es sordo". El diablo mayor sustrae las almas buenas para sus huestes en la batalla final.

Lapsus estupidus.

Por cierto soñé a Enrique. Estábamos en algún sitio, no me animaba a hablarle. Al ver mi indecisión me jala de la mano -¡Virgen del Chongo Parado, Enrique me tocó!- toma el celular que tenía en mi mano para tomarnos una selfie -estos anglicismos metiches en mi escaso vocabulario- y se le ocurre darme un beso ¡Mátame a besos amor! pero llama a Barry para que vea que no es mentira que me besó
Me daba un ataque de risa y ¡Tarán! desperté con el sonido de mi propia risa. Al abrir los ojos podía ver la sonrisa en mis labios ¡Dios existe!
Fue un sueño me dije a mi misma. Por la mañana al desayunar le platiqué a Barry el sueño. No entiendo porqué se sigue riendo.

Sigo sin tener nada claro.

Tantas veces nombro a Dios -la fuerza de la costumbre- para que me ayude porque lo juro de verdad me siento tan infinitamente desprotegida. Me aferro al Dios de mi niñez porque no conozco otro. Ni modo que le rece a Batman o al aburrido de Superman.

Reconciliada con la vida me absuelvo de todos mis pecados. Los absurdos traumas son peces atrapados en una red prontos a dejar de existir.
Hay dos que se resisten:: el sentirme inferior y el otro del que me es vedado hablar. Dos lapas pegadas a mi yo interior negándose a morir.
Como veo doy.

Les digo amiguitos no hay poder humano que permita que se vayan de mi. ¿Existirá alguien tangible capaz de limpiar mi mente para que pueda descansar en paz? Y no, no hablo de morir. Hablo de ir por la vida sin ataduras ni convencionalismos que me permitan ser una Flor normal como la que nunca he sido.

Karma, karma, calma.

Estoy hecha un nudo ciego. Las interrogantes pueblan mi mente obtusa. El karma vuelve a darme una lección. "No quiero ser una viejita normal con perritos de compañía, cuidando plantas y metida en la iglesia. No quiero eso ser".

Tengo perros a los que les hablo, un "jardín" medio descuidado porque me da miedo encontrarme gusanos o lombrices por eso nomás riego mis plantitas. Y..
falta  estar metida en la iglesia, cosa que dudo mucho debido a mi creciente desprecio por los curas que nos bendicen con sendos anillos de oro en sus bofas manos,

Si algún día ocurre estar metida en la iglesia seré como lo que siempre odié: una puta arrepentida. Eso señoras y señores será lo último que verán de mi ¡Vade retro!  (Mejor ya ni digo nada, el puto karma está al acecho).

Abur

















martes, 8 de noviembre de 2016

Por amores es que existo





Autorretrato con niña en colores escolares de puntas descarapeladas

Tal como la imaginación huye de mi cuando siente que la voy a poner a trabajar, así salió surcando los aires mi celular. Un arrebato de furia lo arrojó a tres metros de donde me encontraba -recuerden que soy chiquita con cabeza que cambia constantemente de color, mi alcance es diminuto- estrellándose en el piso de la recámara.

Nadie vio nada, nadie oyó nada. Nadie dijo nada. Cuando los ataques de furia arremeten contra mi,  todos ponen pies en polvorosa. Patas para qué os quiero.

Adiós Apellidos Ilustres, adiós contactos queridos. Adiós para siempre adiós. Ningún celular resiste semejante madrazo. El mío de manufactura antiquísima menos. Obsoleto casi al mismo tiempo en que fue echado al mercado. Ha resistido tantos golpes como desengaños mi vida.

Pasada la tormenta. La casa encerrada en un silencio hermético dio cuenta de los pasos de Barry subir las escaleras.

-¿Qué le pasó a tu celular?- preguntó recogiendo las partes en que mi dignidad digo el móvil había quedado.

Mirada fulminante. Silencio nocivo. Se acabaron las preguntas, dio media vuelta y se fue dejándome frente al espejo tratando de reconocer a esa mujer con el rostro pálido y tintes verdosos de origen desconocido en el mismo. (Según yo fue una especie de envenenamiento debido a la aspiración de algunos productos de limpieza con los que estuve trabajando más la bilis derramada y el arsenal de medicamentos circulando por mi sangre). Eso mi queridos masoquistas que me leen, es lo menos importante si es que en este arrebato hay algo de importancia que no sea más que la pérdida de un celular.
Puedo vivir sin él. Nunca sin mi iPad.


Cerciorándome que no hubiera nadie cerca me arrodillé -jamás ante nadie, lo lamento- y busqué lo que faltaba para armarlo de nuevo. Para mi mala suerte el móvil funcionaba de maravilla. Igualito que mi dignidad absurda a la que por más que busco eliminar sigue atada con lazos de acero inoxidable.

Hecha un feto, la almohada se tragaba mis lágrimas. Antes de cerrar los ojos lancé una botella al mar recibiéndola un novel escritor que de buenas a primeras apareció entre mis contactos -no encuentro aún la razón del porqué está ahí- escondiéndome en su isla particular de la que salí con -de nuevo- con la dignidad restañada. Sin daños exteriores. De interiores hablamos después.

Sigamos pues desnudando el alma ante quién sin ver a los ojos me envuelven en su mirada afable.


El placer es suyo como siempre. (y mío obvio).

Explicar la razón por la que el celular salió volando es lo mismo que explicar el chiste bobo de mi autorretrato.












viernes, 4 de noviembre de 2016

Atavismos sustanciales, un ángel y tres diablos menores

1.- Hagamos de cuenta que dormimos juntos. No pasa nada. La amistad desde mi particular punto de vista encierra grandes silencios

2.- No te preocupes abuela, puedes decirme como quieras pero nunca me llames MaLquEridA.

3.- Coincido en que los dos somos ejemplo de lo que no debemos ser.

4.- Los niños solitarios buscan redondeles en los juegos olvidados de sus padres pero no encuentran más que botones utópicos.
La sociedad se desangra por sus venas más delgadas.
Plus:
En el amor como en el juego, ya nada se vale.
Ire señito, usté, si usté la que está echada en el sillón de la marmota ideando estilos para dormir.
Usté escribidora de irrealidades, invéntese una manera de no quedarse rumiando el rencor en los amores de ocasión.
Los celos no son buenos compañeros.
A su edad no queda colgarse de quereres perpetuos, esos no existen ni en el panteón.
No crea en promesas no pronunciadas discurridas en su mente con el súbito afán de creer que el amor sigue latiendo.
Suenan campanas de perdón mil veces dicho.
En viernes los amantes no hacen el amor,
hacen el ridículo.
Cierra los ojos.
El para siempre te pertenece
como el pensamiento de quien no te ama.
Deshaz el nudo atado a tu muñeca.
Convéncete,
las celdas no fueron hechas para ti.
Aforismos inocuos revolotean sobre tu cabeza
sin razón de ser.
Los complejos van.
El adiós no.







Musa con cuernos

PARA LA MALQUERIDA

La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Es beso de agua y luz de ciegos en el desierto diario. La leo y me leo. La leo y la siento. La leo y la quiero. Vamos de la mano desconocidos y alejados por los caminos rotos y astillados de la vida cansada y del tiempo huraño. Refunfuñamos por todo y hasta en el infierno tienen miedo de que un día aciago lleguen nuestros pasos. Chocamos con mil horas arañamos las rutinas odiamos la compasión nos dan risa los ángeles y mucha pena los diablos. Nos cansa todo y más que nada el resto de los humanos. A veces herviríamos a los que nos rodean y otras daríamos la vida por hacer reír a un chavo. La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Toro Salvaje

Los Inmortales

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Ángeles de la fe

Yo traigo la verdad en mi palabra Vengo a decirte de un niño sin abrigo. Vengo a decir que hay inviernos que nos muerden, de la falta de un amigo. Vengo a contarte que hay luces que nos hieren, que existen noches sin whiskys ni placeres. Vengo a decirte que está cerca tu condena. Hoy una madre murió de pena. Déjame cantar, tengo vergüenza de ser humano como tú, en tu presencia. Descubrirme a mí mismo y en tu figura qué poca cosa somos sin ternura.