suspiros que nadie entiende
besos olvidados en mi boca.
renace la esperanza más ferviente.
Descubiertos los antojos
resiste el alma perdida
dentro un cielo rebosante de carmín y algodón
en horas de deliciosa locura.
Tatuado el entrecejo
miro la luna pasar por de soslayo
haciendo guiños elocuentes al sol
dibujando pases de tango tristón.
Y si acaso vienes a reclamar mi querencia
dame tres besos en señal de duelo,
muerta estoy desde que no estás
resucitando al sueño de una tocata en do mejor
donde mis oídos alcancen el canto de un barítono en flor.
Los vientos airosos levantan sin disimulo las faldas de los girasoles.
Y los muertos vienen a comer despojos de mi inocencia.
Las ausencias en las cuencas vacías de ensoñación.
terminan por apaciguar el tan temido dolor de la simulación
con acentos alrevesados.
Transmiten sin afán de complacencia
aquellos por los que suspiras,
ya llegará la hora de marcharse
llenándose de caramelos de cianuro puro
en un parteaguas inacabable
del espíritu de hartazgo incomprendido.
Llena de temblores la escritura camuflada
de grotescos mal formados corazones
con flechas torcidas por Cupido bendecidas
caen sus puntas rojo sangre emparentadas
al abismo dantesco del ocre olvido.
Amores candentes,
religiones baratas,
palabras sin salida.
Vértigos confiables esquilman la tierra azarosa de aventuras renacientes
en los tacones de botas avasallantes de grosera valentía
simbiosis bizarra de quien la cara limpia muestra
confianza pura de lozana cobardía.
Tiempos fervorosos,
luchas combativas.
Amores de paso
cartas sin remitente
amantes sin ternura
escondidos en altos niveles de amargura.
Y sin embargo...
Plasma versos sin estructura
musas insensibles,
flores sin aroma
pájaros con su eterna retahíla
de piares sin emoción
el alma de los niños encandila.
Sin embargo
nada tiene que ver con todo.
¿O si?
Gracias eternas de quien esto escribe
sin ton y sin son.





